Jean-Christophe Grangé - Esclavos de la oscuridad

Здесь есть возможность читать онлайн «Jean-Christophe Grangé - Esclavos de la oscuridad» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Esclavos de la oscuridad: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Esclavos de la oscuridad»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una novela deslumbrante que explora el filo entre la vida y la muerte, lo divino y lo satánico.
Tras el intento de suicidio de su mejor amigo, un policía decide investigar las razones que lo llevaron a tomar esa decisión. En el camino a la verdad descubrirá prácticas satánicas, drogas africanas y una serie de asesinatos horrendos sin explicación. Las víctimas comparten solo una cosa en común: experimentaron la muerte. ¿Cómo puede revivir alguien clínicamente muerto? ¿Qué ocurre si en vez de ver la luz, vio las tinieblas?
Una novela diabólica con todos los ingredientes para convertirse en un éxito y una referencia del género, por el maestro del thriller e indiscutible que nos acerca a una de las realidades más sorprendentes e intranquilizantes de la medicina moderna: las experiencias de muerte inminente.

Esclavos de la oscuridad — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Esclavos de la oscuridad», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Me siento en caída libre. Y ahí están Beltreïn y su sonrisa. Su silueta rechoncha a través de mis lágrimas. Una espiral me arrastra me aspira. El mal es la falta de luz. Y esa carencia me absorbe como un gigantesco agujero negro…

Me desvanezco. Una fracción de segundo. Pero inmediatamente me recupero. Beltreïn ya no está allí. Por un reflejo condicionado, guardo el móvil y apunto con mi arma. Detrás de mí resuena una voz:

– ¿Convencido por fin?

Media vuelta. Beltreïn está en la pared del fondo, entre las fotos del horror. En su mano, una enorme automática: una Colt 44.

No tiene importancia.

De ahora en adelante, ya nada tiene importancia.

Moriremos los dos.

– Manon las ha matado, ¿verdad? -pregunta con una voz suave-. Se ha vengado. Esperaba una llamada de ese tipo.

– Es imposible. Estaba en detención preventiva.

– No. Y lo sabes. Es hora de que mires la verdad cara a cara.

No sé qué contestar. Mi facultad de pensar está bloqueada, destruida.

– Ella es Su criatura -prosigue-. Nada la detendrá. Es libre. Intensamente libre. «La ley es lo que hacemos.»

Lanzo una especie de jadeo, a mitad de camino entre la risa y el sollozo.

– ¿Qué le ha hecho? ¿Qué le ha inyectado?

Su sonrisa se amplía, fraudulenta, maliciosa, bajo las gafas.

– No le he hecho absolutamente nada. Ni siquiera le he salvado la vida.

– ¿Y su máquina?

– Estás atrapado en tu lógica, Mathieu. Nunca has visto más allá de tu raciocinio. Manon ha sido salvada por el diablo. Si te hubieran dicho que había sido salvada por Dios, habrías cerrado los ojos y recitado un padrenuestro.

Quiero gritar «¡No!» pero no sale nada de mi garganta. Por fin tomo conciencia de nuestro fin inminente: arma contra arma, nos mataremos el uno al otro. Sin embargo, mi indiferencia ya empieza a desvanecerse: no debo morir. La investigación no ha terminado. Debo arrancar a Manon de esa pesadilla. Probar su inocencia. Debo reaccionar y neutralizar a ese cabronazo.

– Buscas a un asesino terrenal -prosigue-. Siempre has rechazado lo que estaba en juego en tu investigación. Tu único enemigo es nuestro Amo. Está aquí, oculto en nuestro interior. No importa quién ha matado o quién ha muerto. Lo que importa es Su poder en acción, que revela los engranajes secretos del universo. Los Sin Luz son los faros, Mathieu. Solo los ayudo. Los espero a la salida de la garganta. Ellos ni siquiera me interesan. Lo que me interesa es la luz oscura que titila en el fondo de sus almas. ¡Satán detrás de sus actos!

Ya no escucho su delirio. Si Beltreïn estaba en Suiza, ¿quién ha matado a Laure y a sus hijas? La historia no ha terminado. La investigación no está cerrada.

– Y no olvides esto, Mathieu: Manon Simonis es la peor de todos.

– ¡No quiero oír eso! -digo, avanzando-. ¡Tú eres el único asesino de este caso! ¡Tú los has matado! ¡A todos!

A guisa de respuesta, él levanta el brazo y aprieta el gatillo. Estoy casi encima de él. Mi hombro desvía el tiro. Un frasco estalla a mis espaldas. Los órganos caen a mis pies mientras hago fuego a mi vez. Beltreïn ya me ha cogido el puño lanzando un agudo alarido. Mi bala se pierde en las jaulas. Encajo la culata de mi pistola bajo su garganta, bloqueando con mi hombro derecho su brazo armado. El dolor de mi herida se despierta. Tropezamos contra la mesa de laboratorio. Los frascos ruedan por el suelo. Chapoteamos en el formol y en las carnes muertas. Beltreïn se aparta. Me agarro a él impidiéndole que retroceda y dispare. Giramos juntos hasta rebotar contra las jaulas y luego nuevamente contra el ángulo alicatado.

Beltreïn resbala y cae al suelo. Caigo con él. Sensación viscosa por el formol, los órganos, los fragmentos de frascos. Hace fuego dos veces, oblicuamente, apuntando a mi garganta. Falla. Una lluvia de vidrios, carnes y líquido frío se abate sobre nosotros. Lanzo un grito al contacto con los restos humanos que se me pegan en la nuca, pero no cedo; Beltreïn no deja de vociferar. Más detonaciones. Ni siquiera sé quién dispara. Estamos entrelazados, sacudiendo los brazos, las piernas, atascados en el inmundo charco.

Caigo de espaldas. Beltreïn se abalanza sobre mí con uñas y dientes. Sus gruesas gafas están torcidas, manchadas con rayas marrones. Lo empujo hacia atrás. Una jaula cae sobre nosotros. A través de la gasa y las moscas, Beltreïn me encañona con su arma.

Junto las piernas y golpeo con ellas con todas mis fuerzas sobre los restos de la jaula. El demente aprieta el gatillo; el armazón de madera desvía su mano. La bala se pierde una vez más. Beltreïn aparta los fragmentos, entre los insectos que zumban. Ruedo debajo de la mesa. Cientos de vidrios caen en mis manos, deslizándose por mis mangas.

El aliento de Beltreïn, muy cerca. Gruñendo, riendo, se agacha para localizarme. Desde debajo de la mesa solo veo sus piernas. He perdido mi arma. Veo un fragmento de botella. Lo cojo y lo hundo en la pantorrilla del asesino, hasta que toca el hueso. El monstruo lanza un alarido agudo. Abandono el fragmento en sus carnes y me deslizo del otro lado de la mesa de laboratorio.

Los gritos de Beltreïn invaden la sala. He perdido el sentido de la orientación. No veo nada, excepto la gasa, los órganos, los gusanos. Mi adversario, todavía gritando, rodea la mesa de laboratorio arrastrando su pierna ensangrentada. Ruedo otra vez debajo y trato de salir por el otro lado. Me levanto, apoyándome en las baldosas. Beltreïn está a unos metros de distancia. Ya no me busca. Se debate entre los insectos, agitando su pipa como un matamoscas.

Atravieso la nube y su zumbido, rodeo la mesa y cojo su cabezota. La golpeo varias veces contra el ángulo de la mesa. Sus gafas caen. Las moscas se introducen inmediatamente bajo sus párpados pero también se ceban conmigo. No veo absolutamente nada. Tengo su cabeza entre las manos y los chillidos del cabronazo resuenan en mi piel, vibrando en mis terminaciones nerviosas.

El demente sigue debatiéndose. Caemos juntos otra vez. Está sobre mí, con las facciones ensangrentadas, llenas de insectos. No sé por qué prodigio no ha perdido su arma. A tientas, encuentro un listón de madera que procede de una de las jaulas. Cierro los ojos, acosados por las moscas, levanto el brazo y palpo su rostro. Busco el punto sensible de su sien, allí donde el hueso conserva la fragilidad del recién nacido. Coloco el listón en ese lugar exacto y lo hundo hasta que la madera se rompe entre mis dedos. Retrocedo y abro los párpados. Las moscas se alejan de mí. Están pegadas al cerebro rosáceo de Beltreïn, una especie de tumor vivo que brota de su cabeza agujereada.

112

Bajé rápidamente la cuesta, tropezando y levantándome varias veces. Sin mirar hacia atrás. No quería volver a ver el búnker, la tumba del demonio. Enfundando la Glock, que había recuperado, llegué hasta el coche. Noté los ataques helados del viento, que me pegaban al cuerpo la ropa empapada de formol y de sangre. Esas sacudidas eran como las planchas de acero que se utilizan para una radiografía, tan frías que queman la piel. Me gustaba ese contacto. Barría las moscas, los gusanos, las partículas de órganos. Las huellas del loco sobre mi piel.

Detrás del volante, murmuré unas oraciones, meciéndome de delante hacia atrás, como si recitara un sura, intentando lo imposible: perdonar a Beltreïn. Salmodié, los ojos cerrados, el cuerpo tenso, pero de mala gana, sin entusiasmo. No sentía la menor compasión cristiana. Ni hacia él, ni hacia mí.

Arranqué. Imaginar las huellas de los neumáticos me hizo pensar en las que debía de haber dejado en la casa: miré mis manos. Tenía puestos los guantes de látex. Me los quité rápidamente y los metí en el bolsillo, aliviado.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Esclavos de la oscuridad»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Esclavos de la oscuridad» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jean-Christophe Grangé - La Terre des morts
Jean-Christophe Grangé
Jean-Christophe Grangé - Kaïken
Jean-Christophe Grangé
Jean-Christophe Grangé - Miserere
Jean-Christophe Grangé
Jean-Christophe Grangé - Le Passager
Jean-Christophe Grangé
Jean-Christophe Grangé - Le Сoncile de pierre
Jean-Christophe Grangé
Jean-Christophe Grangé - La Forêt des Mânes
Jean-Christophe Grangé
Jean-Christophe Grangé - L'Empire des loups
Jean-Christophe Grangé
Jean-Christophe Grangé - Les Rivières pourpres
Jean-Christophe Grangé
Jean-Christophe Grangé - Congo Requiem
Jean-Christophe Grangé
libcat.ru: книга без обложки
Jean-Christophe Grangé
Jean-Christophe Grangé - Le concile de pierre
Jean-Christophe Grangé
Отзывы о книге «Esclavos de la oscuridad»

Обсуждение, отзывы о книге «Esclavos de la oscuridad» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x