Alan Glynn - Sin límites

Здесь есть возможность читать онлайн «Alan Glynn - Sin límites» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Sin límites: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Sin límites»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La vida de Eddie Spinola toma un inesperado giro cuando prueba el MDT-48, una droga sintética desarrollada por un misterioso laboratorio. Sus efectos le permitirán experimentar una inusitada actividad intelectual y física que lo llevarán a alcanzar el éxito con el que siempre soñó. Sin embargo, al mismo tiempo que comienza a vivir en un mundo de lujos exorbitantes y multimillonarias transacciones, Spinola padece los nefastos efectos secundarios de la droga y un terrible síndrome de abstinencia cuando empiezan a escasear sus suministros del fármaco. La búsqueda por conseguir nuevamente las dosis y evitar su propia muerte, lo conduce a rastrear el pasado del MDT-48 y a verse envuelto en una intensa trama de oscuros experimentos científicos y una difusa cadena de asesinatos. Este es, sin duda, un apasionante y cinematográfico thriller que dejará sin aliento a todos los lectores.

Sin límites — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Sin límites», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Pero momentos de ansiedad como aquél eran bastante infrecuentes, y la impresión que me llevé de aquellos días es lo bien que me sentaba estar tan ocupado constantemente. No holgazaneaba ni un segundo. Leí nuevas biografías de Stalin, Henry James e Irving Thalberg. Aprendí japonés con una serie de libros y cintas de casete. Jugaba al ajedrez por Internet y resolvía interminables y crípticos rompecabezas. Un día llamé a una emisora de radio local para participar en un concurso y gané productos capilares para un año. Me pasaba horas navegando en Internet y aprendí a hacer varias cosas que, por supuesto, no necesitaba para nada. Aprendí arreglos florales, por ejemplo, a cocinar risotto , a criar abejas y a desmontar un motor de automóvil.

Sin embargo, había algo que siempre había deseado de veras: aprender a leer música. Encontré una página web que explicaba todo el proceso al detalle, deconstruyendo rápidamente los misterios de claves, acordes, ritmos y demás. Salí a comprar un taco de partituras, cosas básicas, algunas canciones conocidas, y temas más complicados, un par de conciertos y una sinfonía (la Segunda de Mahler). En cuestión de horas lo había absorbido todo, salvo Mahler, que abordé con cautela, por no decir reverencia. Al ser tan complejo, tardé bastante más, pero al final conseguí adentrarme en su magnífico torbellino de compungidas melodías y fanfarrias de película de terror, sus vertiginosas cuerdas y sus bulliciosas corales. Hacia las dos de la madrugada, envuelto en el misterioso silencio de mi salón, cuando llegaba al potente clímax en mi bemol - Was du geschlagen, zu Gott wird es dich tragen! -, sentí uno de esos escalofríos que te recorren todo el cuerpo y se me llenaron los ojos de lágrimas.

El siguiente paso era ver si era capaz de tocar música, así que me dirigí a Canal Street y compré un teclado eléctrico relativamente barato, que monté junto al ordenador. Seguí un curso on line y empecé a practicar escalas y ejercicios elementales, pero no era tan sencillo y estuve a punto de dejarlo. Sin embargo, al cabo de unos días algo pareció encajar y empecé a interpretar unas cuantas melodías decentes. En una semana tocaba temas de Duke Ellington y Bill Evans, y poco después me embarcaba en improvisaciones de mi propia factura.

Durante un tiempo imaginé actuaciones en clubes, giras europeas y lluvias torrenciales de tarjetas de visita de directivos discográficos, pero no tardé mucho en darme cuenta de algo crucial: era bueno, pero no tanto. Podía tocar Stardust e It Never Entered My Mind de manera pasable, y seguro que podía interpretar los dos libros de El clave bien temperado si trabajaba duro durante las próximas quinientas horas, pero la cuestión era si verdaderamente quería pasar todo ese tiempo ensayando al piano.

De hecho, ¿qué quería hacer?

Fue por aquel entonces cuando empecé a notarme agitado. Me di cuenta de que si pensaba seguir consumiendo MDT necesitaría ciertos propósitos y estructura en mi vida, de que picotear aquí y allá no sería suficiente. Necesitaba un plan, un procedimiento que debía trabajar.

Aparte, tenía una cuestión más inmediata con la que lidiar. ¿Qué iba a hacer con las 450 píldoras? Podía vender unas cuantas a quinientos dólares cada una, así que, obviamente, me planteé traficar con ellas. Pero ¿cómo iba a hacerlo exactamente? ¿Plantándome en una esquina? ¿Vendiéndolas en clubes nocturnos? ¿Intentando endosárselas todas a un tipo aterrador armado con una pistola en una habitación de hotel? Había demasiadas complicaciones y demasiadas variables. Además, no tardé demasiado en ver que, aunque pudiera vender tan siquiera la mitad a ese precio, 120.000 dólares no eran nada en comparación con los posibles beneficios que podía cosechar si las ingería y utilizaba de manera creativa y juiciosa. Tenía más o menos finiquitado el libro, por ejemplo, y podía despachar otros volúmenes de una serie similar.

Así pues, ¿qué más podía hacer?

Esbocé posibles proyectos. Una idea era llevarme En marcha de Kerr & Dexter y convertirlo en un estudio completo, ampliar el texto y suprimir ilustraciones. Otra idea era escribir una obra de teatro inspirada en la vida de Aldous Huxley, centrándome en sus días en Los Ángeles. Barajé la idea de escribir un libro de historia económica y social sobre algún producto, puros quizá, u opio, azafrán, chocolate o seda, algo que luego pudiera vincular a una serie de documentales televisivos sin escatimar en gastos de producción. Pensé en fundar una revista, una agencia de traducción o una productora cinematográfica, o en inventar un nuevo servicio de Internet… O, no sé, patentar un dispositivo electrónico que fuera indispensable y consiguiera un reconocimiento de marca internacional en seis meses o un año, y hacerme un hueco en el gran panteón de epónimos del siglo xx junto a Kodak, Ford, Hoover, Bayer… y Spinola.

Pero el inconveniente de todas aquellas ideas era que resultaban muy poco originales o quijotescas en exceso. Empezar me supondría mucho tiempo y capital, y al final no había garantía, por muy inteligente que fuese, de que funcionaran o tuvieran suficiente atractivo para su comercialización. Acto seguido me planteé la posibilidad de volver a la universidad para cursar un posgrado. Con un consumo prudente de MDT podría acumular créditos con bastante rapidez y sacarme una demorada carrera por la vía rápida. Pero el problema era cuál. ¿Derecho? ¿Arquitectura? ¿Odontología? ¿Alguna rama científica? El mero hecho de enumerar esas opciones fue suficiente para retroceder veinte años y empezar a darle vueltas a la cabeza. ¿De verdad quería empezar otra vez con toda aquella mierda de exámenes, trabajos trimestrales y profesores? La idea misma bastaba para hacerme vomitar.

Entonces, me pregunté a mí mismo, ¿qué me quedaba?

¿Y tú qué crees? Ganar dinero.

¿Ganar dinero, cómo?

Haciendo llamadas telefónicas.

¿Cómo?

El mercado de valores, idiota.

X

Parecía lo más obvio. Había leído cada día la sección de economía en la prensa, mantenido aquellas conversaciones con mi padre, e incluso contado elaboradas historias a desconocidas sobre mis avatares como analista de inversiones, de modo que el paso siguiente era, sin lugar a dudas, involucrarme de verdad, de una manera práctica, trabajando con mi PC desde casa con opciones, futuros, derivados o lo que fuese. Sería mejor que cualquier empleo que pudiera encontrar, y los mercados poseían el atractivo añadido de ser el nuevo rock and roll . La única pega era que no acababa de entender qué opciones, futuros y derivados existían en realidad, al menos no lo suficiente para empezar a trabajar con ellos. Podía desenvolverme en una conversación con fanfarronadas, desde luego, pero eso no me serviría de mucho llegado el momento de poner dinero real sobre la mesa.

Lo que necesitaba eran un par de horas con alguien que pudiera explicarme al detalle cómo funcionaban los mercados y que me enseñara los mecanismos de la especulación. Pensé en Kevin Doyle, el tipo con el que había desayunado hacía dos domingos, que trabajaba en Van Loon & Associates, pero, según recordaba, era bastante apasionado, el típico ejecutivo de Wall Street que probablemente se mofaría de mí cuando le dijera que pensaba trabajar desde el PC. Así pues, telefoneé a algunos periodistas especializados en negocios a los que conocía y les conté que estaba preparando una sección para un nuevo libro de K & D sobre el fenómeno de las operaciones especulativas. Recibí una llamada de uno de ellos, y dijo que podía organizarme una entrevista con un amigo suyo que había trabajado por Internet el año anterior y estaría más que dispuesto a hablar de ello. El pacto era que yo acudiría al piso de esa persona, hablaría, tomaría notas y lo vería en acción.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Sin límites»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Sin límites» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Sin límites»

Обсуждение, отзывы о книге «Sin límites» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x