Alexandra Marínina - Morir por morir

Здесь есть возможность читать онлайн «Alexandra Marínina - Morir por morir» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Morir por morir: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Morir por morir»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Moscú, hacia 1990. Un chantajista amenaza a un matrimonio con revelar que su hijo de doce años es adoptado. ¿Cómo ha salido a la luz este secreto? La investigación se centra en un juez que confiesa que le han robado varios sumarios. Anastasia Kaménskaya de la policía criminal, sospecha que ese robo múltiple oculta otro asunto mucho más turbio, que ella descubre rápidamente. Un eminente científico degüella a su mujer, pierde la memoria y el juicio, y cuando parece que es capaz de recordar algo, también pierde la vida. ¿Qué misterio se esconde tras ese drama familiar y por qué han querido taparlo?

Morir por morir — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Morir por morir», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Podemos comprobarlo ahora? -preguntó Nastia esperanzada.

– Si quiere -contestó el técnico encogiéndose de hombros-. Vamos a verlos.

En media hora recorrieron los cuatro laboratorios que, según el registro, habían recibido las cuatro ampollas que aún no habían sido devueltas. Las cuatro ampollas estaban en su sitio. Todo coincidía: los números, las firmas, incluso el papel cuadriculado de las etiquetas.

A todas luces, la ampolla encontrada junto al cuerpo de Galaktiónov no procedía del instituto. ¿De dónde, entonces?

Nastia volvió a estudiar las fichas del Departamento de Personal, los cuestionarios rellenados por los sospechosos. «Intentemos abordar la búsqueda de las fuentes del cianuro desde otro extremo.»

4

Estaba mirando la espalda de Kaménskaya, que en ese momento salía del laboratorio, y luchaba por dominar los latidos frenéticos del corazón. Ya lo sabía, tarde o temprano acabarían por descubrir lo de Galaktiónov. Si no, ¿a qué venía comprobar las posibilidades del extravío del cianuro? Pero ¿cómo se les habría ocurrido suponer que entre Galaktiónov y el instituto existía una relación? ¿Cómo? ¿Qué error había cometido?

«Tranquilo -se dijo a sí mismo-, no te dejes llevar por el pánico. El asesinato de Galaktiónov no ha sido resuelto, por lo tanto, la policía continúa buscando de dónde habrá salido el ácido cianhídrico que se utilizó para envenenarle. Eso es todo lo que están haciendo, buscar. Y buscan en sitios donde ese ácido se utiliza. Luego irán a las fábricas de pieles, y después darán una vuelta por los talleres de revelado de fotografías. Tranquilo, todo está en orden. En la investigación del caso de Voitóvich, quien manda es aquel comandante, creo que Korotkov se llama, la chica es una simple recadera, se sienta en un rincón, se está calladita, baja a buscar a las visitas. Probablemente, está haciendo prácticas o algo por el estilo. Es muy joven. Forma parte del equipo que trabaja en el caso de Galaktiónov, y le ha tocado recorrer los sitios donde se emplea cianuro. Eso es todo. ¿Cuál es la diferencia entre la policía y un centro científico? Ninguna, excepto que los policías llevan charreteras. Un científico puede encabezar un grupo de desarrollo de un proyecto y al mismo tiempo puede ser consultor científico de otro y coejecutor de otros cinco. Cada científico participa en cinco proyectos como mínimo. Lo mismo les ocurre a los agentes operativos: en una investigación eres un peón, en otra te confían alguna tarea y tienes tu parcela de trabajo propio, pero cada detective siempre colabora con varias investigaciones a la vez. Eso es, no hay ningún motivo de alarma.»

Debía reconocer que, lo había hecho todo bien y que había sido previsor, por un lado, al elegir cianuro para liquidar a Galaktiónov, que en el instituto estaba al alcance de cualquiera, de modo que, si se trataba de buscar sospechosos, la sospecha recaería sobre toda la plantilla en su conjunto; y por otro lado, al no llevarse el veneno del laboratorio. Justamente porque había previsto que podía ocurrir precisamente lo que estaba ocurriendo. En realidad, no se lo había llevado. De ninguna parte. ¡Ay, qué listo era!

5

Emplearon otros dos días en comprobar a los familiares, allegados y amigos de los cinco sospechosos. A Nastia le daba vueltas la cabeza, Korotkov simplemente estaba medio muerto de cansancio.

Esa investigación parecía cosa de brujería, no había forma de eliminar de la lista de sospechosos a ninguno de los cinco para así reducir al menos un poco el volumen de investigaciones individuales. Desde que fracasaron sus estratagemas -la carta, Sitova-, ya no se atrevía ni a soñar con eliminar de ese quinteto a un único sospechoso. No quedaba más remedio que ir rondándolos larga y cautelosamente, sometiendo a escrupulosos análisis toda la información obtenida, y esperar a que se desvaneciesen las sospechas que pesaban sobre cada uno de los cinco.

Por si fuera poco, todos tenían la posibilidad de conseguir cianuro a través de algún familiar o amigo. ¿Por qué esas cosas tenían que ocurrir justamente con las investigaciones criminales que llevaba ella?, pensaba Nastia contrariada, mirando y remirando los apuntes que cubrían su mesa.

La mujer del director del instituto Nicolai Nikoláyevich Aljimenko era ingeniera en jefe de una enorme fábrica de calzado.

El cuñado del secretario académico del instituto Viacheslav Yegórovich Gúsev era joyero y utilizaba cianuro para aplicar el oro molido sobre las piezas.

La sobrina del jefe del laboratorio Pável Nikoláyevich Borozdín trabajaba como secretaria en el Instituto de Minería.

La hija del jefe del proyecto científico Guennadi Ivánovich Lysakov estaba casada con un fotógrafo.

Y, por último, el colaborador científico Valeri Iósefovich Jarlámov tenía un vecino que solía acompañarle en sus excursiones de pesca y que trabajaba en la industria textil y tenía muchísimos amigos en diferentes fábricas textiles.

Emplearon otro día más en recorrer esas cinco empresas y cotejar las marcas estampadas en la ampolla encontrada en el piso de Sitova con las de las ampollas utilizadas en esos sitios. No sirvió de nada. En las cinco empresas las ampollas de cianuro provenían de otras tantas fábricas químico- farmacéuticas, todas ellas distintas de la que había «suministrado» el veneno que mató a Galaktiónov.

Pero Nastia no se desanimaba. Todavía quedaban muchas posibilidades de llevar a cabo otras averiguaciones, los fracasos sólo avivaban su encono, le daban alas.

– Otro golpe en falso -le anunció con alegría a Korotkov-. Menudo criminal nos ha tocado en suerte, así da gusto trabajar. ¿Sabes?, si a pesar de todo un día resolvemos este asesinato, me cobraré un gran respeto a mí misma. Palabra de honor.

– ¡Cielos! -exclamó Korotkov llevándose las manos a la cabeza-. Ojalá que te cases pronto. Estás a punto de cumplir los treinta y cinco…

– A punto, no -rectificó Nastia-, faltan cuatro meses todavía. Soy géminis, nací en junio.

– Bueno, da lo mismo, tienes treinta y cuatro, que, dicho sea de paso, también son unos cuantos. Deberías estar lavándole camisas a tu marido, haciéndole guisos y potajes, criando a los hijos y tenerte respeto por todo eso, y no porque puedas echarle el guante al degenerado de turno.

– Yura, cariño, ya es un poco tarde para reeducarme, compréndelo. Tú mismo acabas de decir que pronto voy a cumplirlos treinta y cinco. Soy como soy, ya no hay nada que hacer. En cuanto a lavar camisas y hacer potajes, de eso nada, aunque revientes de la justa indignación aquí mismo, delante de mis ojos. Nunca voy a hacer esas cosas, nunca, y ya está.

– Me gustaría saber quién lo hará si tú no lo haces.

– Chistiakov. Que siga cobrando sus lucrativos honorarios en dólares, que se compre electrodomésticos de fantasía y que me lleve a cenar a restaurantes. Yo no me caso para ser ama de casa.

– Qué dura eres, Aska -suspiró Korotkov-. Bueno, ¿qué hacemos ahora?

– Probemos la dirección inversa. Como no nos dejan entrar por la puerta principal, vayamos hacia la escalera de servicio. Pediremos a la fábrica químico farmacéutica que nos mande la lista de empresas a las que suministra cianuro. Luego iremos a esas empresas y allí buscaremos el rastro que nos conduzca hacia uno de nuestros cinco doctos varones.

– Vaya tute -dijo Yura con gesto dubitativo.

– Nooo, de tute, nada -le contradijo Nastia y cabeceó alegremente-. Se me acaba de ocurrir una idea loca…

– ¿A ver? -le preguntó Korotkov animado-. Anda, dímelo.

– No, no te diré nada. Te vas a reír. De veras, de veras, es demasiado descabellada. Será mejor que la ponga a prueba yo solita.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Morir por morir»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Morir por morir» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Morir por morir»

Обсуждение, отзывы о книге «Morir por morir» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x