Elizabeth George - Memoria Traidora

Здесь есть возможность читать онлайн «Elizabeth George - Memoria Traidora» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Memoria Traidora: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Memoria Traidora»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Intrigada por el silencio que se había originado a sus espaldas, lentamente, la mujer comenzó a darse la vuelta. De pronto, una luz brillante cegó sus ojos, dejándola inmóvil, en medio de la calle, como suele sucederle a las presas indefensas. En milésimas de segundo, el estrepitoso rugir de un motor y el chirriar de unos neumáticos le congelaron la sangre y le hicieron ver que no tendría escapatoria. Cuando el coche la derribó, su cuerpo y la misteriosa fotografía que llevaba en sus manos salieron disparados hacia el gélido aire de la noche londinense. Sin duda, se había tratado de un asesinato. Y de una frialdad estremecedora, como pudo constatar poco después la policía, cuando descubrió que el conductor no sólo la había atropellado, sino que había dado marcha atrás para pasar sobre su cuerpo inerte para rematarla.
El problema era que, a partir de ahí, las pistas, más que apuntar hacia un asesino en el presente, parecían perderse en un confuso laberinto de crímenes, mentiras, culpas y castigos que habían rodeado la extraña muerte de una niña, hacía más de dos décadas. Como si se tratara de una máquina del tiempo, el suceso se había encargado de reabrir un lejano misterio que, por errores y debilidades humanas, nunca se había terminado de cerrar. La única verdad, si es que cabía encontrar alguna certeza, tenía que yacer en un antiguo y terrible secreto. Un secreto guardado, oculto y quizá perdido en alguna suerte de su memoria traidora.

Memoria Traidora — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Memoria Traidora», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Después de ese viaje, esperé a que tú misma me lo contaras -añadió-. Lo que pensaba es que cuando me lo dijeras, podríamos decidir juntos lo que queríamos hacer. «Estamos enamorados y, por lo tanto, nos casaremos», me decía a mí mismo. Tan pronto como Deb admita que está embarazada.

– Tommy…

– Déjame que continúe. Hace años que lo pienso, y ahora que estamos aquí, debo llegar hasta el final.

– Tommy, no puedes…

– Siempre lo supe. Creo que incluso sé la noche en que sucedió. Esa noche en Montecito.

Ella permaneció en silencio.

– Deborah, por favor. Dímelo.

– Ya no tiene importancia.

– Para mí sí que la tiene.

– No después de todo este tiempo.

– Sí, después de todo este tiempo. Porque no hice nada. ¿No te das cuenta? Lo sabía, pero no hice nada. Dejé que te enfrentaras sola, fuera lo que fuera. Eras la mujer que amaba, la mujer que quería, e ignoré lo que estaba sucediendo porque… -Se percató de que aún no le miraba, que tenía la cara totalmente escondida por el ángulo de la cabeza y por el modo en que el pelo le caía sobre los hombros. Pero no paró de hablar porque por fin comprendió lo que le había motivado entonces, lo que de verdad era la causa de su vergüenza-… porque no sabía cómo solucionarlo. Porque no había planeado que sucediera de esa manera, y porque no podía permitir que nada interfiriera con el tipo de vida que tenía planeado. Y mientras tú no dijeras nada, podía dejar que la situación entera pasara, dejar que todo pasara, dejar que toda mi maldita vida siguiera su curso sin que yo tuviera que preocuparme. En el fondo, podía hacer ver que no había ningún bebé. Podía decirme a mí mismo que si lo hubiera habido, me lo habrías contado. Y como no lo hiciste, me pude permitir el lujo de creer que había estado equivocado. Pero en el fondo de mi corazón sabía que no era verdad. En consecuencia, no dije nada en julio, ni en agosto, ni en septiembre. Y fuera lo que fuera con lo que tuviste que enfrentarte después de tomar una decisión, lo tuviste que hacer sola.

– Era responsabilidad mía.

– No, era nuestra. Nuestro hijo. Nuestra responsabilidad. Pero te dejé sola. Y lo lamento.

– No es necesario que lo hagas.

– Sí que lo es. Porque cuando tú y Simon os casasteis, cuando perdiste todos esos bebés, no podía dejar de pensar que si hubieras tenido ese niño, el nuestro…

– ¡Tommy, no! -Levantó la cabeza.

– … entonces nada de esto habría sucedido.

– Las cosas no fueron de ese modo -replicó-. Créeme. Las cosas no son así. No tienes ninguna necesidad de castigarte por ello. No tienes ninguna obligación hacia mí.

– Ahora, quizá no. Pero entonces sí que la tenía.

– No. De todas formas, no habría importado. Sí, podríamos haber hablado de ello. Me podrías haber llamado. Podrías haber regresado en el siguiente avión, y haberme expuesto lo que pensabas que estaba sucediendo. Pero eso no habría hecho cambiar las cosas. O tal vez podríamos habernos casado a toda prisa o algo así. Incluso podrías haberte quedado conmigo en Santa Barbara para que yo pudiera finalizar mis estudios. Pero incluso así, no habría habido ningún bebé. Ni tuyo ni mío. Ni mío ni de Simon. Ni mío ni de nadie, tal y como están las cosas.

– ¿Qué quieres decir?

Se apoyó sobre los talones, dejando las tijeras y la cinta adhesiva a un lado. Luego respondió:

– Lo que oyes. Al margen de lo que decidiera, nunca habría conseguido tener un bebé. He tardado demasiado tiempo en averiguarlo. -Parpadeó con rapidez y volvió la cabeza con decisión hacia la estantería. Un momento después, se giró de nuevo hacia él-. También habría perdido a nuestro bebé, Tommy. Es algo que se llama translocación equilibrada.

– ¿Qué es?

– Mi… ¿Cómo lo llamo? ¿Mi problema? ¿Mi enfermedad? ¿Mi situación? -Le dedicó una débil sonrisa.

– Deborah, ¿qué intentas decirme?

– Que no puedo tener hijos. Que nunca seré capaz de tenerlos. Parece increíble que un único cromosoma pueda tener tanto poder, pero es así. -Se apretó los dedos contra el pecho-. Fenotipo: normal en todos los aspectos. Genotipo… bien, uno tiene «pérdidas fetales excesivas», así designan los… abortos… ¿no te parece obsceno?, y siempre hay una razón médica. En mi caso, es genética: un brazo del cromosoma veintiuno está del revés.

– ¡Dios mío! -exclamó-. Deb, lo…

– Simon todavía no lo sabe -añadió con prontitud, como si quisiera evitar que prosiguiera-. Y prefiero que aún no lo sepa. Le prometí que dejaría pasar un año entero antes de hacerme más pruebas y me gustaría que pensara que he cumplido mi promesa. Tenía intención de hacerlo, pero en junio pasado… ¿recuerdas ese caso que llevabais en el que murió esa niña pequeña? Después de eso, necesitaba saberlo, Tommy. No sé por qué, a excepción de que estaba… bien, estaba muy afectada por su muerte. Por la inutilidad. Por la terrible vergüenza y por la pérdida, que esa vida pequeña y dulce desapareciera… Así pues, volví al médico. No obstante, Simon no lo sabe.

– Deborah. -Lynley pronunció su nombre poco a poco-. Lo siento muchísimo.

Al oírlo, los ojos de Deborah se llenaron de lágrimas. Intentó apartar las lágrimas con furia, y cuando él intentó acercársele movió la cabeza con la misma furia.

– No. No pasa nada. Estoy bien. Lo que quiero decir es que me encuentro bien. La mayor parte del tiempo ni pienso en ello. Y hemos iniciado el proceso de adopción. Hemos rellenado tantas solicitudes… todos esos papeles… que seguro que… tarde o temprano. Y también lo estamos intentando en otros países. Sólo deseaba, por Simon, que las cosas no hubieran ido así. Es egoísta y lo reconozco, tiene que ver con el ego, pero me habría gustado hacer un hijo juntos. Creo que quería… que también le habría gustado, pero es demasiado bueno para decírmelo. -Y luego sonrió, a pesar de una gran lágrima que no pudo reprimir-. No quiero que pienses que no estoy bien, Tommy. Lo estoy. He aprendido que las cosas pasan como tiene que pasar, al margen de lo que nosotros queramos; por lo tanto, es mejor desear poco y darle las gracias a las estrellas, a la suerte, o a los dioses por tener todo lo que tenemos.

– Pero eso no me absuelve de lo que sucedió -le repuso-. Por aquel entonces. En Santa Barbara. El hecho de que me marchara y nunca dijera una palabra. Esto no me absuelve, Deb.

– No -asintió-. No te absuelve en absoluto, pero, Tommy, créeme. Yo sí.

Helen le estaba esperando cuando llegó a casa. Ya estaba en la cama, con un libro abierto sobre el regazo. Pero se había quedado medio dormida mientras leía, y su cabeza descansaba sobre las almohadas que había apilado a su espalda; su pelo era un contorno oscuro junto al blanco algodón.

En silencio, Lynley se acercó a su mujer y se la quedó mirando. Era luz y sombra, perfectamente omnipotente y dolorosamente vulnerable. Se sentó en un extremo de la cama.

No se sobresaltó, como otros podrían haber hecho, ni se despertó de repente por su presencia. Se limitó a abrir los ojos y a mirarlo con una comprensión preternatural.

– Frances por fin ha ido a verle -le dijo, como si hiciera rato que hablaran-. Laura Hillier llamó para comunicarnos la noticia.

– Me alegro -respondió-. Es lo que tenía que hacer. ¿Cómo está Malcolm?

– No ha habido cambios, pero aguanta.

Lynley suspiró, hizo un gesto de asentimiento y añadió:

– De todos modos, todo ha acabado. Hemos hecho un arresto.

– Ya lo sé. También me llamó Barbara. Me dijo que te informara de que todo va bien en su lado del mundo. Te habría llamado al móvil, pero quería saber cómo me encontraba.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Memoria Traidora»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Memoria Traidora» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Elizabeth George - Believing the Lie
Elizabeth George
Elizabeth George - Wer dem Tod geweiht
Elizabeth George
Elizabeth George - For the Sake of Elena
Elizabeth George
Elizabeth George - I, Richard
Elizabeth George
Elizabeth George - Licenciado en asesinato
Elizabeth George
Elizabeth George - El Precio Del Engaño
Elizabeth George
Elizabeth George - Al borde del Acantilado
Elizabeth George
Elizabeth George - Cuerpo de Muerte
Elizabeth George
Elizabeth George - Sin Testigos
Elizabeth George
Elizabeth George - This Body of Death
Elizabeth George
Отзывы о книге «Memoria Traidora»

Обсуждение, отзывы о книге «Memoria Traidora» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x