Carlos Zafón - El Palacio de la Medianoche

Здесь есть возможность читать онлайн «Carlos Zafón - El Palacio de la Medianoche» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Palacio de la Medianoche: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Palacio de la Medianoche»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El Palacio de la Medianoche. Ambientada en la Calcuta de los años treinta, El Palacio de la Medianoche comienza una noche oscura en la que un teniente inglés lucha por salvar las vidas de dos niños de una amenaza impensable. A pesar de las insoportables lluvias del monzón y el terror que lo asedia en cada esquina, el joven británico logra ponerlos a salvo, pero no sin perder su propia vida… Años más tarde, cuando los dos niños, Ben y Sheere, están en víspera de celebrar su decimosexto cumpleaños, la amenaza reaparece en sus vidas y esta vez no los dejará escapar tan fácilmente. Con la ayuda de sus valientes amigos, los dos hermanos deberán desafiar el terror que los acecha en las sombras de la noche y enfrentarse al enigma más aterrador de la historia de la ciudad de los palacios.

El Palacio de la Medianoche — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Palacio de la Medianoche», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Sheere les condujo hasta una sala pobremente iluminada por una docena de velas situadas en el interior de vasijas con agua. Sobre ellas, las gotas de cera derramada forma-ban flores congeladas y empañaban el reflejo de la llama. Los tres jóvenes tomaron asiento frente a la anciana, que los observaba silenciosamente desde su butaca, y examinaron la penumbra que velaba las paredes cubiertas de telas y los estantes sepultados bajo el polvo de años.

Aryami esperó a que los ojos de los tres jóvenes se posaran sobre los suyos y se inclinó hacia ellos, en actitud confidencial.

– Mi nieta me ha explicado lo sucedido -dijo Aryami-. Y no puedo decir que me sorprenda. He vivido durante años con el temor de que algo semejante ocurriera, pero nunca llegué a pensar que sería así, de esta manera. Antes que nada, sabed que lo que hoy habéis presenciado no es más que el principio y que, tras escucharme, en vuestras manos estará dejar que siga su curso o evitarlo. Yo ya soy vieja y me faltan ánimos y salud para combatir fuerzas que me sobrepasan y que cada día me resultan más difíciles de com-prender.

Sheere tomó la mano apergaminada de su abuela y la acarició suavemente. Ian observó cómo Ben mordisqueaba sus uñas y le propinó un discreto codazo.

– Hubo un tiempo en mi vida en que creí que nada tenía más fuerza que el amor. Y es cierto que la tiene, pero su fuerza es minúscula y palidece frente al fuego del odio – explicó Aryami-. Sé que estas revelaciones no son precisamente un regalo idóneo para vuestro decimosexto cumpleaños; normalmente se permite a los muchachos vivir en la ignorancia del verdadero rostro del mundo hasta bien entrada la juventud, pero temo que vosotros no tendréis ese dudoso privilegio. Sé también que, por el simple hecho de venir de una anciana, dudaréis de mis palabras y de mis juicios. He aprendido a reconocer esa mirada en los ojos de mi propia nieta durante todos estos años. Y es que nada es tan difícil de creer como la verdad y, por contra, nada tan seductor como la fuerza de la mentira cuanto mayor es su peso. Es ley de vida y a vuestro juicio quedará encontrar el equilibrio justo. Dicho esto, permitidme explicaros que, además de años, esta vieja ha coleccionado historias y que nunca conoció una historia tan triste y terrible como la que voy a relataros y de la que, sin saberlo, habéis sido protagonistas por omisión hasta el día de hoy…

«Hubo un tiempo en que yo también fui joven y en el que hice todo aquello que se espera que hagan los jóvenes: casarse, tener hijos, contraer deudas, decepcionarse y re-nunciar a los sueños y principios que uno siempre juró respetar. Envejecer, en una pala-bra. Aún así, la fortuna fue generosa conmigo, al menos así me lo pareció en un principio, unió mi vida a la de un hombre del que lo mejor y lo peor que podía decirse es que era bueno. Nunca fue un joven apuesto, para qué mentir. Recuerdo que, cuando venía a casa, mis hermanas se reían de él por lo bajo. Era un tanto torpe, tímido y tenía el aspecto de haberse pasado los últimos diez años de su vida encerrado en una biblioteca: el sueño de cualquier jovencita de tu edad, Sheere.

Mi galán trabajaba como maestro en una escuela pública del Sur de Calcuta. Su sueldo era miserable y su vestuario no desmerecía de su paga. Cada sábado venía a bus-carme ataviado con el mismo traje, el único que tenía y que reservaba para sus reuniones en la escuela y para cortejarme. Tardó seis años en poder comprarse otro, pero nunca le sentaron bien los trajes, no tenía la hechura necesaria.

Mis otras dos hermanas contrajeron matrimonio con dos relucientes y bien plantados galanes que trataban con displicencia a tu abuelo y que, a sus espaldas, me dirigían tórri-das miradas que se suponía yo debía interpretar como la oportunidad de disfrutar de un hombre de verdad aunque fuera por unos minutos en mi vida.

Con el tiempo, aquellos holgazanes habrían de vivir de la caridad de mi hombre y de sus favores, pero eso es otra historia. Pues él, aunque podía leer a través de aquellas san-guijuelas, porque siempre supo ver el alma de las personas a las que trataba, no les negó su apoyo y fingió olvidar las burlas y el desprecio con que había sido tratado en su juven-tud. Yo no lo hubiera hecho, pero mi hombre, como os digo, siempre fue bueno. Quizá demasiado.

Su salud, lamentablemente, era frágil y me dejó pronto, al año de nacer nuestra única hija, Kylian. Tuve que criarla yo sola y tratar de enseñarle todo aquello que su padre hubiera querido que aprendiese. Kylian fue la luz que iluminó mi vida después de la muerte de tu abuelo. De él heredó su naturaleza bondadosa y su instinto para ver a través del corazón de los demás. Pero, donde su padre reunía torpeza y timidez, ella rezumaba luminosidad y elegancia. Su belleza empezaba en sus gestos, en su voz, en sus movi-mientos. De niña, sus palabras embrujaban a los visitantes y a las gentes de la calle con la magia de un encantamiento. Recuerdo que, al contemplarla coquetear con los comer-ciantes de los bazares con apenas diez años, solía imaginar que aquella niña era como el cisne salido de las aguas de la memoria de mi hombre, un pato feo y torpe. Su espíritu vivía en ella, en sus gestos más insignificantes y en el modo en que, a veces, en silencio, se detenía a observar a las gentes desde el porche de esta casa y me miraba, toda ella serie-dad, para preguntarme por qué había tantas personas desgraciadas en el mundo.

Pronto todas las gentes de la ciudad negra empezaron a referirse a ella empleando el apodo con que un fotógrafo de Bombay la bautizó: la princesa de luz. Y, para tal princesa, no tardaron en aparecer de hasta debajo de las piedras los candidatos a príncipe. Fueron tiempos maravillosos, en que ella compartía conmigo las ridículas confidencias que sus engalanados pretendientes le hacían, los horripilantes poemas que le escribían y toda una galería de anécdotas que, de haberse prolongado, nos hubiera llevado a creer que todos los jóvenes de esta ciudad no eran más que unos pobres cretinos. Pero, como siempre, a-pareció en la escena alguien que habría de cambiarlo todo: tu padre, el hombre más inteligente y más extraño de cuantos he conocido en esta vida.

En aquella época, como hoy, la inmensa mayoría de los matrimonios que se celebraban, se acordaban entre las familias como un simple acuerdo comercial, donde la voluntad de los futuros esposos no tenía valor alguno. La mayoría de las tradiciones no son más que las enfermedades de una sociedad. Durante toda mi vida, me había jurado a mí misma que el día en que Kylian se casara lo haría con la persona que ella hubiese elegi-do libremente.

Cuando tu padre llegó a esta puerta, encarnaba todo lo contrario a las docenas de moscones pavoneantes que rondaban a tu madre sin cesar. Hablaba poco, pero cuando lo hacía, sus palabras eran afiladas como un cuchillo y no invitaban a la réplica. Era amable y, cuando lo deseaba, poseedor de un extraño encanto que seducía lenta pero inexorable-mente. Con todo, tu padre mantenía siempre un trato distante y frío con casi todos. Excep-to con tu madre. En su compañía, se transformaba en otra persona, vulnerable y casi in-fantil. Nunca llegué a saber cuál de los dos era él en realidad y supongo que tu madre se llevó ese secreto a la tumba.

Tu padre, en las pocas ocasiones en que se dignaba hablar conmigo, daba pocas explicaciones. Cuando por fin se decidió a solicitar mi consentimiento para contraer matrimonio con tu madre, le pregunté cómo pensaba mantenerla y cuál era su posición. Mis años al borde de la pobreza con tu abuelo me habían enseñado a proteger a mi hija de una experiencia como aquélla y me habían llevado al convencimiento de que no hay nada como un estómago vacío para desenmascarar el mito del efecto ennoblecedor del hambre de espíritu.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Palacio de la Medianoche»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Palacio de la Medianoche» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
Carlos Zafón
libcat.ru: книга без обложки
Carlos Zafón
Carlos Zafón - Alicia, al Alba
Carlos Zafón
Carlos Zafón - Rosa de fuego
Carlos Zafón
Carlos Zafón - Der dunkle Wächter
Carlos Zafón
Carlos Zafón - Das Spiel des Engels
Carlos Zafón
Carlos Zafón - Rose of Fire
Carlos Zafón
Carlos Zafón - Le prince de la brume
Carlos Zafón
Carlos Zafón - La sombra del viento
Carlos Zafón
Отзывы о книге «El Palacio de la Medianoche»

Обсуждение, отзывы о книге «El Palacio de la Medianoche» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x