Kazuo Ishiguro - Los inconsolables

Здесь есть возможность читать онлайн «Kazuo Ishiguro - Los inconsolables» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los inconsolables: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los inconsolables»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ryder, un famoso pianista, llega a una ciudad de provincias en algún lugar de Europa central. Sus habitantes adoran la música y creen haber descubierto que quienes antes satisfacían esta pasión eran impostores. Ryder es recibido como el salvador y en un concierto apoteósico, para el que todos se están preparando, deberá reconducirlos por el camino del arte y la verdad. Pero el pianista descubrirá muy pronto que de un salvador siempre se espera mucho más de lo que puede dar y que los habitantes de aquella ciudad esconden oscuras culpas, antiguas heridas jamás cerradas, y también demandas insaciables. "Los inconsolables" es una obra inclasificable, enigmática, de un discurrir fascinante, colmada de pequeñas narraciones que se adentran en el laberinto de la narración principal, en una escritura onírica y naturalista a un tiempo, y cuentan una historia de guerras del pasado, exilios y crueldades, relaciones imposibles entre padres e hijos, maridos y mujeres, ciudades y artistas. Una obra que ha hecho evocar "El hombre sin atributos" de Musil.

Los inconsolables — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los inconsolables», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Pero ¿de quién estás hablando? ¿Te refieres a ese holandés? En todo caso, muchacho, debes darte cuenta de que no todo consiste en marcar goles… Los defensas son también importantísimos. Los jugadores buenos de verdad a menudo son defensas.

– ¡El Número Nueve es el mejor jugador de toda la historia! -insistió Boris-. Cuando está en forma, no hay defensa capaz de pararlo.

– Boris tiene razón -dije-. El Número Nueve es, sin lugar a dudas, el mejor jugador del mundo. Centrocampista, delantero, todo… Juega de lo que sea. Claro que sí.

– Dices tonterías, camarada… Ninguno de los dos sabéis de lo que habláis.

– ¡Lo sabemos perfectamente! -Me estaba enfadando con Geoffrey Saunders-. Lo que estamos diciendo lo reconoce todo el mundo. Cuando el Número Nueve está en forma, realmente en forma, el comentarista grita «¡gol!» en cuanto lo ve tocar el balón, no importa en qué zona del campo se encuentre…

– ¡Dios santo! -dijo Geoffrey Saunders, volviendo la cara en señal de disgusto-. Si ésas son las bobadas con las que llenas la cabeza de tu chico, ¡que Dios lo ampare!

– ¡Escucha de una vez! -Acerqué mi cara a su oído y le susurré, malhumorado-: Pero es que ¿no comprendes que…?

– ¡Bobadas, hombre! Estás llenando de bobadas la cabeza de tu hijo…

– ¡Pero si es un chaval, un crío! ¿No entiendes que…?

– No hay por qué llenarle la cabeza con sandeces de semejante calibre. Además, no parece tan crío… A mi modo de ver, un muchacho de su edad debería estar ya arrimando el hombro. Aportando su granito de arena. Debería estar aprendiendo a empapelar paredes, por ejemplo, o a alicatarlas. Y dejarse de todas estas majaderías sobre fenómenos del fútbol.

– ¡No seas idiota y cállate de una vez! ¡Cierra el pico!

– ¡Un chico de su edad…! ¡Ya es hora de que haga algo de provecho!

– ¡Es mi chico, y ya le diré yo cuándo debe…!

– Empapelar, alicatar…, cosas de ese tipo. En mi opinión, eso es lo que…

– ¡Un momento…! ¿Tú qué sabes de esto? ¡Un miserable solterón solitario…! No tienes ni idea.

Le pegué un empujón en el hombro, y Geoffrey Saunders se quedó súbitamente cabizbajo. Se nos adelantó unos pasos, arrastrando los pies, y siguió caminando con la cabeza ligeramente baja, aferrándose a las solapas de su gabardina.

– No pasa nada -le dije a Boris en voz baja-. Llegaremos enseguida.

Boris no respondió, y vi sus ojos clavados en la encorvada figura de Geoffrey Saunders, que avanzaba dando tumbos unos metros más adelante.

Poco a poco, mientras caminábamos, mi enfado con mi antiguo compañero de clase empezó a ceder un tanto. Además, no había olvidado que dependíamos por completo de él para que nos indicara el camino hasta la parada del autobús. Al poco me acerqué a él, preguntándome si aún estaríamos en disposición de conversar. Para mi sorpresa, lo encontré murmurando para sí mismo:

– Sí, sí… Ya hablaremos de todo esto cuando vengas a tomar el té. Hablaremos de todo tipo de cosas, y pasaremos una hora o dos de nostalgia charlando de los tiempos de la escuela y de nuestros antiguos compañeros de clase. Tendré la habitación caldeada y podremos sentarnos en las butacas o a ambos lados fle la chimenea. Sí… Se parece a una de esas habitaciones que uno puede alquilar en Inglaterra. O que al menos se podían alquilar hace algunos años. Por eso la alquilé. Me recordaba el hogar. En cualquier caso, podríamos sentarnos junto a la chimenea y charlar de todo aquello: de los profesores, de los camaradas…, intercambiar noticias de amigos comunes con los que aún mantenemos contacto. Bien…, ¡ya hemos llegado!

Habíamos salido a lo que parecía la plaza de un pueblo pequeño. Vi unas cuantas tiendas, en las que presumiblemente se abastecerían de comestibles los habitantes del barrio, todas con las persianas metálicas cerradas a cal y canto para pasar la noche. En el centro de la plaza había un pequeño redondel verde, no mayor que una isleta de tráfico. Geoffrey Saunders me señaló una solitaria farola enfrente de las tiendas.

– Tú y tu chico tendréis que esperar ahí. Ya sé que no hay ninguna señal de parada, pero no te preocupes… Los autobuses paran ahí. Ahora, me temo que tendré que dejaros.

Boris y yo dirigimos la vista hacia el punto que nos había indicado Saunders. Había dejado de llover, pero la niebla flotaba en torno a la base de la farola. Nada parecía moverse a nuestro alrededor.

– ¿Estás seguro de que vendrá algún autobús? -pregunté.

– ¡Oh, sí! Claro que puede tardar un poco a estas horas de la noche. Pero no esperaréis en vano. Sólo tendréis que tener un poco de paciencia. Quizá os quedéis fríos esperando ahí de pie, pero…, creedme, valdrá la pena haber esperado. Surgirá de pronto en la oscuridad, brillantemente iluminado. Y en cuanto subáis, veréis qué caliente y cómodo es. Lleva siempre un animado grupo de pasajeros. Estarán riendo y bromeando, pasándose unos a otros tentempiés y bebidas calientes. Os recibirán con los brazos abiertos. Le dices al conductor que os deje en la iglesia medieval. Es un trayecto muy corto.

Geoffrey Saunders nos dio las buenas noches, se dio la vuelta y se alejó de nosotros. Boris y yo lo seguimos con la mirada mientras desaparecía por un callejón, entre dos casas, y después nos encaminamos despacio hacia la parada del autobús.

5

Permanecimos varios minutos de pie bajo la luz de la farola, envueltos en el silencio. Al cabo pasé mi brazo por los hombros de Boris y le dije:

– Debes de estar quedándote frío.

Él se arrebujó contra mi cuerpo, pero no dijo nada. Cuando bajé la vista para mirarle, vi que observaba pensativamente la negrura de la calle. En algún lugar, a lo lejos, un perro comenzó a ladrar, pero calló enseguida. Tras otro rato de silencio, dije:

– Lo siento, Boris. Debería haberlo pensado mejor. Lo siento mucho.

El pequeño guardó silencio unos instantes. Y al cabo dijo:

– No se preocupe. Pronto llegará el autobús.

Al otro lado de la plazuela, la niebla se agolpaba frente a la breve hilera de tiendas.

– No estoy muy seguro de que vaya a llegar ningún autobús, Boris -dije por fin.

– No se preocupe. Tiene que tener un poco de paciencia.

Seguimos aguardando unos minutos más. Luego repetí:

– Mira, Boris…, no estoy nada seguro de que vaya a venir ningún autobús.

El pequeño se volvió para mirarme, y suspiró cansinamente.

– Deje de preocuparse. ¿No ha oído lo que ha dicho ese hombre? Tenemos que esperar.

– Verás, Boris… A veces las cosas no salen como uno desea. Ni siquiera cuando alguien te dice que saldrán bien.

Boris dejó escapar otro suspiro.

– Pero el hombre lo ha dicho, ¿no? Además, mamá estará esperándonos.

Trataba de pensar lo que iba a decir luego cuando a los dos nos sobresaltó el sonido de una tosecilla. Y al volverme, bajo el círculo de luz de la farola, vi que alguien asomaba la cabeza por la ventanilla de un coche parado.

– Buenas noches, señor Ryder. Dispénseme, pero pasaba por aquí y le he visto por casualidad… ¿Va todo bien?

Di unos pasos en dirección al coche y reconocí a Stephan, el hijo del director del hotel.

– ¡Oh, sí, perfectamente! Gracias por su interés. Estamos…, bueno, estamos esperando al autobús.

– Tal vez podría llevarles… Voy a hacer una gestión, una misión delicada que me ha encomendado mi padre. La verdad es que hace bastante frío aquí… ¿Por qué no suben?

El joven salió del vehículo y abrió la puerta del acompañante y la trasera del mismo lado. Dándole las gracias, ayudé a Boris a subir al asiento trasero y me acomodé en el de delante. Al momento siguiente, el coche arrancó.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los inconsolables»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los inconsolables» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los inconsolables»

Обсуждение, отзывы о книге «Los inconsolables» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x