Kazuo Ishiguro - Los inconsolables

Здесь есть возможность читать онлайн «Kazuo Ishiguro - Los inconsolables» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Los inconsolables: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los inconsolables»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ryder, un famoso pianista, llega a una ciudad de provincias en algún lugar de Europa central. Sus habitantes adoran la música y creen haber descubierto que quienes antes satisfacían esta pasión eran impostores. Ryder es recibido como el salvador y en un concierto apoteósico, para el que todos se están preparando, deberá reconducirlos por el camino del arte y la verdad. Pero el pianista descubrirá muy pronto que de un salvador siempre se espera mucho más de lo que puede dar y que los habitantes de aquella ciudad esconden oscuras culpas, antiguas heridas jamás cerradas, y también demandas insaciables. "Los inconsolables" es una obra inclasificable, enigmática, de un discurrir fascinante, colmada de pequeñas narraciones que se adentran en el laberinto de la narración principal, en una escritura onírica y naturalista a un tiempo, y cuentan una historia de guerras del pasado, exilios y crueldades, relaciones imposibles entre padres e hijos, maridos y mujeres, ciudades y artistas. Una obra que ha hecho evocar "El hombre sin atributos" de Musil.

Los inconsolables — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los inconsolables», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Disculpe, pero hablando de padres, creo que los míos estuvieron en esta ciudad hace unos años. Como turistas, ya sabe. Supongo que debió de ser hace bastante tiempo. La persona que me lo ha contado era muy niña entonces, y no se acuerda bien de cuándo pudo ser. Así que, dado que estamos hablando de nuestros padres, y que…, bueno, no querría ser descortés, pero supongo que usted tendrá unos cincuenta y tantos años…, me estaba preguntando si no recordará usted la visita de mis padres a esta ciudad…

– Cabe dentro de lo posible -dijo el electricista-. Pero tendrá que describírmelos un poco.

– Bien, mi madre es una mujer bastante alta. Morena, con el pelo por el hombro. Nariz bastante picuda. Eso le puede dar un aspecto algo severo, aun cuando esté de excelente humor…

El electricista se quedó pensativo unos instantes, mirando hacia el exterior del tranvía.

– Sí -dijo, asintiendo con la cabeza-. Sí, creo que recuerdo a una dama de esas características. Fueron sólo unos días. Visitando monumentos y ese tipo de cosas…

– Eso es. ¿La recuerda, entonces?

– Sí, parecía muy agradable. Tiene que haber sido…, oh, hace como trece o catorce años como mínimo. O incluso más.

Asentí entusiasmado.

– Eso concuerda con lo que me ha contado la señorita Stratmann. Sí, era mi madre. Cuénteme, ¿le dio la impresión de que lo estaba pasando bien?

El electricista pareció forzar la memoria, y al cabo dijo:

– Por lo que puedo recordar, parecía disfrutar de su estancia aquí, sí. De hecho… -Vio mi expresión preocupada-. De hecho, estoy seguro de que disfrutó de ella. -Alargó una mano y me dio una afectuosa palmadita en la rodilla-. Estoy absolutamente seguro de que se lo pasó en grande. Piense en ello y verá. Seguro que lo pasó bien, ¿no le parece?

– Sí, supongo que sí -dije, y me volví hacia la ventanilla. El sol se desplazaba ahora por el interior del tranvía-. Supongo que sí. Sólo que… -Dejé escapar un hondo suspiro-. Sólo que me habría gustado saberlo en su día. Me habría gustado que alguien me hubiera informado al respecto. Y ¿qué me dice de mi padre? ¿Parecía divertirse?

– Su padre… Mmm… -El electricista cruzó los brazos y frunció ligeramente las cejas.

– En aquel tiempo debía de estar ya muy delgado -dije-. Y con el pelo gris. Tenía una chaqueta que le gustaba mucho. Una de tweed, verde clara, con coderas de cuero.

El electricista siguió pensando. Luego sacudió la cabeza.

– Lo siento. No consigo acordarme de su padre.

– Pero eso es imposible. La señorita Stratmann me ha asegurado que vinieron juntos.

– Y seguro que tiene razón. Sólo que yo, personalmente, no recuerdo a su padre. A su madre, sí. Pero a su padre… -Volvió a sacudir la cabeza.

– ¡Pero eso es ridículo! ¿Qué iba a estar haciendo mi madre aquí sola?

– Yo no he dicho que él no estuviera con ella. Sólo que a él no lo recuerdo. Mire, no se altere tanto. No habría sido tan franco si hubiera sabido que se iba a poner así. Tengo una memoria horrible. Todo el mundo me lo dice. Ayer mismo, me dejé la caja de herramientas en casa de mi cuñado, donde había ido a comer. Tuve que perder cuarenta minutos en ir a buscarla. ¡La caja de herramientas! -Soltó una risotada-. Ya ve, tengo una memoria horrible. Soy la última persona en quien confiar en cosas importantes como ésta. Estoy seguro de que su padre estuvo aquí con su madre. Máxime si es eso lo que aseguran otras personas. La verdad, soy la última persona de quien uno debe fiarse.

Pero me había desentendido de él y miraba de nuevo hacia la parte delantera del tranvía, donde Boris, al fin, había dado rienda suelta a sus emociones. Estaba en brazos de su madre, y sus hombros se sacudían convulsivamente por los sollozos. De pronto nada me pareció más importante en aquel momento que ir hasta él para consolarle, y, mascullando unas rápidas palabras de disculpa dirigidas al electricista, me levanté y empecé a recorrer el trecho que me separaba de Sophie y Boris.

Había casi llegado hasta ellos cuando el tranvía tomó una curva cerrada y me vi obligado a agarrarme a una barra para mantener el equilibrio. Cuando volví a mirarles, vi que -pese a estar ya muy cerca de ellos- aún no se habían percatado de mi presencia. Seguían fundidos en su abrazo, con los ojos cerrados. Franjas de sol fluctuaban sobre sus brazos y hombros. Había algo tan íntimo en su mutuo darse consuelo que me pareció que nadie -ni yo mismo- podía inmiscuirse entre ellos. Mientras los estaba mirando empecé a experimentar -pese a su evidente dolor- un extraño sentimiento de envidia. Me acerqué más hacia ellos; estaba ya tan cerca que casi podía sentir la textura misma de su abrazo.

Por fin Sophie abrió los ojos. Me miró con cara inexpresiva mientras Boris seguía llorando contra su pecho.

– Lo siento -dije al cabo-. Lamento mucho todo lo que ha pasado. Acabo de enterarme de lo de tu padre hace un momento. Y, por supuesto, he corrido a buscaros en cuanto lo he sabido…

Algo en su expresión me hizo callar. Sophie siguió mirándome con frialdad durante unos segundos. Y luego dijo con voz cansada:

– Déjanos. Siempre estuviste fuera de nuestro amor. Y ahora mírate. También estás fuera de nuestro dolor. Déjanos en paz. Vete.

Boris se apartó del pecho de su madre y se volvió para mirarme. Y luego la miró a ella y le dijo:

– No, no. Tenemos que seguir juntos.

Sophie sacudió la cabeza.

– No, no serviría de nada. Déjale, Boris. Deja que se vaya a recorrer el mundo, a ofrecer a manos llenas su maestría y sabiduría. Necesita hacerlo. Dejémosle las manos libres para que pueda hacerlo.

Boris se quedó mirándome, confuso. Y luego miró a su madre. Puede que estuviera a punto de decir algo, pero en aquel preciso instante Sophie se levantó de su asiento.

– Vamos, Boris. Tenemos que bajarnos. Boris, vamos.

El tranvía, en efecto, estaba frenando, y vi que otros pasajeros se levantaban también de sus asientos. Varios de ellos pasaron a mi lado dando empujones, y para cuando quise darme cuenta Sophie y Boris se habían abierto paso hacia la plataforma. Aferrado aún a la barra, vi cómo Boris se alejaba por el pasillo. En un momento dado, se volvió y me miró, y le oí decir:

– Pero tenemos que seguir juntos. Tenemos que hacerlo…

Vi la cara de Sophie a su espalda, mirándome con un extraño desapego. Y le oí decir:

– Nunca ha sido uno de los nuestros. Tienes que comprenderlo, Boris. Nunca te querrá como un padre verdadero.

Pasaron, entre apreturas, otros pasajeros. Alcé la mano al aire y grité:

– ¡Boris!

El chico, rezagándose del grupo que se disponía a apearse, volvió a mirarme.

– ¡Boris! El viaje en autobús, ¿te acuerdas? Aquel viaje al lago artificial. ¿Te acuerdas, Boris, de lo bien que lo pasamos? ¿De lo amables que fueron todos en el autobús? Los pequeños regalos que nos hicieron, la canción… ¿Te acuerdas, Boris?

Los pasajeros empezaron a apearse. Boris me dirigió una última mirada y desapareció de mi vista. Seguí recibiendo empujones de gente que quería apearse, y finalmente el tranvía reanudó la marcha.

Me quedé allí quieto un momento, y luego me di la vuelta y me dirigí a mi asiento. El electricista, al ver que volvía a sentarme frente a él, me sonrió alegremente. Luego, instantes después, vi que se inclinaba hacia mí y me daba una palmadita en el hombro, y entonces sentí la humedad en las mejillas y caí en la cuenta de que estaba llorando.

– Mire -me estaba diciendo el electricista-, todo nos parece horrible cuando nos sucede. Pero todo pasa, nada es tan terrible como parece. Alegre esa cara. -Siguió diciendo frases vacías de ese tenor, y yo seguí llorando. Y al final le oí decir-: Oiga, ¿por qué no desayuna un poco? ¿Por qué no come algo, como hacemos todos? Se sentirá mucho mejor. Vamos. Vaya y coma algo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Los inconsolables»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los inconsolables» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Los inconsolables»

Обсуждение, отзывы о книге «Los inconsolables» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x