Kazuo Ishiguro - Nunca Me Abandones

Здесь есть возможность читать онлайн «Kazuo Ishiguro - Nunca Me Abandones» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Nunca Me Abandones: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nunca Me Abandones»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A primera vista, los jovencitos que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier otro grupo de adolescentes. Practican deportes, o tienen clases de arte donde sus profesoras se dedican a estimular su creativi-dad. Es un mundo hermйtico, donde los pupilos no tienen otro contacto con el mundo exterior que Madame, como llaman a la mujer que viene a llevarse las obras mбs interesantes de los adolescentes, quizб para una galerнa de arte, o un museo. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham y tambiйn fueron un triбngulo amoroso. Y ahora, Kathy K. se permite recordar cуmo ella y sus amigos, sus amantes, descubrieron poco a poco la verdad. El lector de esta esplйndida novela, utopнa gуtica, irб descubriendo que en Hailsham todo es una re-presentaciуn donde los jуvenes actores no saben que lo son, y tampoco saben que no son mбs que el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.

Nunca Me Abandones — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nunca Me Abandones», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Al acercarse la primavera eran más y más los veteranos que dejaban las Cottages para iniciar su aprendizaje, y aunque se iban sin gran alboroto -era ésa la costumbre-, su número cada vez mayor hacía imposible que su marcha pasara inadvertida. No estoy segura de cuáles eran nuestros sentimientos al verlos partir. Parecían dirigirse a un mundo más emocionante, más grande. Pero no había la menor duda de que su marcha nos hacía sentirnos cada día más inquietos.

Entonces, un buen día -creo recordar que hacia el mes de abril-, Alice F. se convirtió en la primera alumna de Hailsham que abandonaba las Cottages, y no mucho después le llegó el turno a Gordon C. Ambos habían solicitado empezar su adiestramiento, pero a partir de entonces el ambiente del lugar cambió para siempre (al menos para nosotros).

También muchos veteranos parecían afectados por la gran cantidad de compañeros que partían, y, acaso como consecuencia directa de ello, se produjo un nuevo aluvión de rumores similares a los que Chrissie y Rodney habían hecho alusión en Norfolk. Se hablaba de que en alguna parte del país había estudiantes que habían conseguido aplazamientos porque habían demostrado que estaban enamorados; a veces, incluso, tales comentarios se referían a alumnos que no tenían relación con Hailsham. Los cinco que habíamos estado en Norfolk también en este caso rehuíamos hablar del asunto: incluso Chrissie y Rodney -un día en el epicentro de aquellas hablillas- miraban hacia otra parte cuando alguien se ponía a hablar de ello.

El «efecto Norfolk» también nos afectó a Tommy y a mí. Después de volver del viaje, supuse que íbamos a aprovechar cualquier oportunidad para hablar de nuestros pensamientos sobre la Galería. Pero quién sabe por qué -y no es que él tuviera más culpa que yo en esto-, no lo hicimos nunca (ni cuando estábamos a solas). La excepción, supongo, fue la vez de la casa del ganso, la mañana en que me enseñó sus animales imaginarios.

El granero al que llamábamos «la casa del ganso» estaba en la periferia de las Cottages, y como tenía el tejado lleno de goteras y la puerta permanentemente fuera de sus goznes, apenas se utilizaba para nada, salvo para que las parejas buscaran intimidad en los meses más cálidos. Para entonces yo me había habituado a dar largos paseos solitarios, y creo que fue al comienzo de uno de ellos, justo cuando estaba dejando atrás la casa del ganso, cuando oí que Tommy me llamaba. Me volví y lo vi descalzo, encaramado torpemente en un trozo de tierra seca rodeado de enormes charcos, con una mano apoyada contra un costado del granero para mantener el equilibrio.

– ¿Dónde están tus botas, Tommy? -le pregunté.

Aparte de ir descalzo, llevaba el jersey grueso y los vaqueros de siempre.

– Estaba…, bueno, dibujando…

Se echó a reír, y levantó un pequeño cuaderno negro parecido a los que Keffers solía llevar consigo a todas partes.

Habían pasado ya más de dos meses desde nuestro viaje a Norfolk, pero en cuanto vi el cuadernito supe de qué se trataba. Aunque esperé hasta que dijo:

– Si quieres, Kath, te los enseño.

Me guió hasta el interior de la casa del ganso, dando saltitos sobre el terreno irregular. En contra de lo que pensaba, no estaba oscuro, porque la luz del sol entraba por los tragaluces. Contra una de las paredes se veían varios muebles, seguramente arrumbados durante el año anterior: mesas rotas, frigoríficos viejos, ese tipo de cosas. Al parecer Tommy había arrastrado hasta el centro del recinto un sofá de dos plazas con el relleno sobresaliéndole por los desgarrones del plástico negro, y supongo que era allí donde había estado sentado dibujando cuando me vio pasar. En el suelo, a unos pasos, vi sus botas de agua caídas hacia un lado, con las medias de fútbol asomando por las aberturas.

Tommy se sentó de un brinco en el sofá y se acarició el dedo gordo del pie.

– Perdona, me duelen un poco los pies. Me he descalzado sin darme cuenta. Creo que me he hecho unos pequeños cortes. ¿Quieres ver los dibujos, Kath? Ruth los vio la semana pasada, así que he estado deseando enseñártelos desde entonces. Nadie más los ha visto. Échales una ojeada, Kath.

Fue la primera vez que vi sus animales. Cuando me habló de ellos en Norfolk había imaginado que "serían algo parecido -aunque de menor tamaño- a esos dibujos que todos hemos hecho cuando éramos pequeños. Así que me quedé asombrada ante el minucioso detalle de cada uno de ellos. De hecho te llevaba unos segundos darte cuenta de que se trataba de animales. Mi primera impresión fue muy semejante a la que hubiera tenido al quitar la tapa de atrás de una radio: canales diminutos, tendones entrelazados, ruedecitas y tornillos en miniatura dibujados con obsesiva precisión, y sólo cuando alejé la hoja un poco pude apreciar que se trataba, por ejemplo, de algún tipo de armadillo, o de un pájaro.

– Es mi segundo cuaderno -dijo Tommy-. ¡No permitiré que nadie vea el primero por nada del mundo! Me ha llevado tiempo empezar a aprender…

Ahora estaba tendido en el sofá, poniéndose un calcetín en el pie y tratando de parecer despreocupado, pero yo sabía que estaba inquieto, a la espera de mi reacción. Aun así, tardé cierto tiempo en manifestarle mi más sincera admiración. En parte quizá por el temor de que los trabajos artísticos podrían volver a causarle problemas serios. Pero también porque los dibujos que estaba viendo eran tan diferentes de todo lo que los custodios nos habían enseñado en Hailsham que no sabía cómo juzgarlos. Dije algo como:

– Dios, Tommy… Esto tiene que exigirte una gran concentración. Es asombroso que aquí puedas tener luz suficiente para dibujar todas estas cosas tan pequeñas. -Y a continuación, mientras pasaba las hojas, y acaso porque seguía buscando las palabras adecuadas, acabé diciendo-: Me pregunto qué diría Madame si viera esto.

Lo dije en tono jocoso, y Tommy respondió con una risita, pero entonces hubo algo nuevo en el aire, algo que no había habido anteriormente. Seguí pasando las hojas del cuaderno -Tommy había llenado ya como una cuarta parte de él- sin mirarle, deseando no haber mencionado a Madame. Finalmente, le oí decir:

– Supongo que tendré que mejorar mucho antes de que ella pueda verlos.

No estaba segura de si me estaba invitando a que le dijera lo buenos que eran sus dibujos, pero entonces yo ya empezaba a estar verdaderamente fascinada por aquellas criaturas fantásticas que tenía ante mis ojos. Pese a sus metálicos, recargados rasgos, había algo tierno, incluso vulnerable en cada uno de ellos. Recordé que en Norfolk me había contado que, mientras los dibujaba, pensaba con preocupación en cómo se protegerían, o en cómo conseguirían coger las cosas, y, al verlos yo ahora, sentí una preocupación semejante. Sin embargo, por alguna razón que se me escapaba, había algo que me seguía impidiendo elogiarle abiertamente. Entonces Tommy dijo:

– De todas formas, no los hago sólo por lo de Madame y demás, sino porque me gusta hacerlos. Me estaba preguntando, Kath, si debo seguir manteniéndolo en secreto. Porque a lo mejor no hay nada malo en que la gente sepa que estoy dibujando esto. Hannah sigue pintando sus acuarelas, y hay un montón de veteranos que siguen haciendo cosas por el estilo. No me refiero exactamente a ir enseñándolos a todo el mundo. Pero estaba pensando que, bueno, no hay razón por la que deba seguir manteniéndolo en secreto.

Por fin me vi capaz de mirarle y de decir con cierta convicción:

– Tommy, no hay razón, no hay ninguna razón en absoluto. Son buenos. De verdad, muy buenos. Si es por eso por lo que te escondes aquí para dibujarlos, estás haciendo una auténtica tontería.

No respondió, pero una especie de mueca risueña se dibujó en su semblante, como si se estuviera sonriendo con una broma íntima, y supe cuan feliz le habían hecho mis palabras. No creo que habláramos mucho después de esto. Creo recordar que se puso enseguida las botas de agua y que ambos salimos de la casa del ganso. Como digo, ésa fue prácticamente la única vez que aquella primavera Tommy y yo mencionamos directamente su teoría.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nunca Me Abandones»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nunca Me Abandones» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Nunca Me Abandones»

Обсуждение, отзывы о книге «Nunca Me Abandones» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x