Tahar Jelloun - Mi madre

Здесь есть возможность читать онлайн «Tahar Jelloun - Mi madre» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Mi madre: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Mi madre»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La novela relata la relación de un escritor con su madre, mayor y enferma. Muy realista e impactante. Buena prosa. Además de profundizar en las relaciones paterno-filiales, el autor ofrece numerosos detalles costumbristas de la sociedad marroquí. Dentro de una obra tan cuidada, desentonan desagradablemente dos salidas de tono.

Mi madre — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Mi madre», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Aprieta el calor. Lal-la Jadiya llena un cubo de agua y se lo echa a mi madre que se pone a correr por la azotea, coge otro recipiente y a su vez echa agua fresca a su prima; ríen, se resbalan, se caen, se levantan, corren y ya no piensan en la boda. Están felices. Apenas tienen ocho años.

La casa. La casa al fondo del callejón. La vieja casa con sus dos arbustos secos, la mala hierba que oculta algunas cajas de medicinas vacías, tiradas por Keltum o Rhimo. Como si vivieran en un barrio de chabolas o en pleno campo. La casa vieja, con sus paredes gruesas pero agrietadas, las ventanas que cierran mal, la humedad mezclada con los olores de cocina, las alfombras gastadas, las dos neveras, de las cuales una lleva averiada veinte años, la hornilla ennegrecida por la grasa, las baldosas del suelo del cuarto de baño desajustadas, los dos váteres en mal estado, el polvo acumulado detrás de la cómoda y ese famoso espejo supuestamente veneciano, que se descolgó sin que nadie lo tocara aquella noche en que la muerte entró en el salón, y cayó al suelo sin romperse. Mi hermano vio en ello una señal del destino, una extraña coincidencia; mi hermana, supersticiosa, lo cubrió con una sábana, pues según ella la muerte no tolera la presencia de los espejos, la muerte no debe estar visible, traicionada por el reflejo que ese objeto podría devolverle. Pero yo vi a la muerte, por imprudencia, por una torpe casualidad. Vi a mi madre como jamás debería haberla visto. No habían acabado de lavar su cuerpo tendido sobre una tabla, y vi su boca abierta como un agujero redondo y negro, que daba a una oscuridad sin fin, su pelo untado con alheña negra. La muerte es ese agujero, esa negrura en el dormitorio que fue mío hace más de veinte años. La muerte, ese aliento acre, ácido, que quema, que invade los pulmones y el corazón, ese olor a incienso y a humedad, y la puerta que se cierra sobre ese cuerpo que ya no es mi madre, devastado por el dolor y que ha perdido el aliento, el alma, ¿Dónde está mi madre? Ese agujero negro no es su boca, esa cabecita redonda no es su cabeza y esa tabla no es su cama.

La ausencia, la inmensa ausencia ha invadido la casa. Los objetos, todos los objetos se han vuelto inútiles, viejos, estropeados, deslucidos. Los divanes, los almohadones, la mesa coja, los platos, la silla de plástico, la silla de ruedas, las muletas, los cubiertos de acero inoxidable, los vasos de té dorados y feos, la televisión y esa antena que cuelga ridículamente, las dos lámparas del salón sin ningún valor, las servilletas y manteles, y un montón de trapos que Rhimo utiliza para limpiar.

Keltum y Rhimo han recogido sus cosas. Varias maletas y bolsos enormes. Se han llevado todo lo que podían meter en ellos, sin pedir permiso, descaradamente. Me da igual. Pero no me gusta la codicia. Rhimo parece más humana, más afectada por esta enorme ausencia. Keltum está callada. Va de un cuarto a otro, intenta mostrar pena, pero la mirada está atenta, ¿qué queda por llevar? Ah, sí, el televisor, pero pesa mucho, es un cacharro, uno de sus hijos vendrá a buscarlo, salvo si alguien de la familia se lo quiere llevar, ella espera, ordena cosas, va y viene como una víbora con la cabeza cortada, está enfadada, está nerviosa, se le nota, la situación que ella había imaginado no sucede como esperaba, se ha frustrado, notamos que faltan cosas, como esa maleta llena de caftanes que mi madre nunca se puso y que no se sabe dónde está, también ha desaparecido el juego de porcelana buena, no decimos nada, tampoco dijimos nada en el pasado, queremos acabar cuanto antes con este mal trago. Keltum se dispone a marcharse. Rhimo ya está lista. Viene a despedirse. Le doy un sobre con un bono que debe canjear por un billete de avión a La Meca. Está feliz, se va llorando. Keltum asiste a la escena, y dice: «Tenemos que hablar». El tono es rudo, zafio e inadecuado. Tiende la mano para que le dé su sobre, luego la retira, diciendo otra vez: «Tenemos que hablar». El tono es abiertamente amenazador y desagradable. Mi hermana llora porque no ha encontrado ningún vestido de mi madre. El pillaje ha durado años. Mi madre me decía: «Abro un ojo y cierro el otro, pero prefiero no decir nada, no quiero que ella me abandone, es capaz». Ella se ha llevado lo que ha querido, sin ningún recato.

Keltum quiere algo más que un regalo de despedida. ¿Qué exactamente? ¿La casa quizá? Su mirada es inquietante. Nunca tuvo una mirada franca. ¿Sentirá pena? Alguien dijo: «Sí, porque se ha acabado su fuente de ingresos». No me atrevo a pensar en ello. Keltum está de mal humor, con una especie de rencor, con la mirada dura, la presencia molesta, una rabia contenida porque algo se acaba. Finjo no darme cuenta y le agradezco todo lo que ha hecho durante tantos años. Ella me contesta que Dios es justicia y testigo. Coge su sobre, lo abre, nos da la espalda, cuenta el dinero y me dice: «Con esto, yo también iré a La Meca».

No sé si es la pena o el viento los que levantan el polvo de los recuerdos y los empapan en amargura. Un surco doloroso se ha abierto en mi memoria y en mi corazón.

El duelo incomoda a las piedras amontonadas por los niños y las deposita alrededor de la tumba. El silencio de las miradas petrificadas arroja tierra gris sobre la tierra negra removida por la pala del sepulturero. De regreso a casa, el vacío nos asfixia. Cerramos las persianas y las puertas, como si saliéramos de viaje. La casa ha quedado sellada por la irremediable ausencia. Ella ya no existe. Yo no regresaré aquí jamás. Tampoco iré a visitar su tumba. No es mi madre la que está allí enterrada. Mi madre está aquí, la oigo reír y rezar, da órdenes para que pongan la mesa, para que comamos lo que ha preparado durante horas, está de pie, encantada al vernos a todos alrededor de nuestros platos preferidos. Espera elogios. Comemos con alegría y no comentamos nada. Entonces, dice: «Los platos están vacíos, señal de que os ha gustado lo que he cocinado». Mi hermano mayor le responde: «Que Dios te dé salud y te guarde para nosotros, eterna, presente y feliz con nuestro amor». Y decimos, sonrientes: «Amén».

Tánger,

agosto de 2.001-mayo de 2007

Tahar Ben Jelloun

Mi madre - фото 2
***
Mi madre - фото 3
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Mi madre»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Mi madre» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Tahar Ben Jelloun - About My Mother
Tahar Ben Jelloun
Tahar Ben Jelloun - Leaving Tangier
Tahar Ben Jelloun
Tahar Ben Jelloun - The Happy Marriage
Tahar Ben Jelloun
Tahar Ben Jelloun - A Palace in the Old Village
Tahar Ben Jelloun
Tahar ben Jelloun - The last friend
Tahar ben Jelloun
José Vicente Rodríguez Rodríguez - Los papiros de la madre Teresa de Jesús
José Vicente Rodríguez Rodríguez
Historias de madres, historias con madre
Неизвестный Автор
Отзывы о книге «Mi madre»

Обсуждение, отзывы о книге «Mi madre» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x