Marc Levy - La primera noche

Здесь есть возможность читать онлайн «Marc Levy - La primera noche» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La primera noche: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La primera noche»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Los protagonistas de El primer día, Keira y Adrian, vuelven a verse las caras a la espera del final que se merecen.
La primera noche arranca con un rescate. Las investigaciones de Keira la han llevado hasta una lúgubre prisión china, de la que saldrá casi a hombros de su salvador Adrian. Sin embargo, esta no es una historia de príncipes y princesas al uso y la inquieta arqueóloga perseguirá cueste lo que cueste su objetivo: encontrar la civilización perdida. Londres y Amsterdam, pero también Rusia, Liberia y Grecia. El mundo se les queda pequeño a esta pareja de aventureros que, de nuevo, deberán enfrentarse a los conservadores de una intimidante sociedad secreta.

La primera noche — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La primera noche», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Opino que desde que frecuentas a este tipo que supuestamente no era más que un colega tu vida ha cambiado radicalmente. Ni siquiera entiendo que quieras seguir viéndolo después de lo que te ha pasado. Joder, es que es verdad, Keira, te ha fastidiado tu campaña de excavaciones, por no hablar de la donación que habías conseguido para tu investigación. Esa clase de regalo no pasa dos veces en la vida. Y a ti es como si lodo eso te pareciera normal.

– Max, para las lecciones de moral tengo una hermana especialista en la materia; te aseguro que por mucho que te esforzaras no le llegarías ni a la suela del zapato. Así que no pierdas el tiempo. ¿Qué opinas de mi teoría?

– Y si te contesto, ¿qué harás? ¿Irás a Creta a buscar en los fondos marinos del Mediterráneo, irás a nado hasta Siria? Haces cosas de lo más absurdas, actúas sin lógica. Tu aventurita en China podría haberte costado la vida, eres una inconsciente.

– Sí, por completo, pero como puedes ver, aquí estoy, vivita y coleando; hombre, lo reconozco, hoy no tengo muy buena cara, pero…

– No seas insolente, por favor.

– Mmm, Max, querido, me encanta cuando adoptas ese tonito de profesor conmigo. Creo que es lo que más me seducía cuando era alumna tuya, pero ya no soy alumna tuya. No sabes nada de Adrian, y lo ignoras todo del viaje que hemos emprendido, así que si el favorcito que te he pedido es demasiado para ti, no importa, devuélveme ese papel y me marcho ahora mismo.

– Mírame a los ojos y explícame de qué manera puede ayudarte este texto en la investigación a la que llevas dedicada desde hace tantos años.

– Oye, Max, ¿tú no eras profesor de arqueología por casualidad? ¿Cuántos años dedicaste a ser investigador y luego profesor antes de convertirte en impresor? ¿Puedes mirarme a los ojos y explicarme qué relación tiene tu nueva profesión con lo que hiciste en el pasado? La vida está llena de imprevistos, Max. Dos veces las circunstancias me han obligado a abandonar mi querido valle del Omo, quizá había llegado el momento de que me parara a pensar en mi futuro.

– ¿Te has encaprichado de ese tío tanto como para decir todas estas tonterías?

– Ese tío, como tú lo llamas, quizá esté lleno de defectos, es distraído, a veces hasta decir basta, torpe como no te haces idea, pero tiene algo que nunca antes había conocido. Me arrastra consigo, Max. Desde que lo conozco mi vida ha cambiado radicalmente, en efecto, me hace reír, me conmueve, me provoca y me da seguridad.

– Entonces es más grave de lo que pensaba. Lo quieres.

– No me hagas decir lo que no he dicho.

– Sí que lo has dicho, y si no te has dado cuenta es que eres tonta perdida.

Keira bajó de la mesa y avanzó hacia el ventanal que dominaba la imprenta. Miró las rotativas que tiraban de largos rollos de papel a un ritmo frenético. El sonido seco de las plegadoras llegaba hasta donde se encontraban ellos. De pronto pararon, y el taller, a punto de cerrar, se sumió en el silencio.

– ¿Eso te turba? -añadió Max-, ¿Y qué hay de tu querida libertad?

– Puedes estudiar este texto, ¿sí o no? -murmuró ella.

– Lo he estudiado cien veces, desde tu última visita. Era la manera que tenía de pensar en ti durante tu ausencia.

– Max, por favor.

– ¿Qué es lo que te molesta? ¿Que todavía sienta algo por ti? Qué más te da, es mi problema, no el tuyo.

Keira se dirigió a la puerta del despacho, giró el picaporte y se volvió.

– ¡No te vayas, tonta! -le ordenó Max-, Vuelve a sentarle en una esquina de la mesa, voy a decirte lo que opino de tu teoría. Quizá me haya equivocado. La idea de que el alumno supere al profesor no me hace mucha gracia, pero es culpa mía, no tenía más que seguir enseñando. Es posible que, en tu texto, la palabra «apogeo» haya podido confundirse con «hipogeo», lo que cambia su significado, como es natural. Los hipogeos son esas sepulturas, antepasadas de las tumbas, erigidas por los egipcios y los chinos, con una única diferencia: si bien se trata también de cámaras funerarias a las que se accede por un pasillo, los hipogeos se construyen bajo tierra y no en el corazón de una pirámide o de cualquier otro edificio. Quizá no te diga nada nuevo al precisarte esto, pero hay al menos una cosa que cuadraría con esta interpretación. Este manuscrito en gueze probablemente se remonte al IV o V milenio antes de nuestra era. Lo que nos sitúa en plena protohistoria, en pleno nacimiento de los pueblos asiánicos.

– Pero los semitas, que serían los autores del texto en gueze, no forman parte de los pueblos asiánicos. Bueno, si no recuerdo mal mis clases de la universidad.

– ¡Estabas más atenta en clase de lo que yo suponía! No, en efecto, su lengua era afroasiática, emparentada con la de los bereberes y los egipcios. Surgieron en el desierto de Siria en el vi milenio antes de Cristo. Pero seguramente entraron en contacto unos con otros, de modo que tanto unos como otros pudieron recoger en sus textos la historia de los demás. Los que te interesan, en el marco de tu teoría, pertenecen a un pueblo del que os hablé poco en clase, los pelasgos de los hipogeos. Al principio del IV milenio, grupos de pelasgos que salieron de Grecia fueron a instalarse en el sur de Italia: hay rastro de ellos en Cerdefia. Prosiguieron su camino hasta Anatolia, y desde allí se hicieron a la mar para fundar una nueva civilización en las islas y costas del Mediterráneo. Nada prueba que no prosiguieran su camino hacia Egipto, pasando por Creta. Lo que intento decirte es que los semitas o sus antepasados bien pudieron relatar en este texto un acontecimiento que pertenece a la historia de los pelasgos de los hipogeos.

– ¿Crees que alguno de esos pelasgos pudo remontar el Nilo y llegar hasta el Nilo Azul?

– ¿Hasta Etiopía? Lo dudo; fuera como fuere, un viaje así no podría emprenderlo una sola persona, sino un grupo. Podría llevarse a cabo en dos o tres generaciones. Con todo, mi opinión es más bien que, de realizarse, ese viaje se hizo en sentido contrario, desde el nacimiento del río hasta el delta.

Quizá alguien llevara tu misterioso objeto a los pelasgos. Si de verdad quieres que te ayude, Keira, tienes que contarme más.

Keira se puso a recorrer la habitación de un extremo a otro.

– Hace cuatrocientos millones de años, cinco fragmentos constituían un único objeto de propiedades asombrosas.

– Lo cual es ridículo, Keira, reconócelo. Ningún ser vivo estaba lo bastante evolucionado para dar forma a materia ninguna. ¡Sabes tan bien como yo que eso es imposible! -protestó Max.

– Si Galileo hubiera defendido que un día enviaríamos un radiotelescopio a los confines de nuestro sistema solar, lo habrían quemado vivo antes incluso de terminar la frase; si Ader hubiera defendido que el hombre pisaría la Luna, habrían hecho pedazos su aeronave antes de que pudiera despegar. Hace tan sólo veinte años, todo el mundo afirmaba que Lucy era nuestra antepasada más antigua, y si en aquella época hubieras avanzado la idea de que la madre de la humanidad tenía diez millones de años, ¡te habrían expulsado de tu puesto en la universidad!

– ¡Hace veinte años, yo todavía era estudiante!

– Vamos, que si tuviera que citar todas las cosas declaradas imposibles que más tarde se convirtieron en realidades, tendríamos que pasarnos varias noches para nombrarlas todas.

– Con una sola me conformaría…

– ¡Max, no seas grosero! De lo que estoy segura es que, cuatro o cinco mil años antes de nuestra era, alguien descubrió este objeto. Por razones que todavía no acierto a explicarme, salvo quizá el temor que debieron de suscitar sus propiedades, aquel o aquellos que lo encontraron decidieron, dado que no podían destruirlo, separar los fragmentos que lo componían. Y eso es lo que parece revelarnos la primera línea del manuscrito:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La primera noche»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La primera noche» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La primera noche»

Обсуждение, отзывы о книге «La primera noche» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x