Johan Theorin - La hora de las sombras

Здесь есть возможность читать онлайн «Johan Theorin - La hora de las sombras» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La hora de las sombras: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La hora de las sombras»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Amanece nublado en la isla sueca de Öland. El pequeño Jens Davidsson, un niño de seis años que veranea en la isla, desaparece entre la niebla sin dejar ni rastro.
Veinte años más tarde, el abuelo de Jens, Gerlof Davidsson, viejo marinero jubilado en Öland, recibe un paquete que contiene una pista del niño. El abuelo llama a su hija y madre del pequeño, Julia, que vive sumida en el dolor desde la pérdida de Jens. Julia regresa a la isla dispuesta a averiguar qué pasó con su hijo. Durante la investigación, oye hablar de Nils Kant, un siniestro y temido delincuente de Öland que supuestamente murió pero que algunos juran haber visto en el alvar al caer la noche. Poco a poco, lo que parece una idílica isla comienza a revelarse como un lugar misterioso y desapacible… y Julia se encuentra sumergida en una desaparición sin resolver que despertará los fantasmas del pasado e incomodará a muchos.
La hora de las sombras nos transporta a un lugar remoto poblado de leyendas y mitos suecos, un inquietante paraíso veraniego al que lectores de todo el mundo ya han viajado a través de estas páginas.
Primera novela publicada de Johan Theorin. Forma parte de la serie El cuarteto de Öland, compuesta por cuatro títulos ambientados en esta isla en las cuatro estaciones del año.

La hora de las sombras — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La hora de las sombras», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Nils se ha paseado por allí; ha estudiado los largos cascos de los barcos y ha pensado en los plátanos de Sudamérica.

Permanece lo menos posible en la desangelada habitación individual del hotel; regresa tarde y se levanta temprano. No echa de menos las frías noches en que dormía sobre un lecho de musgo y ramas de abeto en el bosque, pero cuando está tumbado en la cama entre esas cuatro paredes se imagina en una celda, y se pasa el rato temiendo oír los pesados pasos de la policía subiendo por la escalera.

Una noche la puerta de la habitación se abrió y la larga figura del policía provincial uniformado traspasó el umbral. Llevaba la ropa ensangrentada. Alargó la mano, de la que le chorreaba sangre a borbotones, hacia la cama.

«Tú me asesinaste, Nils. Al fin te he encontrado.»

Nils se levantó de un salto de la cama apretando con fuerza los dientes. La habitación estaba vacía.

Durante su estancia en Gotemburgo sólo le ha enviado una postal a Vera. Una postal en blanco y negro del faro de Vinga. Nils la ha enviado a Stenvik, en el otro extremo del país, sin escribir remitente o saludo alguno. Sólo se atreve a revelarle a su madre que sigue libre y se encuentra en algún lugar de la costa oeste.

Ahora el joven ha entrado en el parque. Tiene la edad de Nils y se llama Max.

Lo vio por primera vez tres días antes en un pequeño café del puerto: Max estaba sentado en un rincón a un par de mesas de distancia. Enseguida se fijó en él, pues fumaba cigarrillos que guardaba en una pitillera de oro y hablaba en voz alta, en un dialecto cerrado de Gotemburgo, con las camareras, el sonriente dueño del café y los demás clientes. Todos le llamaban Max. A veces entraba gente desde la calle y se sentaba a su mesa, hombres jóvenes y mayores que hablaban en voz baja. Max bajaba la voz a su vez, y la conversación se desarrollaba entre gestos y rápidos intercambios de palabras.

Max vendía algo, eso estaba claro, y dado que nunca entregaba ninguna mercancía a los que se acercaban a su mesa, Nils sospechó que vendía información y buenos consejos. Así que al rato se levantó y se sentó a la mesa del rincón sin presentarse. En cuanto lo tuvo cerca descubrió que Max era más joven que él; tenía el pelo grasiento y la cara llena de espinillas, pero una mirada despierta mientras le escuchaba.

Sentarse a hablar con un desconocido después de tanto tiempo de soledad le resultó muy extraño, pero lo consiguió. Con la misma voz queda que los otros que se habían sentado a la mesa pidió un buen consejo. Y un favor muy importante. Max escuchó y asintió con la cabeza.

– Dos días -indicó.

Era el tiempo que necesitaba para conseguir el importante favor.

– Te daré veinticinco coronas -ofreció Nils.

– Treinta y cinco sería más conveniente -replicó el joven al vuelo.

Nils recapacitó.

– Treinta, entonces.

Max asintió y se inclinó hacia delante.

– No volveremos a vernos aquí -dijo bajando aún más la voz-. Nos encontraremos en un parque…, un buen parque que suelo utilizar.

Dio una dirección, se levantó y abandonó el café apresuradamente.

Ahora Nils espera en el parque. Lleva allí media hora; se ha dado una vuelta y ha comprobado que la zona está desierta, y ha encontrado dos vías de escape por si algo sale mal. No le ha dicho su nombre a su nuevo conocido, pero está seguro de que Max ha comprendido que la policía le busca.

El joven se acerca directamente a él sin mirar de reojo o hacer señas a algún observador oculto.

Aun así Nils no se tranquiliza, pero tampoco huye. Clava la mirada en Max, que ahora se ha detenido a unos metros de distancia.

– Celeste Horizon -dice-. Ése es tu barco. -Nils asiente con la cabeza-. Es inglés. -Max se sienta en una piedra entre los árboles y saca un cigarrillo-. Pero el capitán es danés, se llama Petri. No me ha hecho preguntas sobre la identidad del pasajero, sólo le interesa hablar de dinero.

– Pues hablemos -dice Nils.

– Ahora están cargando madera; zarparán dentro de tres días -anuncia Max, y expulsa el humo.

– ¿Rumbo adónde?

– A East London. Allí descargarán la madera, después irán a Durban para cargar carbón, y luego continuarán hasta Santos. Si quieres, puedes desembarcar allí.

– Pero yo quiero ir a América -suelta Nils sin pensárselo-. Quiero ir a Estados Unidos.

Max se encoge de hombros.

– Santos está en Brasil, al sur de Río -dice-. Siempre puedes coger otro barco desde allí.

Nils recapacita. ¿Santos está en Sudamérica? Puede ser un buen punto de partida para futuros viajes, antes de regresar a Europa.

Asiente con la cabeza.

– Bien.

Max se pone rápidamente en pie. Le tiende la mano.

Nils deposita cinco monedas de dos coronas en ella.

– Antes debo ver a ese tal Petri -indica-. Te daré el resto después. Enséñame dónde puedo encontrarlo.

Max esboza una sonrisa.

– Mañana preséntate en el puerto como un cargador más. -Nils le mira sin comprender, y Max prosigue-: Los cargadores van al puerto al amanecer y esperan que los contraten. Unos consiguen trabajo, otros tienen que volverse a casa. Tú bajarás al puerto y te reunirás con ellos mañana temprano… y te elegirán para cargar el Celeste Horizon.

Nils asiente de nuevo.

El joven guarda las monedas en el bolsillo a toda prisa.

– Me llamo Max Reimer. ¿Y tú?

Nils no contesta. ¿Acaso no ha pagado para evitar preguntas? Nota cómo se le acelera el pulso en la vena del cuello: es su ira que lentamente se despierta.

Max le sonríe satisfecho; no parece sentirse amenazado.

– Yo creo que eres de Småland -dice, y apaga el cigarrillo-. Tu acento es de por allí.

Nils sigue callado. Sabe que puede derribarlo; Max es más bajo que él y no le costaría ningún esfuerzo. Tirarlo al suelo y luego patearlo a conciencia. Utilizar una piedra pesada para liquidarlo y después ocultar el cuerpo en el parque.

Sería muy sencillo.

¿Y después? Después Max podría regresar por las noches, igual que el policía provincial.

– No preguntes más de la cuenta -le dice, y emprende la caminata por el parque hacia el puerto-. Podrías quedarte sin dinero.

18

Lennart no telefoneó.

Julia esperó sentada durante horas en la casa de verano. El reloj marcó las ocho y media de la tarde del martes, luego las nueve, pero él no llamó.

Julia se bebió toda la botella de vino tinto; no le costó nada. Y su decisión de entrar en la casa de Vera Kant se volvió tan ineludible que dejó de importarle que Lennart la acompañara o no.

Pensó en llamar a Gerlof y contarle lo que iba a hacer, pero luego se echó atrás. Había limpiado y hecho la maleta: ya no sabía qué más hacer para entretenerse. La devoraban la inquietud y la curiosidad.

La oscuridad y el silencio se cernían sobre las paredes de la casa. A las diez menos cuarto se levantó por fin, un poco mareada a causa del vino, pero más decidida que ebria.

Se puso un jersey más debajo del abrigo, calcetines gruesos y botas. Encontró un viejo gorro de lana marrón en el armario del recibidor y se remetió el pelo mientras se miraba al espejo. ¿Se le habían alisado las arrugas de preocupación de la frente tras la conversación con Lennart?

Quizás, aunque tal vez fuera el vino.

Se metió el móvil en el bolsillo, sujetó la vieja lámpara de queroseno con la mano izquierda y apagó la luz de la casa. Estaba preparada.

«Sólo un vistazo.»

La noche era más clara y fría que antes, y apenas soplaba el viento entre los árboles. Al salir al camino vecinal, la oscuridad la envolvió, aunque veía las luces cabrilleando en el continente.

Una docena de metros más adelante se detuvo y aguzó el oído para escuchar los sonidos de la oscuridad: el crepitar de las hojas o el crujir de las ramas. Pero no se oía ningún ruido: nada se movía.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La hora de las sombras»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La hora de las sombras» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La hora de las sombras»

Обсуждение, отзывы о книге «La hora de las sombras» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x