Janne Teller - Nada

Здесь есть возможность читать онлайн «Janne Teller - Nada» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Nada: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nada»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Pierre Antón deja el colegio el día que descubre que la vida no tiene sentido. Se sube a un ciruelo y declama a gritos las razones por las que nada importa en la vida. Tanto desmoraliza a sus compañeros que deciden apilar objetos esenciales para ellos con el fin de demostrarle que hay cosas que dan sentido a quiénes somos. En su búsqueda arriesgarán parte de sí mismos y descubrirán que sólo al perder algo se aprecia su valor. Pero entonces puede ser demasiado tarde.

Nada — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nada», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Esa historia sonaba demasiado a algo que yo no quería escuchar, y quizá también a lo que Pierre Anthon había dicho desde el árbol.

No sé exactamente cuándo Henrik vio la ocasión de hurtar la serpiente de la sala de biología, ni cómo consiguió llevarla a la clausurada serrería sin ser visto. Lo único que sé es que Denis y Richard le ayudaron y que la serpiente cabeceaba repulsivamente como si estuviera viva cuando la depositaron en lo alto del montón dentro del recipiente.

A Oscarito tampoco le gustó.

El hámster chilló lastimosamente y se acurrucó en el rincón de su jaula más alejado del bicho. Gerda Uoró y dijo que cubrieran la serpiente con papel para que no tuviéramos que verla.

Pero precisamente el chillido de Oscarito hacía más valiosa la serpiente y nadie estuvo de acuerdo en cubrirla.

En su lugar dirigimos la mirada expectante hacía Henrik.

IX

Henrik era un auténtico tío pelota.

Exigió los guantes dé boxeo de Ole. Lo único que esto tenía de gracioso era que Ole les tenía bastante aprecio a sus guantes de boxeo, y que al ser rojos hacían juego con la bandera danesa.

Como contrapartida, Ole reflexionó durante ocho días antes de expresar su petición.

Si no hubiera sido porque era Ole y si su ocurrencia no hubiera sido tan grandiosa, nos hubiéramos enojado todos con él. Porque mientras él pensaba empezó a hacerse sentir de nuevo el griterío de Fierre Anthon subido al ciruelo.

– Se va a la escuela para después tener trabajo, y se trabaja para tener tiempo para no hacer nada. ¿Por qué entonces no hacer nada desde el principio? -chilló y nos escupió un hueso de ciruela.

Fue como si el montón de significado se encogiera y perdiera un poco de su significado, y eso era del todo insoportable.

– Espera y verás -grité lo más fuerte que pude y al instante tuve que saltar a un lado para esquivar una ciruela escurridiza que pasó silbando.

– No hay nada que esperar -gritó Pierre Anthon, ofensivo-. ¡Y no hay nada que ver! ¡Y cuanto más se espera, por supuesto, menos queda por ver!

Me tapé los oídos con las manos y me apresuré a llegar a la escuela.

Allí tampoco ocurría nada divertido porque los profesores estaban enfadados con nosotros. No cabía la menor duda de que las sospechas por la desaparición de la serpiente sumergida en formol habían recaído en nuestra clase. ¿Cómo podía haber sido Henrik tan tonto de hacerse con ella justo al terminar nuestra clase de biología?

Tendríamos que quedarnos una hora más cada día al terminar las clases hasta que dijéramos dónde estaba. Es decir, todos excepto Henrik, porque su padre estaba seguro de que no podía haber sido él.

¡Henrik tío roña! ¡Pelota! ¡El pelota de Henrik!

Cómo lo maldijimos ansiando que llegara el día en que el montón estuviera acabado y Pierre Anthon lo hubiera visto, para poder revelar la correcta encadenación de los hechos y que el pelota de Henrik tuviera su merecido.

Mientras tanto iba por ahí alardeando.

¡Se pavoneaba, se deleitaba, se escurría!

En todo caso hasta que el gran Hans se encargó de él y le calentó cara y orejas, y él pidió clemencia y la tuvo porque su padre, entretanto, había levantado el castigo.

– El hermanito de Elise -dijo Ole al fin y fue como si una ráfaga de viento barriera la serrería.

Era por la tarde. Estábamos sentados al pie del montón de significado y todos sabíamos lo que implicaban las palabras de Ole. El hermanito de Elise murió con sólo dos años. Y estaba enterrado en la cuesta del cementerio. Lo que Ole había dicho suponía que teníamos que desenterrar él ataúd con el hermanito de Elise dentro, acarrearlo cuesta abajo y llevarlo todo el trayecto hasta la serrería para depositarlo en el montón de significado. También implicaba que debía ocurrir por la noche, al amparo de la oscuridad, si no queríamos ser descubiertos.

Miramos a Elise.

Quizá con la esperanza de que dijera algo que imposibilitara la acción.

No dijo nada. Su hermanito había estado enfermo desde que nació, y, durante todo ese tiempo, sus padres no habían hecho otra cosa que cuidarlo mientras Elise vagabundeaba por ahí, sacaba malas notas y se convertía en una mala compañía. Finalmente tuvo que irse a vivir con sus abuelos hasta que murió su hermanito hacía medio año, y Elise había vuelto con sus padres.

No creo que ella se pusiera realmente triste por la muerte de su hermanito. Tampoco creo que le entristeciera la idea de colocarlo en lo alto del montón de significado. Creo simplemente que Elise tenía más miedo, de sus padres que de todos nosotros y que por eso después de estar callada mucho rato dijo:

– No podemos.

– Por supuesto que sí -dijo Ole.

– No, esas cosas no se pueden hacer -Elise frunció el ceño.

– Da igual que se puedan hacer o no. Lo hacemos y ya está.

– Es una profanación -disparó el piadoso K|i, protestando más que Elise-, Vamos a invocar la ira y el castigo de Dios -explicó-. Los muertos deben descansar en paz.

Paz. Más paz. Camposanto de paz.

Las objeciones del piadoso Kai no sirvieron de nada.

– Tenemos que ser seis -dijo Ole infatigable-. Cuatro para cavar por turnos y dos para montar guardia.

Nos miramos unos a otros. Nadie se apuntó voluntario.

– Lo echaremos a suertes -dijo Ole.

Discutimos largo y tendido sobre cómo lo haríamos. Al fin nos pusimos de acuerdo en que lo echaríamos a suertes y que sacaríamos cada uno una carta de la baraja. Los cuatro que sacaran las cartas más altas se encargarían de lo del cementerio. Sí, sólo cuatro, porque por supuesto Ole y Elise eran dos de los seis.

Yo dije que podía muy bien ir corriendo a casa para traer una baraja, pero se estaba haciendo tarde y decidimos hacerlo al día siguiente. Como contrapartida la tumba se abriría la noche del día siguiente. A menos que lloviera.

Siempre me ha gustado jugar a las cartas y siempre he tenido varias barajas. Tan pronto hube cenado, me fui a mi habitación, cerré la puerta y saqué todas mis barajas.

Tenía las clásicas con dibujos en azul y rojo que no iban bien para la ocasión. También tenía las cartas miniatura que tampoco me parecieron las correctas. Ni las que tenían cabezas de caballo por detrás, ni las de payasos, ni las que tenían sotas y reyes que se asemejaban a sultanes árabes. Al final sólo quedaba una baraja. Sin embargo ésa iba bien, porque el reverso de las cartas era negro con un fino borde dorado y casi no las había usado, así que los bordes dorados estaban intactos y relucientes. Sería ésta.

Guardé las demás en su sitio y esparcí las de borde dorado sobre mi escritorio. Examiné cada una de las cartas durante un buen rato. Había algo funesto en ellas. No sólo en sus imágenes, con esa reina parecida a una bruja y el rey con esos ojos perforadores, y no sólo por sus picas excesivamente negras y los tréboles parecidos a garras, sino también por los diamantes azules y rojos y los corazones que más que nada me hacían pensar precisamente en lo que no quería.

Y también empecé a temblar sólo de imaginar que el ataúd del hermanito de Elise iba a ser desenterrado.

Desenterrar. Enterrar. Y montones de algo en4o que yo no quería pensar.

Tenía dos posibilidades.

Apartar un dos de la baraja y metérmelo en el bolsillo y luego apañármelas para cambiarlo por la carta que yo sacara mañana. O marcar una de las cartas del número dos para poder localizarla en el momento de sacarla, sin que los demás lo notaran.

A pesar de no saber cómo marcaría la carta para que los otros no se dieran cuenta, escogí esta segunda opción. Porque si antes de empezar el sorteo le daba a alguien por contar las cartas, me descubrirían al instante. Así que era más seguro marcarla.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nada»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nada» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Joseph Teller - Guilty As Sin
Joseph Teller
Joseph Teller - Depraved Indifference
Joseph Teller
libcat.ru: книга без обложки
Warren Murphy
Carmen Laforet - Nada
Carmen Laforet
C Taylor - Nadya's War
C Taylor
Cristóbal Doñate - No prometo nada
Cristóbal Doñate
Karin Höfinger - Das Vital-Teller-Modell
Karin Höfinger
Nicolás Teté - Nada nos puede pasar
Nicolás Teté
Raúl Tamargo - Más que nada
Raúl Tamargo
Roberto Hurtado García - Los que piensan en la nada
Roberto Hurtado García
Отзывы о книге «Nada»

Обсуждение, отзывы о книге «Nada» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x