Antonio Tabucchi - Se está haciendo cada vez más tarde

Здесь есть возможность читать онлайн «Antonio Tabucchi - Se está haciendo cada vez más tarde» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Se está haciendo cada vez más tarde: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Se está haciendo cada vez más tarde»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Con esta novela epistolar -«una pequeña comedia humana de bolsillo» la define irónicamente su autor- Tabucchi renueva una ilustre tradición narrativa, si bien rompiendo sus códigos y pervirtiendo el género. Poco a poco nos damos cuenta de que algo «no funciona» en todas estas misivas: el paisaje parece desplazarse ante nuestros ojos, los tiempos se vuelven del revés, como si las cartas llegaran anticipadamente o con retraso respecto al propio mensaje que transmiten, como si los destinos de los hombres, según exige el Mito, siguieran sin encontrarse y las personas se extraviaran en el laberinto de sus breves existencias. Como si la vida fuera una película perfecta, pero cuyo montaje resultara totalmente equivocado.
El conjunto resulta un extraordinario recorrido por las pasiones humanas, donde el amor parece el ilusorio punto central, cuando en realidad no es más que el punto de fuga que nos conduce hacia las zonas más oscuras del alma. Ternura, sensualidad, nostalgia, diecisiete cartas de personajes masculinos a otras tantas figuras femeninas, en las que se tejen los hilos de una insólita trama narrativa hecha de círculos concéntricos que parecen ensancharse en la nada, pobres voces monologantes, ávidas de una respuesta que nunca llegará. A todas ellas responde, por último, una voz femenina distante e implacable, y al mismo tiempo rebosante de pena.

Se está haciendo cada vez más tarde — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Se está haciendo cada vez más tarde», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Se me ha vuelto a abrir solo ahora, aquella hendidura, después de tantos años. Y de ese modo me he puesto a pensar en las cosas que no hemos hecho, es un balance difícil pero necesario, a veces puede incluso dar una suerte de ligereza, como una satisfacción infantil y gratuita. Y por el mismo motivo, y con la misma satisfacción infantil y gratuita, consecuentemente me he puesto a pensar también en los libros que nunca escribí y que sin embargo te conté con la misma minuciosidad con la que no hicimos el viaje a Samarcanda. El último que no escribí, que además es el último que te conté, se llamaba Buscando acerca de ti y tenía como subtítulo «Un mandala». El subtítulo se refería a la búsqueda del personaje, en el sentido de que la suya es una trayectoria concéntrica, en espiral, y los personajes, como sabes, no eran míos, se los había robado a otra novela. Sabes, me había parecido casi insoportable que aquella novela desencantada y llena de alegres fantasmas se cerrara sin que los dos protagonistas, él y ella, consiguieran volver a encontrarse. ¿Sería posible que ese él en el que un ostentoso sarcasmo oculta en realidad una incurable melancolía, y esa ella tan generosa y apasionada ya no pudieran encontrarse, casi como si el autor hubiera querido burlarse de ellos y gozar con su infelicidad? Y además, pensaba yo, en realidad ella no había desaparecido en absoluto como el autor pretendía hacernos creer, no había salido en absoluto del paisaje; al contrario, en mi opinión estaba bien visible, justo en el centro de aquel cuadro, y no se veía precisamente porque estaba demasiado visible, oculta tras un detalle, mejor dicho, oculta bajo sí misma, como la carta robada de Poe. Por eso hacía yo que él se lanzara a la búsqueda de su amada, y círculo tras círculo, mientras los círculos se estrechaban cada vez más, al igual que en el mandala, él conseguía llegar hasta el centro, que además era el significado de su vida, es decir, volver a encontrarla. Era una novela un poco romántica, quizá demasiado, ¿verdad?, pero no es ése el motivo por el que no la escribí: en realidad aquella novela hubiera sido la obra maestra de entre todas mis novelas no escritas, la obra maestra del silencio que yo había escogido para toda la vida. Una pequeña obra maestra, quiero decir, nada de esos novelones monumentales que son la alegría de los editores y que jamás he pensado ni remotamente en no escribir; en resumen, algo pequeño, que no superara los diez capítulos, unas cien páginas, una medida áurea. En no escribirlo tardé cuatro meses exactos, de mayo a agosto, en verdad habría podido no escribirlo incluso antes, si hubiera tenido más tiempo disponible, pero mis días, entonces, estaban ocupados con cosas bien distintas, por desgracia. Lo acabé el diez de agosto. Me acuerdo de la fecha porque la noche de San Lorenzo siempre ha sido una noche especial para nosotros, para ti sobre todo, debido a los deseos que pueden expresarse mirando las estrellas fugaces que en ese momento llenan el cielo. Y además yo había ido a verte precisamente aquella noche, te acordarás, habían pasado esos cuatro meses en aquella casa de campo, con un calor húmedo que sofocaba la garganta y empapaba los huesos, tú me telefoneabas cada día y me preguntabas: ¿por qué no vienes?; ya te lo he dicho, te repetía, me he puesto a no escribir una novela complicada que me está haciendo sudar las penas del infierno más que el calor infernal de estos campos, mira, será estupendo, te lo aseguro, o quizá estrambótico, más estrambótico que yo, una criatura extraña como un coleóptero desconocido que ha quedado fosilizado sobre una piedra, en cuanto llegue te lo cuento.

Te lo conté aquella noche, en el balcón de la casa de la playa, mirando las estrellas fugaces que dejaban estelas blancas en el cielo nocturno. Recuerdo bien lo que me dijiste cuando hube terminado, pero no obstante tengo ganas de repetirte un capítulo. Aunque esta vez no te lo resumiré como hice aquella noche, te lo transcribiré como si lo estuviera copiando, porque naturalmente existe palabra por palabra en mi memoria, que se lo ha imaginado. En concreto no existe en ninguna otra parte, está claro. En resumen: no importa dónde, siempre que sea en ninguna parte. Y tú sabes cuánto me cuesta romper este pacto secreto conmigo mismo y hacer visibles y escritas, y por lo tanto presentes, palabras que sólo existían aéreas, ligeras, aladas e inalcanzables, y libres de ser no siendo, al igual que las ideas. Y qué perentorias se vuelven aquí en el papel, y casi vulgares y gruesas, con la irremediable arrogancia de las cosas que son. No importa, lo haré de todas formas: en el fondo tú también amabas las hendiduras entre las cosas, pero después elegiste la plenitud, y quizá hicieras bien, porque es una forma de salvación, o en todo caso de aceptación de lo que todos somos. Ah, que la vie est quotidienne!

Procuraré ahorrarte las descripciones y los pasajes narrativos. Jamás me gustaron cuando los escribía mentalmente, imaginémonos al escribirlos de verdad. Sólo la información necesaria: estamos en el capítulo octavo, y, buscándola a ella, él llega a un extraño lugar de los Alpes suizos, una comunidad de budismo zen, o algo parecido, porque ha intuido que ella probablemente se ha perdido en este tipo de indagaciones, que hoy podrían parecer New Age, pero que hace muchos años, cuando no lo escribí, no tenían en absoluto tal aroma. Y en ese lugar cena y pasa la noche, él también como peregrino en búsqueda de algo, lo que es verdad, por otra parte. Y durante la cena empieza a hablar con una señora que es su compañera de mesa. Es una mujer ya no demasiado joven, una francesa, el ambiente, como recordarás, es a la oriental, con música hindú tipo raga y comida hindú tipo gusthaba y albóndigas vegetarianas, detalle que te ahorro porque me parecen irritantes. Y la señora, en determinado momento, dice una extraña frase: que se encuentra allí porque ha perdido los confines. Y ahora tengo que entrecomillar, y no sabes cuánto lo siento.

«Aquí hay unas reglas, es cierto, pero las reglas hacen falta cuando se han perdido los confines, y además hay un motivo más práctico: en el fondo esto es un refugio.»

«¿Qué quiere decir cuando se han perdido los confines? No lo entiendo.»

«Lo comprenderá si seguimos hablando, pero mientras tanto lo mejor sería escoger la cena, si me lo permite, le ilustro el menú de esta noche.»

[Omissis…, la música cambió, ahora se oía un sonido de tambores. Omissis…]

«Perdóneme, pero me gustaría saber qué significa perder los confines.»

«Significa que el universo no tiene confines, y por eso estoy yo aquí, porque yo también he perdido mis confines.»

«¿Qué quiere usted decir?»

«¿Sabe usted cuántas estrellas hay en nuestra galaxia?»

«No tengo ni idea.»

«Aproximadamente, unos cuatrocientos mil millones. Pero en el universo que nos es conocido hay centenares de millones de galaxias, el universo no tiene confines.»

[La mujer encendió un cigarrillo hindú, de esos perfumados, hechos con una sola hoja de tabaco… Omissis…]

«Hace muchos años yo tenía un hijo, y la vida me lo arrebató. Lo había llamado Denis, y la naturaleza se comportó como una madrastra con él, sin embargo él tenía su propia forma de inteligencia. Y yo la entendía.»

[Omissis…]

«Lo quería como sólo puede quererse a un hijo. ¿Sabe usted cómo se quiere a un hijo? Mucho más que a uno mismo: así se quiere a los hijos.»

[Omissis…]

«Tenía su propia forma de inteligencia, y yo la había estudiado. Por ejemplo, habíamos encontrado un código, uno de esos códigos que no se enseñan en colegios para niños como mi Denis, pero que una madre es capaz de inventarse con su propio hijo, qué sé yo, golpear un vaso con una cucharilla, no sé si me explico, golpear un vaso con una cucharilla, tilín, tilín.»

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Se está haciendo cada vez más tarde»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Se está haciendo cada vez más tarde» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Antonio Tabucchi - The Edge of the Horizon
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi - The Woman of Porto Pim
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi - Tristano Dies - A Life
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi - Requiem - A Hallucination
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi - Letter from Casablanca
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi - Time Ages in a Hurry
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi - Pereira Maintains
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi - Indian Nocturne
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi - Tristano muere
Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi - Sostiene Pereira
Antonio Tabucchi
Отзывы о книге «Se está haciendo cada vez más tarde»

Обсуждение, отзывы о книге «Se está haciendo cada vez más tarde» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x