Nélida Piñon - Voces del desierto

Здесь есть возможность читать онлайн «Nélida Piñon - Voces del desierto» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Voces del desierto: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Voces del desierto»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Scherezade no teme a la muerte. No cree que el poder del mundo, representado por el Califa, consiga el exterminio de su imaginación.
Hace mil años Scherezade atravesó mil y una noches contando historias al Califa para salvar su vida y la de las mujeres de su reino.
Voces del desierto recrea los días de Scherezade y nos revela los sentimientos de una mujer entregada al arte de enhebrar historias cuyo hilo no puede perderse sin perder la vida.
En esta novela, Nélida Piñon reinventa la fascinación de Las mil y una noches y nos hace vivir las voces del desierto, de donde vienen y hacia donde van los sueños.

Voces del desierto — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Voces del desierto», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La impiedad de la escena, cuando es revivida, estremece al Califa. Aquella mujer, que había usurpado su honor y lo había lanzado al desasosiego, pasado tanto tiempo lo mantenía aún subyugado. Hasta el punto de arrepentirse de haberle concedido entonces muerte tan rápida. Si estuviese en sus manos, la reviviría a cualquier precio, sólo por el gusto de recibirla en confesión, de escuchar los pormenores sórdidos. Para que, terminando de enterrarla en la memoria, no restase en él un mínimo recuerdo de su vileza.

Pero ¿cuáles habrían sido sus últimas palabras, qué podría contarle capaz de apaciguar su indignación, de arrancarle la punta clavada en el pecho? ¿Existirían palabras, en la lengua de los hombres, que justificasen tal traición, la quiebra de la confianza? ¿O le faltaron a la mujer, inmersa en esa zona de penumbra en la cual había sido reina y esclava al mismo tiempo, condiciones para elegir entre el bien y el mal, lo nefando y lo sagrado? En la antesala de la muerte, ¿habría la última palabra de la mujer borrado para siempre su silueta de modo que, al final de su dramático discurso, no restase en él más que una sombra desvaída?

25.

El Califa le impone la tiranía de los días que siguen. La materia del tiempo la envejece, transforma a Scherezade en un ser diferente a cada segundo. Se mira en el cristal que le trae Jasmine y comprueba la mirada desolada. Sujeta al implacable misterio temporal que rige su cerebro, afronta, junto a Dinazarda, la elocuencia de la ampolleta, los granos de arena que martirizan el corazón, para no zozobrar.

Bajo el fulgor de las piezas valiosas que hay alrededor, que reverberan con los primeros rayos solares, Scherezade tiene ganas de llorar, pero se resiste a que le roben la ilusión. Prisionera de aquel mausoleo, adquiere la dimensión trágica de los minutos que se escurren sin conmiseración ni rescate, y que piden llevarla a la muerte en breves segundos. Su única salvación consiste en engendrar pausas, intervalos, interrupciones, cortes, en defensa de una historia que respire hasta el amanecer.

Para controlar, sin embargo, la frecuencia con que los minutos laten en la frente, consulta a su hermana y a la esclava, ambas expresivas en su defensa. Scherezade pide poco de ellas, ansía solamente un epicentro irradiador que la reconforte, la advierta de sus debilidades, qué hacer exactamente con el maldito enredo que ahora tiene en sus manos.

La muerte inminente de la hermana es un conflicto para Dinazarda, evita mirarla, simula indiferencia. Con el gesto pretende que el Califa se conduela de Scherezade y la juzgue desamparada por su propia familia, que ella representa en aquellos aposentos. Pero, para su disgusto, el soberano no registra su desamor por Scherezade. Absorto ante el despliegue de una realidad enojosa, el Califa no retiene la llave de la felicidad.

La estrategia de Dinazarda falla. Había sido ingenua al contar con la solidaridad del Califa, cuya indiferencia era proverbial. Mientras Jasmine se desvela en cuidados, su esfuerzo en ese momento es evitar que Scherezade, mientras narra, flaquee por el cansancio, por lo avanzado de la hora. Pero, sorbiendo a tragos la tisana de limón ligeramente calentada, donde flotan dos pétalos simbólicos, servida por la esclava, ¿acaso Scherezade se recobra, se anima? ¿O sigue exigiendo que le susurren al oído la creencia en su ardiente talento, y le proclamen que, por iniciativa de Alá, disponen hoy, otra vez, de la palabra fervorosa y de un cuerpo armónico?

Scherezade transforma la mueca del rostro en sonrisa. Nada la protege del sacrificio inminente. Siempre había sabido de los riesgos de la empresa, que para salvarse convenía entretener al Califa con un episodio lleno de sobresaltos, inyectar en él ingredientes de su inventiva, la insignia de su imaginación. Se sabe dueña de una fantasía insolente, de riendas sueltas, que vale sofrenar para conciliar mejor los intereses antagónicos de la historia en cuestión. Cualquier imprudencia, al dar demasiada relevancia a escenas condenadas de antemano por el Califa, redunda en su condenación.

Entre las paredes de los aposentos, que nunca abandona, Scherezade vive el conflicto de servir a la vida y a la muerte. En contumaz competición, una y otra alcanzan el paroxismo del respectivo esplendor a las primeras señales de la alborada.

Al salir vencedora cada mañana, ella vive la tregua de las escasas horas ganadas a la muerte en medio del torbellino de las emociones. Una prórroga debida a la destreza de su narración, pero que, en contrapartida, sacrifica el proyecto inicial, ya en marcha.

Forzada, de repente, a resucitar detalles enterrados en la memoria, teniendo siempre en vista seducir al implacable amante, Scherezade enriquece el filón de los relatos con un celo intransigente. Para este fin, lanza un personaje en el lecho del otro, aunque no haya amor, ni lo motive la pasión. Sabe que en algún lugar del cuerpo de Simbad hay una memoria que pronto responde al deseo y lo convierte en un amante perfecto. Él simula el amor como si amase.

26.

¿Acaso este ilustre abasí ansía un plato de lentejas en el que floten trozos de cierto carnero que, antes de ser abatido, había sorprendido el fulgor de la luz al brillar en la arena ardiente del desierto? ¿O requiere la mirada complaciente de una mujer que, en vez de envenenarlo con la fuerza del resentimiento, lo nutra con la leche materna?

El Califa jamás había indagado los motivos de que Scherezade fuese espontáneamente a su encuentro, exponiéndose a la crueldad de sus actos. Prescinde de explicaciones que, en general, terminan por exponer sus propias debilidades. Actúa al contrario de Harum al-Rashid, el noble antepasado que, de tanto necesitar de la verdad y la mentira, iba al mercado disfrazado de alfarero, de mendigo, de mercader, forzando a los súbditos a que denunciasen su prepotencia y sus errores.

Pronto el soberano había aprendido la fuerza corrosiva nacida de hombres y animales. El diálogo entre criaturas que, sin la menor justificación, adopta un rumbo dañino. En el curso de un simple intercambio de ideas, exponiéndose fatalmente a la debilidad de uno de los interlocutores. En el caso de un Califa, la concesión de intimidad, fuera a quien fuese, mina la esencia del poder, que parece reposar en la reclusión absoluta de su alma.

Los aposentos ofrecen a Scherezade la única geografía a su alcance. Mejor que nadie, ella entiende los intersticios de aquella grey imperial, erigida a la sombra del Profeta. De cómo ellos consolidaron su irresistible atracción por el trono a través de los diversos soberanos. Y mientras el día transcurre, y cumple, tensa, los detalles de la vida cotidiana, allí representados por Dinazarda y Jasmine, ella evoca la sagacidad del Califa, el recorrido de las ponderaciones monosilábicas de un hombre que no conoce otra expresión de la vida que la que viene intermediada por el poder.

Como prisionera del Califa, el jardín le parece inaccesible. Cuando siente que pierde Bagdad de vista, la inventa para tenerla de vuelta, como si Fátima, aún hoy, la condujese por las callejuelas estrechas, que ganan realce cuando comienza a ponerse el sol. A despecho de las condiciones adversas que le impiden el vuelo y la hacen imaginarse un pájaro con un alfiler clavado en el ala, hay vida que late en su entorno. Las esclavas ríen, olvidadas de que la princesa las observa. Gracias a estas jóvenes, el jadear de la existencia alienta a Scherezade y la ayuda a dar combate a la fragancia de la muerte que se desliza por las alfombras, faltándole poco para abrazarla.

Al caer la noche, el Califa vendrá enseguida. Él es sensible al reloj, jamás se retrasa. No perdona a quien desconsidera el valor del tiempo, aunque sea por unos minutos. Fiel a este atributo, él asoma en la curva del corredor, precedido por la diligente falange de guerreros. Por disposición protocolar, el heraldo responde de sus desplazamientos. Relevante figura en la corte, anuncia de lejos la aproximación del monarca, dando tiempo a las hijas del Visir, que no están exentas de este deber, de postrarse sobre el suelo de mármol, antes de que el soberano, erguido a pesar del cuerpo cansado, cruce el portal.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Voces del desierto»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Voces del desierto» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Voces del desierto»

Обсуждение, отзывы о книге «Voces del desierto» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x