Del otro lado del espejoLa narrativa fantástica peruana
José Güich Rodríguez • Carlos López Degregori • Alejandro Susti Gonzales
Colección Investigaciones
Del otro lado del espejo. La narrativa fantástica peruana Primera edición digital, octubre de 2016
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Versión ebook 2017
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ISBN versión electrónica: 978-9972-45-365-6
Proemio
Introducción
Del otro lado del espejo: lo fantástico o el reino de la transgresión
Alejandro Susti
Primera parte. Modernismo y Vanguardia
Claves secretas del romanticismo en la narrativa de Clemente Palma
José Güich Rodríguez
“Entre las paredes de la celda”: una revaloración de Escalas de César Vallejo
Alejandro Susti
Abraham Valdelomar y lo fantástico: una identidad esquiva
Carlos López Degregori
Segunda parte. Cuatro autores de los cincuenta
Los meandros fantásticos de José Durand
José Güich Rodríguez
La encrucijada de lo fantástico: los primeros cuentos de Julio Ramón Ribeyro
Alejandro Susti
Minimalismo fantástico en El avaro de Luis Loayza
José Güich Rodríguez
Espejos y descentramientos: la narrativa fantástica de Mejía Valera
Carlos López Degregori
Tercera parte. De los sesenta a los noventa: cinco espejos y visiones
La ironía como eje de lo fantástico en la escritura de José B. Adolph
José Güich Rodríguez
Parodia e ironía en “Las memorias de Drácula” de Rodolfo Hinostroza
Alejandro Susti
Los universos hipertextuales en la narrativa de Harry Belevan
José Güich Rodríguez
Los periplos eternos de Carlos Calderón Fajardo
José Güich Rodríguez
Mundos vagamente humanos: la narrativa de Enrique Prochazka
Carlos López Degregori
Proemio
Modernismo, Vanguardia y Generación del Cincuenta
En numerosas ocasiones, se ha afirmado con poca exactitud que la poesía peruana de la Generación del Cincuenta se escinde en dos grandes vertientes identificadas con los rótulos de “poesía pura” y “poesía social”. La primera, heredera de las vanguardias, se caracterizaría por la experimentación, la conciencia del poema como realidad formal y la búsqueda de lo esencial; la segunda, en cambio, vinculada a los presupuestos del social realismo y el compromiso político, desarrollaría una poesía situada y abocada a la representación crítica de la realidad. Esta distinción es esquemática y poco fiable, pues cualquier poema valioso posee, en mayor o menor medida, esta doble identidad; por ello, Marco Martos ha querido reformularla proponiendo una dicotomía que opone los poetas aristotélicos a los poetas platónicos. Con esta distinción se aminoran los componentes políticos e ideológicos, vinculados a una famosa polémica desarrollada en la literatura peruana en los años cincuenta, para privilegiar una actitud ante la realidad. Los primeros desarrollarían una poesía idealista y volcada a una dimensión o bien trascendente o bien interior; los segundos, en cambio, buscarían una poesía definida por su capacidad para representar la realidad contingente. Es factible extender esta distinción a los narradores para evaluar, en el proceso de la narrativa peruana del siglo XX, la presencia de una forma de ficción que propone universos en los que cobran fuerza dimensiones imaginarias e irracionales. Podría reconocerse, pues, una amplia corriente de aliento realista que ha ofrecido múltiples modulaciones, en contraposición a otra línea de corte experimental y fantástico. Esta doble actitud ha estado presente, con intermitencias a todo lo largo del siglo XX, con la salvedad de que la primera ha terminado escamoteando el reconocimiento y el valor de la segunda.
Hasta los años ochenta, hubo una mirada casi unánime en la crítica que resaltaba la preferencia de nuestros narradores por el realismo y la actitud crítica ante la realidad. El paradigma de las décadas de los veinte, treinta y cuarenta fue el indigenismo, para ceder su lugar preponderante al neoindigenismo y neorrealismo, vinculados a las transformaciones de la sociedad y la ciudad de Lima, en las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta. En ambos casos se trataba de ofrecerle al lector microcosmos ficcionales dotados de un valor mimético y testimonial, cuya fuerza narrativa residía en la capacidad de representar en sus situaciones y personajes, el complejo sistema de tensiones que sostiene la sociedad peruana. Novelas totales como El mundo es ancho y ajeno, Todas las sangres, La casa verde o Conversación en La Catedral se convirtieron así en los signos mayores de ese compromiso realista. “La letra viene de la sangre y la vida, con el ritmo y las experiencias del creador”, afirmaba Ciro Alegría (1991) en “Novela de mis novelas”, y añadía inmediatamente: “Si es arte el mío y si en arte es una virtud la sinceridad, yo la reclamo” 1. Podemos entender “sinceridad” como “verdad” y esta como trasposición fidedigna de la realidad. Hay, pues, en las palabras de Ciro Alegría un reclamo de la “verdad” en el tejido de la narrativa, pues la ficción es coherente en tanto es capaz de representar artísticamente el mundo que nos rodea. Pero el dominio de este paradigma no ha significado la inexistencia de otras propuestas ficcionales desvinculadas de los cánones realistas; es más, ellas han existido no como excepciones o propuestas insulares, sino como una constante que ha ido creciendo en el tiempo para forjar su propia identidad y tradición.
Le corresponde a Harry Belevan el primer esfuerzo sistemático para explorar el hilo fantástico en nuestra narrativa. Su Antología del cuento fantástico peruano (1975) es ya un texto clásico que demuestra la existencia en nuestra literatura de “una línea de expresión fantástica y no como un componente de casos aislados, sino, inclusive, como una tradición perfectamente definible” (p. XLVIII). Ya en la década del ochenta, empieza el reconocimiento crítico de esta tradición como un corpus significativo en el proceso de la narrativa peruana del siglo XX.
Uno de los primeros trabajos que busca ofrecer una perspectiva integral de nuestra ficción es el artículo “La narrativa peruana después de 1950” de Ricardo González Vigil (1984). Si bien el autor explica que eligió 1948 como fecha límite (en ese año Carlos Eduardo Zavaleta publicó El cínico ) para observar la renovación de nuestra narrativa, su análisis incorpora la revisión de numerosos autores y obras anteriores a este límite.
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