Claudia Piñeiro - Betibú

Здесь есть возможность читать онлайн «Claudia Piñeiro - Betibú» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Betibú: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Betibú»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando parece que la tranquilidad ha vuelto a reinar en el country La Maravillosa, Pedro Chazarreta aparece degollado, sentado en su sillón favorito, con una botella de whisky vacía a un costado y un cuchillo ensangrentado en la mano. Todo hace suponer que se trata de un suicidio. Pero pronto aparecen las dudas. ¿Acaso algún justiciero habrá querido vengar la muerte de la mujer del empresario, asesinada tres años antes en esa misma casa? ¿Será ésta la última muerte?
El Tribuno, uno de los diarios más importantes del país, deja de lado por unos días su enfrentamiento con el gobierno para cubrir a fondo la noticia. Al escenario del crimen, envía a Nurit Iscar, una escritora retirada, y a un periodista joven e inexperto. Y aunque el antiguo jefe de la sección Policiales, Jaime Brena, ha sido desplazado por sacar los pies del plato, decide involucrarse en el caso y ayudar a su reemplazante y a Nurit, a quien admira en secreto.

Betibú — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Betibú», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En el viaje a lo largo de la Panamericana hablaron de fútbol, del diario, del retiro voluntario en el que probablemente Jaime Brena se anotará, de José de Zer, de Karina Vives -¿me parece a mí o la chica te calienta?, le preguntó Brena; el pibe se hizo el tonto y apenas contestó: es una linda chica pero muy antipática, a lo que Brena dijo: hay que saberla llevar-, de Pedro Chazarreta, de Lorenzo Rinaldi y de Nurit Iscar. El tráfico de ese sábado al mediodía era intenso y Brena le tuvo que pedir al pibe que no frenara tan pegado al auto de adelante si no quería que le vomitara el tapizado. Bajaron de la Panamericana dos puentes antes del que correspondía a la salida de La Maravillosa, les costó más de un intento retomar la autopista y salir en el correcto, pero finalmente lo lograron. Pensar que hay gente que hace este viaje todo los días, dijo el pibe, están locos. No los subestimes, pertenecer tiene sus privilegios, como diría American Express, le contestó Brena.

Por fin es el turno de ellos, documento, foto, registro, seguro del auto, baúl otra vez -“pero si ya lo miraron”, “ah, disculpe”- y entran en La Maravillosa. Jaime Brena, de inmediato, reconoce el camino, esa calle bordeada por árboles a un lado y al otro, donde las ramas más altas se tocan en las copas formando un túnel verde por el que se filtra el sol del mediodía. De eso se acordaba bien, de ese túnel verde. Brena baja la ventanilla y se desabrocha el cinturón de seguridad. Carga sus pulmones de aire. ¿Conocías este lugar?, le pregunta al pibe. No, éste no, le contesta. Yo hace más de un año que no entro, pero está todo igual que cuando vine a entrevistar a Chazarreta. O parece todo igual; de hecho, ya no está él. En aquel entonces seguía implicado en la causa por la muerte de su esposa. Desde la primera pregunta me quiso manipular, intentó que la entrevista se convirtiera en una gacetilla de prensa a su favor. Un tipo difícil, frío, calculador, calmo y muy inteligente. ¿Y vos qué pensás?, le pregunta el pibe. ¿De aquella muerte? Sí. Que la mató él o que la mandó matar; o por lo menos que el tipo sabía quién la mató y por qué, pero definitivamente él era responsable de esa muerte. El pibe de Policiales frena y deja pasar a una madre y a su hija que quieren cruzar la calle subidas arriba de rollers que no dominan ninguna de las dos. ¿Sabés qué le dijo Chazarreta al operador del servicio de ambulancias al que llamó después de descubrir a su mujer muerta? No, dice el pibe. Está grabado, yo escuché la cinta, dijo: Por favor, vengan urgente al lote 23 de La Maravillosa, mi mujer venía caminando distraída, se patinó por la humedad del piso, se llevó una puerta de vidrio por delante, se cortó el cuello y está desangrándose. ¿Podés creer? Una frase demasiado larga y elaborada para alguien que tendría que estar en estado de shock, dice el pibe. Y una frase con la que pretende llevar al otro a concluir lo que él quería que concluyera: que todo fue un lamentable accidente, explica Brena. Además, a menos que hubiera tocado el cadáver, y él en sus primeras declaraciones dijo que no lo hizo sino hasta que llegaron los médicos, no podía saber que el corte era en el cuello porque su mujer estaba boca abajo. ¿Y por qué lo sobreseyeron, entonces? Nunca lo voy a terminar de entender. El fallo dice que las pruebas no eran “concluyentes”, y yo sólo con esto que te conté lo condenaría. Pero claro, yo no soy juez.

Un carro a batería que marcha delante de ellos hace que el pibe de Policiales tenga que bajar la velocidad. En el carro va una pareja que lleva detrás dos bolsas con palos de golf, los del hombre un poco más altos que los de la mujer. Uno de los palos de la mujer tiene puesto en la punta una especie de funda corta que representa la cabeza orejuda de un perro de peluche. Brena los mira y dice: Hay otra vida, ¿no? Hay otra vida, sí, hay muchas otras vidas, le contesta el pibe, el asunto es estar viviendo la que uno quiere vivir. Así es, confirma Brena, se lo queda observando un instante y luego agrega: Al final, no eras tan pelotudo vos. El pibe de Policiales lo mira exagerando su sorpresa por el comentario, Brena se ríe. Es un chiste, pibe, no sos pelotudo, te falta calle nomás, y hablando de eso, ¿querés seguir con tu entrenamiento? Sí, estoy listo para pasar a la nueva lección, ya sé todo de José de Zer, de Fuerte Apache y de sus ovnis. ¿De quién me ocupo ahora? De Enrique Sdrech, a Enrique Sdrech lo tenés que conocer. Sí, vi algún informe viejo que cada tanto pasan en la televisión. Un informe no alcanza para conocer a Sdrech, tenés que investigar más, por ejemplo, tenés que saber que le balearon la casa con una Itaka en el 92, ¿o lo sabías? No. Bueno, conseguite un libro de él: Giubileo, un caso abierto. ¿Te acordás del caso Giubileo, no? Más o menos, dice el pibe para no reconocer que no tiene ni idea de qué le habla. Más o menos, repite Brena, mi Dios, una médica que desapareció de la faz de la Tierra sin dejar rastro en el 85. ¿Cuántos años tenías vos en el 85? No había nacido, contesta el pibe. Que lo parió, dice Brena, que lo parió, y se queda mirando un rato por la ventana. No habías nacido, repite con la vista perdida en el campo de golf que aparece a su derecha. Y luego sigue: La doctora Giubileo desapareció en la Colonia Montes de Oca, un neuropsiquiátrico también conocido como Open Door, donde después se supo que traficaban órganos y usaban a los pacientes de cobayos para probar drogas nuevas. En fin, una trágica historia más, no resuelta. A Sdrech este caso lo obsesionaba. Y todos los casos no resueltos: Oriel Briant, Jimena Hernández, Norma Mirta Penjerek. Muchas mujeres para las que no hubo justicia. Era un apasionado. Y un gran lector. ¿Sabés qué aprendí de él? Que las notas policiales no se arman como las de otras secciones, nunca se pone en el copete un dato jugoso, una revelación, eso se deja para el final, como si fuera un cuento.

Tres chicos en bicicleta ocupan toda la calle y no se muestran dispuestos a correrse. El pibe de Policiales espera, no se atreve a tocarles bocina; no parece que eso, tocar bocina, sea un código del lugar. Me da la sensación de que creen que son dueños de la calle, dice el pibe. Son dueños de la calle, o lo van a ser, corrige Brena. Uno de los chicos se va hacia la banquina y se cae, los otros se corren a un costado para ayudarlo, el pibe de Policiales aprovecha el hueco que dejan y los pasa. ¿Se habrá lastimado?, pregunta el pibe. Problema de la madre, contesta Brena. Hacen una o dos cuadras más en silencio y luego el pibe de Policiales se atreve a preguntar: ¿Y a vos qué te obsesiona, Brena? Jaime Brena lo mira sin saber si entendió bien la pregunta. Como Sdrech, como De Zer, vos también debés tener algo que te obsesiona en tantos años de carrera. ¿A mí qué me obsesiona?, ya no sé, hace muchos años me quería parecer a Rodolfo Walsh, ¿sabés?, él era mi modelo, no sé si mi obsesión pero sí mi modelo. Después entendí que no me daba el piné para querer ser como él. Ni a mí ni a nadie, hoy en este país no hay quien se pueda parecer a Rodolfo Walsh. ¿Por qué? Porque Walsh, antes que periodista, antes que escritor, antes que ninguna otra cosa, era un revolucionario, y el periodismo ya nada tiene que ver con la revolución. Nos aburguesamos, pibe. Sacamos panza, con ciertas limitaciones hacemos lo que nos piden, cobramos un sueldo a fin de mes, zafamos como podemos. Y hay algunos caraduras que se las dan de arriesgados porque critican al Presidente o a los medios. O al Presidente y a los medios. ¿Walsh habrá tenido miedo? Yo, en su lugar, habría tenido. Hoy, popes del periodismo o “intelectuales” entre comillas hablan con suficiencia desde sus escritorios, muchas veces instalados en sus casas o donde están de vacaciones. Y se creen importantes porque son “formadores de opinión”. Pero el asunto es cómo formás esa opinión, qué valores respetás y qué escrúpulos tenés. Muchos de ellos dan como verdades irrefutables lo que no es más que su propia opinión. O la de otros para los que ellos trabajan. Cuando un periodista se aparta de la información para dar su opinión, sólo es honesto si aclara qué está haciendo. Se puede opinar, pero no se puede pasar opinión por información. La ideología burguesa pretende pasar como natural o normal los intereses de clase. ¿Me fui al carajo, pibe? No, no, le contesta el pibe de Policiales. Jaime Brena sigue: Mierda, nada comparable con escribirle una carta a la Junta Militar y saber que al día siguiente van a venir por vos. Eso era Rodolfo Walsh. ¿Quién sería la Junta, hoy? ¿El Presidente o los grupos de poder que te pagan el sueldo? Ninguno de los dos. Si no estás de acuerdo con la línea editorial del diario para el que trabajás, ¿qué tenés que hacer?, ¿escribir en su misma línea o renunciar?, ¿hay margen para una tercera opción? No sé. El que responde con convicción a estas preguntas, miente. Somos todos demasiado maricones para parecernos a Walsh, pibe. Pero no me hagas caso, tomalo como la sanata de un viejo, tu generación no se hace estos planteamientos. Si cuando desapareció la doctora Giubileo, vos ni habías nacido. Increíble, pibe. Vos tratá de ser un buen periodista de Policiales, salí a la calle y escribí bien, que se entienda, que tenga garra, que atrape. Y sin faltas de ortografía, que eso, hoy por hoy, ya es mucho pedir.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Betibú»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Betibú» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Claudia Casper - The Mercy Journals
Claudia Casper
Claudia Piñeiro - Las Viudas De Los Jueves
Claudia Piñeiro
Claudia Piñeiro - Tuya
Claudia Piñeiro
Claudia Wagner - Kochen mit Claudia
Claudia Wagner
Gonzalo Javier Rubio Piñeiro - Capacidades del Sistema de Inteligencia ruso.
Gonzalo Javier Rubio Piñeiro
Caridad Piñeiro - Fury Calls
Caridad Piñeiro
Caridad Piñeiro - Soldier's Secret Child
Caridad Piñeiro
Caridad Piñeiro - Night of the Cougar
Caridad Piñeiro
Caridad Piñeiro - Secret Agent Reunion
Caridad Piñeiro
Ana María Suárez Piñeiro - Roma antigua
Ana María Suárez Piñeiro
Отзывы о книге «Betibú»

Обсуждение, отзывы о книге «Betibú» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x