Fernando Pessoa - Libro del desasosiego de Bernardo Soares

Здесь есть возможность читать онлайн «Fernando Pessoa - Libro del desasosiego de Bernardo Soares» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Классическая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Libro del desasosiego de Bernardo Soares: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Libro del desasosiego de Bernardo Soares»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El libro del desasosiego, que presentamos traducido íntegramente por vez primera en lengua castellana, nació en 1913 y Pessoa trabajó en él durante toda su vida. Esta es una obra inacabada e inacabable: un universo entero en expansión cuya pluralidad -literaria y vital-es infinita.

Libro del desasosiego de Bernardo Soares — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Libro del desasosiego de Bernardo Soares», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать
340 El Comandante

Nada hay que tan íntimamente revele, que tan completamente interprete la substancia de mi infortunio nato como el tipo de devaneo que, en verdad, más acaricio, el bálsamo que con más íntima frecuencia escojo para mi angustia de existir. El resumen de la esencia de lo que deseo es sólo esto: dormir la vida. Quiero demasiado a la vida para que la pueda desear vivida; quiero demasiado no vivirla para tener respecto a la vida un anhelo demasiado importuno.

Así, es éste, que voy a dejar escrito, el mejor de mis sueños preferidos. Por la noche, a veces, con la casa tranquila porque los dueños hayan salido o se callen, cierro las vidrieras de mis ventanas, las tapo con las pesadas contraventanas; […] en un traje viejo, me retrepo en la silla profunda, y me fijo en el sueño de que soy un comandante retirado en un hotel de provincias a la hora de después de la cena, cuando éste sea, con otro más sobrio, el comensal lento que se ha quedado sin motivo.

Supongo que he nacido así. No me interesa la juventud del comandante retirado, ni los destinos militares por los que ha ascendido hasta este anhelo mío. Independientemente del Tiempo y de la Vida, el comandante que me supongo no es posterior a ninguna vida que haya tenido, no tiene ni ha tenido parientes; existe eternamente en ese vivir [330]de ese hotel provinciano, cansado ya de conversaciones sobre anécdotas que le sucedieron con los compañeros en la dilación.

8-10-1919.

341

Por escalones de sueños y cansancios míos baja de tu irrealidad, baja y ven a substituir al mundo.

342

Nada pesa tanto como el afecto ajeno -ni el odio ajeno, puesto que el odio es más intermitente que el afecto; siendo una emoción desagradable, tiende, por instinto de quien la siente, a ser menos frecuente. Pero tanto el odio como el amor nos oprime; ambos nos buscan y procuran, no nos dejan (solos).

Mi ideal sería vivirlo todo en plan de novela, reposando en la vida -leer mis emociones, vivir mi desprecio de ellas. Para quien tenga la imaginación a flor de piel, las aventuras de un protagonista de novela son emoción propia suficiente, y más, porque son suyas y nuestras. No hay gran aventura como haber amado a Lady Macbeth con amor verdadero y directo; ¿qué hacer quien no ha amado así sino, por descanso, no amar en esta vida a nadie?

No sé qué sentido tiene este viaje que he sido forzado a hacer, entre una noche y otra noche, en compañía del universo entero. Sé que puedo leer para distraerme. Considero a la lectura como el modo más sencillo de entretener este, lo mismo que otro, viaje; y, de vez en cuando, levanto los ojos del libro donde estoy sintiendo verdaderamente y veo, como un extranjero, el paisaje que huye -campos, ciudades, hombres y mujeres, afectos y añoranzas- y todo esto no es para mí más que un episodio de mi reposo, una distracción inerte en la que descanso los ojos de las páginas demasiado leídas.

Sólo lo que soñamos es lo que verdaderamente somos, porque lo demás, por estar realizado, pertenece al mundo y a todo el mundo. Si realizase algún sueño, tendría celos de él, pues me habría traicionado con el dejarse realizar. He realizado todo cuanto he querido, dice el débil, y es mentira; la verdad es que ha soñado proféticamente todo cuanto la vida ha realizado de él. Nada realizamos. La vida nos arroja como una piedra y vamos diciendo por el aire «Por aquí voy moviéndome».

Sea lo que sea este interludio mimado bajo el proyector del sol y las lentejuelas de las estrellas, no duele por cierto saber que es un interludio; si lo que está más allá de las puertas del teatro es la vida, viviremos; si es la muerte, moriremos, y la pieza nada tiene que ver con eso.

Por eso, nunca me siento tan cerca de la verdad, tan sensiblemente iniciado, como cuando en las raras veces que voy al teatro o al circo: sé entonces que por fin estoy asistiendo a la perfecta figuración de la vida. Y los actores y las actrices, los payasos y los prestidigitadores son cosas importantes y fútiles, como el sol y la luna, el amor y la muerte, la peste, el hambre, la guerra, en la humanidad. Todo es teatro. Ah, ¿quiero la verdad? Voy a seguir con la novela…

15-5-1932.

343

Como todo individuo de gran movilidad mental, tengo un amor orgánico y fatal a la fijación. Abomino la vida nueva y el lugar desconocido.

344

La vida es un viaje experimental, hecho involuntariamente. Es un viaje del espíritu a través de la materia y, como es el espíritu quien viaja, es en él donde se vive. Hay, por eso, almas contemplativas que han vivido más intensa, más extensa, más tumultuosamente que otras que han vivido externas. El resultado lo es todo. Lo que se ha sentido ha sido lo que se ha vivido. Uno se recoge de un sueño como de un trabajo visible. Nunca se ha vivido tanto como cuando se ha pensado mucho.

Quien está en el rincón de la sala baila con todos los bailarines. Lo ve todo y, porque lo ve todo, lo vive todo. Como todo, en súmula y ultimidad, es una sensación nuestra, tanto vale el contacto con un cuerpo como su visión o, incluso, su simple recuerdo. Bailo, pues, cuando veo bailar. Digo, como el poeta inglés, al narrar que contemplaba, tumbado en la hierba, a tres segadores: «Un cuarto está segando, y ése soy yo».

Viene todo esto, que va dicho como va sentido, a propósito del gran cansancio, aparentemente sin causa, que ha descendido hoy súbitamente sobre mí. Estoy, no sólo cansado, sino amargado, y la amargura es también desconocida. Estoy, de tan angustiado, al borde del llanto -no de lágrimas que se lloran, sino que se reprimen, lágrimas de una enfermedad del alma, que no de un dolor sensible.

¡Tanto he vivido sin haber vivido! ¡Tanto he pensado sin haber pensado! Pesan sobre mí mundos de violencias paradas, de aventuras tenidas sin movimiento. Estoy harto de lo que nunca he tenido ni tendré, tedioso de dioses por existir. Llevo conmigo las heridas de todas las batallas que he evitado. Mi cuerpo muscular está molido del esfuerzo que no he pensado en hacer.

Empañado, mudo, nulo… El cielo alto es el de un verano muerto, imperfecto. Lo miro como si no estuviese allí. Duermo lo que pienso, estoy echado andando, sufro sin sentir. Mi gran nostalgia lo es de nada, es nada, como el cielo alto que no veo, y que estoy mirando impersonalmente.

26-3-1932.

345

Todos aquellos incidentes desgraciados de nuestra vida en los que hemos sido o ridículos, o despreciables, o embarazosos, considerémoslos, a la luz de nuestra serenidad íntima, como incomodidades de viaje. En este mundo, viajeros, voluntarios o involuntarios entre nada y nada o entre todo y todo, somos solamente pasajeros que no deben dar demasiado relieve a los percances del recorrido, a las contundencias de la trayectoria. Me consuelo con esto, no sé si porque me consuelo, si porque hay en esto algo que me consuele. Pero la consolación ficticia se me vuelve verdad si no pienso en ella.

Además, ¡hay tantas consolaciones! Existe el cielo alto, limpio y sereno, donde flotan siempre nubes imperfectas. Existe la brisa leve, que agita las ramas duras de los árboles, si es en el campo; que hace oscilar las ropas tendidas, en los cuartos pisos, o quintos, si es en la ciudad. Existe el calor o el fresco, si los hay, y siempre, en el fondo, viene […] con su nostalgia, o su esperanza, y una sonrisa de magia a la ventana del mundo, lo que deseamos llamando a la puerta de lo que somos, como mendigos que son el Cristo.

23-12-1933.

346

La idea de viajar me provoca náuseas.

Ya he visto todo lo que nunca había visto.

Ya he visto todo lo que todavía no he visto.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Libro del desasosiego de Bernardo Soares»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Libro del desasosiego de Bernardo Soares» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Libro del desasosiego de Bernardo Soares»

Обсуждение, отзывы о книге «Libro del desasosiego de Bernardo Soares» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x