David Camus - La espada de San Jorge

Здесь есть возможность читать онлайн «David Camus - La espada de San Jorge» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La espada de San Jorge: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La espada de San Jorge»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una fascinante aventura épica en el siglo XII de las grandes sagas.
Cuando aún es un niño, el intrépido Morgennes es testigo del asesinato de toda su familia. Más tarde, tras pasar unos años en el Monasterio de Troyes, donde da muestras de gran inteligencia, parte con su amigo Chretien en busca de aventuras. En Bizancio, tras superar la iniciación, será armado caballero. Y ya en Jerusalén deberá volver a probarse a sí mismo enfrentándose al mundo de la memoria y al de los muertos, a las sombras y a los recuerdos…
Una recreación histórica apasionante de los tiempos de la caballería, el honor y la devoción por la causa.
Una historia muy intensa, que no decae en ningún momento: héroes caballerescos, búsqueda de reliquias, el contexto histórico de las cruzadas y los templarios, todo ello acompañado de grandes dosis de fantasía y acción sin límite.

La espada de San Jorge — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La espada de San Jorge», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Morgennes se detuvo y se volvió hacia Dodin.

El desgraciado parecía un miserable insecto, un guiñapo a punto de ser triturado, aplastado. Se diría que estaba esperando el golpe fatal. ¿Quería morir?

– ¿No lo has comprendido aún? -le preguntó Morgennes.

– No, sigo sin comprenderlo. Y yo también soy como tú. Necesito saber.

Dodin, con la cabeza rodeada de una nube de mosquitos, tenía los ojos rojos, bordeados por grandes cercos negros, y su camisa estaba empapada de sudor.

– Al igual que no maté a Galet -dijo Morgennes-, no te mataré a ti. Pero si se me presentara la oportunidad de salvarte, no lo haría. Tu Dios se encargará de eso.

– ¡Estás loco! Creía que éramos amigos. ¿Aún me guardas rencor por la babucha que te cogí en el Krak de los Caballeros? ¡Creía que era una historia olvidada!

– ¿Olvidada? Eso es fácil de decir. De todos modos no se trata de eso.

– Entonces, ¿de qué?

Mientras Dodin le escuchaba con los ojos muy abiertos, Morgennes se lo contó todo: su infancia, la llegada del invierno y de los cinco caballeros, la travesía del río helado, y luego la muerte de su padre y de su hermana. Al acabar el relato, estaba tan sudoroso como Dodin. Este último había escuchado con atención, y cuando Morgennes hubo acabado, exclamó:

– ¡Hace tanto tiempo de esto! Casi lo había olvidado. Pero sí, es cierto. Estaba allí, lo confieso.

Parecía cansado, abatido, y ni siquiera trataba de espantar a los mosquitos que le atacaban.

– Queda tan lejos -continuó-. Hará unos treinta años. Hacia 1146. Mis camaradas y yo nos dirigíamos a Tierra Santa, para combatir al lado de Luis VII. Sagremor el Insumiso, Galet, Jaufré Rudel, Reinaldo de Châtillon y yo mismo.

– ¿Sagremor el Insumiso, el Caballero Bermejo, estaba con vosotros?

Dodin inclinó la cabeza, mirándose los pies, ocultos por las altas hierbas.

– ¿Y Jaufré Rudel, el trovador?

– Sí. Pero este último descubrió, una vez llegado a Tierra Santa, que estaba más dotado para rimar y amar que para combatir. Por eso lo recluíamos: ¡para que cantara nuestras alabanzas! Volvió rápidamente a Francia, donde, según me han dicho, se convirtió en trovador.

– En efecto -dijo Morgennes, que recordaba muy bien a Jaufré Rudel, con quien se había cruzado en Arras-. Pero ¿quién es Reinaldo de Chátillon?

– Era nuestro jefe. En esa época acababa de entrar en el Temple y llevaba su uniforme. Luego le expulsaron.

Comprendiendo que ese era el hombre a quien de niño había tomado por Dios, con su armadura resplandeciente y su capa adornada con una cruz, Morgennes preguntó:

– ¿Dónde puedo encontrarle?

– Con los mahometanos. Le tienen prisionero desde hace casi veinte años, en sus calabozos de Alepo. No sé si le liberarán algún día. Lo detestan. Por otra parte, todo el mundo le odia. Con el tiempo, incluso Galet y yo acabamos por aborrecerle. Es un loco. Un fanático peligroso, ávido de gloria y de riquezas. Fue él quien tuvo la idea de aniquilar a los tuyos. ¡Compréndeme, tu padre vivía en el mayor de los pecados, con una judía! En la región era un hecho conocido. Antes de encontrarla, tu padre era famoso por su fe. Era un gran caballero. Tu madre debió de embrujarlo.

– ¿De modo que era noble? -inquirió Morgennes.

– Sí. En fin, de la pequeña nobleza. Pero renunció a todo. A su nombre y su rango, a sus títulos, honores y riquezas, para comprometerse con esa mujer. ¡Era una bruja, te digo! Nos había humillado.

– Yo no veo las cosas de este modo -dijo Morgennes, aplastando algunos mosquitos contra su cara.

– No, yo ahora tampoco -dijo Dodin-. Ahora ya no. Pero entonces era joven. Acababa de ser armado caballero. La vida me abría los brazos, y creía que, purificando la Gaste Forêt de la única judía que vivía allí, hacía una buena obra. Perdón, Morgennes. Perdón. Todo lo que puedo decirte, si es que eso puede ayudarte, es que tu madre probablemente se encuentre todavía con vida.

– Dime lo que sabes.

– Reinaldo de Châtillon la secuestró y la llevó a la fuerza, con nosotros, a Tierra Santa. Supongo que seguirá allí, en alguna parte. Hace años que no he oído hablar de ella. Lo último que supe es que había vuelto con su familia.

– ¿A Tierra Santa?

– No, no exactamente. A Arabia. Pues ella descendía de una antigua tribu judía establecida en las inmediaciones de Medina. Es todo lo que sé. Ahora, si quieres matarme, hazlo. No me defenderé.

– Te lo he dicho. No seré yo quien te mate.

Morgennes continuó su ruta, lanzando poderosos golpes con su espada para abrirse camino a través de la jungla, por donde había pasado lo que parecía ser un navío gigantesco. Aquí y allá aparecían árboles derribados, y aún podían verse restos de cordajes y de rodillos de madera, que probablemente habían servido para hacer avanzar el Arca. Pero el bosque ya lo había recubierto casi todo, y los rastros no habrían sido fáciles de seguir para alguien menos experimentado que Morgennes. «¡Qué proyecto de locos! -pensó-. Pero ¿qué buscaban en esta terra incognita? ¿El Paraíso?»

Un espeluznante gruñido se dejó oír, lejos ante ellos. Parecía que todos los leones de la tierra rugían juntos, como si quisieran impedir que se acercaran. Dodin alcanzó a Morgennes.

– ¡Es aterrador! Pero al menos parece que ha espantado a los mosquitos. El aire es más fresco.

Efectivamente el aire no era tan pesado y finas gotas de agua habían reemplazado a los mosquitos. Las gotas se depositaban sobre los dos hombres, añadiéndose al sudor y esponjando sus ropas. Ambos se despojaron de sus cotas de malla, y con gran sorpresa por su parte, Morgennes oyó un tintineo metálico que respondía, como un eco, al que había emitido su yelmo al caer sobre la hierba.

Hurgando en la tierra con las manos, desenterró un esqueleto que aún iba equipado con una coraza y un viejo escudo, qué parecían datar de la época romana.

– Debe tratarse de uno de los soldados enviados por Nerón en busca de las fuentes del Nilo. Se dice que encontraron pantanos. Probablemente muy cerca de aquí.

– ¡Morgennes! ¡Ven a ver!

Morgennes, que se había arrodillado para observar mejor al soldado romano, se levantó y miró en la dirección que le indicaba Dodin. Una capa de niebla ocultaba la visión, pero podía percibir, viniendo del otro lado, el fragor de un río cuyas aguas golpeaban contra las rocas.

– ¡Debe de ser por ahí! ¡Adelante!

Los dos hombres se sumergieron en un muro de sombra y bruma, por el que avanzaron durante un buen rato. Finalmente se abrió ante ellos una visión que habría hecho llorar a los propios dioses: el Nilo caía desde unos inmensos acantilados semejantes a imponentes dragones de piedra. Las paredes eran tan altas que, a su lado, los árboles más grandes parecían frágiles arbustos.

– La primera de las seis -dijo Morgennes, que recordaba haber leído que una serie de seis cataratas, cada una más formidable que la anterior, separaban Cocodrilópolis de los pantanos del Lago Negro, donde se perdía la pista de las fuentes del Nilo.

– ¡No me digas -bufó Dodin- que han conseguido pasar por aquí y hacer subir el Arca hasta lo alto!

– ¡Vamos a ver! -dijo Morgennes jadeante.

– ¡Cuidado! -gritó Dodin.

Un movimiento en el agua había atraído su atención. ¡Cocodrilos! Como inofensivos troncos de árbol, los reptiles dejaban que la deriva los llevara hacia la orilla, en dirección a los dos hombres. Sin embargo, restos de piernas, brazos y torsos, en una mezcla de carnes podridas y huesos medio triturados, hacían pensar que ya se habían dado un buen festín.

– ¿Cuánto tiempo hace que están ahí? -preguntó Dodin, que no movía una ceja, siguiendo los consejos de Morgennes.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La espada de San Jorge»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La espada de San Jorge» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La espada de San Jorge»

Обсуждение, отзывы о книге «La espada de San Jorge» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x