César Vidal - La noche de la tempestad

Здесь есть возможность читать онлайн «César Vidal - La noche de la tempestad» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La noche de la tempestad: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La noche de la tempestad»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

1616, William Shakespeare, el autor más importante de Inglaterra, acaba de fallecer?
En apariencia, todo resulta normal cuando sus familiares y amigos son citados para la lectura de la última voluntad del escritor. Sin embargo, las disposiciones contenidas en el testamento desafían toda lógica. ¿Qué ha impulsado a Shakespeare a dejar a su esposa tan solo su?segunda mejor cama? ¿Por qué una de sus hijas recibe solamente un tazón? ¿Qué le ha movido, por el contrario, a nombrar a otra de ellas heredera de todos sus bienes? ¿Qué lógica- si es que la hay- se oculta tras ese absurdo testamento? Partiendo de este punto de arranque rigurosamente histórico, la noche de la tempestad nos lleva, a través de unas horas de literatura y magia, a recorrer la vida de Shakespeare descubriendo una clave oculta para la lectura de sus obras y para la comprensión de un testamento que constituía la consumación de su existencia.
Construida a partir de un profundo conocimiento de la época y los textos de Shakespeare, la noche de la tempestad,es una novela enigmática y subyugante que, de manera sutil y misteriosa, nos permite sumergirnos en las pasiones eternas del ser humano, de la amor a los celos, de la venganza a la ira, del rencor a la codicia, abriéndonos así la puerta al amor ya alo sobrenatural, como realidades extraordinariamente cercanas a nosotros. Un nuevo relato garantizado por la atrayente maestría narrativa de César Vidal.

La noche de la tempestad — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La noche de la tempestad», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Elizabeth ha sido quizá la más afortunada. Ser la nieta del Cisne de Stratford, del Bardo, es casi como gozar de una especie de título nobiliario. Miente… no, no miente, hace gala de una imaginación prodigiosa cuando cuenta a sus amiguitas la manera en que su abuelo jugaba conmigo o le daba besos a ella cuando aún era un bebé.

Por lo que se refiere a John. Bueno, creo que es dichoso, incluso me atrevería a decir que muy feliz. Trabaja, ahorra, aumenta la hacienda y sigue sin saber nada de lo que sucedió aquella noche de primavera. No he vuelto a hablarle de aquel actor vestido con un extraño traje verde y tocado con un maravilloso sombrero amarillo en el que había prendida una larguísima pluma roja. No creo que perpetre ningún mal guardando para mí todo lo que supe entonces. A fin de cuentas, estoy convencida de que ni lo creería ni lo entendería. Por otro lado, Fernando gozó de Miranda, gracias a los buenos oficios de Próspero, pero, seguramente, nunca hubiera aceptado la posibilidad de que existiera Ariel y de que lo hubiera ayudado en logros tan decisivos para su felicidad.

Mañana, aprovechando que todas las mandas y legados quedaron saldados ya hace algún tiempo, erigiremos un monumento a mi padre. Se levantará en la pared contigua al presbiterio cercano a su tumba. Consiste en una escultura realizada por un tal Nicholas Johnson de Londres. Representa al Cisne de Stratford escribiendo. Con la mano izquierda sujeta un cuaderno y con la derecha, una pluma. Debajo ha grabado:

El juicio de Néstor, el genio de Sócrates,

el arte de Virgilio.

La tierra lo cubre, el pueblo lo llora,

el Olimpo lo posee.

Detente, viajero, ¿por qué vas tan deprisa? Lee, si puedes, a quien la envidiosa muerte ha colocado dentro de este monumento: Shakespeare con el que murió la Naturaleza, cuyo nombre adorna esta tumba mucho más de lo que se ha gastado en ella, porque todo lo que escribió convierte el arte vivo en un paje al servicio de su ingenio. Murió el año del Señor de 1616 De edad de 53 años, el día 23 de abril.

No estoy segura de que a mi padre le hubiera gustado esa referencia a Sócrates y a Virgilio. A John, que sigue siendo un fiel puritano, la mención del Olimpo le ha desagradado profundamente ya que prefiere pensar en términos extraídos del cristianismo y hubiera agradecido una cita de las Sagradas Escrituras. Temo que el escultor, verdadero perito en el cincelado del metal y la piedra, se ha excedido en las referencias clásicas, aunque no en la alabanza. Pero, en el fondo, es igual. Lo que verdaderamente importó a William Shakespeare nunca hubiera podido quedar reflejado en ese monumento. La gente nunca hubiera podido entender -no digamos ya el maestro esculpir- que Shakespeare fue, fundamentalmente, un autor que se valía del teatro para dar salida a sus sentimientos más hondos del tipo que fueran, un hombre profundamente enamorado, un ser engañado que logró perdonar y, por encima de todo, un padre amoroso.

Al fin y a la postre, como afirmó Próspero, el personaje al que tanto se parecía: «Estamos hechos de la misma sustancia de los sueños y es un sueño lo que circunda nuestra vida insignificante». Así lo he leído vez tras vez en aquel ejemplar de La tempestad que me dejó un personaje ataviado con un extraño traje verde y que constituye una sólida prueba documental de que no soñé nada, sino que lo viví todo.

Ya lo dijo Antonio, el mercader de Venecia: «En estricta justicia ninguno de nosotros encontrará salvación». La redención sólo puede venir «por la preciosa sangre de Cristo derramada por nuestros graves pecados» dejó escrito mi buen padre en Ricardo III , y mi marido, como buen puritano, lo afirmaría con verdadero fervor. Precisamente por eso, no me cabe duda de que en algún lugar el alma de mi padre habrá encontrado la paz de la que careció durante décadas. Él, que creó tanta belleza, habrá sido escuchado por el Único que merece en verdad el nombre de Creador; él, que perdonó, habrá sido perdonado, no por sus méritos, sino por Su misericordia; y él, que amó como padre bueno e incomprendido, habrá sido recibido en el seno del Padre que más ha amado a pesar de no ser entendido por el género humano. Así descansará en paz a la espera de que yo vaya a su encuentro cuando el Señor lo disponga.

Nota del autor

Hace unos años cayó en mis manos una copia del testamento de Shakespeare. Confieso la enorme sorpresa que experimenté al descubrir que contenía unos términos que he descrito literalmente en esta novela. Obligado resultaba reconocer su rareza y, por supuesto, la pregunta no tardó en plantearse: ¿Qué había podido impulsar al escritor a pasar por alto a una esposa que le había dado varios hijos? Se trataba de una cuestión sugestiva, pero cuanto más la investigaba más enigmática se me iba antojando. Por ejemplo, no tardé en descubrir que Shakespeare se había ocupado de las cuestiones económicas relativas a la manutención de su familia y que incluso se dedicó a realizar inversiones, por cierto bastante afortunadas, en Stratford, pero que, a la vez, sus visitas a la familia resultaron escasas. No sólo eso. Mostró un distanciamiento notable -y difícil de explicar- hacia los dos gemelos a los que su esposa había dado a luz. No estuvo presente durante la enfermedad del varón -algo inexplicable dada la distancia entre Londres y Stratford- y desdeñó claramente a la hija. ¿Qué había impulsado a Shakespeare a comportarse así?

Tras mucho darle vueltas, acabé sospechando que el autor había abrigado profundas dudas de que Hamnet y Judith fueran hijos suyos. La creencia en la infidelidad de Anne no lo había arrastrado al divorcio seguramente porque semejante institución no estaba nada bien vista en la anglicana Inglaterra y, por añadidura, habría dañado su nombre. Siguió comportándose, por supuesto, como un padre y un esposo modélico, pero no por ello se vio libre de sus sospechas. Ese punto de arranque me llevó a pensar que Shakespeare había ido narrando su especial aventura personal valiéndose de algunas de sus obras. Enamorado, siendo adolescente, de Anne se sintió como Romeo; sufrió posteriormente los celos, como le había sucedido a Otelo y, finalmente, pensó en dejar todo a su hija -única- Susanna, de la misma manera que Próspero se comportaba con Miranda en La tempestad , la última obra de Shakespeare.

Por supuesto, no podía pasar en mis conclusiones de la conjetura, pero a medida que seguía especulando iban apareciendo aquí y allí nuevos datos verdaderamente chocantes. Ese fue el caso, por ejemplo, del afecto que Shakespeare profesó a John Hall -y la manera en que lo ayudó económicamente- a diferencia del despego que manifestó por su hija Judith.

En esta novela he intentado unir todas las piezas del rompecabezas y de ahí que todos los datos relacionados con la vida de Shakespeare (incluido su tiempo como cazador furtivo y la paliza que recibió al ser atrapado en esa actividad ilegal), de Anne Hathaway, de sus hijos o de sus yernos sean correctos. También son escrupulosamente exactos los referidos a su testamento, entierro o monumento en Stratford. Sólo me he tomado la libertad de imaginar las motivaciones de los personajes y de entrelazarlas en lo que, a mi juicio, constituye un todo coherente. A fin de cuentas, una novela es, por su propia naturaleza, una obra de creación. Yo espero que ésta, aun recurriendo a la magia, haya sido además de descubrimiento y que, al menos, entretenga a sus lectores.

Madrid, Día de la Reforma, 2006

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La noche de la tempestad»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La noche de la tempestad» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La noche de la tempestad»

Обсуждение, отзывы о книге «La noche de la tempestad» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x