A Tomás,
por tantos años aprendiendo juntos
a discernir y celebrar la vida
con nuestras familias.
Esta no es una guía de La guerra de las galaxias, pero sí una guía para mejorar el discernimiento en familia, que la hará capaz de viajar por las galaxias de la vida. Se pueden encontrar en Star Wars pistas que ayuden a la familia si atendemos a personajes positivos como los jedi Yoda u Obi-Wan Kenobi. En cuanto a personajes más controvertidos, Darth Vader quizá haya dado un único buen consejo a padres e hijos, y extremadamente útil: para saber la verdad, «examina tus sentimientos». Como veremos, hacer que su hijo mirara a su propio corazón acabó transformándole a él.
El discernimiento en la familia consiste principalmente en eso: examinar los sentimientos que en el fondo de la persona y el grupo suscitan los hechos, ánimos o dudas que necesitamos aclarar. En general no es bueno seguir los caminos oscuros de Vader, pero, cuando se trata del momento de la verdad, hay que hacerle caso: «Examina tus sentimientos».
La familia Skywalker de La guerra de las galaxias cuenta con la célebre «Fuerza». En el planeta Tierra no se ha descubierto esa Fuerza, pero contamos con una fuerza que muy posiblemente será mucho más útil para la vida como pareja, padres, familia: el discernimiento.
La reflexividad es la capacidad de las personas o los grupos para tomar conciencia de lo que es y les ocurre. Es una competencia que el mundo moderno cada vez exige más. Es más, las familias que no tengan capacidad para pensarse y discernir se encontrarán progresivamente en riesgo.
Cualquier familia cuyos hijos tengan móviles y acceso a Internet ya es consciente de que es una urgencia que adquiera capacidad de discernimiento. Cuando se habla de la importancia del discernimiento, no se está proponiendo solamente desde una tradición concreta ni es algo exótico, sino que forma parte de una corriente mundial de nuestro tiempo. En todo el planeta se extiende la urgente necesidad de reflexión.
Antes, las familias contaban con comunidades y aliados que les ayudaban más intensamente a guiarse y a formar a sus hijos. Se hacía de una manera inmersiva: las familias y los jóvenes pertenecían a comunidades (cívicas, vecinales, culturales, educativas, profesionales, religiosas, etc.) con programas de formación integrales.
Ahora la formación de la conciencia es más disgregada, selectiva y utilitaria. Y además ocurre en un mundo más diverso, con contextos cada vez más plurales en los cuales cada familia tiene que discernir más qué sucede y lo que puede y debe hacer. Eso nos da mayores libertades y movilidad, pero a la vez nos exige tener más capacidades como familia y dedicar tiempo a pensar juntos.
Todas las familias se ven en la obligación de ser más reflexivas para poder dar sentido a lo que viven. El problema es si la sociedad es capaz de proporcionar los medios y acompañamientos para que las familias puedan aprender a ser reflexivas.
En todo caso, el mundo requiere mayor capacidad de discernimiento a cada familia. Distintas ideologías, preocupaciones, sensibilidades y creencias coinciden al diagnosticar que, en un mundo de alta reflexividad, es necesario y urgente desarrollar las capacidades de discernimiento personal, familiar y colectivo. Sin cultura del discernimiento la democracia no es sostenible, y dicho discernimiento comienza en cada familia. Ojalá este libro ayude a ello. Estas son las ideas que vamos a desarrollar en el itinerario de capítulos que hemos pensado.
• Comenzaremos viendo la necesidad y la fuerza del discernimiento, y propondremos ejercicios prácticos para profundizar en él (cap. 1).
• La habilidad y delicadeza al preguntar es un buen primer paso para comenzar a discernir mejor (cap. 2). Además de cuestionar, también hay que desarrollar nuestra capacidad de escucha. Y no solo a nosotros, sino al mundo en que vivimos (cap. 3).
• Tras preguntar y escuchar llegamos al centro en que se funda la experiencia de discernir: poner libertad allí donde hay duda, dolor o nada se mueve (cap. 4). ¿Es quizá el problema el hecho de que nos da vergüenza comunicar lo que sentimos o incluso sentarnos juntos a hablar? Le pasa a mucha gente, así que dedicamos un capítulo a perder la vergüenza que nos impide crecer (cap. 5).
• Para todo esto será clave aprender a comunicar, y por eso trabajamos esa dimensión en dos capítulos. El cap. 6 analiza cómo comunicar mejor y sugerirá ejercicios. A continuación, el cap. 7 solo contiene dinámicas prácticas sobre comunicación que se pueden hacer en pareja o en familia.
• Saber decir no es imprescindible para poder querer en la familia, y por eso será objeto del cap. 8. A partir de este momento vamos a ahondar más en claves ignacianas de discernimiento.
• En el cap. 9 aprenderemos a «esencializar»: identificar la encrucijada en la que se juega lo más importante de la situación. Hay que caminar poco a poco, decisión a decisión, de una en una. ¿Y cuál es la materia prima de las decisiones? Aquí volvemos a atender a Lord Vader: «Examinamos los sentimientos».
• En el cap. 10 veremos cómo el sentimiento de alegría es crítico para discernir de qué van las cosas y profundizaremos en cuál es la materia prima sobre la que discernimos: los sentimientos existenciales.
• Y en el cap. 11 nos daremos cuenta de que a veces elegimos honestamente, pero entre opciones poco alternativas. La imaginación y la creatividad cumplen un papel clave en la búsqueda de lo mejor.
• El cap. 12 nos adentra en el método ignaciano para decidir por tiempos y a tiempo.
• En el cap. 13 expondremos cómo emplear el sentido común distinguiendo pros y contras.
• Más adelante, en el cap. 14, buscaremos cómo ir a la raíz haciéndonos preguntas que nos lleven al fondo de lo que queremos decidir. Si queremos decidir algo, habrá que poner los medios: no solo quedarnos en lo bueno, sino aspirar a lo mejor.
• No obstante, habrá que dejar lugar para el misterio; tenemos que convivir con nuestros límites. Esta será la conclusión.
El libro tuvo su origen en un encuentro con la plataforma catalana Laicat 21. El contenido vuelca buena parte de nuestra vida como familia en la Comunidad de Vida Cristiana (CVX). Muchas de las historias proceden de mis experiencias al aplicar el método del Reloj de la Familia en España y Latinoamérica. Fue creciendo gracias al Instituto Universitario de la Familia, de la Universidad Pontificia Comillas. Y nada de esto sería posible sin mi amada Paloma, mis hijos Javier y Clara, y la gran familia que nos rodea. A todos, mi gratitud.
Los capítulos están organizados como un itinerario en el que una persona, una familia o un grupo pueden ir tratando paso a paso, haciendo los ejercicios y avanzar en esta breve escuela de discernimiento en familia. Es escuela, es itinerario, es un viaje que, tras leerlo, llevará a otro lugar por caminos que solo vosotros descubriréis. ¡Abrid el libro y buen viaje! ¡Que la fuerza del discernimiento os acompañe!
1
LA FUERZA DEL DISCERNIMIENTO
Esta guía va sobre discernimiento, familia y galaxias; sobre parejas, padres e hijos que quieren aprender a examinar a fondo para hacer avanzar sus vidas. Quizá es algo que en toda familia debamos hacer cada vez más: discernir de corazón la realidad para saber bien qué es lo que nos pasa, dónde estamos y adónde debemos ir.
La guerra de las galaxias, una familia en discernimiento
En Star Wars, los personajes centrales buscan quiénes son, de dónde vienen, para qué han nacido, qué pueden llegar a ser, qué pueden y deben hacer. Pero viven en medio de una gran historia en la que mucho está oculto y casi todo está confuso. La única luz que va a guiarles es la que surge de lo más hondo de sus corazones, donde sus sentimientos más profundos les dicen qué es bueno y qué es verdad. Pero al examinar su interior no solo van a hallar sentimientos que les consuelen, sino también movimientos desoladores, y entre ellos el miedo.
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