Es por ello que parece muy necesario hablar de los más de 180 mil profesores que actualmente se desempeñan en nuestro sistema educacional. La planificación y trabajo de formación, educación y capacitación continua es vital para poder avanzar en su perfeccionamiento a lo largo de su trayectoria profesional.
Los cursos y programas organizados por las universidades, ya sea en formatos de seminarios, diplomados o programas más estructurados a nivel de magíster, deben diseñarse y desarrollarse en un diálogo e intercambio de opiniones más cercano y sensible a los contextos educacionales en que se desempeñan los docentes. Esta debe ser la manera de planificar programas y contenidos acorde a sus reales necesidades. Las áreas de liderazgo escolar, perfeccionamiento disciplinar, actualización curricular, trabajo en aula, competencias docentes, temas de políticas públicas en educación, retroalimentación o f eedback y evaluación de los estudiantes, son algunas en que es muy importante realizar una planificación y avanzar. El trabajo debe ser reconocido y validado por los establecimientos educacionales, con financiamiento y dentro del horario de tiempo contratado, para que se demuestre un compromiso y confianza de parte de las autoridades para con sus profesores. De los maestros se espera una dedicación y responsabilidad similar a la que solicitan a diario a sus estudiantes.
El perfeccionamiento continuo de los profesores reviste una importancia crucial. Permite actualizar contenidos y competencias, compensar deficiencias de su período de formación, y además permite una conexión muy importante para el profesor en su proceso de compromiso continuo de enseñanza-aprendizaje. Demos las herramientas y confiemos en nuestros profesores. Los docentes de nuestro país esperan demostrar de lo que son capaces.
Publicado en el diario La Segunda el 7 de octubre de 2013 .
Formación docente de los profesores universitarios
La misión de las universidades es la formación de los jóvenes, tanto en los aspectos disciplinarios como en los que permiten un crecimiento integral de los estudiantes para poder aportar al bien común en un mundo global izado.
Junto con este aspecto, la creación de nuevo conocimiento, a través de la investigación, con una genuina y persistente búsqueda de la verdad, del bien y de la belleza, son los dos pilares que le dan sustento a una institución universitaria. Todo lo descrito debe tener un solo norte: servir mejor a nuestro país y a la sociedad. Como se puede apreciar, el compromiso es grande. Es nada menos que con el desarrollo y destino de Chile.
Los estudiantes son el grupo central del diario esfuerzo formativo que se realiza al interior de las universidades. En este énfasis por el desarrollo de una mayor calidad de la docencia universitaria, la formación de los docentes es de la mayor importancia. Son los profesores los que forman, enseñan y se relacionan de manera cercana con nuestros alumnos. Así, la calidad de una universidad va a estar en directa relación con la formación de los profesores universitarios. Es por esto que debemos trabajar para avanzar en su capacitación y perfeccionamiento docente.
Los elementos centrales de la docencia universitaria lo constituyen el conocimiento pedagógico y el disciplinario. De esta manera, un desafío permanente en la mayoría de las universidades es la formación docente de sus profesores jóvenes, quienes recién se incorporan a una institución, los que han desarrollado una formación prioritaria en investigación y que requieren conocer y perfeccionar la entrega de sus conocimientos.
Los elementos centrales de la docencia universitaria lo constituyen el conocimiento pedagógico y el disciplinario. De esta manera, un desafío permanente en la mayoría de las universidades es la formación docente de sus profesores jóvenes, quienes recién se incorporan a una institución, los que han desarrollado una formación prioritaria en investigación y que requieren conocer y perfeccionar la entrega de sus conocimientos. Esta es la forma en que podrán desplegar las técnicas y enfoques más actualizados, con el fin de enseñar de la mejor forma a sus estudiantes.
Es así como se han ofrecido interesantes diplomas de docencia universitaria, que incluyen: aspectos de misión e identidad de las instituciones, metodologías de aprendizaje efectivo (estrategias, instrumentos docentes, calificaciones), instrumentos de evaluación (formas de plantear preguntas, objetivos), elementos de ética profesional (refuerzo de conductas, dilemas éticos, valores), desarrollo de habilidades comunicativas (verbales y escritas), retroalimentación de la enseñanza (feedback de los estudiantes), reflexión de los contenidos y práctica docente, entre otros. Junto con lo anterior, es vital apoyar en el uso de recursos de apoyo académico, servicios de biblioteca, adecuación de la docencia para estudiantes con necesidades especiales, apoyo académico para estudiantes vulnerables con brechas de aprendizaje previas y otros.
Este desarrollo y capacitación docente permite compartir experiencias con otras universidades y de manera especial con centros extranjeros, a través de proyectos de investigación docente en el área. De esta manera, se les aporta una docencia de calidad internacional a nuestros alumnos, permitiendo la entrega de contenidos más actualizados, con una pedagogía docente de calidad, considerando los aspectos metodológicos que se requieren para una mejor enseñanza. Este avance será de gran relevancia y procura un efecto positivo significativo en la enseñanza y la docencia en la UC.
La posibilidad de desarrollar estándares internacionales en la formación docente y capacitación de los profesores universitarios es un desafío actual y una necesidad en las universidades de nuestro país. Una mejor docencia va a significar un mejor aprendizaje, conocimiento maduro, y mayores tasas de titulación y egreso de nuestros estudiantes. De esta manera, damos otro paso en el necesario avance en la calidad internacional de nuestro sistema de educación superior.
La posibilidad de desarrollar estándares internacionales en la formación docente y capacitación de los profesores universitarios es un desafío actual y una necesidad en las universidades de nuestro país.
Publicado en el diario El Mercurio el 16 de junio de 2014 .
Financiamiento
El apoyo del Estado a las universidades que producen bienes públicos tiene que ser distinto. En las instituciones que tienen labor docente, el apoyo del Estado debiera ir al estudiante. El Estado tiene mucho interés en las instituciones que hacen un aporte saignificativo en investigación al país. El producto de esas investigaciones genera bienes públicos y, por lo tanto, el Estado tiene que hacer esa diferencia .
Aranceles universitarios, la otra mirada
En el debate de la educación, el financiamiento ha sido uno de los aspectos más importantes de la discusión. En Chile, más del 85% de la inversión en educación superior proviene de las familias, lo que se compara con el 30% en promedio de la OCDE y menos del 15% en algunos países europeos. Nuestro país tiene el mayor costo relativo en educación superior, considerando que el valor promedio de los aranceles representa el 41% del PIB per cápita. No se puede rebatir que los aranceles de la educación superior en Chile son altos y que su peso está radicado en las familias. Pero si queremos abordar de manera adecuada este tema, se hacen absolutamente necesarios la participación del Estado y aranceles que reflejen la diferencia entre los distintos proyectos educativos.
En primer término, se requiere apoyo estatal para incrementar la cantidad y el monto de las becas destinadas a los estudiantes que más las necesitan. El segundo aumento significativo debería ser en los fondos para la investigación. Esta última no solo fortalece la docencia, sino que también contribuye a resolver los problemas de la sociedad para el adecuado desarrollo de Chile.
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