Javier L. Ibarz - La Biblioteca de Ismara

Здесь есть возможность читать онлайн «Javier L. Ibarz - La Biblioteca de Ismara» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Biblioteca de Ismara: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Biblioteca de Ismara»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un libro de literatura juvenil fantástica, trepidante y adictiva. Clara tiene quince años y su vida se desmorona al perder a toda su familia en un terrible accidente de tráfico. Un misterioso hombre, salido de no se sabe dónde, aparece afirmando ser su tío con la intención de hacerse cargo de ella. Al mismo tiempo, unos salvajes asesinatos asolan su instituto. ¿Qué hacer si sospecha que ese supuesto pariente está involucrado? ¿Y cuándo descubre que es ella misma la que está relacionada con los sucesos? ¿Y si además se convierte en el objetivo de una siniestra Hermandad?Empieza así una frenética aventura que nos llevará desde Madrid hasta las ciudades perdidas de los alquimistas, un camino de iniciación repleto de peligros y sorpresas que llevará a Clara a descubrir los secretos ancestrales que rodean a su linaje familiar, a aprender la ciencia oculta de la Alquimia y a verse involucrada en una guerra milenaria sin cuartel.

La Biblioteca de Ismara — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Biblioteca de Ismara», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Atravesó la plaza del Dos de Mayo camino del parking. Empezaban a bajar de verdad las temperaturas y Fernando se subió el cuello del abrigo para protegerse del ambiente nocturno. Se dio cuenta de que llevaba desatado el cordón de un zapato y se agachó a atárselo. Al hacerlo, escuchó un ruido, sutil, a su espalda, como el que hace involuntariamente alguien que no quiere ser oído. Los sentidos se le agudizaron y todo su cuerpo se puso en tensión. Quizá no fuera nada, pero en su situación no podía arriesgarse. Tenía que llegar a su coche de inmediato.

Corrió hacia la entrada del aparcamiento. El sonido a su espalda cambió; unas patas de considerable tamaño iniciaban también una carrera.

Lo habían localizado.

Corrió aún más rápido. Llegó al parking resoplando y bajó por las escaleras hasta la planta menos dos, donde tenía aparcado su automóvil. Los pulmones le ardían.

Su coche era el único que había en ese nivel. Accionó la apertura automática y las luces parpadearon dos veces a lo lejos. Solo tenía que ponerlo en marcha y salir, sin maniobras. Los jadeos tras él eran más y más cercanos.

El coche estaba apenas a unos metros cuando una bestia, parecida a un lobo grande y oscuro, surgió de entre las sombras, se lanzó en dirección a Fernando y, saltando por encima del vehículo, se plantó entre el coche y él, bloqueándole el paso. Era un lyko , sin duda, uno de los feri de la Hermandad.

El profesor dribló con agilidad; la bestia intentó seguirle pero resbaló sobre el asfalto del aparcamiento. Fernando rodeó el coche, abrió la puerta del copiloto e intentó encerrarse dentro del vehículo. El animal logró introducir una pata entre el marco y la puerta. Fernando, sujetando la manija, tiraba hacia sí mientras pisoteaba la garra del lyko . Unos golpes sobre el capó le advirtieron que otro animal se había subido al techo del vehículo.

Dos lykos . El dueño no andaría lejos.

Intentó una maniobra arriesgada: abrió un poco la puerta; la bestia retiró la pata dolorida, Fernando pudo cerrarla de nuevo y bajó los pestillos de seguridad. Ahora solo tenía que poner el coche en marcha. Metió la llave mientras las bestias zarandeaban el vehículo.

Entonces lo vio, parado delante del coche, con la espada desenvainada, una capa con capucha gris y el característico emblema hexagonal en el lado izquierdo: un miembro de la Hermandad. Un monje. Un esbirro asesino.

El encapuchado subió de un salto al capó y al caer incrustó la espada en el motor. El coche emitió un gorgoteo antes de detenerse.

—¿Dónde está? —gritó el intruso con voz áspera.

Fernando analizó rápidamente el panorama. Lykos a los lados y el Hermano sobre el capó. Ninguna posibilidad de huida: tenía que presentar batalla. Saltó el respaldo de los asientos delanteros, desmontó los de atrás para acceder al maletero y empezó a levantar el falso suelo bajo el que guardaba su propia espada, mientras el monje bajaba del coche y lo rodeaba asestando un mandoble tras otro. El esbirro consiguió perforar la puerta trasera y el arma fue a incrustarse en la pierna de Fernando, atravesándole el gemelo derecho. Fernando aulló de dolor. Tiró de la espada que guardaba en el maletero y, al hacerlo, la cruz de la empuñadura se enganchó en un saliente. El profesor forcejeó para soltarla mientras el cruzado extraía su mandoble para volver a clavarlo de nuevo, esta vez más arriba, traspasándole el muslo. Fernando ahogó un juramento.

—¿Dónde está? —repitió el encapuchado, sacando el arma y blandiéndola en el aire.

El profesor consiguió liberar por fin la espada, un magnífico mandoble decorado con filigranas al igual que su medallón. Maniobró dentro del coche con dificultad, quitó los seguros de las puertas y salió del auto por el lado contrario al de su atacante. Una vez fuera, cojeando, enarboló el arma. Mientras vigilaba los movimientos del monje gris, echó mano al medallón e intentó concentrarse para pedir ayuda, pero las dos bestias se lanzaron contra él.

De un tajo, segó la cabeza de la que venía por su derecha, que sufrió un par de espasmos antes de quedarse inmóvil.

El monje dio un gruñido de disgusto.

La otra bestia se abalanzó sobre Fernando y le hincó los dientes con furia en el brazo izquierdo. Fernando intentó defenderse con la espada, pero el arma era demasiado larga para hincársela sujetándola por la empuñadura. La tomó por la mitad de la hoja y clavó la punta en el cuello del lyko .

El cruzado aprovechó para acercarse y atravesar a Fernando por la espalda. Al sentir en sus entrañas la fría hoja de acero, este se revolvió, golpeó con la empuñadura de la suya la boca de su agresor y le saltó dos dientes. El monje ni se inmutó. Tan solo hincó aún más su espada y la retorció con saña.

Fernando cayó al suelo, agonizante. Se llevó la mano al bolsillo y sacó una ampolla de vidrio recubierta de plata que intentó acercarse a la boca. El monje gris le pisó la muñeca, apartó el recipiente con el otro pie y lo aplastó contra el pavimento del parking. Un líquido verdoso se derramó del frasquito, brilló un segundo y fue absorbido por el suelo, que se volvió de un negro intenso, como recién asfaltado.

El cruzado empuñó el arma y cortó de un tajo la cabeza de Fernando.

El medallón octogonal del profesor emitió un apagado brillo verde y sus filigranas empezaron a desaparecer. Una especie de vaho verdoso salió de la joya y recorrió como una onda expansiva el aparcamiento, perdiéndose en el infinito.

2

Gabriel y Óscar conversaban en el despacho cuando lo notaron. Esa extraña desazón, tan temida. Gabriel echo mano a su pecho y miró el medallón. Las filigranas brillaban con una luz mortecina. Eran malas noticias.

—Fernando ha caído. Nos han localizado.

—No —replicó Óscar—, solo lo han localizado a él. Si supieran dónde estamos, habrían organizado una ofensiva y en este momento estaríamos luchando.

—Pero si han localizado a Fernando, tal vez ya han encontrado… —Gabriel calló. Ambos sabían lo que eso significaba.

—Confiemos en que no. Lo único claro es que andan muy cerca.

—Salgamos. Tendremos que ocuparnos del cadáver.

—No, Gabriel —le detuvo Óscar—. Pueden haber dejado un merodeador esperando que se presente alguien. Por mucho que nos duela, no podemos hacer nada hasta mañana. La mejor manera de no despertar sospechas es seguir con nuestra rutina hasta que podamos volver a Ismara.

—Ismara. —Gabriel negó con la cabeza—. No lo veo claro. Clara todavía no está preparada.

—Estaría segura —insistió Óscar—. Piénsalo bien; allí nadie la alcanzaría, sabríamos en todo momento dónde está… Todo son ventajas.

—No para ella —replicó Gabriel—. Estuviera dispuesto a enviarme esa carta o no, mi hermano dejó muy clara su voluntad: quería, por encima de todo, que Clara se criara alejada de mí, de los nuestros. Que yo no le contara nada de, en sus propias palabras, «mis absurdas ideas sobre el mundo, reales o no». Murió por mi culpa, porque yo no fui capaz de mostrarle la verdad sin ofenderle. No voy a traicionar su última voluntad. No… —La voz se le quebró—. Mientras Clara no tenga edad para decidir por sí misma, intentaré darle una vida normal.

—Estupendo. Solo tienes que convencer de eso a los que nos están matando.

—No la llevaré a Ismara, Óscar.

—Muy bien. Pues entonces sigamos con el plan original. Vayámonos a Bosca. No estaremos en Ismara, pero sí cerca.

—Bosca… Antes estaba de acuerdo, pero ahora… No sé si es buena idea volver a abrir el refugio en la boca del lobo.

—El lobo solo puede ver su propia boca si la ve reflejada —contestó Óscar—. Y los lobos no se miran al espejo. Es lo que dices siempre.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Biblioteca de Ismara»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Biblioteca de Ismara» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Biblioteca de Ismara»

Обсуждение, отзывы о книге «La Biblioteca de Ismara» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x