Ricardo Muñoz Rodríguez
ISBN-13: [número de ISBN]
Impreso por [nombre de la imprenta]
Corrección: Rafael Lasa Oliver
Maquetación ebook: Rafael Lasa Oliver
Diseño de cubierta: Ricardo Muñoz Rodríguez
(c) Ricardo Muñoz Rodríguez, 2020. Reservados todos los derechos.
Inscripción 2004033556815, SafeCreative.
En honor a la memoria de mi abuelo, como ejemplo de ser manso y bondadoso en la tierra
He descubierto que la vida es la expansión de una misma energía, la energía primordial de creación del universo y que, como ya saben, se llama amor. Todo el universo se compone de amor y cuando nos sintonizamos con él nos sentimos como en nuestro verdadero hogar y nos fundimos en la experiencia de la creación.
Solo la vida existe, y el ser humano es parte integrante de este propósito universal. La grandeza de lo que somos no tiene límites y va mucho más allá de lo que podemos imaginar. Todos estamos destinados a alcanzarla, pero para ello debemos deshacer el camino andado.
Cuando uno decide sintonizarse con esta energía universal, se convierte en un canal a través del cual fluye el amor, y de esa manera se experimenta el Ser. Para ello es necesario la renuncia del libre albedrío y voluntad propia e individual, con el fin de poder ser vivido por el amor. Esta es nuestra verdadera identidad.
Siento una inmensa gratitud por nuestro hermano mayor Jesús, por hacernos llegar su sabiduría a través de Un Curso de Milagros y Un Curso de Amor. Para mí son la prueba de su amor y de que efectivamente no estamos solos. También quisiera agradecer la labor de aquellos que han escuchado el llamado para servir en la expiación para el despertar de toda la humanidad.
Le doy las gracias también al que fue mi primer maestro, W. Salazar, por la fuerza de su empeño por la verdad y por llevar a cabo un trabajo amoroso, personalizado y profundo conmigo. Gracias por dedicar toda su vida a un propósito que a mí me cambió la mía. Asimismo, mi agradecimiento para el Sr. G. Navarro, por cederme su espacio de sanación en las montañas de Oaxaca, en México, donde viví experiencias inefables y que recordaré toda mi vida. Y cómo no, al pueblo Yanacona, que con la ayuda de su líder espiritual estamos consiguiendo un lugar donde recuperar la ancestralidad y la armonía de los pueblos originarios.
También doy las gracias a tantas personas que como yo decidieron en su momento dejar de ser ignorantes, hicieron un alto en el camino y se dedicaron a ir solo en la búsqueda de la verdad.
Por último, quiero dar las gracias de corazón a todas las personas y amigos que durante mi etapa de cambio me apoyaron a pesar del vuelo que estaba tomando, de los tabús y de los miedos que podía despertar en ellos.
Desde la adolescencia, he leído numerosos libros de autoayuda y asistido a decenas de cursos y charlas de desarrollo personal, emprendimiento y sobre la abundancia. En primer lugar, nunca estuve seguro de estar persiguiendo sueños que fueran verdaderamente propios. En segundo lugar, la mayoría de ellos esquivan abordar el tema del inconsciente y el ego, que es donde se encuentra aquello que es responsable de nuestra experiencia de la realidad y que limita el poder de cambio real.
Lo que determina nuestra manera de pensar proviene de nuestras creencias y resentimientos del pasado. Si crecimos rodeados de adultos desdichados o asustados, culpables o coléricos, eso es lo que aprendimos de nosotros mismos y de la vida, y una comprensión más trascendente de lo que a todos nos sucede nos abre la puerta a deshacer el camino andado, encontrar el sentido de lo vivido y el propósito de nuestra vida.
Llegar a las raíces de la conciencia es lo que importa, y seguir cualquier doctrina que no reconozca el trabajo en los cimientos es continuar en el laberinto interminable de la percepción cuyos sentidos reafirman el error original. Nos resistimos a mirar dentro de nosotros porque enterramos la idea de pecado. Esto genera culpa en el presente y miedo al futuro. Es en nuestro inconsciente donde se encuentra nuestro verdadero Ser más allá de este error original, pero como lo hemos olvidado, creemos que lo que sería un avance hacia la subsana-ción de este error y la curación es la muerte, y es justo al revés.
Hemos confundido lo que somos con el ego, el cual se fundamenta en ideas falsas de nosotros mismos y de la vida. Asume que somos seres separados de su «fuente».
Para eliminar un problema es necesario identificar primero cuál es el ese problema, reconocerlo y, en segundo lugar, estar dispuesto a poner los medios para remediarlo. Por tanto, si queremos deshacernos de pensamientos negativos que nos mantienen ansiosos, tristes y/o depresivos, debemos tomar conciencia de la causa, expandiendo la conciencia. Hasta que esto no sucede, seremos vulnerables y las re-caídas por los mismos asuntos perpetuarán.
Esa fue mi conclusión cuando a los treinta y cinco años de edad había conseguido todo lo que había aprendido que era «lo mejor», pero me sentía más encerrado y triste que nunca. Era el resultado de vivir afuera, y a la vista de los resultados, esa no podía ser la respuesta.
Como ya llevaba bastante tiempo así, tomé conciencia de la necesidad de hacer un alto en el camino, fruto del reconocimiento de que en verdad no sabía cómo vivir. Fue entonces cuando en una de mis meditaciones escuché una voz que me hizo confirmar que nada tenía más sentido que saber la verdad de lo que somos, para vivir de acuerdo a nuestra esencia.
A los tres meses a raíz de aquello se dio la oportunidad de pedir el despido voluntario y este libro es el resultado de aquella decisión y mantener ese compromiso conmigo mismo tras dos años de viaje interior (y también exterior), de experiencias místicas y del estudio de sabiduría.
Si tuviera que revelar cuál había sido para mí el mayor descubrimiento hasta ese momento, diría que efectivamente nosotros no podemos cambiar por nosotros mismos. La clave del cambio no se encuentra en este mundo, porque nosotros no pertenecemos a él. Pero podemos invocar un poder que está más allá de nosotros. Éste procede de una «fuente» que, si se lo permitimos, realiza las correcciones pertinentes en este plano de experiencia.
Este libro es mi mejor intento para facilitar los aprendizajes de la verdad. Para ello he incluido siempre que lo he visto conveniente, ilustraciones y gráficos que permitan compensar o reducir las limitaciones a la comunicación que de por sí ya tienen el idioma y las palabras.
Es mi deseo que el material contenido en este libro pueda conducirte a experiencias del despertar, venciendo el miedo de forma consistente, abriendo el corazón, y confiando en la vida, experimentar la verdad de nuestra unidad.
«Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias de apariencia, aunque sí sonríes mucho más a menudo. Tu frente se mantiene serena; tus ojos están tranquilos. Y aquellos que caminan por el mundo como tú lo haces reconocen en ti a uno de los suyos». Párrafo 1.
«El mundo es una ilusión. Los que eligen venir a él andan buscando un lugar donde poder ser ilusiones y eludir su propia realidad. Mas cuando se dan cuenta de que su realidad se encuentra incluso aquí, entonces se hacen a un lado y dejan que ésta les muestre el camino (...)». Párrafo 2.
«... La demente ilusión seguirá siendo evidente por un tiempo para ser contemplada por aquellos que decidieron venir y que aún no han experimentado el regocijo de descubrir que se equivocaron al tomar esa decisión. No pueden aprender directamente de la verdad, puesto que niegan haberse equivocado (...)». Párrafo 3.
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