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El lado oscuro del Nuestra Sagrada es un secreto enterrado en lo más profundo del barrio del General Entrerriano. Nadie lo dice, algunos lo saben. Pero a veces lo enterrado sale a la luz, se des-entierra, sobre todo si alguien, un hombre sagaz, un des-enterrador se interesa en saber la verdad, por más oculta que esté. Pedro Alvear conoce los secretos más oscuros del Nuestra Sagrada.
Apenas terminó de hablar con Norma Conesa, rectora del instituto, apenas se supo en peligro, se puso en alerta, necesitaba contraatacar, el mejor contraataque es saber todo de todos, porque todos mienten, porque todos tienen cosas que ocultar, incluso él, y el Nuestra Sagrada no podía ser una excepción. Investigó, llamó a la gente indicada, y descubrió que el gran colegio católico de excepción no tenía nada.
El contacto en la SIDE fue claro, útil, lo cubría, lo sacaba de todo tipo de indagación de esa directora idiota. El asunto del pis de su nieta podía ser la punta de un iceberg gigante, oscuro, aterrador, y ese iceberg podía hundirlo a él, al gran Pedro Alvear, hundirlo como hundió al Titanic, esa maravilla de la técnica, que desafió a Dios, que le escupió en la cara, que buscó reemplazarlo, sería la técnica el Dios nuevo, el viejo, por lo tanto, debía morir. Pero este viejo Dios, rencoroso, celoso de que desafíen su poder, interpuso el iceberg. Un pedazo de hielo, la naturaleza más burda, aniquilando a la perfección técnica, el Titanic al fondo del océano, la técnica derrotada, y Dios, soberbio en su victoria, omnipotente, dirigiendo a la humanidad. Que la técnica hoy haya derrotado a Dios, lo haya reemplazado, que, en la actualidad el tecnocapitalismo esté a punto de hacer estallar este planeta, junto con la humanidad entera por los aires, es otro asunto, que deberá ser contado, con urgencia, en otro lugar.
Pedro Alvear, hombre probo, empresario argentino, no era el Titanic, no se hundiría ante nada, y menos ante una directora de cuarta. Resolvería el pis de Julieta, ya vería como, ahora necesitaba información, una contrapartida, algo oscuro, un as en la manga. Si la rectora jodía la información saldría a la luz, y si él se hundía todo el Nuestra Sagrada, y si podía todo el puto barrio, se hundiría con él. Pero nada de eso tenía porque ocurrir, Pedro lo sabía, entre bueyes no iban a haber cornadas.
—Ese colegio tiene un prontuario para escribir un par de novelas Pedro, no sé si de Rodolfo Walsh o de Sthepen King. El que habla es un alto cargo de la SIDE, su nombre es Rogelio Anglada.
—Contame Rogelio. Pedro sabe que ya está empezando a ganar la partida. Escucha con atención y sonríe.
—Lo fundó en 1954 un tal Juan Benavídez Zuñiga, un francesito católico, perteneciente a una hermandad llamada la Santísima Trinidad. Comenzó siendo una escuela primaria, una casita con siete aulas en el barrio del General Entrerriano. En 1962 abrieron el Jardín de infantes, compraron un terreno en la misma manzana donde funcionaba la primaria, y para principios de los 70 ´ comenzaron a planear la apertura del secundario. Pero ahí comenzaron las demoras.
—¿Demoras? ¿Y por qué?
—Faltaba guita Pedro, y sobraban denuncias, cosas jodidas de verdad.
—Empezá por el tema de la guita Rogelio. Pedro saca una libreta, comienza a tomar nota.
— Te tiro un primer dato, y desde ahí comenzá a imaginarte. El Instituto Nuestra Sagrada Bendición de Cristo fue fundado en 1954
—Por Zuñiga eso ya me lo dijiste Rogelio. Pedro por primera vez se muestra ansioso, poco común en él
— Si Peter, pero cuando Zuñiga fundó la escuela la estructura edilicia era una casita del orto de ciento sesenta metros cuadrados. ¿Sabés cuál es la estructura actual del colegio?
—Algo sé, pero confírmamelo vos. Pedro había sido durante muchos años presidente de la unión de padres de colegios del barrio, sabía datos del Nuestra Sagrada, sabía su estructura, pero eso no le servía de una mierda, un colegio grande es solo eso, no hay delito, no hay elementos para su contrapartida.
— Anda anotando Peter. El instituto tiene tres niveles de enseñanza: jardín de infantes, primario y secundario, están distribuidos en tres manzanas, en la zona más cara del barrio del General Entrerriano, plena CABA Pedro, te rompen el culo con el metro cuadrado, y estamos hablando de unos treinta mil acá. Sigo y sumo Pedrito, frente al secundario levantaron un gimnasio, cinco pisos, tres mil quinientos metros cuadrados. Vayámonos de la CABA, en Pilar, otra rotura de culo el metro cuadrado ahí, los curitas tiene un campo de deportes de, agarrate Pedro, ceinto veinte mil metros cuadrados. A todo esto sumale inversiones, bolsa de comercio, departamentos varios, cocheras, pero todo se va perdiendo en testaferros fantasmas. Y, agregale, por si fuera poco, la guita que se gastaron en sobornos y abogados para tapar las denuncias, sobre todo las de abuso sexual.
—Frena ahí Rogelio, ya vamos a los abusos, hay algo que no entiendo, me tirás una millonada de guita en terrenos, en infraestructura, pero antes me dijiste que la construcción y apertura del nivel secundario estuvo demorada.
—Si Pedro, pero antes de seguir, decime vos algo, ¿no sabías la guita que manejaba este colegio? Sé que rondaste por ahí unos cuantos años, tu hija fue al colegio vecino del Nuestra Sagrada, que era solo de varones, el de mujeres que fue Verónica se llama Devotas de Jesús, pero habrás visto guita en el Nuestra Sagrada y ahí fuiste como buen empresario que sos.
—Sabes muchas cosas Rogelio
—Soy la SIDE Pedrito, sabemos todo de todos.
—Es verdad, conozco íntimamente el Nuestra Sagrada, pero hasta el día de hoy me chupaba un huevo de donde había sacado la guita. Cuando me metí en el colegio ya tenía un capital exorbitante, yo, quizás, ayudé a que creciera un poquito más, el suyo y, de paso, el mío también.
—¿Y ahora porqué te importa tanto Pedro?
—Asuntos míos Rogelio, vos serás la SIDE, pero me debes unos cuantos favores, no preguntes boludeces, te saqué del quilombo con la embajada de Colombia, te metiste hasta los huevos con las FARC, ¿te olvidaste de eso?
—Nunca Peter, te debo la vida. No pregunto más nada.
—Me parece inteligente lo tuyo Rogelio. Seguí contándome ¿porqué estuvo trabada la apertura del secundario?
—La obra ya estaba proyectada, se frenó en el 73 ¿Sabés porqué?
—¿Perón?
—Sí, la vuelta de Perón, la caída de Lanusse, la obra quedó Stan By.
—¿Y después? ¿Cómo levantaron este monstruo actual? Algo conozco, ya te dije, sé que la guita que hicieron con el Turco, pero para principios de los 90 ´ el Nuestra Sagrada ya tenía dos manzanas de extensión, y el campo de deportes en Pilar.
—Si Pedro, en los 90 ´ compraron la totalidad de una nueva manzana, construyeron un edificio monumental, separaron la primaria y el jardín de infantes, los más chiquitos pasaron al edifico nuevo. Para 1995 comenzaron a construir el gimnasio.
—Ahí estuve yo Rogelio, financie el gimnasio, metí pesos y recaudé dólares que aportaban los padres. Pobres boludos no saben la que se viene.
—Que se jodan Pedro, cuando se caiga el uno a uno van a putear lindo. ¿Floja guita vas a hacer con eso, no Peter?
—Dejémoslo ahí, además vos tendrás lo tuyo Rogelio, ¿mal no te va no?
—No me quejo Peter, pero si tengo más mejor.
—Siempre más es mejor amigo, pero seguí contándome Rogelio, ¿Cuál fue el salto inicial? ¿Cómo se destrabó la construcción del secundario?
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