Gabriel Széplaki Otahola - La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles

Здесь есть возможность читать онлайн «Gabriel Széplaki Otahola - La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Durante tres siglos se han mantenido aislados en la selva; han desarrollado una sociedad mestiza, libre, igualitaria, femenina y guerrera. Ahora, con sus antiguas dagas, espadas, arcos y cerbatanas deberán enfrentar a las tropas del Estado, que pretende construir una presa que los despojará de todo cuanto son. La joven Periquita Robles ha sido elegida para contar al mundo la vida de Pueblo en su desesperada guerra final contra los invasores.
Una historia de selvas y montañas bravías, de nieblas, musgo, árboles, manantiales, jaguares, águilas y gentes hermosas que bailan tambor a la luz de la luna llena.

La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Pero hay un aroma especial en Valle que pudiera tener otro nombre. Solo por eso Valle podría llamarse por derecho propio: Valle de las Flores del Viento.

Tenemos una breve temporada donde casi no llueve. A veces es más notoria y en vez de «casi no llueve». ¡No llueve! Cae solo un chubasco con los pasos de luna. Y cuando comienza a llover otra vez, con los primeros aguaceros, los grandes árboles de Valle comienzan a cambiar, no solo porque comienzan a brotar hojas nuevas, sino porque empiezan a botonear y a abrirse miles y miles de Flores del Viento, que así las nombramos, porque gustan crecer en las ramas altas de árboles altos. Y son tantas Flores del Viento que cambian el color de la montaña. Se torna lila-rosado-violeta. Aunque ese no es el nombre verdadero de sus colores, para nombrarlo con justicia debería decir que la montaña se torna del color de las Flores del Viento. Y son tantas, que la montaña completa exhala su olor, un aroma que todos percibimos-vivimos-sentimos-amamos y somos felices en el aire pleno de intenso aroma. Pero no por ello dejamos de hacer cuanto debemos hacer. Porque sostenemos la vida nuestra con el hacer de nuestras manos, con el mirar de nuestros ojos y con el caminar de nuestros pies.

CAPÍTULO VII

MAMÁ TIGRA

No sé si te lo mencioné antes, pero esto de que en Valle hubiese tigres-yaguares grandes no solo era así, continúa siendo así, y te puedo decir, que yo misma los he visto. ¡En verdad son grandes! Y muy numerosos. Al principio los Abuelos mataron tigres, pero pronto comprendieron que muchos yaguares ¡y grandotes! eran una protección adicional para Pueblo. Además, como en Valle había tantas báquiras y los báquiros destrozan los conucos, de alguna manera los tigres-yaguares eran nuestros aliados. Y hasta el día de hoy siguen siéndolo.

Tenemos un «juego», jugamos con Mamá Tigra ¡un juego mortal! Mortal para quien lo juega, jugador o jugadora, pero no para Mamá Tigra, a quien no se le puede dañar, herir ni matar. Después de todo, quien juega al juego de las tigras es quien anda buscando algo que ha perdido en su vida o algo que necesita hallar o probar; a veces ¡,esita hallar o probar; a veces Anadepositosgo corrio r, tendridas se suturan. las ar el sitio donde estaban los soldados dormidel mero gusto por seguir viviendo! Y quiere que, frente a frente con la tigra, que es la muerte, encuentre lo que perdió.

Mamá Tigra toda garras, músculos, cola tiesa, colmillos enormes, rugido y descontento. ¡Si no te mata, te devuelve al centro de ti mismo! Eso nos dicen. Y eso es lo que se busca. Pero el juego de las tigras no es algo de tomarse ligeramente. ¡La apuesta es tu vida!

Alguien, por alguna razón, decide jugar a las tigras. Entonces debe ir lejos a la selva a buscar ¡una tigra parida! Una tigra con cachorros. Debe buscar hasta que la encuentre. Debe vigilarla y esperar su oportunidad. Debe esperar hasta que Mamá Tigra salga de cacería y deje sola la tigrera donde está el cachorro, o los cachorros. Entonces quien juega buscará cómo entrar en el cubil y tomar al tigrito o a los tigritos. Cosa bien difícil, porque gruñen llamando a su mamá, pero entre tanto llega, muerden duro y arañan con unas garritas afiladas que desgarran, cortan y con facilidad hienden el músculo.

Bueno, quien lo haga, corre el riesgo mortal de que Mamá Tigra ¡lo encuentre en la guarida! Donde por lo común no hay mucho espacio. ¡Claro!, lo hay para una tigra musculosa y enteriza, un animal de cuatro patas. No para una persona humana alta, delgada y ligera. Esa es una de las razones para no jugar en solitario. Pero muchos así lo hacen. Quien juega, lleva consigo lo que llamamos una «vara de tigra», una «vara tigrera» o «vara de poder» y es una vara de madera. ¡No de cualquier madera! Sino de la más dura y resistente. Debe tener la altura de un hombre con sus brazos extendidos por sobre su cabeza y terminar en una horqueta grande de puntas romas, para no dañar a Mamá Tigra. Con ella el jugador debe defenderse del ataque o los acosos de Mamá Tigra. Y para vérselas cara a cara, cerquitica con una tigra furiosa ¡hay que tener bríos! Y eso —dicen— es lo que ¡te devuelve lo que se te había perdido!

Hace un tiempo, mi amiga Anaí y yo nos vimos envueltas, sin querer, -claro-, ¡en un juego de tigras! Habíamos salido a buscar unas maticas de flores de viento que Anaí había visto en una salida en que acompañó a unos buscadores a recoger aguacates, cuando:

—¡Periquita, ¿quéesesoooo?! —dijo entre dientes y señalando con su dedo al tiempo que retrocedía y se encogía con temor.

¡Al principio no lo pude ver!, pero Anaí insistió.

—Allí, Periquita, allí.

Y entonces ¡lo vi! ¡Un cachorrito de tigre, pequeño y peludo! Y asustado, con grandes ojos rayados.

—¡Un cachorro de tigre! —dijo Anaí alarmada pero bajito.

¡Casi habíamos tropezado con él! Y no lo habíamos visto. Estaba agazapado en las raíces altas de la ceiba panzona donde íbamos a orinar, cuando Anaí lo vio moverse. Medio nos acercamos, gruñó corto y agudo; un sonido silbante, amenazador y asustante. Nosotras sabíamos que eso no era normal, quiero decir, ¡que no encuentras un cachorro de tigre así como así!

—¡Periquita, ¿será que se le escapó a algún jugador?! —dedujo Anaí.

—Alguien lo sacó de la guarida y de algún modo se le zafó o algo pasó —continuó— y eso significa ¡que Mamá Tigra lo está buscando! ¡Periquita! ¡Lo está buscando!

Anaí había comenzado a asustarse y también yo, habíamos visto al cachorrito, así de cerquita. No era nada manso. Gruñía, arrugaba la cara y daba manotazos rápidos, de modo que ni siquiera lo tocamos. Además, sabíamos ¡que no debíamos hacerlo! También sabíamos del peligro en que nos encontrábamos.

Con el tiempo, Pueblo había levantado calzadas dentro de Valle. Son un orgullo tenerlas, pues están bien hechas y bien mantenidas. Estábamos cerca de una de tales calzadas, pero también estábamos en medio de la selva.

—¡Mejor nos vamos de aquí, Periquita! —dijo Anaí.

—¡Sí! —le dije, estando de acuerdo con ella—. ¡Vámonos!

Rápidas, silenciosas, asustadas y acurrucadas como sombras, dejamos al cachorro. Íbamos tomadas de las manos y regresábamos buscando la calzada, caminábamos rapidito y nos habíamos alejado algo. Cuando…

—Ay, Periquita, ¿oíste? —susurró Anaí.

—Sí, Anaí, oí —dije, de veras asustada. ¡Habíamos oído el respirar, el jadeo de Mamá Tigra!

—¡Anda por aquí mismo! —dijo Anaí.

Estábamos asustadas y tomadas de la mano. Cada una echó mano de nuestras pequeñas navajas: garra y colmillo, juntamos nuestras espaldas y empuñamos en cada mano nuestros pequeños cuchillos.

Sabíamos que eran útiles contra los humanos. Sabíamos que eran inútiles contra una tigra parida. Pero era lo que teníamos. Sabíamos que la mejor defensa era alejarse y que ella supiera que estábamos alerta, que no nos sorprendería, pero también sabíamos que ella no nos quería sorprender; si no, no se habría delatado resoplando. Pero sabíamos que no se puede saber todo de los saberes de los inteligentes tigres-yaguares. Ella estaba buscando a su cachorro y prosiguió su camino apurada y malhumorada, seguramente con la cabeza gacha y pasos cortos. ¡Tenía que haberlo oído gruñir!

Al ratico que llegamos a la calzada, ¡pegamos la gran carrera! Y después de un buen rato…

—¡Periquita! ¿No crees que nos vaya a seguir, verdad? —dijo Anaí, aunque ya se nos estaba pasando un poco el susto.

—¡No sé, Anaí! ¡No sé! ¡Pero no creo! ¡Querrá buscar al cachorro y llevárselo!

—¡Qué alivio, Periquita, qué alivio! —dijo Anaí.

Pero seguimos, no sin susto y no sin voltear.

No estábamos demasiado lejos cuando encontramos al cachorro, así que pronto llegamos a los primeros bohíos de Pueblo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles»

Обсуждение, отзывы о книге «La Guerra del Fin del Mundo de Periquita Robles» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x