EL SECRETO DEL BOSQUE DE LOS SUEÑOS
ROSARIO JIMÉNEZ ROQUE
EL SECRETO DEL BOSQUE DE LOS SUEÑOS
EXLIBRIC
ANTEQUERA 2018
EL SECRETO DEL BOSQUE DE LOS SUEÑOS
© Rosario Jiménez Roque
Diseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric
Iª edición
© ExLibric, 2018.
Editado por: ExLibric
C.I.F.: B-92.041.839
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Fax: 952 84 55 03
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Según el Código Penal vigente ninguna parte de este o
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su contenido está protegido por la Ley vigente que establece
penas de prisión y/o multas a quienes intencionadamente
reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria,
artística o científica.
ISBN: 978-84-17334-04-8
Nota de la editorial: ExLibric pertenece a Innovación y Cualificación S. L.
ROSARIO JIMÉNEZ ROQUE
EL SECRETO DEL BOSQUE DE LOS SUEÑOS
Índice de contenido
Portada
Título EL SECRETO DEL BOSQUE DE LOS SUEÑOS
Copyright EL SECRETO DEL BOSQUE DE LOS SUEÑOS © Rosario Jiménez Roque Diseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric Iª edición © ExLibric, 2018. Editado por: ExLibric C.I.F.: B-92.041.839 c/ Cueva de Viera, 2, Local 3 Centro Negocios CADI 29200 Antequera (Málaga) Teléfono: 952 70 60 04 Fax: 952 84 55 03 Correo electrónico: exlibric@exlibric.com Internet: www.exlibric.com Reservados todos los derechos de publicación en cualquier idioma. Según el Código Penal vigente ninguna parte de este o cualquier otro libro puede ser reproducida, grabada en alguno de los sistemas de almacenamiento existentes o transmitida por cualquier procedimiento, ya sea electrónico, mecánico, reprográfico, magnético o cualquier otro, sin autorización previa y por escrito de EXLIBRIC; su contenido está protegido por la Ley vigente que establece penas de prisión y/o multas a quienes intencionadamente reprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica. ISBN: 978-84-17334-04-8 Nota de la editorial: ExLibric pertenece a Innovación y Cualificación S. L.
Índice
Dedicatoria
Capítulo 1 PRIMER CONTACTO
Capítulo 02 EL VIAJERO DE LA PIERNA ROTA
Capítulo 03 LA MISIÓN DEL CABALLERO
Capítulo 04 EL SEGUNDO MURO
Capítulo 05 EL GOLPE DE ESTADO
Capítulo 06 LA SOMBRA DEL VIAJERO
Capítulo 07 UN TRAIDOR EN EL GRUPO
Capítulo 08 TELAS PARA UN VESTIDO
Capítulo 09 PREPARANDO EL VIAJE A LAS RAÍCES
Capítulo 10 EL PRISIONERO DE LOS OJOS VENDADOS
Capítulo 11 EL DESCONOCIDO REMITENTE
Capítulo 12 LOS OTROS
Capítulo 13 LA PICADURA DE UN HADA
Capítulo 14 DÍAS DE PAZ
Capítulo 15 EL JABARDILLO
Capítulo 16 EL OJO DE DRAGÓN
Capítulo 17 EL CAMINO DEL BOSQUE DE LOS SUEÑOS
Capítulo 18 EL VERDADERO KIRO
Capítulo 19 LOS GUARDIANES DEL BOSQUE
Capítulo 20 A PASOS DE GIGANTE
Capítulo 21 EL HECHIZO DEL CIERVO BLANCO
Capítulo 22 EL OBJETIVO DEL ENEMIGO
Anexos DESCRIPCIÓN DE LUGARES
GUÍA DE PERSONAJES
TIPOS DE MAGOS
Biografía
A mi abuela,
sin cuya ayuda este libro
nunca habría visto la luz.
Capítulo 1
PRIMER CONTACTO
Parecía mentira que hiciera dos semanas que había salido de la academia. Y es que, después de doce años sin salir de aquella prisión, lo raro era que no se hubiera quedado perdida en algún lugar cercano a donde estaba situada la entrada, sin saber muy bien qué hacer o a dónde dirigirse. Eso era, al menos, lo que solía ocurrirle a la mayoría de los magos que salían de Taj Mahal después de tantos largos años de estudio, pero Manyou siempre había sido muy decidida. Ella supo que quería estudiar magia en el mismo momento en el que se le reveló el don, y no solo porque casi incinerara vivo a su mejor amigo por accidente. Con apenas diez años de edad emprendió sola el camino hacia la ciudad oculta de Taj Mahal, el único lugar del mundo donde enseñaban magia, con las canciones y leyendas sobre su ubicación como única pista para encontrarlo.
Dejó escapar un suspiro. Tal vez debería haberse quedado en la ciudad de los magos, donde habría tenido asegurado su futuro como profesora aunque la sola idea se le antojaba aburrida. Añoraba el exterior. No es que Taj Mahal no tuviese cielo, sin embargo, al contrario que en el resto del mundo, este parecía estar delimitado por las murallas de la ciudad al igual que lo estaba su tierra. Para alguien nacido en el campo, la bóveda celeste en aquel lugar era casi tan oscura durante el día como lo era de noche, y aunque esto no era verdad muchos así lo habrían jurado.
Mientras meditaba acerca de su próximo destino, entró en el interior de una taberna del pueblo de Ptiaid, cuyo nombre era ese mismo. Para viajar se las había apañado con un viejo mapa de caminos roído por el tiempo, sacado de uno de los libros de la biblioteca de su profesor cuando este no miraba, y se había valido de un hechizo de nivel medio para trasladarse, con lo que carecía de cualquier medio de transporte. Además no llevaba consigo más ropa que la puesta, con lo que sus ropajes tenían los escudos y gravados propios de la orden mágica, y esto provocaba más de una mirada indiscreta en su dirección.
Y es que la magia no era algo muy bien visto en la sociedad.
El dinero era su verdadero problema en aquellos momentos, porque apenas le quedaba nada, y aunque no tenía ganas de ponerse a buscar un trabajo y mucho menos de trabajar, tampoco quería engañar a nadie con un truco ilusorio.
Buscó un sitio vacío en la taberna, una mesa tal vez alrededor de la cual sentarse, sin embargo no encontró nada parecido. Al final optó por acercarse a la barra, en la que le dio tiempo de calcular el precio de una habitación, así como los años que tardarían en atenderla pues su presencia parecía pasar inadvertida para el tabernero. Era un problema que solía suceder cuando se era mago. Al menos hasta que lanzase un hechizo y todos huyeran despavoridos, pero si lo hacía jamás lograría que la atendieran, más bien todo lo contrario.
—¿Eres Manyou?
No pudo evitar sorprenderse. Lo primero que se hacía nada más llegar a la academia era olvidar tu nombre y todo cuanto antes habías sido o hecho. Por supuesto se trataba de algo metafórico, ya que uno no se olvidaba realmente del nombre que le habían puesto sus padres, o dónde había vivido, en qué condiciones ni con quién. Lo que sí era cierto es que, en el momento en que un maestro se hacía cargo de ti, cambiaba tu nombre como rito de iniciación, y a partir de entonces dejaban de ser lo que antes habías sido. Allí no importaba tu estatus o donde hubieras nacido, eras simplemente un alumno más que se había ganado un nombre por llegar hasta allí, nada más. Por todo ello, y más por el poco tiempo que llevaba fuera, lo que contrarió a Manyou no fue que alguien pronunciara su nombre, sino que el que lo hiciera no tuviese relación alguna con su mundo.
—Sí, soy yo. —Sonrió, tratando de mostrarse cordial y para nada sorprendida.
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