5. La renovación investigativa también puede estar dada por la ampliación de las fuentes por utilizar en los procesos de investigación. Es pertinente registrar y analizar la iconología y la iconografía de la movilización y la protesta estudiantil. La recopilación sistemática de imágenes en la prensa regional y nacional, además de las contenidas en las publicaciones elaboradas por estudiantes, son una nueva veta para explorar nuevas interpretaciones del movimiento estudiantil.
6. Especialmente para las generaciones de la segunda mitad del siglo XX, la memoria se convierte en una fuente de gran valor para renovar los estudios sobre el movimiento estudiantil. Rescatar las experiencias de los protagonistas de la vida universitaria, incluyendo estudiantes, profesores, directivos, trabajadores y personas vinculadas al sector educativo, se convierte en una apuesta interesante para ampliar las voces con las que se construye la historia de la protesta y organización estudiantil. Se debe recurrir a los grandes líderes de los acontecimientos y a todos los testigos que deseen evocar su experiencia universitaria.
7. Los recientes trabajos sobre la juventud y las tesis relacionadas con la existencia exclusiva del movimiento estudiantil en Colombia durante los años del Frente Nacional deben llevar a la exploración de las expresiones políticas universitarias después de la segunda mitad de la década del setenta del siglo XX. Más allá de la existencia o no de una organización nacional con la fuerza de la FUN de los años sesenta, es necesario acometer una pesquisa sobre la participación política del estudiantado en periodos diferentes a los acostumbrados años sesenta y setenta. El mismo siglo XIX, la primera mitad del siglo XX o las dos últimas décadas del siglo pasado son posibilidades temporales por desarrollar en las nuevas investigaciones.
8. En los nuevos posibles horizontes temáticos se puede recurrir a las narraciones de los docentes universitarios, poco exploradas por la historia de la educación y por la historia de los movimientos sociales. Es necesario también estudiar las luchas de los trabajadores vinculados a las universidades, actores importantes en la configuración de la vida universitaria. Unos y otros tienen expresiones gremiales y sindicales, al tiempo que establecen relaciones con los movimientos estudiantiles. Las universidades privadas también alcanzan cierto grado de visibilidad en momentos cumbre de la protesta universitaria; de allí la pertinencia de iniciar trabajos al respecto que recurran a estos nuevos horizontes temáticos.
9. Los interesados en fortalecer este campo de investigación deben recordar que todas estas opciones requieren fuentes disponibles. En tal propósito, es imprescindible la recolección, la edición y la difusión de documentos relacionados con el movimiento estudiantil. Digitalización de noticias relacionadas con el tema de estudio existentes en la prensa, acopio y difusión de publicaciones estudiantiles, rescate de archivos de grupos y de organizaciones políticas juveniles, además de la recopilación y la distribución de fuentes orales e icónicas, se convierten en posibilidades heurísticas para los movimientos estudiantiles y en alternativas de contrastación historiográfica para una visibilización y estudio crítico de estos actores sociales.
61LE BOT, Yvon. El movimiento estudiantil durante el Frente Nacional: 1958-1974. En: Educación e ideología en Colombia. Medellín: La Carreta, 1984, pp. 71-112.
62LEAL BUITRAGO, Francisco. La participación política de la juventud universitaria como expresión de clase. En: CÁRDENAS, Martha y DÍAZ URIBE, Alberto [eds.] Juventud y política en Colombia. Bogotá: Fescol, 1984, pp. 155-203. Este texto recoge dos textos anteriores del autor publicados en la revista Desarrollo y Sociedad y en la Universidad de los Andes. Estos textos pertenecen al año 1981 y 1982 respectivamente.
63CAYCEDO TURRIAGO, Jaime. Conceptos metodológicos para la historia del movimiento estudiantil colombiano. En: Revista Estudios Marxistas. 1984, n.° 27, pp. 48-60.
64El trabajo de la profesora Dora Piñeres se analiza con mayor detalle en el apartado dedicado a los estudios de caso del movimiento estudiantil en Colombia.
65VARGAS, Olmedo. Movimiento universitario, programas curriculares y universidad en Colombia durante 1921. En: Revista Historia de la Educación Latinoamericana. 2000, n.° 2, pp. 85-109. Del mismo autor: VARGAS, Olmedo. Dinámica del movimiento universitario en Colombia: 1920-1930. En: VARGAS HERNÁNDEZ, Olmedo [Comp.]. Archivos y documentos para la historia de la educación colombiana. Tunja: Rudecolombia, 2000, pp. 125-135.
66RUÍZ MONTEALEGRE, Manuel. Sueños y realidades: procesos de organización estudiantil 1954-1966. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2002.
67SÁNCHEZ, Ricardo. Sobre el movimiento universitario 1968-1972: una evocación generacional. En: Revista UIS Humanidades. Julio-diciembre, 1988, vol. 17, n.° 2, pp. 73-78. Evocando aquella generación, Amilkar Acosta –en su momento, líder estudiantil– también relata este testimonio. Ver: ACOSTA MEDINA, Amilkar. Entre estandartes y pancartas. En: VARGAS HERNÁNDEZ, Olmedo [Ed.] Movimientos universitarios: América Latina siglo XX. Tunja: Rudecolombia, 2005, pp. 221-231. Igualmente existen dos textos relacionados con este enfoque de estudio, los cuales se limitan a describir algunos de los acontecimientos más destacados de las protestas universitarias entre las décadas de los sesenta y ochenta. Ver: HENAO DELGADO, Hernán. Política, academia y universidad pública: pinceladas sobre los últimos cinco lustros. En: V Congreso Nacional de Sociología: Poder Político y Estructura Social en Colombia. Memorias del V Congreso Nacional de Sociología: Poder Político y Estructura Social en Colombia. Medellín: Icfes, 1985, pp. 287-303; MARROQUÍN, Álvaro. La lucha por la consolidación del movimiento estudiantil colombiano. En: Revista Documentos Políticos. 1964, núms. 36-37.
68PARDO, Miguel Ángel y URREGO, Miguel Ángel. El movimiento estudiantil de 1971 en Colombia. [En línea] Fecode. [Consultado el 16 de septiembre de 2009] Disponible en: http://www.renovacionmagisterial.org/boletin/boletin28/ponencia71.pdf .
69En materia de fuentes, los autores dedican especial atención a la prensa nacional [El Espectador y El Tiempo]. En el mismo sentido, acuden a documentos del movimiento de la Universidad del Valle y al cubrimiento y al análisis que hizo la revista Deslinde.
70HERNÁNDEZ ARTEAGA, Isabel. El programa mínimo de los estudiantes colombianos. Movimiento estudiantil universitario de 1971 por la universidad: todo un país. En: Revista Historia de la Educación Colombiana. 2007, n.° 10, pp. 29-57.
71COTE RODRÍGUEZ, Jorge. El movimiento estudiantil de 1971: entre la homogeneidad y la heterogeneidad. En: ARCHILA NEIRA, Mauricio et al. Una historia inconclusa: izquierdas políticas y sociales en Colombia. Bogotá: Cinep, 2009, pp. 413-462.
72ARCHILA, Mauricio. Entre la academia y la política: el movimiento estudiantil en Colombia, 1920-1974. En: MARSISKE, Renate [Coord.] Movimientos estudiantiles en la historia de América Latina. México: Unam, 1999, pp. 158-174.
73JIMÉNEZ, Absalón. Medio siglo de presencia del movimiento estudiantil en la Universidad Pedagógica Nacional 1957-1999. En: Revista Colombiana de Educación. 2000, núms. 40-41, pp. 5-60.
Una versión reducida es publicada en el Achsc. Ver: JIMÉNEZ, Absalón. Consolidación, auge y crisis del movimiento estudiantil en la Universidad Pedagógica Nacional: 1957-1974. En: Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura. 2001, n.° 28, pp. 55-86.
74GIRONZA, Indira. La rebelión de los estudiantes. Documental. Mins. 36:10 - 41:48. Cali, Valle del Cauca.
75HERRERA, Vianney y TRUJILLO, Leonor. Movimiento estudiantil-Universidad del Valle - 1971: como fuerza social y su influencia histórica. Trabajo de grado [Licenciado en Ciencias Sociales]. Universidad del Valle. Facultad de Humanidades. Departamento de Ciencias Sociales. Cali, 1993.
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