Gustavo Sainz - Salto de tigre blanco

Здесь есть возможность читать онлайн «Gustavo Sainz - Salto de tigre blanco» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Salto de tigre blanco: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Salto de tigre blanco»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un profesor universitario, catedrático de Literatura y erotismo, se casa con la más bella de sus alumnas. Este matrimonio se prolonga durante muchos años, en los cuales procrean tres hijos; viajan y sufren el deterioro terminal que los lleva a vivir separados e incomunicados en la misma casa. Ahora recuentan los daños tratando de establecer cuándo fueron más auténticos: ¿en 1952 o en 1986?, ¿en 1979 o en diciembre de 1995? Intentan fijar los límites del «yo», responder a preguntas como ¿qué es una persona?, ¿un cuerpo?, ¿nuestra capacidad de producción?, ¿el grupo social en el que interactuamos?, ¿una memoria insomne?, ¿un cerebro dividido?, ¿un irreprimible deseo?… ¿Será posible establecer la felicidad anhelada? ¿Valdrá la pena intentar de nuevo esta relación? Pero ¿quién habla a través de ellos? ¿Un sistema? ¿Una ideología? ¿La religión? ¿Los prejuicios? ¿La historia? El profesor y su compañera se encuentran, se desencuentran, se aman, se odian, se buscan, se desean, se rehúyen, se deslumbran, se abandonan, se declaran, se necesitan… ¿Será esta una novela de amor?

Salto de tigre blanco — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Salto de tigre blanco», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Yo creo que la sexualidad y el papel de la mujer tienen mucha importancia en las obras de Alejo Carpentier y Gabriel García Márquez. Especialmente en El siglo de las luces y en Cien años de soledad. En estas dos obras aparecen varias escenas de violación de mujeres en el desarrollo de las tramas. La violación de mujeres tiende hacia la cosificación de la mujer como víctima. Voy a tratar de analizar las similitudes y diferencias entre la forma como Carpentier y García Márquez presentan la violación de sus protagonistas, las razones posibles por las que estos autores escribieron esas escenas, y hasta qué punto las víctimas son objetos…

Yo tengo un poco de frío y estoy esperando que den las nueve. Cornelius van Dam convino en pasar por mí. Afuera se ve lluvioso y hace frío. Hice mis maletas y todo cupo perfectamente. Vinieron de la empresa con seis cajas y sólo se llevaron tres atiborradas de libros que me mandarán por barco a cuenta de la editorial. El chico que trabaja en la administración local me habla del año y medio de acuartelamiento que tienen que sufrir los jóvenes acá, y de la obligación de llevar siempre consigo el carné de identidad, con fotografía en colores y huella digital, renovable cada cinco años. Voy a la oficina y asisto a la junta general, en donde me hacen hablar de mis proyectos. Veo bastante linda y sobre todo sensual y comestible a la Subgerente de Tránsito. Me invita Ludwig H. Heydenrich a comer mariscos en un lugar llamado Jacinto, reputado como muy bueno, pero que no me parece mejor que otros que hemos visitado. Querido me dice a media cena, esta noche vas a tener el pito fosforescente… Volvemos a la oficina y se define mi cargo y también mi sueldo. Esto me provoca gran tranquilidad pues dejaré de desperdigarme en miles de chambitas. Gianni Ser Lapo me trae al hotel y camino hasta la tienda Bayer en la Vía Layetana para comprar una maleta más y tener el par. Vuelvo al hotel en un taxi. Don Michael Alpatov me dice que esta visita le ha servido para entrenarse como anfitrión y que la próxima será mejor. Gianni me ofrece su casa de Biarritz y un auto por si quiero venir de vacaciones. Ahora la deseable Alcognia, Subgerente de Tránsito: me invitó a cenar ayer y yo dije por cortesía que estaba seguro de que la pasaría bien con ellos, y ella replicó Con mi marido quién sabe…, entre pícara y retadora. Desde el despacho debajo de la casa de Michael confirmé mi asistencia y Gianni me llevó hasta su domicilio y para mi alboroto el marido aún no había llegado. Alcognia me llevó a la cocina y se burló diciéndome que iba vestido muy de Príncipe de Gales, y cuando volvimos a la sala empezó mi examen, un poco árido y feroz, que cuántas veces hacía el amor al día. Me asustó su cinismo y hasta me intimidaban sus ojos bárbaramente luminosos y las mejillas tostadas por el sol y los labios, al besarla, extraordinariamente pantanosos. Se disculpó de pronto, como asustada de su proceder, se arregló la ropa desordenada, el cabello, y en eso, como si lo hubiera presentido, llegó su esposo, alto, atlético, jovial, alegre, burgués, autonombrándose experto en Schubert. Fuimos a cenar al Tibidavo, una cena incómoda, siempre sometido a examen sobre museos, galerías, películas, libros, músicos, fotógrafos, pintores. Volvimos a su casa. Los senos de Alcolagnia me parecían enormes, el porte espléndido, las nalgas frutales. Sus cabellos eran como los de Solange, entre rubios y rojos y cafés, ralos y lacios hasta la altura de los pezones. Me enseñó sus libros favoritos, sus fichas, me habló de Louise Labé y de Julien-Offroy de La Mettrie. Este último dijo “que cuanto más lascivo era un cuadro, más constituía una imagen ingenua y expresiva de una realidad que el corazón adora”… Como a las dos de la mañana decidí irme y ella acordó llevarme al hotel. Al llegar al Ritz me dijo que no tenía nada de sueño, pero no quería invitarla a subir y la invité a caminar, entre alarmado y expectante. Me preguntó qué opinaba del binomio dolor-placer, y si creía que se podía llegar al placer haciendo sufrir, o bien, sufriendo uno mismo. Bueno, le dije, eso lo desarrolla Sade. La noche era tranquila y dimos una vuelta enorme, sin tocarnos, ella describiéndose a sí misma como una burguesa con fantasías, pero invitándome a leerla más a fondo, insinuando que tenía otra vida pese a sus bien dotados 23 años, tres idiomas y 45 000 pesetas de sueldo. A las seis de la mañana la besé y acaricié sobre la ropa, más cansado que lujurioso, y casi la llevé a rastras hasta su coche. Subí a dormir. Cuando desperté, todavía mantenía la sensación de ella en las manos y los labios. Apenas pude le mandé un ramo de flores con unas edecanes amabilísimas, y casi al mediodía volví a verla en la oficina fumando y caminando nerviosa de un lado a otro, tensa y desesperada, con tintes espléndidos en la piel joven… Empiezo a decidir no llevar maleta de mano sino nada más mi bolsa con los documentos de viaje, el libro de Joyce Mansour y mi libreta de apuntes, además del enorme libro de litografías de Adami.

Yo todavía me estaba bañando cuando mi ex esposo entró en mi cuarto. Hola, floja, me dijo asomando la cara. Me vestí muy de prisa y salimos a ver el terreno que dice estar comprando en Bosques del Pedregal. Primero pasamos por casa de Guan Yin y Grendel. Nos gustó mucho a todos. Mi ex ya tenía un croquis de la casa que piensa construir. Me gustó mucho todo. Él estaba muy contento. Está tomando el timón otra vez. Me siento tranquila. De regreso, al pasar frente a la casa de Peredur, me acordé de pronto que anoche soñé que mi ex y yo entrábamos en auto a la privada de casas que están detrás de la casa de Peredur, con la intención de estacionarnos hasta el fondo y hacer el amor…

Yo le enseñé un subrayado en las Obras completas de Charles Baudelaire: Un hombre va al polígono de tiro de pistola acompañado por su mujer. Apunta a una muñeca y dice: “Me imagino que eres tú”… Cierra los ojos y abate a la muñeca. Luego, besando la mano de su compañera, dice: “Ángel mío, te doy las gracias por mi habilidad”. Ella gozó la analogía.

Yo no puedo leer las instrucciones, no puedo leer ni mi mano en esta oscuridad. Prende los faros. Así es mejor, baby. Dice aquí. Dice que para coger por ocho horas seguidas, bueno, dice que te embriagues levemente con licor, que añadas el polvo de la yombina de tu preferencia, que te des un toque de la Raya Azul de Nepal, y que tengas el anillo a la mano, eso dice. ¿Nada de beleño, belladona, marihuana, heroína, coca, vaselina, hielo, anfetaminas, aspirinas? Nada de eso, pero todo se puede probar…

Yo estaba en un café y noté la presencia de una joven que despedía un aire misterioso. También observé a dos hombres mayores mirándola, uno de ellos demostrando un interés más que peculiar. La mujer alta, de piernas largas y pelo negro y lacio, vestida con una minifalda violeta, tenía una mirada serpientegatuna de fugacísimo brillo. Su languidez servía para destacar otras cualidades felinas. Leía o simulaba leer un gran libro, un libro tamaño volumen ilustrado. Era obvio que buscaba un encuentro. Alguien gritó ¡Lorelei! Después de un tiempo el hombre interesado se abrió paso entre las mesitas y llegó hasta ella. Lo vi detenerse levemente para poder leer el título del libro y se marchó. De su caminar se desprendía cierta turbación. Terminé mi demitasse y por simple curiosidad, al salir, pasé por el mismo sitio. Al acercarme supe sin lugar a dudas que era Simone. Se trataba “de un volumen grande, encuadernado, con una brillante sobrecubierta en colores con la reproducción de un cuadro de Leonor Fini, o que parecía por lo menos ser un cuadro de ella. En un lago especular había una mujer desnuda, de gran cabellera platinada contra un crepúsculo rojo, rodeada de lunares pájaros cenicientos, de íctinos y alucinados ojos. El título: Los ojos y la vida sexual (Sabato 376). Georges Bataille me presentó a Simone en los cuentos de su primer libro, Historie de l’oeil, una colección de historias que dejan una sensación peculiar en las partes privadas, al mismo tiempo que cierta vergüenza por la violencia de lo que cuentan. En el episodio titulado “Las patas de la mosca”, por ejemplo, Simone y sus amigos habían torturado sexualmente a un cura llamado don Aminado, ahora bañado en su propio semen. Simone desnuda y sentada en cuclillas en el pecho del cura aplica una fuerte presión fuerte y gradual en el cuello, sobre la garganta, detrás de su manzana de Adán. El cura, ya exhausto, experimenta a pesar de eso otra erección. Uno de los amigos de Simone dirige el pene del cura hacia la vagina de ella, mientras Simone lo estrangula. Cuando el cura está muerto, Simone ve una mosca posada en el ojo abierto del cadáver. Ella decide que quiere tener ese ojo que le parece un huevo. Uno de los amigos saca de su cartera unas tijeritas y con cuidado extrae ese ojo de su cuenca y corta los ligamentos resistentes. Simone juega con el ojo. Lo mete en su vagina y en su ano. Trata de mantener el ojo entre sus nalgas. Los amigos se revuelcan de excitación. Y al fin Simone orina. Chorrean sus orines como si fuesen lágrimas. Estudian el ojo. Los mira desde la mojada y babosa vagina de Simone. La pupila era de un color azul pálido. Y yo estaba segura, completamente convencida de que Simone era esa mujer que estaba en el café. Ella tenía un don para los disfraces. Mientras yo caminaba por la banqueta, recordaba que ella y sus amigos se vestían como curas para viajar por España. Alquilaron un coche. Llevaban maletas enormes para guardar todos sus disfraces. Siempre se burlaban de la policía que no podía encontrarlos. En el pueblito de La Ronda sus amigos se pusieron enormes sombreros negros, sotanas y largas barbas negras. Fumaban puros. Ella se vestía como un seminarista. Por fin llegaron a Gibraltar, adonde compraron un yate equipado con una tripulación de negros…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Salto de tigre blanco»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Salto de tigre blanco» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Salto de tigre blanco»

Обсуждение, отзывы о книге «Salto de tigre blanco» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x