Antes de partir a su país de origen me dijo que no quería irse, que había pasado una de las mejores experiencias de su vida conmigo; le dije que no era necesario que regresara, que podría quedarse a vivir conmigo para iniciar una nueva vida, a lo cual ella accedió. No tomó el vuelo de regreso a Ucrania, de donde ella era originaria. Al parecer no tenía nada que perder porque no cualquier mujer toma tal decisión estando lejos de su país natal, solo pude ver la franqueza en sus ojos y la motivación suficiente como para poder empezar una nueva etapa en su paso por este mundo a mi lado, lo cual llenaba mi espíritu de felicidad como nunca lo había sentido jamás.
Ella era extremadamente inteligente, empezó a estudiar y a hablar español rápidamente, al cabo de medio año ya dominaba el idioma perfectamente, yo también había aprendido a hablar ucraniano, aunque se me hacía bastante difícil aprender la pronunciación de algunas, palabras para ser honesto. Así pasó un año en el cual habíamos construido una buena relación: ella se quedaba en casa realizando labores del hogar, todo lo que conlleva ese tipo de cosas para tener todo preparado cuando yo llegara después de trabajar.
Siendo honesto, no podía creer que gozara de tanta suerte para tener a una mujer como ella, era un sueño hecho realidad. A decir verdad no peleábamos tanto, con esto no quiero decir que ella era sumisa o que yo era un tirano, en lo absoluto, mi punto es que la mayoría de las parejas pelean casi todo el tiempo por todo y para todo, lo sé porque en mis relaciones pasadas siempre había sido de esa manera.
Me pareció extraño en un principio pero después de un tiempo ya no importaba porque Tamara era mi mundo así como yo el de ella, esto no quiere decir que ella no tuviera mal carácter de vez en cuando pero era solo por cosas superfluas o situaciones cotidianas de nuestro día lo cual es completamente comprensible. En pocas palabras, la mujer que todo hombre anhela, desea y quiere en su vida, eso es lo que yo había encontrado en aquella mujer ucraniana, que a final de cuentas era no sólo mi pareja sino mi amiga, confidente y amante, solo faltaba que fuese mi esposa para tenerla por completo.
La idea de poder casarnos giraba un millón de veces en mi cabeza la mayoría del tiempo, a pesar de que ella no lo mencionaba; sabía que en el fondo de su corazón también tenía o anhelaba el poder casarse conmigo algún día en el futuro; esto es lo que yo pensaba porque nunca se lo había preguntado anteriormente.
Tamara – ¿Sabes?, deberíamos planear unas vacaciones e ir a un lugar donde nunca hemos estado antes, hemos visitado muchas partes últimamente pero esta vez quisiera que fuera otro país, no lo sé, por ejemplo podríamos ir a China o Dubái.
Karl – Podría ser, Tamara, tienes razón, no hemos visitado esos lugares, solo que tendremos que esperar un poco para ahorrar el dinero suficiente para viajar, tenemos tiempo para poder planear nuestro viaje, así que no te preocupes, vamos a encontrar la forma de ir a uno de esos lugares.
Tamara – Sí, está bien, creo que es lo mejor. A decir verdad creo que cada viaje que hacemos y las experiencias que tenemos son algo que realmente atesoro; es lo único que me hace extremadamente feliz, no me imagino la vida sin ti. Desde que te conocí esa tarde en el bar mi vida cambió por completo en un abrir y cerrar de ojos, no creía que podría encontrar a alguien como tú en ningún rincón de este planeta, simplemente no lo puedo explicar con palabras, creo que mis acciones dicen más de lo que puedes escuchar de mi parte, ¿no lo crees así?
Karl – Tienes toda la razón, yo me siento de la misma forma que tú, en definitiva nuestras acciones hablan más que lo que podemos expresar con nuestras palabras. No sé qué sería de mi vida sin ti, corazón. Te has convertido en mí oxígeno para seguir viviendo, de ello no tengo ninguna duda al respecto, el amor que siento por ti es algo que solo se siente una vez en la vida por una sola persona, amor puro le dicen.
Tamara – No te comparo con ninguna pareja que tuve anteriormente, porque estaría fuera de lugar, la verdad es que no tienes comparación con nadie más porque simplemente eres quien debes ser, el elegido de mi corazón que es lo que más valoro en el mundo.
Karl – Es un verdadero milagro que estemos conectados de esta manera, corazón. No creo que muchas personas tengan este tipo de conexión, me refiero a que a pesar de que la gente se enoja por cuestiones triviales o cosas que no tienen sentido hay divorcios y malos entendidos de toda clase a toda hora, quiero decir, lo que vivimos tú y yo es algo que la gente simplemente tiende a deducir como una fantasía o algo imposible de alcanzar, somos muy afortunados en verdad de tenernos el uno al otro, eres un sueño hermoso del que nunca quiero despertar.
{Después de planificarlo por un tiempo, decidimos que iríamos de viaje a la playa, Australia parecía ser un destino bastante agradable para los dos. Cuando llegamos a Melbourne después de un largo viaje estábamos exhaustos y empezamos a recorrer varios lugares; debo decir que simplemente todos los destinos eran muy hermosos, cada día que pasaba nos enamorábamos más, el viaje hacía que nos conociéramos en profundidad así como tener confianza absoluta el uno con el otro.
Una de las noches en el hotel donde nos quedamos fue absolutamente espectacular: pedimos la cena desde el cuarto, teníamos velas perfumadas, las cuales impregnaban todo el lugar con un aroma exquisito, el cuarto era grande, la cama igual. Aquella noche hicimos el amor todo el tiempo hasta que los dos quedamos exhaustos por toda la energía que desbordamos, por alguna razón ella no parecía cansarse de que yo la penetrara; siempre que lo hacíamos era así, por obvias razones yo me sentía absolutamente contento por ello, creo que era una de sus características peculiares, tener ese incesante deseo sexual cada que nos acostábamos. No todas las mujeres tienen esas energías de seguir y seguir, ni siquiera la anterior pareja que tenía solía ser así, me sentía realmente afortunado en toda la extensión de mí ser.}
Karl – ¿De dónde sacas toda esa energía para tener sexo corazón? Creo que es algo fantástico y la verdad es un don que tienes para conmigo; espero que para toda la vida, siempre quiero que seas así.
Tamara – No lo sé, siempre he sido de esa manera, simplemente no me canso, no soy ninfómana o algo por el estilo pero la verdad es que me gusta tanto estar contigo que por alguna razón no me canso de que me hagas el amor. Probablemente sea porque te amo mucho y es una forma de poder demostrártelo, corazón.
Karl – Ya lo creo, mi amor, no lo dudo ni por un momento. Es algo por lo que siempre estaré agradecido contigo, sin duda alguna es un detalle fuera de este mundo, corazón. Eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.
{El regreso a México fue algo cansado pero al final de cuentas llegamos bien sin ningún contratiempo. Tan pronto como abrí la puerta de la casa descansamos del largo trayecto, así pasaron los días, definitivamente nos conocíamos cada vez mejor; lo que a mí más me gustaba era llegar en las tardes a la casa y tener largas conversaciones con Tamara así como también sexo desenfrenado sin parar. Ella siempre me contaba cómo había sido su vida anteriormente en Europa así como las relaciones que tuvo con cada uno de sus amigos, familiares y compañeros de universidad.
Cuando me decía todas estas cosas no existía un aire de melancolía en su cara, todo lo contrario, expresaba sus ideas de tal manera como si pudiese ver con mis propios ojos los acontecimientos que cobraran vida en ese preciso instante, la gente, sus pensamientos y sentimientos hasta el ambiente en general donde se desarrollaba todo lo que ella me contaba con tanto entusiasmo.}
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