2 Refuerzos negativos: también llamados castigos. Son lo que se aplican tras la aparición de una conducta que queremos que desaparezca. Estos refuerzos suponen una experiencia negativa y desagradable para el niño.
Los refuerzos también se pueden clasificar en:
1 Refuerzos intrínsecos: que son internos y el observador no los puede contemplar. Quedan en el mundo interior del niño.
2 Refuerzos extrínsecos: son los externos al individuo, los que podemos observar, manejar y planificar.
Las consecuencias que siguen a una conducta operante suponen que el refuerzo sea positivo o negativo.
En la labor educativa, su uso se centra en los refuerzos positivosy extrínsecos.Debe evitarse el refuerzo negativo o castigo, procurando ignorar las conductas no deseables y haciendo hincapié en el refuerzo positivo de aquellas que se quiera perpetuar.
Dentro de los reforzadores positivosse pueden distinguir tres tipos:
1 Materiales: cuando se ofrece al niño un objeto material que desea cada vez que presenta una conducta positiva. Suelen ser juguetes o comestibles. Su inconveniente es que pueden estar muy limitados por el nivel de privación del niño. Es posible que los niños estén hartos de caramelos y juguetes, y esto ya no suponga una motivación extra.
2 Sociales: son las caricias, las muestras de afecto, el reconocimiento público, etc. Son los más eficaces y duraderos. Está comprobado que la aprobación verbal por parte del profesor de una conducta potencia fuertemente su perpetuación. Una gran ventaja de estos reforzadores es que son de muy fácil aplicación, ya que se producen casi de forma natural, y también que son totalmente instantáneos. Además, su efectividad no depende del nivel de privación material del niño.
3 De actividad: consiste en dejar al niño realizar su actividad preferida tras presentar una conducta deseable. El inconveniente de este refuerzo es la dificultad de la inmediatez, ya que no siempre se podrá interrumpir la actividad en curso.
La aplicación de las Técnicas de Modificación de la Conductaha tenido relevancia en varios campos terapéuticos y educativos. Concretamente, son muy utilizadas en el campo de la Educación Especial, tanto de niños como de adultos.
Aplicación práctica
Imagine que usted detecta, a través de las entrevistas con los padres, que en el grupo de educación infantil en el que está hay un miedo generalizado a ir al dentista.
Elabore un plan de acción para solventar esta situación.
SOLUCIÓN
Aunque son múltiples las ideas que pueden estructurar un plan de acción para este caso concreto, a continuación se muestra un posible plan de acción:
Elaborar un completo análisis de la situación de partida, mediante la información que se puede extraer de las entrevistas a las familias y de los propios alumnos. Así, por ejemplo, en la acostumbrada asamblea que se realiza con los alumnos, se puede inducir una charla distendida sobre el dentista. Se les permitirá a los niños que expliquen sus conceptos, opiniones y creencias al respecto. Se les pide también que expongan todo lo que sobre el dentista saben (por qué se debe ir, cuándo se debe ir, qué ocurre allí, qué hace el dentista a su paciente, etc.). Se les facilitará que puedan expresar, igualmente, los sentimientos y emociones que les despierta este tema (les gusta ir o no, qué les parecen los dentistas, qué les parecen las consultas médicas, en general, etc.).
Con toda la información recabada, se obtendrá un punto de partida, en base al que se podrá elaborar el siguiente paso: el de intervención directa.
Algunas sugerencias de esta intervención directa puede ser la programación de una serie de actividades encaminadas al conocimiento de la labor del dentista y a los problemas que puede ocasionarnos no cuidar nuestra higiene dental y acudir al profesional.
Dentro de la metodología, en base a la que se realicen las actividades, se puede utilizar el sistema de refuerzos propuesto por las teorías del condicionamiento. Si el educador decide servirse sólo del refuerzo positivo, se pueden realizar las siguientes propuestas de actividades:
Colocar una cartulina en la pared de la clase, con los nombres de todos los alumnos seguidos por casilleros, en los que se colocará una estrella a aquellos niños que hayan acudido el día antes al dentista. Los niños, además, pueden llevar a casa unos cupones con su nombre, que los padres deberán colorear, siguiendo las instrucciones que se les indiquen, valorando la actitud del niño en el dentista. Ese cupón también se colgará en el mural, que se ha confeccionado.
Para generalizar este cambio de actitud y conducta al resto de los profesionales médicos, cada vez que un alumno cuente en la asamblea que ha visitado al médico y que su comportamiento ha sido correcto, que no lloró y que se portó bien, todos le darán un aplauso general y ese día será el encargado de algún trabajo de clase que le guste realizar (ir el primero en la fila, repartir los desayunos, repartir los libros a los demás...).
Estos son algunos ejemplos en los que se utiliza el refuerzo para modificar una conducta errónea y consolidar el logro de la correcta.

Sabía que...
Stanley Kubrick llevó al cine en 1971 una novela de Anthony Burgess llamada “La naranja mecánica”. Esta película, que le llevaría a la consagración como director de culto, tiene como tema central el tratamiento de la delincuencia y la violencia de unos jóvenes a través de técnicas puras de condicionamiento psicológico.
2.3. El aprendizaje social
El principal representante de esta corriente es Albert Bandura(1925).
Esta teoría se encuentra a camino entre las teorías conductistas previas y las teorías cognitivas que le son posteriores.
Para Bandura existe un determinismo recíproco entre el comportamiento del ser humano y el ambiente que le rodea. Es decir, Bandura entiende que el ambiente es un factor determinante en la conducta del individuo, del mismo modo que esta conducta influye determinantemente en su ambiente. Hay una influencia recíproca, de modo que, para analizar una conducta o comportamiento determinado, hay que tener siempre en cuenta el ambiente en que éste se produce. De igual forma, para analizar un contexto determinado, habrá que apoyarse en los individuos que lo conforman.
En la teoría del aprendizaje social, no solo se contemplan como elementos del aprendizaje los estímulos y las respuestas, sino que se introduce el factor de la observación e imitación de un modelo social como determinante para el proceso de aprendizaje.
Nos encontramos pues ante una revolución conceptual de las teorías del aprendizaje. Y con ello surgen posturas extremas en ambos sentidos:
1 Determinismos ambiental: en el que las circunstancias que rodean al individuo, los factores externos a él, regulan y controlan su conducta. Para el determinismo ambiental, la forma de educar es centrándose en las características extrínsecas al niño. Controlando el ambiente, se controlan los aprendizajes.
2 Determinismo personal: para esta concepción, la explicación y origen de la conducta se encuentra en el interior del propio individuo, hace referencia a sus instintos, preferencias, características, rasgos, intereses, etc. La conducta es independiente de la situación ambiental que la rodea.
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