Daniel Cestau Liz - Las claves del éxito

“LA FIRMEZA DE VOLUNTAD ES EL SECRETO DE LLEVAR A CABO LAS EMPRESAS ARDUAS. CON ESTA FIRMEZA COMENZAMOS POR DOMINARNOS A NOSOTROS MISMOS, PRIMERA CONDICIÓN PARA DOMINAR LOS NEGOCIOS”.

Jaime Balmes

LA VOLUNTAD SE FORTIFICA CON MATERIAL SENSIBLE, NO CON PRINCIPIOS INTELECTUALES.

“Nuestra experiencia nos ha convencido de la impotencia de la idea sobre la voluntad. Sin hablar de los aficionados al alcohol, que SABEN muy bien las consecuencias que tendrá su embriaguez, aunque no las SIENTEN hasta el primer ataque de apoplejía, cuando ya es demasiado tarde; ¿qué es la imprevisión si no la visión de las amenazas del porvenir sin el sentimiento de ellas? Cuando se llega a la miseria se exclama: ¡ah, si yo lo hubiera sabido! Se sabía, pero no con aquel conocimiento sensible y de emoción que es el único eficaz en cuanto a la voluntad se refiere”.

Repare en el resultado de la confrontación de las imágenes versus las palabras.

“Deténgase a observar una publicidad de cigarrillos. ¿Cuál de los elementos produce una reacción más intensa en el público, la advertencia de que fumar es perjudicial para la salud, expresada en palabras, o la imagen de felicidad y satisfacción emotiva asociada con fumar un cigarrillo? Es claro que las empresas tabacaleras se dirigen directamente a la mente empírica, con la imagen que refleja un tipo de vida atractiva y deseable al consumidor. Al lado de esto, ¿qué impacto puede tener una abstracción referida a la salud de ese consumidor?

El hábito abarca los tres elementos básicos de la voluntad: orden, constancia y disciplina.

Desde un principio, lo mejor es dar pasos cortos, pero continuos. El hábito implica la incesante repetición de actos voluntarios que, con frecuencia, van echando raíces. El camino más adecuado para hacerlo es acostumbrarse a hacer siempre lo más conveniente, lo que a largo plazo será lo mejor; pero partiendo siempre de objetivos o unidades de vencimiento simples, sencillas y, aparentemente, poco significativas.

“Todo el mundo lo puede experimentar en sí mismo, pues nadie habrá dejado de ser presa de alguna intensa pasión. ¿Qué es lo que constituye la dificultad para que un hombre subyugado por una pasión trivial obre como aconsejado por la más exquisita prudencia? No es ciertamente una dificultad física. Tan fácil es, físicamente, evitar un combate como empeñarse en él; guardarse el dinero, como malgastarlo; la dificultad es mental, y consiste en lograr que se destaque en la mente la idea de la acción prudente. Cuando actúa sobre nosotros cualquier intenso estado emocional, no se destaca tendencia alguna que no sea congruente con lo esperado; si por casualidad aparecen otras tendencias, pronto quedan borradas. Si estamos alegres, no podemos pensar en las incertidumbres y peligros de fracasar que hubieran de salirnos al paso; si estamos de humor lúgubre, nuestro pensamiento no llega a imaginar triunfos, viajes, amores, alegrías; si experimentamos un sentimiento de venganza, no hay posibilidades de congeniar con nuestro opresor”.

Nuestra capacidad le debe mucho a la energía de nuestras esperanzas. POSSUNT QUIA POSSE VIDENTUR, decían los antiguos, “pueden porque pueden verlo”. Cuando el éxito parece cercano, la voluntad se reanima.

La voluntad abarca todos los aspectos de nuestra vida. Hasta la salud y la enfermedad. El gran médico Paracelso, hace muchos siglos, lo advirtió para la posteridad:

“DEBÉIS SABER QUE LA ACCIÓN DE LA VOLUNTAD ES, EN MEDICINA, UN IMPORTANTE FACTOR”.

TRES EJERCICIOS SIMPLES DE VOLUNTAD:Sonría, cuando quiera fruncir el entrecejo. Piense en algo positivo cuando desee no pensar en nada. Encuentre algo útil en toda tarea, aunque parezca o sea desagradable.

El científico Thomas Huxley aconsejaba lo siguiente: “ADQUIERA la habilidad de hacérselo hacer”.

Y el gran psicólogo William James explicaba cómo alcanzar esa habilidad:

“Si deseamos vencer tendencias o motivos desagradables, es preciso que, en forma asidua y particularmente con sangre fría, ejecutemos los movimientos exteriores de aquellas disposiciones contrarias que deseemos cultivar.

“Elevar la frente, dar brillantez a la mirada, contraer el abdomen, levantar el pecho y hablar, son todos actos que, si los ejecuta un individuo que no tenga el corazón completamente helado, sentirá penetrar el calor en él”.

Dice David Stofenmacher: “Seguramente que el mejor resultado de la educación es la facultad de hacer en el acto lo que debemos hacer, tanto si nos place como si nos disgusta. Esta es la primera lección que hemos de aprender y, sin embargo, por temprano que el hombre comience su educación, es la última que aprende cumplidamente”. Respetar el principio: “Ahora o nunca. Porque ‘Mañana’ es la mentira piadosa con que se engañan las voluntades moribundas”.

EL ENEMIGO DE LA VOLUNTAD

“PEREZA: Es el arte de descansar antes de fatigarse”.

Jules Renard.

QUÉ SE HA DICHO DE LA VOLUNTAD

“ LA ENERGÍA DE LA VOLUNTAD ES A LA VEZ LA MÁS PRECIOSA DE LAS CONQUISTAS , Y LA MÁS FE CUNDA EN EXCELENTES CONSECUENCIAS”.

Anónimo

“NO CONOZCO NINGÚN HECHO MÁS ALENTADOR QUE LA INCUESTIONABLE CAPACIDAD DEL HOMBRE PARA DIGNIFICAR SU VIDA POR MEDIO DEL ESFUERZO CONSCIENTE”.

Henry D. Thoreau

“LA PEREZA VA TAN DESPACIO QUE A LA MISERIA NO LE CUESTA NADA ALCANZARLA”.

Confucio

“NO ES PEREZOSO ÚNICAMENTE EL QUE NADA HACE, SINO TAMBIÉN EL QUE NO HACE LO MEJOR QUE PUEDE”.

Sócrates

“EL GROSOR DE LOS MUROS ES MENOS IMPORTANTE QUE LA VOLUNTAD DE CONQUISTARLOS”

Tucídides

“NADA HAY IMPOSIBLE: EXISTEN MEDIOS PARA CONSEGUIR TODAS LAS COSAS. SI POSEEMOS SUFICIENTE VOLUNTAD, TENDREMOS A NUESTRO ALCANCE MUCHOS DE ESTOS MEDIOS”.

La Rochefoucauld

“NUESTRA VOLUNTAD ES UNA FUERZA QUE DIRIGE A TODAS LAS DEMÁS, CUANDO LA GOBERNAMOS INTELIGENTEMENTE”.

Buffon

“RARA VEZ HAN FAVORECIDO LAS CIRCUNSTANCIAS A LOS HOMBRES EMINENTES, SINO QUE HUBIERON DE ABRIRSE PASO A TRAVÉS DE TODA CLASE DE IMPEDIMENTOS Y OBSTÁCULOS”.

John Milton

“NADA LE ES IMPOSIBLE AL HOMBRE DE VOLUNTAD”.

Mirabeau

“Determinarás asimismo una cosa y te quedarás firme; y sobre tus caminos resplandecerá la luz”.

Job, 22:28.

El término “decisión” tiene su raíz latina DE, que significa ‘de’, y CAEDERE, ‘cortar’, ‘escindir’.

El origen etimológico de la palabra revela su significado. En efecto, tomar decisiones es “cortar” por un camino u otro.

DECISIÓN, según el uso que todos hacemos de la palabra, es un corte entre el pasado y el futuro, la introducción de un hilo esencialmente nuevo en el telar de la historia.