Daniel Cestau Liz - Construyendo la buena suerte

© Américo Daniel Cestau Liz, 2019

© Edición Américo Daniel Cestau Liz, 2019

Digitalización: Proyecto451

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Hecho el depósito que marca la ley.

A mis amigos del alma...

“Engendra tu propia suerte, y la tendrás”.

Inscripción Rúnica

“Qué extraño, cuanto más me esfuerzo, más suerte tengo”.

Henry Ford

ATENCIÓN.

‘Estar listo es todo’.

William Shakespeare

INICIATIVA.

‘Si no tienes nada que perder intentándolo, inténtalo.

Intenta todo lo que puedas’.

Napoleón Hill

INTELIGENCIA.

‘Nadie puede fracasar demasiado tiempo con inteligencia’.

George Bernard Shaw

PERSEVERANCIA.

‘Con todas las fuerzas en contra, perseverar.

Jamás doblegarse.

Mostrarse fuerte atrae el auxilio de los dioses’.

Wolfgang Goethe

A mi adorada familia: Anahí, Bautista, Claudia.

Y a mis entrañables amigos: Arturo Garibaldi Guarino, Gabriel Catelli, Carlos Berinstein, Nicolás y Pablo Apkiewicz, Jorge Bliman, Alfredo Felippone, Gabriel Kuskunov, Borja Renuncio, Ernesto Puñales, Ruben Marturet, Gladys Sebastiao, Abel Cortese, Hernán García, Patricia Ribeiro, Daniel Pérez Montero, Alejandro Carasso, Richard Van Rompaey, Richard Gamarra, Carlos Bravo, Fabián Beraldi, Iván Kechichian, Jorge Lay, Ricardo Brabante, Hugo Gilbert, Juan Luis Guracier, Ignacio Staricco, Fernando Evaristo Doria, Gustavo Ventura, Juan Carlos de Luna, Delia Thompson, Saúl Carmí, Dora Stelzer, Javier Galán, Aaron Montero, Jorge y Rodrigo de Britos, Dieter Effa, Julio Zilly, Francisco Boezio... que desde un lugar u otro me ayudan a construir mi “Buena Suerte”.

A todos ellos: Muchas Gracias.

Daniel Cestau Liz

El libro que usted tiene en sus manos es muy especial. Va a encontrar casi una Enciclopedia “compactada”, con más de 50 capítulos breves en los que se desarrollan los factores que permiten alcanzar cualquier tipo de meta que se proponga en su vida.

Conozco a su autor desde hace 20 años, fue en 1999, en Buenos Aires, dos años antes de que la gran crisis que afectó a la Argentina lo llevara a tomar la determinación de irse a vivir a México.

Siempre vi ese paso suyo como un acto bastante audaz, porque sus negocios en Argentina iban bien y, a pesar de la crisis, estoy seguro de que hubieran seguido bien. También me di cuenta de que yo (por mi temperamento, entre otros factores) no hubiera podido dar ese salto, y uno siempre admira aquello que le parece difícil hacer.

Desde entonces, he visto que, en el caso de Daniel, ese paso fue totalmente acertado, y todos los pasos que siguieron, en México, también lo fueron, lo que produjo un crecimiento empresarial que conviene tener en mente cuando leamos algún capítulo que nos haga pensar: “¿esto será así…?”

Conviene recordar que, sea en forma directa o indirecta (a través de otros autores), lo que está sosteniendo Daniel en cada página de este libro, está respaldado por su carrera, sus logros y su experiencia de vida...

Cuando me pidió que leyera los capítulos, lo que más llamó mi atención fue el título (que, por supuesto, es el eje del libro): “Construyendo la Buena Suerte”. Para mí (hasta ese momento) como quizá para la mayoría de los lectores, pensaba que lo que llamamos “Buena Suerte” se tiene o no se tiene, se encuentra o no se encuentra, por lo cual lo último en que pensaría es que puede “construirse”.

Entonces, al reponerme de mi sorpresa, le hice algunas preguntas por mail, acerca de su visión sobre “la Buena Suerte” (ya que el trabajo de Daniel, en esta obra, ha sido más de investigación que testimonial).

Una pregunta llevó a otra (como suele pasar), y entonces quedó algo así como un “reportaje”, que me pareció muy valioso para ser publicado, porque sintetiza todos los contenidos de este libro.

Le sugerí a Daniel que lo sumara al libro como “Introducción”, y aceptó. Lo que va a leer a continuación es antes que nada “el lado testimonial” de una persona (en este libro en el rol de escritor e investigador) que sabe cómo alcanzar sus metas, en todas las áreas de la vida, y por supuesto, que conoce el fracaso y el éxito, pero siempre en el camino de alcanzar sus objetivos.

Luego de este breve y ameno “lado testimonial”, usted podrá encontrar en esta obra una verdadera “Hoja de Ruta” (que cada lector adaptará a sus objetivos y circunstancias), elaborada con el aporte de más de 300 autores. Daniel se ha valido de los pensamientos de algunas de las mentes más agudas que tuvo la humanidad, para satisfacción de todos los que queremos seguir aprendiendo… porque queremos seguir creciendo.

Este libro, de verdad, contiene más de lo que uno puede imaginar, empezando por hacernos pensar, o reconsiderar, algo que a menudo no tenemos en mente: que “la Buena Suerte” se construye.

Daniel ha tomado el desafío de mostrarnos cómo se hace...

Prof. Abel Cortese

Conferencista, consultor, investigador, escritor y especialista en Inteligencia Emocional.

¿Daniel: reconoces que en la vida de las personas hay un factor que comúnmente llamamos “Suerte”? En el caso de que tu respuesta sea positiva, en principio te pregunto qué entiendes tú por “Suerte” -y si me quieres contar algo personal como ejemplo-, y luego, por contraste, qué entiendes por “Mala Suerte” -y de nuevo: si puedes recordar algo de tu vida personal que lo consideres así- .

Sí, Abel, obviamente el factor que llamamos “Suerte” existe. Personalmente, he llegado a estar en el momento justo a la hora indicada para poder aprovechar una oportunidad, y es en un caso como ese, por ejemplo, que muchas veces hablamos de “Buena Suerte”.

Desde mi punto de vista, esas no son casualidades, y la situación se da si uno hizo previamente “la tarea”.

Voltaire decía que la Buena Suerte de alguna manera nace cuando la preparación y la oportunidad se fusionan.

En esta obra definimos a la Buena Suerte como el punto de equilibrio perfecto entre los impulsos íntimos del individuo y las

corrientes de fuerzas invisibles que atraviesan nuestro universo. Es el encuentro ideal, fulminante, imprevisto, entre la oferta y la demanda, el matrimonio de amor entre el deseo y su objeto.