Primera parte
Introducción a la primera parte
ENRIQUE SOLANA SUÁREZ
Este trabajo se desarrolla con el intento de responder varias preguntas subyacentes en el ejercicio del diseño arquitectónico, interpreto que en la búsqueda de mayor claridad conceptual respecto a los procesos de diseño, bastante emborronados por exceso de autoestima de algunos autores que dificultan la comprensión de los mismos mediante el ocultamiento o disimulo de sus acciones procesuales. Es aquí donde ganan principalmente interés estas investigaciones cuyo aporte incrementa la comprensión de procesos tan complejos como los enmarcados en el ámbito de la creatividad.
Plantearse la veracidad sobre la genialidad humana en el ámbito de la arquitectura con estudios de casos, avanza en una línea de trabajo que desde la propia arquitectura, la psicología, la filosofía y la historia del arte, se han aproximado de manera generalista y construye un discurso a partir de asuntos señalados que permiten considerar tal cuestión desde la perspectiva específicamente disciplinar de la arquitectura; obviamente, con las inevitables ramificaciones que hacia otros ámbitos del conocimiento ubicados en la frontera del aquel conocimiento.
Abarcando esta reflexión, el campo completo desde lo creativo hasta la producción del objeto diseñado, obliga al encuentro entre diferentes autores que convergen en el análisis de la creatividad desde sus respectivas ramas de conocimiento. Por ello es interesante el recorrido que se realiza a través de obras de diferentes autores, lo que permite enmarcar y centrar el tema a debatir. Todo ello finalizando en la utilización de los desencadenantes gráficos que hacen fluir con intensidad el cúmulo de ideas formales que se materializan en el diseño, al tiempo de servir como retroalimentación para la producción de nuevas propuestas.
La doble finalidad del rol que cumple el dibujo en tal proceso, se convierte en un asunto central, además de formar parte del feedback continuo del proceso creativo ya mencionado, y constituye un instrumento regulador de la forma, permitiendo su control. Por ello, abordar desde esta consideración el dibujo arquitectónico amplía el interés conceptual del trabajo presentado. Un tercer aspecto que se acomete será la directriz gráfica que constituye el dibujo en el proceso de diseño arquitectónico en la búsqueda del proyecto arquitectónico definitivo.
A partir de esta línea de acción se va descendiendo conceptualmente en la búsqueda de la definición de las diferentes formas de intervención procesual del dibujo dentro del diseño, para terminar en la relación de estos planteamientos con la acción abstracta dentro de la plástica contemporánea y del siglo xx, realizando un recorrido por los diferentes movimientos estilísticos, con el fin de extraer criterios esenciales para tales relaciones, expuesto en modo conclusivo dentro de este apartado.
De esta manera se realiza un trayecto que nace en el desencadenante de la acción del diseño a través del diseñador, que mediante tanteos sucesivos va configurando la forma arquitectónica, hasta que se precisa en la toma de decisiones finales, produciendo un proyecto arquitectónico específico y formalizado de manera geométrica y precisa. Todo ello viene a modo de resumen en el cuadro sobre el esquema de un proceso de pensamiento gráfico. Éste contrasta con el que se refiere al proceso mental activado en los procesos del dibujar.
Finaliza esta parte con un corolario terminológico que intenta precisar conceptualmente el significado de cada denominación; esto constituye un valor en cualquier trabajo, pues permite concentrar lo comprensivo en aquello a lo que específicamente está referido, al tiempo que puede abrir una discusión conceptual respecto a la adecuación terminológica utilizada en este contexto.
Para quienes realizan alguna investigación acerca de los procesos gráficos de ideación arquitectónica, este trabajo constituye una nueva aportación que deja registro de la reflexión realizada durante todo el estudio, tratando ambiciosamente de abarcar un espectro que, como ya se indicó, es complejo e interdisciplinar, lo que hace necesaria la existencia de múltiples aproximaciones que permitan desvelar actuaciones que desde la caja negra no permitía su comprensión; pero con incipientes luces puede hacer comprensibles determinados procesos en la creatividad de los arquitectos cuando diseñan para la construcción del proyecto arquitectónico.
El mejor camino para tener una buena ideabr
consiste en tener un montón de ideas.
Linus Pauling
En esta obra se considera al arquitecto como una persona que ha llegado a conseguir altos niveles de creatividad; a la par, se dilucidarán los conceptos y argumentos que nos permitan entender y aplicar algunos de sus procesos metodológicos.
Como parte importante de este proceso, se mencionan las siguientes preguntas: ¿existen genios de la arquitectura?, ¿cómo se da esta relación de desarrollo de la idea hacia el proyecto?, ¿cómo son sus procesos mentales?
A continuación se comentará una serie de conceptos que ayuden a entender parte del proceso creativo, documentado sobre quienes han sido catalogados genios de la arquitectura . Primero se intentará explicar una posición personal respecto a la palabra genio ; luego se abordará el concepto de control de la forma como el medio de las diferentes modalidades de pensamiento o estados mentales que caracterizan a algunos de estos arquitectos.
El genio ¿nace o se hace?
Muchas veces la genialidad y el genio se han estereotipado como un atributo de aquel que es capaz de realizar una idea sin planteamientos previos, es decir, el resultado cumple con los componentes necesarios desde el momento de su concepción: “Todo desde la primera intención”.
Un caso específico y particular representa el proyecto de la Casa de la Cascada, obra del arquitecto Frank Lloyd Wright. La anécdota cuenta que dicho proyecto se realizó en cuestión de horas, debido a que su cliente ya iba en camino.
Federico Zuccaro planteó el mito de genio como una habilidad dotada por Dios, conocida como la scintilla divinitatis o chispa divina , donde se concibe el diseño como una gracia sobrenatural que nos inspira a realizar las cosas, sin la cual no pudiera ser posible la genialidad (La Puerta, 1997).
Mihaly Csikszentmihalyi (1998: 20) considera el término genio como la capacidad de vincular la creatividad con el talento al mismo tiempo; describe el talento como la destreza innata para hacer algo bien; por lo que se pudiera entender que la genialidad es el resultado de una actividad hecha por una persona talentosa .
Csikszentmihalyi establece que el proceso creativo es, por naturaleza, polémico, ya que lo establece como una relación entre tres elementos: individuo (personas), ámbito (expertos) y el campo (teoría).

La creatividad se entiende como la capacidad de dar respuestas diferentes o innovadoras a problemas o planteamientos comunes. Mihaly propone que la creatividad y la genialidad resultan de una relación entre tres factores: campo, ámbito e individuo. Además, plantea el tema de la genialidad como el producto de un valor social, con lo que ser genio representaría un simple estatus social. Un resultado de lo anterior sería el componente de la manipulación, ya que depende directamente de factores comerciales que pueden cumplir o responder a intereses particulares.
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