Inicialmente la ciencia social busca construir modelos generales del comportamiento social, que son deliberadamente aproximativos, para facilitar su entendimiento y muchas veces para poder darle una formalidad matemática. No implica esto que una vez logrados modelos ideales y generales de situaciones límite no se realice un proceso inverso de mejor especificación a realidades más concretas.
Nos queda el paso de formalizar y alimentar con datos las dimensiones, sus relaciones e interrelaciones; en definitiva, cuantificar el modelo. Esto lo veremos una vez que nos refiramos a los procedimientos usuales para construir modelos económicos.
B. Los modelos económicos
La actividad académica de la economía depende en esencia de la construcción de modelos que intentan explicar el funcionamiento de la economía en su conjunto, la macroeconomía, de los agentes últimos generadores de riqueza, familias y empresas y de los mercados en los que estos interactúan. Estos últimos temas es lo que conocemos como microeconomía. Más adelante hablaremos un poco de la relación entre microeconomía y macroeconomía.
Frente a una realidad compleja, cambiante y bastante influida por los particulares ambientes institucionales de cada sociedad, valores y cultura, se ha intentado generar modelos simples de aplicación a la mayor cantidad de realidades y a una parte importante de situaciones particulares, no a todas, aislando fenómenos de su contexto, eliminando la psicología compleja de los individuos y la sociología aún más compleja de los grupos, buscando capturar lo esencial y lo invariante.
Aunque por su carácter general estos modelos tienen mayor dificultad para su contrastación con la realidad, pueden ser evaluados según su consistencia interna y su consistencia “general” con la realidad que pretenden explicar.
Los modelos económicos son abstractos por obligación; los de los padres de la economía, aún más. Era necesario reducir un mercado bajo estudio a unos pocos consumidores y unas pocas empresas, ya que un modelo con miles de participantes era físicamente imposible de especificar, además de ser imposible de entender. Tal restricción técnica ahora es mucho menor al usar computadores, pero la capacidad del intelecto de manejar múltiples variables y relaciones es limitada.
No olvidemos que por medio del lenguaje se expresa la ciencia y el conocimiento, y que dar sentido verbal y escrito a un modelo de múltiples ecuaciones y variables es muy difícil o imposible, aunque un programa despeje los valores de equilibrio.
C. La formalización de los modelos y sus implicaciones. La simplicidad
La economía realiza un proceso de aislamiento de los fenómenos bajo estudio, eliminando los efectos de contexto, y después simplificando las variables y el comportamiento de los agentes económicos. Tres postulados aplican: en el de exogeneidad, el entorno está dado o es invariable en el mejor de los casos, o simplemente no influye; en el postulado de estabilidad, el contexto o algunas variables no cambian ceteris paribus ; y en el postulado de negligibilidad, algunos influencias externas pueden anularse, por ejemplo, no hay costos de transacción 10. Así obtenemos una estructura reducida y muy simple de mundo real, y la respuesta de los agentes económicos es simple y siempre previsible.
Ahora bien, existen tipos de modelos y distintas aplicaciones de estos, a saber: los modelos generales de tipo puramente ideal, que sirven para identificar grandes variables y relaciones causales relevantes, ayudan a enfocar la atención en problemas críticos y fijar la senda que se ha de seguir en la actividad de investigación. Los modelos generales que construyen sistemas económicos artificiales, como los modelos de equilibrio general computable, en los que se recrean múltiples relaciones y posibles decisiones de los agentes económicos, y sus resultados sirven para simular a bajo costo el resultado de distintas políticas públicas. Los modelos de subsistemas para aplicación a casos identificados temporal y espacialmente, mejor especificados y definidos, con supuestos más cercanos a la realidad, como los de la economía industrial empírica. Estos modelos pueden tipificarse como un proceso inverso al ya descrito. Una vez simplificada y estilizada la realidad, emprendemos un proceso contrario, de lograr más detalle y tener supuestos reales, gracias a la computación y el desarrollo de la estadística y la econometría.
Dado que el proceso de la ciencia es de múltiples aproximaciones, partiendo de los modelos simples inicialmente planteados ahora muchos esfuerzos se concentran en evitar las extremas simplificaciones, concretar mejor las variables y especificar mejor los supuestos; aunque, por otro lado, con la mayor atención a la nueva economía institucional y su carácter interdisciplinario, se requiere involucrar un mayor número de variables para explicar los comportamientos económicos.
D. Proposiciones normativas y positivas
En la economía podemos encontrar proposiciones de tipo normativo, las cuales se refieren al estudio de cómo deberían ser los procesos sociales y económicos, y las positivas, que aluden al estudio de cómo son en verdad. Estas últimas pueden evaluarse con un llamado a la realidad.
Dado el compromiso de la economía con el cambio y el desarrollo económicos, nunca puede ser absolutamente positiva; siempre debe buscar el deber ser. Esta tensión necesariamente tiene implicaciones en las teorías construidas, ya que siempre tendrán algo de artificial, un contenido no encontrado en la realidad observada que se considera necesario introducir para un mejoramiento de la sociedad.
La ciencia económica no solo trata de explicar y entender cómo funciona el mundo económico y social, sino de cómo mejorarlo para el bienestar de todos, obligación y compromiso que comparte con la ciencia política, la sociología, la psicología y el derecho, entre otras disciplinas.
III. LA CUANTIFICACIÓN Y CONTRASTACIÓN DE LOS MODELOS TEÓRICOS CON LA REALIDAD
Una vez definidas las dimensiones o variables que servirán de base para estudiar y explicar el objeto de la inquietud intelectual que se estudia, es necesario pasar a la especificación del modelo que se usará para explicar la realidad. Hay que cuantificarlo, esto es especialmente cierto en economía. Tal concreción también puede corresponder al recaudo de información cualitativa que puede llevar a un sistema numérico discreto.
Después que se da un contenido cuantitativo y cualitativo a las dimensiones o variables que constituyen nuestro modelo, hay que cuantificar sus relaciones, los coeficientes de respuesta de las modificaciones de las variables respecto a otras. Normalmente tenemos ecuaciones de una variable independiente que varía en función de otras.
A. Series de tiempo, sus características y la certidumbre de los cálculos estadísticos
El primer paso en el proceso de cuantificación y formalización de los modelos es construir series de tiempo para cada dimensión o variable y sus categorías. Un obstáculo inicial es hacer corresponder la dimensión con los números e información disponibles. En no pocas ocasiones tenemos que acudir a variables proxy, es decir, que sin ser exactamente lo que se busca, pueden ilustrar el comportamiento de la variable que debe medirse.
Ya encontrada la serie de tiempo, para que estadísticamente se pueda usar para estimar promedios, extrapolar su comportamiento hacia el futuro y poder usarse en el cálculo de relaciones con otras variables, estas deben cumplir algunas condiciones como ser aleatorias, homocedásticas y no tener relación lineal con otras variables. Si no cumplen con estas condiciones, los estimadores calculados serán sesgados y podrán llevar a conclusiones erróneas.
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