Stefan Malmström - Secta

Здесь есть возможность читать онлайн «Stefan Malmström - Secta» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Secta: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Secta»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Basada en hechos reales la cienciología desde dentro. Kalstrona, Suecia.Cuando los cuerpos de Viktor Spandel y su pequeña de cuatro años aparecen sin vida en su domicilio, la policía concluye que el hombre ha matado a su hija y luego se ha suicidado. Pero Luke Bergmann, el mejor amigo de Viktor, cree que se equivocan: sabe que Viktor jamás cometería un crimen así.Decidido a sacar la verdad a la luz, Luke descubrirá la oscura conexión de Viktor con la cienciología en los años 90, un vínculo que lo une a un reducido grupo de personas que ocultan un grave secreto. Y todas ellas corren peligro.Pero Luke tiene un pasado como jefe de seguridad de uno de los mayores capos de la mafia de Brooklyn, con el que tendrá que lidiar si quiere vencer a sus propios demonios y sobrevivir. Un 
thriller que se adentra en la parte más siniestra de la cienciología.

Secta — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Secta», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—¡Os voy a matar, ca­bro­nes! ¡Os voy a matar a todos! —gritó Ga­br­iel. Además de los gritos, se oían los golpes de los ob­je­tos que lan­za­ba contra la puerta.

Luke re­co­no­ció a dos de los tra­ba­ja­do­res. Eran Åsa Nordin y Olle Nord­lund, el psi­có­lo­go. Al otro hombre, que tenía rasgos árabes, to­da­vía no lo co­no­cía. Nin­gu­no de los tres oyó llegar a Luke, pro­ba­ble­men­te debido al es­tr­uen­do que estaba pro­vo­can­do Ga­br­iel.

—Ten­drí­a­mos que vaciar su ha­bi­ta­ción —dijo el hombre—. El chaval está fuera de con­trol.

—¿Qué ocurre? —pre­gun­tó Luke.

Los tres se gi­ra­ron.

—No te había visto llegar, Luke —dijo Åsa—. Es Ga­br­iel, que ha mon­ta­do en cólera. Antes, en la cola para la cena, no hacía más que mo­les­tar a una chica y no quería parar, así que lo hemos en­ce­rra­do hasta que se calme.

—No parece que esté dando muy buen re­sul­ta­do. —Luke hizo una mueca—. Hola, por cierto. —Se di­ri­gió al hombre al que to­da­vía no co­no­cía, que se pre­sen­tó. Era Hamid Rasabi, el asis­ten­te de re­ha­bi­li­ta­ción.

—¿Te parece bien que entre? —pre­gun­tó Luke a Åsa.

Los tres mi­ra­ron a Luke. Tu­v­ie­ron que le­van­tar la vista porque le sacaba una cabeza a Hamid, que, con su metro ochen­ta de es­ta­tu­ra, ya era más alto que los otros dos.

Åsa in­te­rro­gó con la mirada a Olle, que asin­tió.

—Por su­p­ues­to. Ade­lan­te.

Luke fue hacia la ha­bi­ta­ción y abrió el pes­ti­llo en el pre­ci­so ins­tan­te en que un objeto se es­tre­lla­ba contra la puerta. Luego entró.

Los gritos y el lan­za­m­ien­to de ob­je­tos pa­ra­ron en seco. Åsa, Olle y Hamid se que­da­ron allí unos mo­men­tos para ver qué ocu­rría, pero, al ver que la ha­bi­ta­ción seguía en si­len­c­io, vol­v­ie­ron al co­me­dor.

Veinte mi­nu­tos más tarde, Luke entró en el co­me­dor, se acercó a una mesa larga llena de bo­ca­di­llos y empezó a ser­vir­se un plato.

—Luke, ¿qué le pasa a Ga­br­iel? —pre­gun­tó Åsa.

—Que tiene hambre. Voy a lle­var­le unos bo­ca­di­llos.

—¿Ya se ha cal­ma­do?

—Sí.

—¿Y cómo lo has hecho? —pre­gun­tó Hamid.

—No he tenido que hacer de­ma­s­ia­do —con­tes­tó Luke—. Ha sido verme y tran­q­ui­li­zar­se. Luego le he en­se­ña­do mis ta­t­ua­jes y él me ha en­se­ña­do los suyos. Suele fun­c­io­nar.

Luke puso el plato y un vaso de zumo en una ban­de­ja y volvió a la ha­bi­ta­ción, pero al entrar vio que Ga­br­iel se había que­da­do dor­mi­do hecho un ovillo, de modo que se acercó a la mesa si­gi­lo­sa­men­te y dejó la ban­de­ja encima. Luego bajó la per­s­ia­na y, antes de salir, apagó la luz.

De pronto, se detuvo. Volvió a en­cen­der la luz. Miró el reloj. Eran las ocho en punto, la hora a la que, según Loman, había muerto Viktor. Se acercó a la ven­ta­na, le­van­tó la per­s­ia­na y miró a la calle. To­da­vía no había ano­che­ci­do, exac­ta­men­te igual que hacía cuatro días a esa misma hora. Luke se acordó de cuando The­re­se y él habían con­se­g­ui­do entrar en el piso y le pa­re­ció re­cor­dar que todo estaba a os­cu­ras, com­ple­ta­men­te negro. Ju­ra­ría que era así, aunque tenía que re­co­no­cer que se había cen­tra­do tanto en Viktor y en Agnes que quizás se le habían es­ca­pa­do al­gu­nos de­ta­lles. Trató de con­cen­trar­se para estar seguro. ¿El piso estaba a os­cu­ras o no? Fi­nal­men­te de­ci­dió que sí, lo estaba.

En­ton­ces se le ocu­rrió que no tenía mucho sen­ti­do que Viktor se hu­b­ie­ra sui­ci­da­do y hu­b­ie­ra matado a Agnes a os­cu­ras. Cerró los ojos para re­pa­sar los hechos de­te­ni­da­men­te. No tenía nin­gu­na duda de que las per­s­ia­nas del piso es­ta­ban ba­ja­das, pero hasta aquel mo­men­to no había re­pa­ra­do en ese de­ta­lle.

¿Por qué dia­blos que­rría sui­ci­dar­se Viktor con el apar­ta­men­to a os­cu­ras? ¿Era si­q­u­ie­ra po­si­ble ma­tar­se sin ver ab­so­lu­ta­men­te nada?

Ga­br­iel empezó a roncar. Luke volvió a ir hacia la puerta y apagó la luz. Se quedó allí unos se­gun­dos, es­cu­chan­do la res­pi­ra­ción de Ga­br­iel y es­pe­ran­do a que sus ojos se acos­tum­bra­ran a la os­cu­ri­dad. Podía intuir el con­tor­no de la cama. Se acercó y se sentó en el suelo, donde volvió a pensar en lo que había ocu­rri­do hacía cuatro días. Vi­s­ua­li­zó a Viktor pla­neán­do­lo todo. La nota, la cuerda, el veneno, el cho­co­la­te. Lo vio bajar las per­s­ia­nas de todo el piso, poner la música, darle el veneno a Agnes. ¿En qué mo­men­to había apa­ga­do la luz? Quizás lo hizo justo antes de ahor­car­se. Pero ¿por qué que­rría ahor­car­se a os­cu­ras? Además, si tam­bién había in­ge­ri­do el veneno, es­ta­ría ma­re­a­do.

Ma­re­a­do y a os­cu­ras: no había mo­ti­vos para que se lo pu­s­ie­ra tan di­fí­cil.

Ga­br­iel dormía pro­fun­da­men­te. Luke se le­van­tó, salió del dor­mi­to­r­io y cerró la puerta sin mo­les­tar­se en echar el ce­rro­jo. De­ci­dió que al día si­g­u­ien­te por la tarde iría al piso de Viktor y tra­ta­ría de re­cons­tr­uir los hechos. A las ocho en punto, ba­ja­ría las per­s­ia­nas para com­pro­bar hasta qué punto estaba oscuro el salón.

10

Karls­kro­na, 29 de fe­bre­ro de 1992

Aunque to­da­vía era fe­bre­ro, ya olía a tierra mojada en la ave­ni­da Östra Vit­tus­ga­tan. Jenny iba de camino a la Igle­s­ia de la Cien­c­io­lo­gía, si­t­ua­da en la cén­tri­ca zona de Mö­lle­bac­ken. Tres­c­ien­tos veinte años antes, el ganado de Vittus An­ders­son había pas­ta­do allí. Pero aq­ue­lla calle que lle­va­ba el nombre del gran­je­ro ahora se había mo­der­ni­za­do y acogía so­br­ios edi­fi­c­ios de la­dri­llo ama­ri­llo y rojo. Eran blo­q­ues de pisos de los años se­sen­ta. Jenny se es­tre­me­ció. Aq­ue­llos edi­fi­c­ios siem­pre le habían pa­re­ci­do de los más feos de Karls­kro­na.

«Quién sabe. Quizás en el siglo xvii fui una gran­je­ra aquí al lado, en la isla de Trossö —pensó—. Y cien años más tarde bailé en los sa­lo­nes más ele­gan­tes de París». Era tan feliz que hasta se le escapó una car­ca­ja­da.

El in­v­ier­no estaba siendo inu­s­ual­men­te tem­pla­do. La pri­ma­ve­ra solía que­dar­se a las puer­tas del ar­chi­pié­la­go y tar­da­ba en llegar a Karls­kro­na. El frío mar siem­pre re­t­ie­ne a la pri­ma­ve­ra en la bahía para ase­gu­rar­se de que los karls­kro­ni­tas tengan que po­ner­se el abrigo unas se­ma­nas más que la gente del in­te­r­ior.

Jenny estaba emo­c­io­na­da, pero no porque la pri­ma­ve­ra es­tu­v­ie­ra al caer, ni tam­po­co porque quizás hu­b­ie­ra sido pa­ri­si­na en una vida pasada. Lo que la tenía tan con­ten­ta era que se di­ri­gía a su pri­me­ra sesión de te­ra­p­ia o, como la lla­ma­ban los cien­ció­lo­gos, a su pri­me­ra au­di­to­ría. Para colmo, no le había tocado con cual­q­u­ier au­di­tor: le habían asig­na­do a Peter, que era uno de los me­jo­res. Según le había con­ta­do él mismo, los no­va­tos podían hacer aq­ue­lla sesión de prueba tras una re­vi­sión de su salud mental. Era como una de­gus­ta­ción. Servía para ha­cer­te una idea de lo que te podías en­con­trar más ade­lan­te. Si te gus­ta­ba y que­rí­as re­pe­tir, tenías dos op­c­io­nes: pagar o em­pe­zar a tra­ba­jar para la Igle­s­ia de la Cien­c­io­lo­gía, o más bien para el «centro», como lo lla­ma­ban en Karls­kro­na. La pa­la­bra «igle­s­ia» no tenía buena fama entre la gente joven, pero a Jenny le habían ex­pli­ca­do que aq­ue­llo era una igle­s­ia, una re­li­gión en toda regla. Para en­ten­der­lo, solo hacía falta tener claro el sig­ni­fi­ca­do eti­mo­ló­gi­co de la pa­la­bra «re­li­gión». Re sig­ni­fi­ca «volver» y ligare sig­ni­fi­ca «origen»; volver al origen, a lo que hubo al prin­ci­p­io de todo. Ayudar a la gente a de­sa­rro­llar y re­cu­pe­rar sus ha­bi­li­da­des ori­gi­na­les. A Jenny aq­ue­llo le había pa­re­ci­do bonito, y desde en­ton­ces no tenía ningún pro­ble­ma en pre­sen­tar­se como miem­bro de la Igle­s­ia de la Cien­c­io­lo­gía.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Secta»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Secta» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Secta»

Обсуждение, отзывы о книге «Secta» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x