Primero, el color. ¿Qué significa el color? Es el color verde. El verde es símbolo de la confianza. Ya entendemos: ¿qué significa hoja de rosa por hoja de rosa? Por lo visto, tiene que significar confianza por confianza. La confianza que la Santísima Virgen nos regala a nosotros debe convertirse en la confianza que nosotros le regalamos a ella. Hoja de rosa por hoja de rosa, confianza por confianza.
Contemplemos una vez más la hoja de rosa. ¿Qué vemos en ella? La hoja de rosa tiene muchos nervios. Y esos nervios se unen aparentemente de forma arbitraria. ¿Qué significa la nervadura de la hoja de rosa? La nervadura simboliza las dificultades, las complicaciones de nuestra vida.
Si relacionamos ahora el color verde y la nervadura, ¿qué significan juntos? Significan confianza también en las mayores dificultades y en las situaciones complicadas de la vida.
Una vez más contemplamos la hoja de rosa. ¿Qué nos llama la atención ahora? Los innumerables dientes que miran hacia nosotros en el borde aserrado de la hoja. ¿Qué significan esos dientes? Ellos nos remiten a las innumerables manifestaciones de misericordia, a los innumerables efectos bondadosos del amor divino hacia nosotros.
Como ven, de este modo se ha determinado con mayor precisión el tipo de confianza del que hablamos. ¿Qué significa ahora la hoja de rosa? Significa confianza en las situaciones más difíciles y también frente a las metas más elevadas.
Y si la alianza de amor es renovada hoy por ambas partes, o sea, si intercambiamos hoja de rosa por hoja de rosa, ¿qué significa entonces?
Primero: la Santísima Virgen nos regala su confianza. Con su rosa nos regala también la hoja de rosa, o sea, su confianza.
Y (segundo,) también nosotros le regalamos de nuevo nuestra rosa. ¿Qué quiere decir eso? Le regalamos nuestra confianza. O sea, confianza por confianza, hoja de rosa por hoja de rosa.
Ahora queremos reflexionar más en detalle qué significa que la Santísima Virgen nos regala su hoja de rosa, su confianza.
Esta confianza de la Santísima Virgen tiene dos lados. Es la confianza de la Santísima Virgen en Dios y la confianza de la Santísima Virgen en nosotros. ¿Qué es, pues, lo que debemos hacer? Ver frente a nosotros la imagen de la Santísima Virgen y verla desde el punto de vista de la confianza: de la confianza en Dios y de la confianza en nosotros.
Y ahora reflexionemos en silenciosa meditación: ¿qué significa y cómo es la confianza de la Santísima Virgen en Dios? Son tres las preguntas que nos interesan:
primero, la pregunta por el fundamento
segundo, la pregunta por el grado,
y tercero, la pregunta por los límites de su confianza.
Preguntamos en qué reside el fundamento de su confianza. La respuesta nos la ha dado ella misma en el Magnificat 4. Por eso, basta con que cantemos o escuchemos el Magnificat. ¿Qué nos dice el Magnificat? El Magnificat da acceso al alma de la Santísima Virgen hasta en sus raíces más profundas. Y allí encontramos también el fundamento o los fundamentos de su confianza. Es un fundamento triple:
Es la omnipotencia de Dios
la misericordia de Dios y
la fidelidad de Dios.
¿No querrán cantar una vez para sí mismos el Magnificat? ¿Dónde se habla allí de la omnipotencia? ¿Dónde dice algo de la bondad y dónde de la fidelidad de Dios? No hace falta que busquemos demasiado: basta con que abramos los ojos.
«Porque ha hecho en mi favor cosas grandes el Poderoso, Santo es su nombre» 5. ¿Qué alega, pues, la Santísima Virgen? Alega la omnipotencia de Dios, que se ha comprobado en su vida. Por eso: «Alaba mi alma la grandeza del Señor…» 6. Por eso canta, no se contenta con rezar. Canta, llena de alegría y de júbilo: «Porque ha hecho en mi favor cosas grandes el Poderoso, Santo es su nombre».
¿«En mi favor»? ¿Qué ha hecho en su favor la omnipotencia de Dios? Ella fue concebida sin pecado original, no tiene el pecado original. La omnipotencia de Dios se ha comprobado en ella, se ha erigido un monumento en su persona. «Porque ha hecho en mi favor cosas grandes el Poderoso».
¿Qué más realizó la omnipotencia de Dios? Ella se convirtió en Madre de Dios. Pero no sólo en Madre de Dios, sino en colaboradora permanente del Señor en toda su obra de salvación 7. El Señor no quiere redimir el mundo sin el sí de la pequeña servidora de Nazaret.
Por eso: la omnipotencia de Dios es el fundamento de su confianza.
Pero eso no basta. Ella no se contenta con admirar la omnipotencia de Dios solamente en su vida. Ella canta también la consciencia de que Dios derribará con el brazo de su omnipotencia a todos los que se le oponen 8.
¿Ven ustedes qué imagen utiliza la Santísima Virgen? El brazo: con su brazo los derribará. Si conocen el Antiguo Testamento sabrán con cuánta frecuencia aparece allí la idea de que Dios toca las montañas con un dedo, y empiezan a humear 9. Pero la Santísima Virgen no alega solamente el dedo: no, ella alega el brazo de la omnipotencia. ¡Si ya el dedo es omnipotente, cuán omnipotente será el brazo de Dios!
En efecto, aquí no se trata solamente de la creación, sino de la salvación. Y la salvación es una obra de la omnipotencia infinita de Dios. También nosotros debemos ser redimidos por la omnipotencia de Dios. Y todo el mundo actual, tan caído como está en el abismo, debe ser redimido por la omnipotencia de Dios.
¿Entienden lo que eso significa? ¿Cuál es el fundamento de la confianza de María? En primer lugar, es la omnipotencia de Dios; y, en segundo lugar, la misericordia de Dios.
Queremos cantar de nuevo el Magnificat, detenernos a considerarlo. Escuchamos en él: «Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia» 10. ¿Qué significa eso? ¿Qué quiere decir, en detalle? Que Israel haya sido utilizado por Dios en el orden de la salvación es un acto de la misericordia de Dios. ¡Este Israel que tan a menudo fue infiel a Dios, que aniquiló y destruyó la alianza con Dios! Pero Dios es misericordioso. Él perdona todos los pecados y permanece fiel a sí mismo. ¿En que basa su confianza la Santísima Virgen? En la misericordia de Dios.
Más aún: está tan llena interiormente de esa misericordia que agrega: «Su misericordia alcanza de generación en generación» 11.De generación en generación: por tanto la misericordia sigue en pie también hoy. También hoy, cuando la humanidad está caída en el lodo. La misericordia de Dios permanece eternamente igual a sí misma.
Permítanme preguntar una vez más: ¿cuál es el fundamento de la confianza de la Santísima Virgen? Primer fundamento: la omnipotencia de Dios; segundo fundamento: la misericordia de Dios; tercer fundamento: la fidelidad de Dios.
En efecto, el Magnificat nos advierte de que el Dios vivo permanece fiel a la promesa que hizo a Abrahán, Isaac y Jacob 12.
Así es la hoja de rosa que la Santísima Virgen entrega hoy en nuestras manos. ¿Dónde está, pues, el fundamento de su confianza? En la omnipotencia, la misericordia y la fidelidad de Dios.
Una vez más contemplamos la hoja de rosa. Vemos la nervadura que lleva su corriente de un lado al otro de la hoja. ¿Qué nos indica la nervadura? Nos indica la confianza en medio de las situaciones más difíciles. ¿Cómo son esas situaciones difíciles en la vida de la Santísima Virgen? Podemos distinguir entre el tiempo 13(en que sucedió la anunciación y el tiempo posterior).
Sabemos acerca de la turbación de la Santísima Virgen cuando llevaba el niño en su seno y José, su esposo, no conocía su secreto. ¿No era acaso una situación difícil para la Santísima Virgen? ¿Y qué hizo ella? Confió en Dios, confió en que Dios resolvería la situación. Y Dios la resolvió recurriendo a un milagro. Como ven, una situación difícil —la nervadura de la hoja—, ¡una situación difícil!
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