1 ...7 8 9 11 12 13 ...16 Como regla definitoria, en la ópera cómica y en la comedia o dramma giocoso per musica nunca muere nadie y menos de forma trágica (en esa joya tardía de la ópera bufa que es el pucciniano Gianni Schicchi , el cadáver que aparece en escena ya ha fallecido de muerte natural antes de iniciarse la acción). La mayoría de las 29 óperas sin muerte de los top 100 mencionados son de Mozart y de autores barrocos como Haendel o belcantistas como Rossini y Donizetti.
En la ópera no bufa (que no es lo mismo que seria 4 ), en cambio, abundan los acontecimientos funestos que ocasionan la muerte trágica de algún personaje. Cuando quien perece es uno de los protagonistas, el telón no tardará en caer porque la muerte es un punto y final inapelable de la historia. Después del Liebestod de Isolda, la precipitación de Tosca al vacío o la autolisis por apuñalamiento de Otelo, nada más puede suceder sobre el escenario. La muerte es la conclusión inevitable de numerosas situaciones en las que las pulsiones, pasiones y tensiones desplegadas por los libretistas colocan a los personajes tan al límite que no existe otra salida posible que el fin de su existencia, el Tánatos. La muerte, además, es un juez implacable que imparte una justicia, no siempre acertada, pero sin apelación posible.
Existe una última y poderosa razón para matar a los protagonistas de un drama musical: nada nos conmueve más que ser espectadores de la muerte. Desde luego, nuestra emoción será máxima, de una intensidad casi insoportable, cuando asistimos personalmente a la pérdida definitiva de alguno de nuestros seres más queridos. Pero también puede emocionarnos la muerte de personas menos allegadas si nos toca vivirla de cerca. Lo asombroso es que podamos llorar de conmiseración asistiendo a la muerte «en directo» de un personaje de ficción sobre el escenario, más aún si la escena viene acompañada de una música tan cargada de emotividad que por sí sola sea capaz de expresar e infundir una gran emoción en el espectador. Esta es la razón por la que una buena representación de la escena final de La bohème puede acongojar hasta el llanto al espectador, una y todas las veces que la vea y escuche. Un argumento irrefutable contra la acusación a la ópera de espectáculo inverosímil y artificioso.
Ahora bien, supongamos que Mimí supera la crisis y, en lugar de fallecer, se recupera, y la ópera acaba con boda celebrada con los amigos bohemios en el café Momus. O, sin salir de Puccini, que Pinkerton, divorciado de Kate, regresa a tiempo para llevarse a Butterfly y al hijo de ambos cuando se entera de su existencia; o que la orden de Scarpia de simular el fusilamiento de Cavaradossi era auténtica y la pareja escapa por Civitavechia a una nueva vida. ¿Verdad que, desde el punto de vista dramático, no sería lo mismo? Dotar de la máxima intensidad teatral a estas tres óperas —y a tantas otras— exige que Mimí, Butterfly y Tosca mueran. La muerte, en la ópera, proporciona el sumun de dramatismo al que una obra escénica puede aspirar. Y no perdamos de vista que la ópera también es teatro.
La muerte de Mimí (Ailyn Perez) pone un trágico punto final a La Bohème de Giacomo Puccini.
¿DE QUÉ MUERE UN PERSONAJE DE ÓPERA?
Básicamente, los personajes operísticos pueden expirar sobre el escenario víctimas de dos tipos de muerte: natural o provocada. Aunque resulte de lo más natural que quien reciba un disparo o una puñalada, se precipite desde una altura o ingiera un veneno fallezca como consecuencia, por «muerte natural» se entiende la que no está ocasionada por causas violentas o intencionadas sino fisiológicas, como la vejez, la enfermedad o la exposición a circunstancias ambientales extremas. Es este un tipo de muerte que, dada su escasa fuerza dramática, no abunda en el repertorio operístico, si se exceptúa la tuberculosis que trunca las vidas de heroínas de la talla de Violeta Valéry ( La traviata ) o Mimí ( La bohème ). Y, aunque la vejez es la causa más natural de un deceso, veremos cómo entre centenares de muertos en escena solo unos pocos personajes fallecen porque alguno de sus órganos o sistemas vitales deja de funcionar de puro agotamiento.
En cuanto a la muerte provocada, existen dos maneras principales de perecer los personajes de una ópera: el homicidio y el suicidio. Aproximadamente en dos tercios de las óperas más representadas en la actualidad, alguno de los protagonistas o se mata o lo matan. El otro tercio se lo reparten causas menos frecuentes como el accidente, la mencionada muerte natural u otras aún más raras. Mención aparte merece la defunción por «desfallecimiento», un recurso tan socorrido como inverosímil ya que, como veremos, la mayoría de las defunciones por esa especie de desmayo irrecuperable ocurren sobre todo en mujeres jóvenes y sanas. Es el caso de Isolda ( Tristán e Isolda ), Leonor ( La favorita ), Salud ( La vida breve ), Margarita ( Faust ), Elektra o Thaïs , aunque también puede afectar a varones como Boris Godunov e incluso a la pareja, como en el caso de Tannhäuser y Elisabeth.
Mecanismos de producción de la muerte provocada
Desde un punto de vista físico, un cuerpo humano puede dejar de funcionar por varios tipos de agresiones físicas externas de las que no están libres los protagonistas de una ópera, que exponemos a continuación de manera esquemática, con algunos ejemplos:
• Combustión, por incineración, generalmente en una hoguera:
– Cuando es voluntaria, se denomina inmolación ( Dido , Brunilda )
– Si es involuntaria, ejecución ( Juana de Arco , Renata )
• Asfixia o anoxia: la muerte por falta de oxígeno se puede deber a:
– Constricción mecánica, por
◊ ahorcamiento ( Billy Budd )
◊ estrangulamiento ( Desdémona )
– Sumersión o ahogamiento ( Lisa )
• Herida, por:
– Arma blanca
◊ Cortante: la navaja de afeitar con la que se degüella El Pintor de Lulú .
◊ Perforante: la lanza que Hagen clava en la espalda de Sigfrido .
◊ Cortopunzante: el tantô con el que Cio-Cio San se hace el harakiri.
◊ Contusa: decapitación, por
» Espada ( Jokanaán )
» Hacha ( Roberto Devereux )
» Guillotina ( Andrea Chénier )
– Arma de fuego:
◊ Pistola ( Lenski )
◊ Fusil ( Mario Cavaradossi )
• Intoxicación, a causa de un veneno:
– Ingerido ( Fedora, Luisa Miller )
– Aspirado natural (plantas) ( Sélika , Lakmé )
– Aspirado artificial (gas) ( Magda )
• Traumatismo, único o múltiple, por:
– Precipitación al vacío ( Floria Tosca )
– Aplastamiento ( Sansón )
– Contusión directa ( Cyrano )
Actos o hechos que causan la muerte
Desde un punto de vista médico-legal, son los siguientes:
• Homicidio y sus variedades, según a quién se mate:
– Infanticidio: a un niño ( hijos de Jenufa, Medea y Margarita )
– Parricidio: a los padres o el esposo ( Clitemnestra )
– Uxoricidio: a la esposa ( Marie )
– Fratricidio: al hermano ( Fasolt )
– Magnicidio: a un gobernante ( Simón Bocanegra )
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