Relación objeto-sujeto (Fig 4)
Al igual que en el caso del idealismo, el realismo es una palabra que tiene muchos significados diferentes, desde el realismo ingenuo o vulgar hasta el realismo crítico , conceptos que nos muestran el dominio del objeto sobre el sujeto y donde las funciones de éste se limitan a reflejar en su mente las propiedades del objeto y la existencia objetiva está separada y es independiente de la existencia subjetiva, ( Fig 4). El sujeto aprehende y el objeto es aprehendido. En el campo de la investigación científica, este realismo va a trocarse en objetivismo, concepción que admite la existencia de objetos (significados, conceptos, verdades, valores, normas, etc.), válidos independientemente de las creencias y de las opiniones de los diferentes sujetos. La objetividad es el ideal de la investigación científica, aunque el término puede tener lecturas diferentes para los paradigmas en pugna, porque puede referirse a aquello que es válido para todos, a lo que es externo a la conciencia o al pensamiento, lo que es independiente del sujeto conforme a ciertas reglas o métodos, etc.
El objetivismo puede derivar hacia posiciones extremas, ya que algunos teóricos recomiendan abstenerse de formular estimaciones críticas e inferir conclusiones, por considerar que la ciencia no es capaz de efectuarlas. Con ello se cae en un empirismo acrítico, que considera la experiencia directa y sensorial como única fuente de conocimiento.
Relación dialéctica sujeto-objeto (Fig 5)
Para los partidarios de la unidad dialéctica los conflictos que surgen de las relaciones entre sujeto-objeto en la conjunción del conocimiento, no son tales, porque sujeto y objeto constituyen una unidad y una totalidad. Se parte del supuesto que ambos interactúan, se reflejan y se influyen mutuamente, ( Fig 5).
En una posición más contemporánea, surge el planteamiento de Edgar Morin quien en su obra Introducción al pensamiento complejo , nos habla del sujeto en relación al objeto y plantea que en la historia del pensamiento se ha vivido un marcado dualismo entre ambos, y según sea la corriente filosófica en boga, se ha privilegiado a uno u otro. En esta dualidad se comete el error de dejar por fuera el contexto, un tercer factor del conocimiento, que determina tanto al sujeto como al objeto. Esta noción del contexto va a tener una importancia fundamental en la investigación, ya que se parte del supuesto que las cosas no van a tener un significado por sí mismo, sino en relación al contexto donde se ubican. A juicio del autor, quien induce y predetermina el sujeto es el contexto, el cual sería el conjunto de circunstancias donde se produce un hecho: lugar y tiempo, cultura, realidad económica y social etc, lo cual nos ayuda a comprenderlo y explicarlo mejor.
En este proceso cognoscitivo el sujeto tendrá como referente un objeto hacia donde se dirige en busca de la verdad , o como queramos llamarla en la investigación científica: evidencia, prueba, demostración, certidumbre, confirmación, etc. ¿Qué camino debe recorrer para alcanzar esta meta o logro? En este recorrido se dan algunos momentos que van desde la ignorancia o desconocimiento de lo que se investiga o se busca conocer, hasta alcanzar la validez o la eficacia de los procedimientos cognoscitivos.
Filosofía, Lógica y Epistemología, soportes teóricos de la investigación científica
Hoy día es imposible pensar en la construcción de un proyecto de investigación sin la ayuda y el apoyo de componentes epistemólogicos o conceptuales básicos, o la realización de un diseño investigativo sin la participación de principios y operaciones lógicas que a la postre le dan coherencia y continuidad a nuestro trabajo. Nos hemos acostumbrado tanto al léxico filosófico, lógico y epistemológico en la investigación científica, que prácticamente lo hemos adoptado como propio. Quiérase o no, la investigación científica y en general el acto de conocer, descubrir o indagar, hacen parte de una experiencia total donde están involucrados no sólo el sujeto u objeto de investigación, el contexto donde actúa, sino un conjunto de presupuestos epistemológicos que se ocupan de la definición del saber y de los conceptos relacionados, de sus fuentes y los criterios, de los tipos de conocimiento posible y el grado con el que cada uno resulta cierto, así como la relación exacta entre el sujeto que conoce y el objeto conocido.
Por experiencia sabemos que disciplinas como la Lógica, a través del examen riguroso de la actividad científica e investigativa, nos señalan el modo como se debe efectuar el proceso de elaboración de la ciencia y las leyes que lo gobiernan. De esta manera la Lógica se convierte en la disciplina que permite satisfacer la necesidad de indagar las leyes que rigen el proceso de adquisición del conocimiento y formularlas explícitamente. La investigación científica no sería posible sin la ayuda y el apoyo de algunos supuestos e hipótesis filosóficas, que a la postre sirven de soporte en la determinación de los paradigmas investigaivos. O sea, la investigación científica no hubiera podido desarrollarse y consolidarse sin este bagaje teórico y todas aquellas concepciones que tienen relación con el objeto de estudio de una ciencia, los problemas por estudiar, de la naturaleza de sus métodos y la forma de explicar, interpretar o comprender los resultados de la investigación realizada.
Mario Bunge (2000) en su libro Epistemología: ciencia de la ciencia , nos habla de diversas ramas de la ciencia que están involucradas con la investigación científica y que él denomina con el nombre de Nueva Epistemología. Serían las siguientes:
♦ Lógica de la ciencia (problemas lógicos y estructuras lógicas de las teorías cientlficas).
♦ Semántica de la ciencia (análisis e interpretación de la conceptualización científica).
♦ Teoría del conocimiento científico (diferencia con otros conocimientos).
♦ Metodología de la ciencia (estudio del método general de la investigación).
♦ Ontología de la ciencia (análisis de los supuestos básicos o metafísicos de la investigación científica).
♦ Axiología de la ciencia (estudio del sistema de valores que guía la investigación).
♦ Ética de la ciencia (estudio de las normas morales que se cumplen en la investigación).
♦ Estética de la ciencia (valores y reglas estéticas de la investigación científica, particularmente de los estilos literarios).
Actualmente no se puede hacer investigación científica sin el concurso de la epistemología, aquella filosofía o teoría de la ciencia que estudia críticamente los principios, hipótesis y resultados de las diversas ciencias con el propósito de determinar su origen y estructura lógica, su valor y alcance objetivo. Desgraciadadamente se comete el error de no traducir todos estos presupuestos epistemológicos al lenguaje propio del quehacer investigativo, es decir, la metodología y la técnica investigativa. La mayoría de las veces con estos conceptos se les traslada crudamente a la actividad investigativa, y como no se les han definido sus extensiones empíricas les cuesta integrarse al quehacer operativo de la investigación. De ahí la dificultad para traducir en actos o en productos lo que se plantea originalmente a nivel teórico. Es la típica incapacidad para encontrar los niveles de correspondencia entre lo que se dice y se hace, entre la teoría y la práctica.
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