En la investigación científica esta premisa va a tener gran incidencia en la forma de abordar el estudio de la realidad, ya que existen numerosas modalidades y métodos que buscan relacionar el todo con sus partes y viceversa. Por ejemplo, la filosofía de la totalidad nos habla de un todo completo en sus partes y perfecto en su orden, que posee muchas variantes, entre las cuales se encuentra la concepción holística, que es el estudio del todo relacionándolo con sus partes pero sin separarlo de éste. En la investigación científica, además de la concepción holística , existen otras tendencias, entre las cuales se destaca el principio de la unidad en la diversidad , donde es posible tener puntos de acuerdo en medio de la diferencia y la diversidad, o aquellos donde se habla de diseños inductivos que parten de lo particular para construir posteriormente lo general ( theory grounded ) o viceversa, de lo general a lo particular, procesos que van a depender de los niveles de conocimiento que se tenga o no del problema de investigación que se estudia.
La existencia de diferentes niveles de complejidad en la naturaleza y en la vida, nos pone de manifiesto la variedad de fenómenos que se diferencian entre sí por la manera de manifestarse y de estar dotados de propiedades específicas. Las diferencias entre lo simple y lo complejo, de lo singular y lo universal, de lo específico y lo general, exige crear un sistema de niveles y jerarquizaciones no sólo para sistematizar y clasificar la información, sino para desarrollar procesos que van desde sus niveles básicos o simples hasta complejidades superiores.
Uno de los aspectos que mejor parece caracterizar este fenómeno, es el principio de la complejidad , popularizado por el pensador francés Edgar Morin. Actualmente uno de los aspectos más positivos de este auge de la complejidad es, precisamente, el hecho de aceptar que el estudio de una realidad compleja requiere de la participación de un equipo de investigadores que aporten el arsenal conceptual y metodológico de las diferentes disciplinas para afrontar el problema desde una perspectiva comprehensiva. Ya no es posible resolver asuntos realmente importantes -ya sean teóricos o prácticos- utilizando exclusivamente técnicas de análisis que diseccionan la realidad estudiada en partes más pequeñas y manejables. Por el contrario, lo que las ciencias de la complejidad persiguen en este momento es definir con exactitud y apertura la escala más apropiada para describir el comportamiento de un sistema y hacerlo sin necesidad de reducirlo a sus formas más elementales.
La problemática del conocimiento. Las relaciones entre el sujeto que conoce y el objeto cognoscible
Si nos quedáramos en los límites de las definiciones generales, sería muy difícil comprender los aspectos metodológicos y técnicos que ha adoptado un paradigma en el campo investigativo, por eso para reconocer las dimensiones operativas de estos postulados filosóficos hay que analizar las diversas posturas que se han enfrentado en la historia del pensamiento humano y que de alguna forma se reflejan en el campo investigativo. El positivismo y el fenomenologismo son a la postre las dos escuelas que han incidido más en la identidad filosófica y epistemológica de la investigación científica, asociadas a las ciencias naturales y sociales, y que a su vez se les relaciona con los paradigmas cuantitativos y cualitativos del quehacer investigativo. Para algunos autores, los conflictos existentes entre estos, no son otra cosa que la reedición de viejas querellas, por ejemplo, entre realismo e idealismo, objetivismo-subjetivismo, racionalismo-empirismo o las relaciones que surgen entre el sujeto y el objeto en el proceso del conocimiento, las cuales han dado nacimiento a diversas posturas en el campo de la filosofía. Son un conjunto de categorías que tipifican un universo de contradicciones y opciones que surgen de posiciones diferentes en el estudio y conocimiento de la realidad. Aquí las hemos definido y analizado a partir del tema del conocimiento, porque los problemas cognoscitivos, y la forma en encararlos son determinantes para determinar las formas de trabajo y las posturas de la investigación científica. Son las siguientes:
♦ Relaciones entre sujeto cognoscente - objeto cognoscible
♦ Naturaleza del conocimiento
♦ Origen del conocimiento
♦ Finalidad del conocimiento
El conocimiento surge como resultado de las relaciones entre el sujeto y el objeto, en torno a las cuales se han desarrollado numerosas escuelas filosóficas, las cuales a su vez se van a reflejar en los diversos paradigmas investigativos. Una problemática que busca responder numerosas preguntas sobre el qué, quién, por qué, para qué y el cómo del conocimiento, tema que ha sido estudiado, primero por la Teoría del Conocimiento y posteriormente por la Epistemología. Aquí nos limitaremos a analizar las relaciones que surgen entre los dos actores del proceso cognoscitivo: el sujeto y el objeto , y en torno al cual giran cuatro elementos fundamentales:
♦ El sujeto que conoce
♦ El objeto conocido
♦ La operación misma de conocer
♦ El resultado obtenido
La investigación científica no ha permanecido ajena a esta problemática, ya que en algunas tendencias se observa un distanciamiento entre el sujeto y objeto (objetivismo), un dominio del primero sobre el segundo (subjetivismo), del objeto sobre el sujeto (empirismo o realismo) o un equilibrio entre los dos ( unidad dialéctica ). Pero independientemente de las diversas aproximaciones que existen entre sujeto-objeto, actualmente domina una tendencia que busca la unidad o equilibrio entre ambos actores, buscando un punto de encuentro que permita resolver los problemas que han surgido en torno al tema del conocimiento.
Pero las relaciones entre sujeto-objeto no sólo se dan en el proceso del conocimiento, sino también estos dos elementos hacen parte de una estructura más general, de donde emerge la investigación sistemática, ( Fig 2). Así como no podemos imaginar un conocimiento sin sujeto y objeto, de igual manera el acercamiento del investigador, es decir, el sujeto hacia su objeto, se constituye en una operación fundamental y esencia misma de la investigación. Al igual que en el caso del conocimiento, en la investigación sujeto y objeto son dos términos que sucesivamente se oponen y se compenetran, se separan y se acercan en un acto que se inicia por voluntad del investigador que desea el conocimiento.
Relaciones sujeto-objeto (Fig 2)
En esta relación la acción dominante es la conciencia del sujeto, sin aparente incidencia del objeto, lo cual conduce a la subjetividad, o sea percepciones, argumentos y lenguaje basados en el punto de vista del sujeto , y por tanto, influidos por sus intereses y deseos, ( Fig 3). El conocimiento queda reducido a un fenómeno de conciencia y sus interpretaciones desestiman cualquier aspecto vinculado con la experiencia y la práctica.
Relación sujeto-objeto (Fig 3)
Ésta es una tendencia característica de la Fenomenología, o por lo menos de quienes piensan que la acción del sujeto es determinante en el proceso del conocimiento. El término ha tenido definiciones diferentes, pero en general en el terreno estrictamente gnoseológico se afirma que el conocimiento es una actividad donde el sujeto crea su propio objeto. A la fórmula de algunos filósofos que afirman que: nada hay en la inteligencia que no haya estado en los sentidos , otros filósofos les responden: n ada hay en los sentidos que no haya conocido el razonamiento . Dio nacimiento a un término moderno como el subjetivismo , que designa la doctrina que reduce el conocimiento a un estado de simples actos del sujeto, de la realidad o de los valores del sujeto.
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