El último viaje
Terry Brooks
LIBRO XI DE SHANNARA
Traducción de Cristina Riera
Colección Oz Nébula
Página de créditos Página de créditos El último viaje V.1: junio, 2021 Título original: Morgawr © Terry Brooks, 2002 © de la traducción, Cristina Riera Carro, 2021 © de esta edición, Futurbox Project, S. L., 2021 Todos los derechos reservados. Traducción publicada mediante acuerdo con Del Rey, sello de Random House, una división de Random House LLC. Diseño de cubierta: Taller de los Libros Imágenes de cubierta: MoVille | Shutterstock - Ironika | Shutterstock Publicado por Oz Editorial C/ Aragó, nº 287, 2º 1ª 08009 Barcelona info@ozeditorial.com www.ozeditorial.com ISBN: 978-84-17525-56-9 THEMA: FM Conversión a ebook: Taller de los Libros Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser efectuada con la autorización de los titulares, con excepción prevista por la ley.
Sinopsis de este libro El último viaje Las fuerzas del bien y del mal se enfrentan en una épica batalla final La lucha contra Ilse la Hechicera ha pasado factura a los héroes de las Cuatro Tierras. Ahora, su adversario más oscuro les pisa los talones: con una flota de aeronaves tripuladas por muertos vivientes, el poderoso hechicero Morgawr persigue a la Jerle Shannara para hacerse con los legendarios libros de magia y destruir a la discípula que lo traicionó, Ilse. La hechicera, prisionera de su propia mente, recurrirá al enorme poder de la espada de Shannara, pero las cosas no saldrán como había previsto, y el destino de las Cuatro Tierras se decidirá en una épica batalla entre las fuerzas del bien y del mal.
Dedicatoria
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Sobre el autor
Página de créditos
El último viaje
V.1: junio, 2021
Título original: Morgawr
© Terry Brooks, 2002
© de la traducción, Cristina Riera Carro, 2021
© de esta edición, Futurbox Project, S. L., 2021
Todos los derechos reservados.
Traducción publicada mediante acuerdo con Del Rey, sello de Random House, una división de Random House LLC.
Diseño de cubierta: Taller de los Libros
Imágenes de cubierta: MoVille | Shutterstock - Ironika | Shutterstock
Publicado por Oz Editorial
C/ Aragó, nº 287, 2º 1ª
08009 Barcelona
info@ozeditorial.com
www.ozeditorial.com
ISBN: 978-84-17525-56-9
THEMA: FM
Conversión a ebook: Taller de los Libros
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser efectuada con la autorización de los titulares, con excepción prevista por la ley.
Las fuerzas del bien y del mal se enfrentan en una épica batalla final
La lucha contra Ilse la Hechicera ha pasado factura a los héroes de las Cuatro Tierras. Ahora, su adversario más oscuro les pisa los talones: con una flota de aeronaves tripuladas por muertos vivientes, el poderoso hechicero Morgawr persigue a la Jerle Shannara para hacerse con los legendarios libros de magia y destruir a la discípula que lo traicionó, Ilse. La hechicera, prisionera de su propia mente, recurrirá al enorme poder de la espada de Shannara, pero las cosas no saldrán como había previsto, y el destino de las Cuatro Tierras se decidirá en una épica batalla entre las fuerzas del bien y del mal.
Regresa la saga del aclamado novelista Terry Brooks
«No sé cuántos libros de Terry Brooks he leído (y releído) en mi vida. Su obra fue importantísima en mi juventud.»
Patrick Rothfuss
«Un gran narrador, Terry Brooks crea epopeyas ricas llenas de misterio, magia y personajes memorables.»
Christopher Paolini
«Confirma el lugar de Terry Brooks a la cabeza del mundo de la fantasía.»
Philip Pullman
«Un viaje de fantasía maravilloso.»
Frank Herbert
«Shannara fue uno de mis mundos favoritos de la literatura cuando era joven.»
Karen Russell
«Si Tolkien es el abuelo de la fantasía moderna, Terry Brooks es su tío favorito.»
Peter V. Brett
Para Owen Lock,
por el consejo del editor, su amistad y las palabras tranquilizadoras cuando más necesarias eran.
La figura emergió de las tinieblas que se arremolinaban en el rincón con tanta rapidez que Sen Dunsidan casi se tropieza con ella antes de darse cuenta de que había aparecido. El corredor que conducía a su dormitorio estaba a oscuras y atestado de las sombras que trae consigo el anochecer: las lámparas de la pared tan solo proyectaban halos de luz diseminados de un resplandor borroso. La iluminación no lo ayudó en este momento, y el ministro de Defensa quedó atado de pies y manos: no pudo huir ni defenderse./p>
—Querría hablar con vos, si podéis, ministro.
El intruso iba cubierto con una capa y una capucha y aunque Sen Dunsidan evocó al instante a Ilse la Hechicera, sabía, sin lugar a duda, que no era ella. Se trataba de un hombre, no de una mujer (demasiado grande y fornido para ser otra cosa y la voz era áspera y masculina). No tenía la figura esbelta y pequeña de la bruja, así como tampoco poseía su voz fría y suave. Esta se había presentado ante él hacía tan solo una semana, antes de partir a bordo de la Fluvia Negra para perseguir al druida Walker y a su compañía rumbo a un destino desconocido. Ahora, este intruso, que iba encapuchado y cubierto como solía ir la jurguina, se le había aparecido del mismo modo: por la noche y sin anunciarse. Enseguida se preguntó qué relación habría entre ellos.
Disimulando la sorpresa y el ápice de miedo que le atenazó el pecho, Sen Dunsidan asintió.
—¿Y dónde querríais hacerlo?
—Vuestros aposentos servirán.
Hombre corpulento y robusto donde los hubiera y todavía en la flor de la vida, con todo, el ministro de Defensa se sentía empequeñecido en la presencia del otro. Iba más allá de una mera cuestión de envergadura, era una cuestión de presencia. El intruso exudaba una fuerza y una confianza que no solían hallarse en un hombre normal y corriente. Sen Dunsidan no le preguntó cómo había conseguido adentrarse en el complejo amurallado y sumamente vigilado. Tampoco le pidió cómo había logrado llegar hasta la planta superior de sus dependencias sin que ningún guardia diera la alarma. No tenía sentido interrogarlo. Se limitó a aceptar que el intruso era capaz de eso y de mucho más, así que hizo lo que le pedía. Se adelantó a él y le dedicó un asentimiento en señal de deferencia, abrió la puerta de su dormitorio y con un gesto, le indicó al otro que entrara.
Las luces de la estancia también estaban encendidas, aunque no proyectaban una luz más potente que las del pasillo y el intruso se metió en las sombras nada más entrar.
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