Mariana Dietl - Clara, las bestias, sueños y elefantes

Здесь есть возможность читать онлайн «Mariana Dietl - Clara, las bestias, sueños y elefantes» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Clara, las bestias, sueños y elefantes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Clara, las bestias, sueños y elefantes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En los trece relatos que componen «Clara, las bestias, sueños y elefantes», Clara es la protagonista indiscutida. Es cómplice, portadora, víctima, testigo y culpable de todo lo que acontece; la pieza faltante (o sobrante) del rompecabezas; de las preguntas y respuestas deshilvanadas y sin sentido; de las realidades múltiples y dudosas, opacas; de las bestias y los sueños que recurren sin fin, con finales muchas veces indeseados y espeluznantes (o no). Clara somos todos, de alguna manera. O Clara no es nadie. ¿Quién es Clara, en definitiva? ¿Cuál de todas ellas? Mariana Dietl nos ofrece en esta ocasión una antología de relatos de lectura trepidante, caótica y embriagadora que nos sumerge en una espiral de emociones desbordantes.

Clara, las bestias, sueños y elefantes — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Clara, las bestias, sueños y elefantes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Andate.

Lo que viste la otra tarde fue un desliz, te lo acabo de demostrar.

Andate antes de que te mate. Me das asco.

Esto es lo que cuenta, ¿no ves? Lo que acaba de pasar entre nosotros.

Andate ya o voy a llamar a alguien.

No entiendo cómo no me creés después de lo que acaba de pasar… ¿Qué vas a hacer con esa lámpara? ¿Te volviste loca?

¡CRASHHHHHH!!

Pensé que era tu favorita.

Andá ya porque la próxima te va en la cara. Correte que voy a llamar a alguien.

¿Ah, sí? ¿Y qué vas a decir: que pescaste a tu marido vestido con tu ropa, preparándose para una fiesta de disfraces del trabajo?

Me das asco, dejame pasar. Segunda vez que te lo digo.

Esa carita que pusiste hace un rato no era precisamente de asco, te lo aseguro.

CRASHHHH. PAM. PUM.

Era placer puro.

KLSSSHHHH

Dejá de tirarme con cosas que vas a terminar destruyendo toda la casa. Parecés enajenada. Después cómo se lo explicás a los chicos…

¿Yo la enajenada que le tengo que explicar a los chicos? ¡JA, JA, JA!

Sí, tranquila, Clarita, estás alterada, no podés pensar. Lamento haberte conmocionado tanto por una pavadita, una cuestión menor. Debí anticipar tu reacción, no me di cuenta, debí ser más cauto, debí prepararte con tiempo, siempre terminamos en lo mismo, y vos hecha una loca… No me golpees, acordate que soy hombre y pue…

Hombre, cierto…

… te puedo lastimar mucho más de lo que vos y yo queremos, así que te pido que me sueltes. Acordate cómo terminamos la otra vez. ¿Cuántas costillas fueron, cuatro o cinco? ¿Y todo por qué: porque me acusaste de que me cogía a quién? Ya ni me acuerdo a esta altura. Fueron tantas veces que se me mezclan. Simone, ¿no era? ¿Tu amiga del alma? Tenés una imaginación muy fuerte, amor… Acordate el papelón que fue para vos cuando comprobaste que tus acusaciones eran cualquiera, pura paranoia tuya. Fue un escándalo, ¿te acordás? No sabías dónde meterte. Desde entonces nadie nos invita a ningún lado. ¿Querés que pase lo mismo ahora? ¿Querés arruinarle la vida a tus pobres hijos por algo que decís haber visto y para lo cual ya te di una explicación totalmente lógica y razonable? Vamos, Clara, pensá con la cabeza…

No necesito pensar. Lo vi.

¿Ah, sí? Y también decís haber visto un collar de Simone en casa, y resultó ser de los que usaba Chloe para jugar. ¿Te acordás de eso? Dijiste que viste mi auto estacionado frente a su casa, cuando en realidad estaba en la cuadra anterior, delante del consultorio de mi dentista. No ves lo mucho que te equivocás, cómo te dejás llevar sin tener idea de nada…

Yo sé lo que vi. No me lo podés negar.

En tu cabeza puede ser cierto, pero lo que percibe tu cabeza no siempre se corresponde con la realidad, lamento decirte, ya lo hemos comprobado.

Vos querés que vea lo que te conviene.

¿Estás tomando el Clozaril, no es cierto? Voy a llamar ya mismo a Guarilia. No puede ser que sigas con estos delirios. Más vale que no me entere de que dejaste las pastillas. ¿Necesito recordarte qué pasó la última vez que las dejaste?

Sé exactamente lo que estoy haciendo y lo que vi el otro día, así que no te preocupes.

Gorda, voy a tener que pedirte que dejes ese cuchillo en la mesa, esto puede terminar mal y yo al menos tengo que seguir con mi día, ya debería estar en el diario. Los dos venimos de días y semanas de mucho estrés, es lógico quizás que sobrereaccionemos ante lo que vemos, pero no vale la pena, está todo bien, somos los de siempre, con nuestros defectos y virtudes, el amor que nos tenemos y la familia que construimos. Tenemos que tratar de bajar un cambio, nada más… Ahí está, muy bien, gracias, así. Dejá el cuchillo ahí…

¿Por qué?

¿Por qué qué?

¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te tuve que ver así? Estaba todo tan bien…

Esta tarde sin falta hablo con el médico para que te revise la dosis y te la ajuste como haga falta. Mientras tanto vos tranquila, no te hagás problema por nada, vas a ver que va a estar todo bien, es solo un brote, necesitás relajarte, ya nos dijeron que podía pasar, pero como lo superamos en el pasado, va a estar todo bien esta vez también, va a estar todo muy bien, porque nos queremos, ¿no es cierto? Nos queremos mucho. Tomá, tomate esto, esto te va a calmar…

Bien, así, tranquila, quedate recostada acá hasta que yo vuelva. Vuelvo a eso de las siete. Esperame acá así, quietita, ¿estamos? Yo me encargo de avisar a los chicos, vos no te preocupes. No los voy a asustar ni nada, solo quiero que sepan y que vengan a echarte una ojeada cada tanto.

Chloe no volvió.

Cierto. Bueno, Diego entonces. Y con Santiago siempre podés hacer Facetime. Pero yo lo voy a llamar, dejá. Cualquier cosa sabés dónde ubicarme, ¿no es cierto?

Tu celular no tiene batería.

Es verdad. Entonces me ubicás por cualquier cosa en el diario o en lo de Pasti.

¿Tu amigo de Facebook?

Sí, me estoy quedando con él estos días, así te dejo tranquila hasta que te repongas del todo. No quiero ser un factor de alteración.

¿Por qué salís por la puerta de servicio?

Quiero pasar un segundo por la baulera antes de irme.

¿Para?

Te amo, gorda, cualquier cosa llamame, va a estar todo bien, vas a ver. Es sólo un brote, chau. BAM.

El aparato

No debí tocar ese aparato. No debí, no debo y no deberé, y, sin embargo, acá estoy, sin poder soltarlo, aferrada a este rectangulito frío de metal como si fuera un hijo o la luz al final del túnel. Toqué el puto aparato y heme aquí, con los pelos de punta, desesperada, no entiendo por qué lo hice, desde entonces lo único que hago es mirar su pantallita oscura como una tonta, hipnotizada, y cada tanto la enciendo y se me viene la famosa «luz azul», la que supuestamente hace tanto mal, y me ilumina —me encandila, más bien—, pero sigue sin decirme nada, ni una señal; fijo la vista como si allí estuviera escondido el código de Hammurabi o la resolución del misterio del avión caído de Malaysian Airlines, pero no, mi vida es la misma, nada cambia, no veo ningún código, presiono dibujos e íconos en la pantalla, simbolitos que deberían poder develarme todos los enigmas, resolver mi vida amorosa y práctica, pero nada, no encuentro nada, ninguna respuesta. Qué me importa el clima que va a haber en Madagascar la semana que viene o lo que dijo Brad Pitt sobre el acuerdo de armas nucleares con Irán o las fotos del comienzo de clases de los hijos de mi mejor amiga del primario o conocer las noticias al instante para enterarme antes que nadie de lo que sucede en el mundo; el negocio más grande del universo donde podés comprar todo lo que ni siquiera se te ocurrió con un mero clic de un botoncito desde tu casa, qué me importa. Solo importa que esta mierda de aparato no me contesta, ha decidido hacerse el exquisito y no me quiere hablar. Qué hago. Para qué lo toqué. Para qué mierda envié ese mensaje. Qué me vino a la cabeza. Y ahora ya lo mandé y no hay nada que hacer, solo esperar a que este bendito objeto se digne a responder, se digne a decirme ALGO. No hay forma de volver atrás: como las palabras más hirientes, se dijeron y ya está, nacieron, uno no puede suprimirlas del sistema, hacer de cuenta que no existieron. Imposible. Al igual que las frases que más duelen, esas que quedan inscriptas para siempre en la memoria de las personas, los mensajes de los teléfonos tampoco pueden borrarse, pasan a formar parte de una enorme masa de memoria colectiva que ni siquiera logro comprender del todo, solo sé que están fuera de nuestro control; Jung se hubiera hecho una fiesta de haber vivido para verlo.

O sea que ya está. Daño hecho. Ahora qué. Decime algo, te lo ruego.

Silencio total. Oscuridad. El aparato este que se la pasa haciendo ruidos raros — bzzzz para alertarme que recibí un correo nuevo; el ¡ping! me sorprende cuando se trata de un mensaje de texto, doble ping si es por whatsapp; alarma de barco cuando hay inundación en la zona o cuando hay toma de rehenes en el barrio o piquetes intransitables; otra alarma para levantarme a la mañana, otra más para hacer sonar el teléfono, donde se enciende «Revolution», de los Beatles—, el aparato este que suele encenderse como una orquesta sinfónica al estilo de John Cage, y que no da tregua nunca, hoy, justamente hoy que necesito una señal, algo, hoy que se me ocurrió lanzar una piedra al vacío, una botella al mar, hoy está mudo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Clara, las bestias, sueños y elefantes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Clara, las bestias, sueños y elefantes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Clara, las bestias, sueños y elefantes»

Обсуждение, отзывы о книге «Clara, las bestias, sueños y elefantes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x