1El presente libro fue anteriormente editado en Barcelona por la editorial Scire, Barcelona (2010), a la que agradecemos el permiso para esta reedición argentina. Para la presente edición se han revisado todos los capítulos, y se han retocado y ampliado algunos de ellos. Se han modificado consistentemente los capítulos dedicados a Freud y a Allers. Además, se han agregado tres nuevos anexos al capítulo 5.
2El lector formado en metodología notará que en esta obra hemos optado por el sistema de citas más frecuente en las Humanidades, y no por el de la APA, que es el más usado en Psicología. Lo hemos hecho porque pensamos que a la orientación histórico-filosófica que en última instancia adoptamos en el desarrollo de este libro, le es más connatural este modo de citar. Para facilitar la lectura a los alumnos, hemos traducido todas las citas que estaban en otros idiomas, a excepción de la de los estudios complementarios de los Anexos.
3Se trata de lecciones dadas en un curso de perfeccionamiento docente titulado “Psicología y educación”, organizado por la Archidiócesis de Toledo, entre el 20 y el 21 de abril de 2007. Debemos agradecer a nuestra exalumna y becaria Isabel Manresa Lamarca por las largas horas dedicadas a la transcripción completa de este curso, que sirvió de materia prima para varios capítulos.
4Seguimos la traducción de la Biblia de Jerusalén.
5Sobre la posibilidad de fundar la psicología en el pensamiento del Aquinate, cf. M. F. Echavarría, La praxis de la psicología y sus niveles epistemológicos según santo Tomás de Aquino, UCALP, La Plata 2010.
Sección 1
Psicologías del Inconsciente
Una de las corrientes más importantes e influyentes de la psicología contemporánea, además de una de las primeras, es la que Bleuler llamó psicología profunda o de lo profundo (Tiefenpsychologie), que algunos llaman psicología dinámica y que aquí llamamos psicologías del inconsciente. Hemos preferido este nombre a los otros, porque el primero supone que “lo profundo” en el hombre es lo inconsciente instintivo, posición con la que no estamos de acuerdo (a menos que por “profundo” se entienda lo “inferior” en importancia ontológica), y porque, aunque desde Herbart la perspectiva dinámica está asociada con una psicología que da un puesto principal a lo inconsciente, sin embargo no toda psicología dinámica necesariamente lo hace (basta pensar a la del psicólogo gestaltista Kurt Lewin). Por eso nos ha parecido más conveniente la denominación psicologías del inconsciente para designar a aquellos autores y escuelas que se caracterizan, no sólo por afirmar la existencia de una parte inconsciente del psiquismo (cosa que hoy hacen casi todas las escuelas de psicología), sino sobre todo a quienes asignan a este inconsciente el rol central en el gobierno de la persona. Evidentemente, la primera escuela importante en hacerlo es el psicoanálisis de Sigmund Freud, por lo que por él comenzará nuestra exposición, seguida de algunos de sus discípulos y de la psicología analítica de Carl Gustav Jung.
Capítulo 1. El psicoanálisis de Sigmund Freud
1. Datos biográficos
Sigmund Freud (Moravia 1856 – Londres 1939) es un autor que no necesita presentación. De origen judío, residente en una Viena capital del Imperio Austro-Húngaro, cursa estudios de medicina por motivos económicos, a pesar de tener una vocación más humanística. Se especializa en neurología y pasa unos pocos años dedicado a la investigación. Hacia 1900 funda el psicoanálisis como método alternativo a la hipnosis para la terapia de la neurosis. A pesar de su origen terapéutico, y por intención explícita de Freud, el psicoanálisis rápidamente se extiende a otras áreas de la vida humana, llegando a tener un influjo sobre la cultura del s. XX sólo comparable al del marxismo. A causa del régimen nazi debe emigrar a Londres, donde muere poco después por voluntad propia habiendo recibido de su médico una inyección de morfina, tras más de quince años de padecer un dolorosísimo cáncer de mandíbula.
En el desarrollo del pensamiento de Freud podemos distinguir 3 períodos: 1) Pre-psicoanalítico: Se trata del período de formación de Freud anterior a la creación del psicoanálisis (es decir, hasta alrededor de 1895); 2) Etapa fundacional del psicoanálisis: Va de 1896 hasta 1914 o 1920, según el punto de referencia que se tome. 1914 es muy importante por varias razones. Es el año de separación de Jung, que concluye un período de defecciones importantes para el movimiento psicoanalítico, que incluye las de Steckel y Adler. Por otro lado, es el año de publicación de Tótem y Tabú, obra que da inicio a las cada vez mayores disquisiciones culturales que caracterizarán el último periodo de la obra de Freud. En 1920, por otra parte, se publica Más allá del principio de placer, que da inicio a una profunda revisión de su sistema psicológico que incluirá una modificación de la teoría de las pulsiones y la elaboración de la segunda tópica. 3) Madurez: El último período es el que va desde 1915 o 1920 hasta su muerte en 1939, en el que Freud elabora sus últimas ideas fundamentales, como la teoría de las pulsiones de vida y de muerte, la división del aparato psíquico en yo, ello y superyó, su teoría del narcisismo y su crítica de la religión y de la cultura.
2. El psicoanálisis y sus influencias teóricas
2.1. Raíces del inconsciente dinámico: Herbart
Es importante destacar que Freud no crea ni descubre el concepto de inconsciente, sino que le da una interpretación particular y además lo hace funcionar de una manera especial en la práctica psicoterapéutica. Pero Freud no es el descubridor del inconsciente, si es que se puede hablar de “descubrimiento”, porque el de inconsciente es un concepto teórico que sirve para explicar unos fenómenos que pueden admitir una interpretación diversa. Es como decir que Kant descubrió las categorías a priori o las formas a priori de la sensibilidad, o algo por el estilo. En todo caso el concepto de inconsciente psíquico estaba presente en la literatura de la época, sobre todo en la alemana, a partir de varias fuentes: empezando por Herbart o tal vez por Leibniz, en el cual aparece la idea de que hay percepciones imperceptibles6. La apercepción, según Leibniz, es el acto por el que la atención se dirige a una parte de las diminutísimas e infinitas percepciones que son imperceptibles y por lo tanto inconscientes. En Herbart, que está influido por Leibniz y por Fichte, aparece la idea de un inconsciente dinámico.
Johann Friedrich Herbart (1776-1841) ha pasado a la historia como pedagogo, así como por su oposición al idealismo virtual de Kant. Sin embargo, su importancia para la historia de la psicología es tal vez todavía mayor que para la de la pedagogía y la gnoseología, por ser el antecedente principal de la concepción energética y dinámica del psiquismo humano que encontraremos en Freud. Es además, uno de los antecedentes más inmediatos de la psicofísica de Fechner, que es otra de las fuentes del energetismo freudiano, y en él aparece ya el concepto de umbral de la percepción (que en realidad tiene raíces aristotélicas). Por eso, en el s. XIX muchos lo consideraron como el fundador de la nueva psicología.
Como para otros racionalistas, también para él la metafísica abarca toda la filosofía. Por lo que respecta a la psicología, para Herbart tiene tres fuentes: la metafísica, la experiencia y las matemáticas.
La experiencia nos muestra una realidad con muchas aparentes contradicciones; tendemos a ver en la realidad sujetos que permanecen –v.g. una manzana– pero estos mismos muestran cualidades contrarias –v.g. roja o verde–. La metafísica se ocupa de resolver estas contradicciones. Así, se llega a que hay una multiplicidad de realidades que son espirituales y simples. El cambio es apariencia, las cosas en sí mismas no cambian. Según las relaciones que nosotros establecemos entre las cosas percibimos un cambio aparente u otro. Estas cualidades que percibimos de las cosas son el resultado de la tendencia a la autoconservación de cada una. Las cosas, como efecto de una intrusión exterior, se manifiestan en estas cualidades.
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