¡Hazlo…así sea con miedo! |
¿Necesitas más consejos para enfrentar la procrastinación y el perfeccionismo? Presta mucha atención a las lecciones de los capítulos 8, 12, 17 y 21. |
Capítulo 2
El seguidor de reglas
Cuando tu mayor miedo es colorear
por fuera de los bordes
“Aprende las reglas como un profesional para que puedas romperlas como un artista”. |
A veces, se le atribuye a Pablo Picasso |
Tracy siempre ha sabido respetar las reglas.
Siendo apenas una niña, era muy responsable y confiable, la estudiante que nunca se pasaba de la raya, ni cuestionaba a sus maestros. Trabajaba duro. Sabía colorear por dentro de los bordes. Siempre siguió al pie de la letra todas las reglas. Y desde muy temprana edad, tenía claro que quería hacer una carrera relacionada con la aplicación de la ley.
Después de cuatro años en el ejército, Tracy se convirtió en oficial de policía en una ciudad a solo 20 millas de donde creció. Por muchas razones, amaba su trabajo. La ley es clara e inequívoca y le gusta saber con exactitud qué era lo que se espera de ella.
Le dedicaba tiempo a su labor, seguía las reglas y, como es apenas lógico, ascendió de rango, tal como se suponía que debía hacerlo.
Durante su tiempo libre, Tracy trabajó como voluntaria en la comunidad y fue miembro activo de su iglesia. Ella y su esposo compraron algunos acres fuera de la ciudad y, después de que nacieron sus tres hijos, comenzaron a cultivar sus propios vegetales como proyecto familiar. Pronto, la jardinería se convirtió en una obsesión para ella; le encantaba ver que, cuanto más esfuerzo hacía y cuanto más cuidadosa era para proporcionarles la cantidad justa de agua y fertilizante a sus cultivos, mejores resultados obtenía. Le encantaban las conservas y los encurtidos y pronto estaba regalándoles sus salsas caseras y encurtidos picantes a sus amigos y familiares.
Las cosas no podían ser mejor. Para Tracy, la vida era estable y predecible, tal como le gustaba. Pero un día, se lastimó.
Desafortunadamente para ella, su lesión no sucedió en el trabajo, lo cual le habría garantizado una jubilación anticipada y beneficios por discapacidad. El hecho es que su accidente ocurrió de la manera más tonta. Simplemente, le estaba ayudando a una amiga a cambiarse de casa y, en medio del trasteo, se resbaló en un escalón y se rasgó un ligamento y una parte del cartílago de la rodilla.
Ante eso, la empresa donde trabajaba tuvo que asignarle tareas de escritorio temporales para que pudiera permanecer quieta y cuidar de su rodilla, pero ese cargo terminó por volverse permanente, pues su rodilla no se curó del todo bien. Como era de esperarse, la reasignación significó una degradación en su cargo y, por lo tanto, un importante recorte salarial.
Para Tracy, la vida dejó de ser tan estable y predecible como antes.
Desde el momento en que le faltaban tres años para que pudiera comenzar a cobrar su pensión, Tracy sabía que tenía que encontrar alguna forma de complementar sus ingresos, así que comenzó a vender sus salsas y productos caseros en el mercado local de agricultores. Tracy hizo un trabajo excelente investigando posibles combinaciones de sabores interesantes e incorporándolas en sus productos. Como resultado, estos eran deliciosos y se fueron volviendo increíblemente populares. Así las cosas, Tracy comenzó a acumular seguidores locales.
Ahora, algunos de sus clientes más leales la están animando a crecer con este incipiente negocio, a crear una marca para sus productos e incluso a comenzar a venderlos en línea.
Sin embargo, aunque Tracy se siente entusiasmada y ansiosa por ganar más dinero, duda en dar el siguiente paso, pues sabe que hay un montón de regulaciones relacionadas con la venta de comida y no sabe cómo cumplir con todos esos requisitos. Vender en un mercado de agricultores es una cosa, las leyes son bastante relajadas, pero montar un negocio real y vender en línea y llegar a enviar sus productos fuera del Estado le parece un proyecto fuera de su alcance. ¿Dónde y cómo podría comenzar a encontrar la lista de todos los requisitos? ¿Y si omite algo? La idea de violar una regulación importante o de meterse en problemas la aterroriza. Cada vez que reflexiona sobre el asunto, se siente paralizada.
Simplemente, no hay manera. Y encima, se siente atrapada.
Tracy es seguidora de reglas.
ARQUETIPO DEL SEGUIDOR DE REGLAS
A menudo, los que se empeñan en hacer las cosas de la manera en que se supone que se deben hacer, los que ejemplifican el arquetipo del seguidor de reglas, luchan más que todo con un miedo desmedido a la autoridad, un miedo que, a menudo, se manifiesta como una aversión irracional a romper las reglas o a hacer cualquier cosa que pudiera ser percibida como “no permitida”. La simple posibilidad de meterse en problemas —aun cuando el “castigo” en potencia sea tan solo imaginario— es suficiente para evitar que el seguidor de reglas se ponga en acción o avance.
Los seguidores de reglas ven el mundo en blanco y negro y tienden a sentirse ansiosos cada vez que sienten que ellos mismos u otras personas se salen de las normas de comportamiento. Hasta se preocupan por asegurarse de que quienes los rodean estén tomando buenas decisiones y, a veces, ese hecho hace que sean percibidos por los demás como entrometidos.
En esencia, el seguidor de reglas cree que si las cosas no se hacen de acuerdo a las reglas, se producirá el caos. Su mentalidad es que muchas cosas en la vida son como son y no deberían ser cuestionadas, ni cambiadas. El seguidor de reglas se siente energizado cuando demuestra que tiene razón o cuando la decisión que ha tomado es la correcta.
Con mucha frecuencia, renuncia a su propio mejor juicio en aras de seguir las reglas debido a su miedo irracional a salirse de los límites y anula todo lo demás que pudiera suceder. Este miedo también suele evitar que los seguidores de reglas se pongan en marcha y avancen hacia sus propias metas o sueños. Casi siempre, tienen miedo de confiar en su instinto o de tomar una acción que no les parezca clara y directa.
Los seguidores de reglas tienden a ser conformistas y son algo rígidos. Les gusta saber que hay una manera “correcta” de hacer las cosas y se sienten cómodos al seguir las normas establecidas. Se recienten ante la idea de salirse de sus parámetros o de desviarse de su propio camino y, en ocasiones, juzgan a quienes no siguen las normas como ellos.
El arquetipo del seguidor de reglas es el segundo más común. Para el 14% de las personas, ese es su arquetipo superior y para el 64% este arquetipo aparece entre sus tres primeras tendencias.
ATRIBUTOS POSITIVOS
El seguidor de reglas es responsable, confiable y un amigo y empleado muy leal. Tiende a ser excepcionalmente diligente, minucioso y estable, además de reflexivo y considerado; se puede contar con él/ella para vigilar a otras personas.
El seguidor de reglas tiene un claro sentido de lo correcto y lo incorrecto, así como una excelente capacidad de discernimiento y un código moral muy firme. En general, este sentido del deber y la obligación hacia los demás y hacia la comunidad suele verse reflejado en su compromiso con el trabajo voluntario y el servicio público.
El seguidor de reglas también tiende a ser meticuloso con los detalles y es excepcionalmente bueno en procesos de seguimiento, siempre cuidando de marcar el punto en la letra “i” y de cruzar la raya en la letra “t”. Se toma el tiempo de leer la letra menuda y de asegurarse de que ha hecho su debida diligencia. Debido a que le gusta saber que hay una forma correcta e incorrecta de hacer las cosas, se siente atraído naturalmente hacia las carreras que tienen pautas muy claras y un camino directo bien establecido, como la aplicación de la ley, la ingeniería, las matemáticas, programación informática, servicio público, derecho y medicina.
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