Y, además, está el asunto de cubrir sus necesidades materiales. Jesús y sus apóstoles no establecieron ningún programa de ayuda material a pesar de que el mundo probablemente lo necesitaba más que ahora, pero mientras predicaban la verdad, encontraban personas necesitadas y atendían a sus necesitadas. Esta debería ser nuestra manera de actuar. Nuestro ministerio principal hacia los judíos es predicarles el Mesías, pero si nos encontráramos con otras necesidades, debemos estar dispuestos a ayudar. Si lo hacemos con el espíritu de pagar una deuda, y se lo decimos, lo normal es que eso despierte el interés por saber más. En el mundo son pocos los judíos que necesitan ayuda material y, por lo general, están bien organizados para ayudarse mutuamente, pero no siempre es así en todas partes, especialmente entre los judíos que viven en el antiguo bloque de Europa del Este. Tal ayuda no es un simple medio carente de compasión para obtener un fin, acusación que con frecuencia se nos hace, sino parte de nuestro amor hacia todas las personas.
“Love Israel”
Quizás este puede ser el momento adecuado para considerar los esfuerzos que algunos cristianos realizan para “bendecir” al pueblo judío y ayudarles a regresar a la tierra de Israel. No se trata solo de buenas intenciones, sino que implica la creación y la gestión de organizaciones para lograr estos objetivos. Invitan a los cristianos a amar a Israel porque hay odio e indiferencia a su alrededor. De ahí el subtítulo Love Israel (Ama a Israel). ¿Por qué tenemos los cristianos que amarlos? La respuesta que ofrezco es que estamos en deuda con los judíos, y esta es la manera de mostrar nuestra gratitud en nuestra generación. No me gusta criticar a estos grupos porque comparto su amor por los judíos, aunque lo bueno puede ser enemigo de lo mejor.
1.Un testigo mudo
Lo que me preocupa es que la evangelización no forma parte de su programa. Si analizamos sus páginas web vemos que este tema, o bien no está, o es directamente rechazado. Algunos hablan del deseo de “compartir el mensaje de su amor por Israel como por la iglesia”, pero no se menciona el evangelio. ¿Podemos bendecir a Israel y mostrarles el amor de Dios, pero sin que el evangelio esté claramente incluido en la agenda? Años de testimonio personal hacia los judíos, aun de modo informal, me han demostrado que los líderes y las organizaciones judías no quieren nuestro amor si viene acompañado del evangelio. Hace unos años, un destacado artículo del Jewish Chronicle9 abordó este tema y terminó con esta nota: si el amor cristiano viene acompañado del evangelio, “sintiéndolo mucho, caminaremos cada uno por su lado”. Aun así, y esto es importante, individualmente, muchos judíos, no responden de esa manera. Si se les muestra un profundo interés por sus inquietudes, a pesar de mostrarles de manera clara el evangelio, normalmente lo aprecian bastante, aun si no están abiertos de manera clara al mensaje. Un ejemplo bien conocido es la vida de Corrie Ten Boom. 10
Creo que la lección está clara; si los cristianos crean organizaciones para mostrar amor hacia los judíos, y luego intentan relacionarse con dirigentes e instituciones judíos, van a sentirse muy comprometidos a dejar a un lado el evangelio. Por desgracia, así es como muchos han actuado. Creo que, si quieren seguir esta vía, tienen que convencerse de que los judíos tienen que creer en Jesús. Si eso significa tener menos influencia, pues que así sea. Pueden seguir brindando a los cristianos enseñanza e información sobre los judíos, animando y guiando así a los creyentes a mostrar amor, amistad y apoyo a los judíos, pero sin empobrecer el evangelio.
2.Influencia de las profecías de los últimos tiempos
Una justificación concreta de este empobrecimiento del testimonio evangélico está vinculado a las profecías de los últimos tiempos. La mayoría de quienes se involucran en las actividades de Love Israel tienen una visión particular de las profecías de los últimos tiempos que les hace minusvalorar la evangelización. Cuando los apóstoles le preguntaron a Jesús acerca del tiempo de cumplimiento de los planes de Dios para con Israel, su respuesta fue precisa: “No os toca a vosotros conocer los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch 1:7-8). Esto nos dice claramente que el tiempo de tales cosas no ha sido y no será revelado. No sabemos cuándo será, y quienes piensan que lo saben se engañan o, lo que es peor, son falsos profetas. El otro detalle que Jesús señala a los apóstoles y a nosotros es que de lo que tenemos que preocuparnos es de predicar el evangelio. Esto implica que la evangelización nunca ha de suspenderse por lo que creamos acerca del tiempo en que estamos, pues siempre será un error.
3.Apoyar a la Aliyah 11
Una actividad concreta de Love Israel es ayudar a los judíos a regresar a la tierra de Israel. Lo menciono aquí porque está íntimamente ligado a las profecías de los últimos días y el conocimiento del tiempo. El momento actual se ve como un momento especial en los propósitos de Dios, y que ya es hora de que todos los judíos regresen a la tierra para estar preparados para Dios. Hay quienes incluso afirman que la mayoría de los judíos se salvarán después de que hayan sido llevados de vuelta a su propia tierra, no antes, justificando así su falta de testimonio público. No puedo ver ninguna justificación para esta actividad en particular, y en caso de que alguien crea que pensar así deja a los judíos pobres abandonados en lugares remotos, ha de saber que la Agencia Judía es muy eficiente a la hora de hacer regresar a Israel a quienes desean volver, pero carecen de recursos.
Creo que este es otro error: creer que debemos interpretar las profecías de los últimos tiempos en el sentido de poder desempeñar un papel directo para hacer que se cumplan los propósitos de Dios. Esto es lo que, en efecto, tales grupos hacen. Incluso han llegado a enviar gente a lugares remotos de países como Rusia para “pescar” y “cazar” judíos, para animarlos a regresar a Israel. ¿Hay acaso algún ejemplo en la Biblia que nos diga que hagamos tal cosa? La verdad es que Dios no ha puesto tal carga o responsabilidad sobre los cristianos. La única forma de hacer avanzar en concreto los propósitos de su reino es mediante la obra evangelizadora y misionera, tarea que se nos ha encomendado.
4.El apoyo a Israel en el conflicto palestino-israelí
En los últimos años, se han fundado muchos grupos cristianos para mostrar su apoyo a los problemas de Israel en el conflicto de Oriente Medio. La mayoría se sitúa bajo la bandera del Sionismo Cristiano, y todos están convencidos de que conocen los tiempos de las profecías sobre los últimos tiempos y lo importante que es el regreso de los judíos a su antigua patria. Lo menciono de paso aquí, porque es la deuda con los judíos lo que motiva todo esto. Hablaré más del tema en mi capítulo que habla del retorno a la tierra, pero permítaseme notar un simple detalle al respecto. No hace falta tener estas fuertes convicciones proféticas para que los cristianos muestren su interés. Basta con sentir que estamos en deuda con ellos, sentimiento que todos los cristianos deberíamos tener. En aras del debate, dejemos de lado la profecía y consideremos al Estado de Israel simplemente como otra comunidad judía, pero que está bajo amenaza de aniquilación. Los cristianos debemos sentirnos preocupados por ello. No es cuestión de profecía. A finales del siglo XIX, los judíos de Rusia eran perseguidos de forma sistemática con cierta y evidente connivencia de las autoridades rusas. Grandes manifestaciones de protesta fueron organizadas en Gran Bretaña y en América por líderes judíos, eclesiásticos, sindicales y académicos, lo que produjo algunos cambios. La profecía no tuvo nada que ver. Sin duda, nuestros tiempos son otros, pero los procesos políticos y sociales siguen pareciéndose. Los cristianos tienen que involucrarse y expresar su interés por que los judíos tengan su propia patria y que su supervivencia esté protegida de la amenaza mortal que se cierne sobre ella. El problema ahora es que las certezas originadas por lo que yo llamo fuertes convicciones proféticas han creado la tendencia a pasar por alto las injusticias israelíes, y de ahí la comprensible, la otra respuesta cristiana que pide que también se llame la atención sobre la difícil situación de los palestinos, especialmente los que son cristianos. Los cristianos no podemos inclinarnos hacia una sola parte en este asunto. Deseo ardientemente que llegue el día cuando se trabaje conjuntamente bajo una pancarta que diga algo así como “Cristianos por la justicia y la paz en el conflicto palestino-israelí”.
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