Estas fiestas tienen un precioso significado espiritual que tiene aplicación directa a nuestra experiencia como creyentes.
Es cierto que los cristianos no tenemos obligación de “guardar” estas fiestas. Esto pertenece al antiguo pacto, a la antigua dispensación de la Ley. Colosenses 2.16-17 nos dice: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo”. O dicho de otra forma: “la realidad se halla en Cristo”.
Pablo escribe a los Gálatas y les dice a modo de reproche: “Ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros” (4.9-11).
Pero, aunque no tengan valor de precepto para guardar, tienen un hondo mensaje espiritual para dejarnos, pues “toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir... ” (2 Ti. 3.16).
Dice Hugo Zorrilla 20:
“Jesús es el culto verdadero como el cordero de Dios. Pues bien, si los verdaderos adoradores de Dios no tienen que ir a Jerusalén a festejar, y si a Dios se le encuentra en Jesús, entonces el culto está en el seguimiento a él. El culto es obediencia en amor sacrificial. La iglesia primitiva llega, entonces, a aceptar la invalidación de víctimas y de materias sacrificiales. Jesús pone su vida y la vuelve a tomar por sus ovejas (Jn. 10. 17, 18). Las ovejas sacrificadas siguen siendo un culto imperfecto e injusto. Él es el sacrificio perfecto, nuestra pascua, como dice Pablo: “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1Co. 5.7). Más tarde el Apocalipsis expresará su visión de la nueva Jerusalén: “Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero” (Ap. 21.22)”.
Es notable la secuencia de estas fiestas y su significado. Es notable como el Espíritu Santo ha querido presentar un vivo mensaje de lo que es la experiencia personal del creyente a través del significado de estas fiestas, desde que nace a los pies de la cruz, hasta que transpone los portales de esplendor en la casa del Padre.
Es interesante la formulación que hace Derek Tidball 21sobre las siete fiestas y su significado en el capítulo 23 de ese libro:
–La Pascua: Dios libera (23.4, 5).
–Los Panes sin levadura: Dios alimenta (23.6-8).
–Los Primeros frutos: Dios reclama (23.9-14).
–Las Semanas: Dios provee (23.15-22).
–Las Trompetas: Dios recuerda (23.23-25).
–La Expiación: Dios perdona (23.26-32).
–Los Tabernáculos: Dios recuerda (23.33-43).
Proponemos el siguiente esquema, que guiará nuestro comentario:
La Pascua |
v.4-5 |
Mes: Primero, a 14 días del mes. |
Redención |
Panes sin levadura |
v.6-8 |
Mes: Primero, a 15 días del mes. |
Santificación |
Las Primicias |
v.9-14 |
Mes: Primero, a 22 días del mes. (1er. día de la semana siguiente al fin de la fiesta de los panes sin levadura) |
Consagración o dedicación |
Pentecostés |
v.15-22 |
Mes: Tercero (50 días después del 15 de Abib o Nisán) |
Plenitud del Espíritu Santo |
Las Trompetas |
v.23-25 |
Mes: Séptimo, el 1er. día. |
Encuentro y comunión plena |
Día de la Expiación |
v.26-32 |
Mes: Séptimo, a 10 días del mes. |
Confesión para perdón |
Tabernáculos |
v.33-43 |
Mes: Séptimo, a 15 días del mes. |
Gozosa esperanza |
1. El término “moraban” del v. 5, en la RVR significa “estaban de visita”, “estaban de paso”.
2. Ellos eran: el primero y el séptimo día de la Fiesta de los Panes sin levadura, el Día de Pentecostés, el Día de Año Nuevo, el Día de la Expiación, y los primero y octavo días de la Fiesta de los Tabernáculos.
3. Según E. W. BULLINGER, “siete” se menciona 287 veces en la Biblia, o sea 7 x 41. Cómo entender y explicar los números de la Biblia, CLIE, 1990, pg.174.
4. Recomendamos la lectura del libro citado de E. W. Bullinger.
5. A. EDERSHEIM, El Templo, su Ministerio y Servicios en Tiempos de Cristo , CLIE, 1990, pg. 214.
6. “El patrón de separar el séptimo día para descansar también se observa en Su mandato de no cultivar ni trabajar la tierra cada séptimo año, llamado en hebreo “shmitá” , o año sabático (Éx. 23.10-11; Lev. 25.3-22). Luego, el año del jubileo cada cincuenta años tiene el propósito de dejar descansar la tierra otro año más. De esa forma, se cultiva la tierra en siete ciclos de seis años cada uno, descansando cada séptimo, y entonces también descansa el quincuagésimo (50º.) año. Dios prometió proveer a Su pueblo gran abundancia durante el año anterior al “ shmitá ” y Jubileo, para que su alimento dure los dos años posteriores hasta que puedan nuevamente recoger el producto de la tierra” (2005 CasaIsrael.com, traducido por Teri S. Riddering).
7. S. H. KELLOGG, Studies in Leviticus, Kregel Publications 1988, pg. 464.
8. En 1 Reyes 12.32, 33 Jeroboam I, rey de Israel instituye una fiesta en el mes octavo. Nada tenía que ver con el programa que Dios había establecido, que concluía en el mes séptimo. Era una fiesta pagana que “él había inventado de su propio corazón”.
9. Las Siete Fiestas de Jehová , LEC, 1960, pg. 11.
10. JAIME BURNETT, Las fiestas de Jehová, Serie de artículos en Revista Campo Misionero, agosto 2012, pg. 3.
11. Ibíd., mes de septiembre 2012, pg. 2.
12. El término hebreo para “santo” es kódesh y significa “consagrar, dedicar, santificar, poner aparte”.
13. El vocablo hebreo para “convocación” es miqrá, y significa, “una reunión pública, una asamblea, un ensayo”. Si es un ensayo, es la preparación para una “obra final”. Esta llegará a ser el eterno reposo de Dios con Su pueblo, cuyo anticipo será la era del Reino de Cristo en la tierra.
14. J. A. MOTYER, Éxodo, Libros Desafío, 2009, pg. 353.
15. CEIL & MOISHE ROSEN, Cristo en la Pascua, Portavoz, 2006, pg.43.
16. NICHOLAS DE LANGE, Atlas cultural del Pueblo Judío, Editorial Optima, pgs. 88-89.
17. Se celebra el 25 de Kisleu (entre noviembre y diciembre). Referencias bíblicas: Daniel 8:13-14 y Juan 10:22-23.
18. Se celebra los días 14 y 15 del mes hebreo de Adar (que usualmente cae en marzo). Ref. bíblica: Ester 9:20-28.
19. EUGENIO DANYANS , Conociendo a Jesús en el Antiguo Testamento , CLIE, pg. 402.
20. HUGO ZORRILLA, Las Fiestas de Yavé, Ed. La Aurora, 1988, pg. 70.
21. DEREK TIDBALL, Comentario al Levítico, Andamio, pg. 357.
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