El caso se remonta a 2018, cuando las autoridades de aduanas de Salerno encontraron los artefactos en el interior de un contenedor y dieron aviso a los dos países. Italia entrego poco después las piezas incautadas a las autoridades egipcias, después que la Fiscalía General así lo solicitara, tras comprabar la forma ilegal en que habien llegados, bajo la cobertura diplomática.
Egipto trata de evitar el contrabando de antigüedades desde el país y realiza grandes esfuerzos diplomáticos para recuperar las piezas robadas, que se encuentran en colecciones probadas en todo el mundo e incluso en museos.
Thomas enfático recuerda la batalla que libra El Cairo, desde hace años, para recuperar el busto de la reina Nefertiti, custodiado en el Neues Museum de Berlín.
Jamil Fahmi, experto en seguridad de la inteligencia egipcia, detecta varios llamada internacionales identificables, deducen que son los interesados con quedarse con la pieza única. Entre ellos estan un Jeque Árabe de los Emiratos, un magnate Indio, un multimillonario de Sudáfrica dueño de una joyería de diamantes, uno del Sudeste asiático que vive en las Torres Petronas en Kuala Lumpur Malasia dueño de una de las fábricas más importantes de tecnologías y computadoras del mundo y principal inversor del petróleo Malayo. Otros, un magnate ruso del petróleo que vive en Moscu, Roman Abramovich el dueño del equipo de futbol Chelsea Britanico y principal dueño por su participación del la Petrolera Gazprom Neft, del acero ruso atraves del Russian Aluminium y de las aerolíneas comerciales Aeroflot Russian Airlines. Finalmente un empresario inversionista también ruso que reside en Montecarlo, el mismísimo Dmitri Yevquenievich Rybolovle presidente del AS Mónaco quien a pesar de ser un filántropo con su obras benéficas en su país, tiene la fama de ser un coleccionista selecto, quien tuvo en sus manos como propiedad la pintura “Salvator Mundi” de Da Vinci y ahora estaría tras la máscara del niño rey.
El mercado negro a pleno, comenta Anne, pero ¿donde sería subastada? no se sabe, dice Jamil, posiblemente Casablanca en Marruecos, un lujoso Hotel en Abu Dabi y o el centro moderno de Singapure en Asia, están en la lista de posibles lugares, según la información que ya manejan.
Jamil Fahmi rápidamente desplegó su mapa de áfrica de Esglobal, en una pantalla con fondo en azul, resalta el mapa en negro y las rutas que unen el continente en color naranja.
La red de carreteras transafricanas, conforman nueve corredores de alta capacidad que vertebren el conteniente de norte a sur y de este a oeste a lo largo de casi 60.000 kilómetros. Algunos tramos aun no están terminados totalmente, fue diseñado en los años 70 por la United Nations Economic Commision for Africa (UNECA).
La ruta Trasafricana: TH1 une El Cairo con Dakar (8.636 km), TH5 (Dakar –Yamena (4.496 km) conocida como carretera Transheliana. TH6 (Yamela–Yibuti (4.219 km). TH7 (Dakar –Lagos (4.010 km). TH8 (Lagos–Mombasa (6.259 km). TH9 (Beira–Lobito (3.523 km). TH2 (Argel Argelia – Lagos Nigeria (4.504 km.) Conocida como Carretera Transahariana. TH3 (Tripoli– Ciudad del Cabo (10.808 km) y TH4 une Cape Town (Ciudad del Cabo con El Cairo 10.228 km.)
El proyecto incluía cuarto tramos transversales: 9.610 kilómetros de Trípoli a Ciudad del Cabo, 8.860 desde el Cairo a la Sudáfrica, 8.636 desde la capital egipcia hasta Dakar y 6.260 entre Lagos y Mombassa.
A estos hay que agregarle los corredores regionales, como los enlaces entre Argelia y Nigeria, Chad y Yibuti, Angola y Mozambique o Senegal y Nigeria.
La investigación estudia las rutas que unen el Cairo con el resto de África, la TH4 y la TH1 serian las rutas a cerrar para evitar que la Mascara deje el país por tierra.

Plano de Africa (Tomado de esglobal)
La principal sospecha es, que descartando el aeropuerto del Cairo por su seguridad y el puerto del Alejandría, por su distancia, estarían alguna caravana de camellos por el desierto hacia Libia, pero las escuchas a varios números telefónicos, llevan también a que un crucero que recorren el Nilo de Norte a Sur, desde Luxor hasta Asuan, podría llevar la pieza robada sin ninguna sospecha, y desde ahí hasta Sudan, para dejar que se enfrié el tema y poder sacarla desde ahí por el Mar Rojo hacia el lugar de entrega en Asia.
Anne mira la lista de cruceros, entre ellos Nubiem Sea, Prince Abass, Omar El Khayam, Eugenie, Kasr Ibrim o el Nilo Bride, Royal Ruby, los Radamisy Semeramis, Liberty, Princes Sara, Esmeralda, Alyssa. La lista es nutrida.
Pero el Cairo también sale otra carretera que va hacia la península de Sinaí. Es fácil la conexión con Amman en Jordania, El Mar Rojo tiene innumerables pequeños puertos que podrían usarse, como el turístico de Hurgada.
La interpol aporta la información sobre la máscara ya habría sido vendida a un Jeque Poderoso del mundo árabe, propone buscarla al jeque poderoso, en una Mezquita Sagrada cuando este se acerque para sus oraciones (Jamil dice que algo poco probable que un árabe esté implicado, pero no descartan ninguna hipótesis en la búsqueda), por lo que se lanzan, a la caza de mezquitas alrededor del mundo musulmán.
Empezarán por la Mezquita Sahaba de Sharm El–Sheik.
Otros seguirán la pista del los magnates alrededor del mundo.
También postulan la idea que algún Museo del mundo podría querer la pieza, pero de forma legal es imposible dice Thomas.
Anne, saca su tableta e inspecciona rápidamente los más de 50 museos en el mundo que contiene Arte egipcio Antiguo.
Entre ellos el Museo Británico, en Londres, El museo del Louvre de Paris, El Neues Museum de Berlín, Milán Colleccion Egipcia Castillo Sforzesco en Italia, junto con el Museo Egipcios de Turín y el Museo Gregoriano del Vaticano y el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. El Museo Metropolitano de Nueva York (MET). El Museo Arqueológico Nacional de Madrid. La lista se muy larga ¿pero podría un museo comprar una pieza robada? Se pregunta Anne.
Anne pregunta sobre los Jeroglificos y si es fácil traducirlos. Thomas, sonríe y le comenta que leer de corrido, “como Indiana Jones”, las inscripciones de los muros de los templos y tumbas faraónicos es complicado. Antes tendrás que conocer al dedillo la lista Gardiner, el diccionario básico de la escritura egipcia, que recoge 743 jeroglíficos diferentes clasificados en 26 subgrupos (deidades, partes del cuerpo, el hombre y sus ocupaciones, animales…). En ella solo están los más comunes, los que se usaban durante el Imperio Medio.
En el periodo grecorromano el número total llegó a superar los 6.000, lo que no significa que se escribiese mejor en época de Cleopatra, sino que se usaban más palabras para decir lo mismo. También fue un recurso empleado por los sacerdotes egipcios para ocultar sus secretos a los nuevos gobernantes del país, los griegos y los romanos.
La palabra “jeroglífico” proviene de dos términos griegos: ἱερός (hierós) que significa “sagrado”, y γλύφειν (glýphein) que significa “escritura”. Por lo tanto, podemos definir los jeroglíficos como “escritura sagrada”. La escritura jeroglífica fue utilizada únicamente por altos cargos de los gobiernos egipcios (familia real, escribas, sacerdotes) en inscripciones oficiales en templos y monumentos funerarios, en documentos administrativos y jurídicos, y en obras literarias.
Cabe destacar dentro de la cultura egipcia la importancia de la literatura funeraria que ha llegado a nosotros a través de los Textos de las Pirámides(Imperio Antiguo, escritura jeroglífica sobre piedra en la pirámide del rey Unas, dinastía V, c. 2350 a.C.), los Textos de los sarcófagos(escritura jeroglífica sobre madera, grabada o pintada, Imperio Medio, c. 2050 – 1750 a. C.) y el Libro de los Muertos(escritura jeroglífica sobre papiro, Imperio Nuevo, c. 1550 a. C. – 1070 a.C.). El cambio de soporte para la escritura jeroglífica nos deja entrever también la popularización de los ritos funerarios y de una escritura, en principio, reservada a los grandes personajes de esta civilización.
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