¡Nadie se mueva!, gritaban los guardias del museo, mientras otros corrían sin sentido por los pasillos.
Pronto llega la seguridad militar y los escoltan hasta el piso inferior, frente a las Estatuas gigantes de Amenofis III y la Reina Tiye.
La gente no imaginaba que pasaba, y de apoco los fueron sacando del museo por otra puerta lateral, todos sospechan que se trata de un ataque terrorista, por la forma que estaban todos los guardias en el museo. Se activo el protocolo de seguridad y todas las entradas y puertas del museo fueron cerradas, nadie podía entrar ni salir. Corrían por el Museo policías y la gente no sabía que sucedía, otros creían que se había activado el protocolo por el virus mortal Covid–19, la gente entraba en pánico.
El profesor Thomas es llevado a una sala cerrada y lo quieren separar de Anne, lo cual el impide y dice que ella es una periodista internacional invitada para la inauguración del Gran Museo y que está con él. Después de una breve espera, llega el mismísimo Director de Antigüedades Egipcias. Quien reconoce al profesor por sus continuos trabajos Egipto. Y al oído me dice:
“Lo que por tanto tiempo temíamos, finalmente ha sucedido”, Thomas no entiende el acertijo. Pero sí que es algo referido al cofre de vidrio vacio en la sala de la máscara.
Pero, una noticia que solo en podía ser obra de la magia del David Coperfied. La máscara del Rey Tut y por lo que millones de personas llegaban a Egipto cada año, ha sido robada.
La máscara funeraria de Tutankamon fue elaborada por orfebres villapresentinos entre el años 1354–1340 a. C: y se considera la pieza más conocida de todo el arte egipcio, formaba parte el ajuar funerario de la tumba del faraón Tutankamon, descubierta en el valle de los reyes en 1922, por Howard Carter en la tumba KV62.
Lo que era imposible, parece no serlo, cubierta con una caja de cristal blindada y guardada en una sala cerrada en segundo piso, con seguridad especial, pues esta pequeña mascara de solo 11 kg de oro macizo vale millones de dólares.
Parece que los años que llevaba el museo abierto lograron encontrar el modo de violarlo, la caja de cristal está vacía. La sala esta oscura, ya no hay brillo en su interior pues el reflejo de la luz no tiene donde proyectarse.
La búsqueda de la reliquia de antaño era minuciosamente buscada en cada sala y rincón del museo.
Anne y Dee continúan el Museo del Cairo, en la sala que contiene su ajuar, solo que la caja de cristal que solía contener su máscara dorada está vacía y triste. Aunque su cofre de oro macizo de 110 kg permanece inmutable resplandeciendo su dorado pulido por los cuidadores del museo.
Para hacer más amena la interminable espera, Thomas narra la historia de Tut Ankh Amon (1336 a.C. – 1327 a.C.) fue el decimo tercer faraón de la dinastía XVIII, y el ultimo de línea real de la dinastía. Horemheb el jefe del ejerció se corono faraón a su muerte, pero no era de linaje real.
Se hizo famoso cuando su tumba fue descubierta intacta por el arqueólogo británico Howard Carter en 1922.
Tenía unos 17 años cuando murió y probablemente heredo el trono a los 8 a 9 años de edad. En jeroglífico, el nombre se escribió típicamente Amen–tut–ankh. Su nombre original Tutankhaten significa “imagen viva de Aton”, mientras que Tutankamon significa “imagen viva de Amón”.
Su reinado estuvo marcado por el regreso a la normalidad en el plano sicio–relidioso después del interludio protagonizado por el monoteísmo de Akhenaton
Uno de los grandes logros en si corto mandato fue la reparación de los templos de Amón, dañados durante el gobierno de su padre Akhenaton. Mencionados en la Estela de Restauración.
Uno de los mayores enigmas están relacionados con su muerte, tal vez fue asesinado o quizás muriera como resultados de una lesión recibida mientas cazaba. Cuando visitemos su tumba en el Valle de los Reyes, te contare más de él, menciona Thomas.
El mayor Mukhabarat Mahmoud de la Dirección General de Inteligencia Egipcia, también se acerca a Thomas y lo convence de que los ayude en la búsqueda debido a sus conocimientos sobre egiptología y arqueología.
Este antiguo Castillo del famoso Sultán, al lado donde Mohamed Ali construyera la Mezquita del Alabastro, tan bella. Esa fortificación medieval ahora está llena de militares y el servicio secreto que busca de la pieza robada.
Desde lo alto Salah El–din controlaba un vasto territorio y ahora es la sede de la inteligencia egipcia.
Salas con potentes computadores y escuchas de todo el Cairo descubren, algunos detalles oscuros del robo.
La noticia no podía darse a conocer, la pieza más valiosa del Museo ya no estaba, y sus visitantes ya no tendrían la misma ilusión para venir a él. Así que permaneció todo en un estricto secreto nacional. Y como el Museo tuvo que cerrar se no había que dar explicaciones.
Pero ¿Cómo fue posible violar la seguridad del Museo? Empiezan a revisar las cámaras que controlan el museo.
Sucedió que en el mes de marzo de 2020 una enfermedad muy contagiosa familia de los virus SARS y MERS que la humanidad ya había conocido antes, transmitidas de animales al hombre, se origino en una cuidad China, Whuan y rápidamente se transmitió por el mundo como un rayo, atreves de aviones llego a Italia, Alemania, España y Gran Bretaña y al continente Americano desatándose como un Pandemia mundial.
Mientras era desinfectado, los hombres entraron con máscara y trajes protectores de color blanco, nadie podía entrar al museo, solo ellos los de salubridad para sanitizar el lugar. Pero después que ellos se retiraron y de varias horas en silencio, cuando los cuidadores del museo volvieron a abrir sus puertas, la gente se agolpaba para entrar, y se sorprendían ante las gigantes estatuas en la sala principal del museo, del faraón Amenofis III y la reina Tiye, padres de Akenaton. Pero al llegar al segundo piso en la sala que guarda la joya del museo el Aguar del Niño Rey Tut, la caja de cristal estaba vacía.
Egipto esta militarizado desde la última revolución en 2011, y es casi imposible poder reducir la pieza de oro por el único aeropuerto internacional el del Cairo , el puerto de Alejandría está demasiado lejos para pasar todos los controles impuestos, así que un militar propone cuales podrían ser los canales de fuga de los profanadores de tumbas modernos.
Después de mucho investigar la inteligencia descubre en las cámaras de seguridad del museo la forma en entraron a él y descubren que por un antiguo túnel que pasa debajo del Museo y llega hasta el mismo Nilo, donde por una Falukas típica, un embarcación no muy sofisticada habrían salido con la máscara muertería con rumbo desconocido.
La inteligencia toma los audios interceptados un Cardenal católico en el Barrio Copto, su nombre Ángelo Botticelli y recientemente ha realizado unas inusuales visitas, este religioso de alto cargo, solo saben que es casi un diplomático del Vaticano. Las escuchas dirigen las pistas a que los posibles compradores del mercado negro de antigüedades, Thomas recuerda que recientemente el ex cónsul y el sobrino de Butros Galli, fueron acusados de tráfico ilegal de piezas arqueológicas de Egipto a Italia en 2018. En aquel entonces se emitió orden de arresto contra ellos y contra el ciudadano italiano Ladislav Otakar Skakal y también la Interpol emitió una alerta roja, tras confirmar que más de 21.000 artefactos procedentes de distintas épocas fueron encontradas en un contenedor de mercancías con protección diplomática. En el trasporte también estuvieron implicados ciudadanos egipcias obviamente. El cónsul honorario, que estuvo a cargo hasta 2014. Entre los ciudadanos egipcios implicados estaba el sobrino del difunto ex secretario general de la ONU y hermano de un ex ministro de Finanzas egipcios acusado de corrupción.
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