Corría el año 1961 y yo estaba sin trabajo, la Asociación Escolar Alemana proyecta la fundación de una escuela primaria y una sala de jardín. Me convocan haciéndome el ofrecimiento que asumiera la dirección a cargo y tercer grado, acepto y me pongo a trabajar con una matrícula de veintiséis niños y la organización de ambos niveles. Al año siguiente aumentó mucho la matrícula y se debió adaptar el edificio a las circunstancias. Con el gran trabajo de los docentes, Asociación Escolar Alemana, Cooperadora, la Embajada Alemana y muchísimos aportes de la comunidad se levantó el edificio de la Avenida 74 de la ciudad de Necochea, para luego trasladar la escuela a su nuevo lugar. Trabajé como directora durante doce años, recibí grandes satisfacciones, pero mi futuro estaba detenido en ese cargo, a los colegios privados no se nos permitía hacer perfeccionamiento ni aspirar a cargos de mayor jerarquía. Para mí era una gran limitación, decidí incorporarme en el orden oficial y continuar mi carrera docente.
Fui nombrada en la Escuela N°10 y designada para la capacitación y perfeccionamiento docente como Escuela Experimental, en el área de Estudios Sociales 8° y 9° grados para el cambio educativo, cuando la Escuela deja de ser Experimental (experiencia única de gran valor), ocupo en el mismo establecimiento el Área de Estudios Sociales y Lengua en 6° y 7° grado. Transcurrido un tiempo la jefatura de Región VII abre concurso para becaria de Asistencia Técnica Docente en el Instituto Superior de Planeamiento Educativo de la Capital Federal, me designan como becaria durante seis meses, todos los fines de semana regresaba a mi hogar en tren. Durante dos años trabajé en las áreas de Matemática, Ciencias Naturales en 6° y 7° de la Escuela N°10, pude implementar los métodos de aprendizajes en los grupos de alumnos y evaluar los resultados. Se inicia la Dirección de Enseñanza No Oficial (DENO) para la Supervisión de las escuelas no oficiales, se abre concurso para los aspirantes a cubrir cargos en la Jefatura VII y VIII Mar del Plata y Bahía Blanca, a mí me quedaban tres años para jubilarme y me presento, es así que me designan Inspectora de Área con Sede Necochea a cargo de ocho distritos todos servicios privados, después de dieciséis meses de trabajo me trasladan a Tres Arroyos, Jefatura Bahía Blanca a cargo de nueve distritos en planta urbana y rural. Visitaba hogares–escuelas con niños ubicados por minoridad, atendidos por órdenes religiosas: jesuitas, dominicas, francesas, alemanas. Un ejemplo de laboriosidad y dedicación dignos de admiración, todo el consumo en el mantenimiento de los hogares eran el fruto del trabajo enorme de las religiosas y los alumnos de los cursos superiores. Concluí mi carrera conociendo cómo desarrollaban la vida en esas comunidades de distintos orígenes, con valores dignos del mayor elogio.
El 30 de abril de 1982 presento la renuncia al cargo y llega el momento de jubilarme, ansiaba estar con mi familia y desarrollar aspectos de mi vida que no había podido cumplir: pintura artística y artesanal, reciclado de muebles y marcos antiguos, trabajos de jardinería, encuentros musicales. Trabajé cinco años ad honorem con la Asociación Amigos del Museo Histórico Egisto Ratti del Parque Miguel Lillo y hace veintiún años que trabajo en la Asociación Educativa de Jubilados Filial Necochea. Trabajamos contribuyendo con las necesidades comunitarias Necochea Quequén, se dictan talleres con apertura a los socios y a quienes deseen incorporarse siendo jubilados: informática, pintura artística, telar, mosaiquismo, bordado mexicano, yoga, gimnasia artística, talleres para la memoria dictado por la Licenciada en Psicología. Se realizan charlas sobre jardinería, salud mental y física con profesionales médicos, temas históricos, etc. También me desempeñé durante tres años como Profesora de Práctica de la Enseñanza en el Instituto de Formación Docente Nro. 31.
De pronto irrumpe en el mundo la pandemia covid-19, se cierran las instituciones y por supuesto se suspenden todos los talleres programados, dos meses de cuarentena estricta que nos cambió la vida, fue un verdadero sacudón, una toma de conciencia para aprender cosas nuevas y hacer todo aquello que nos hace sentir bien. En este tiempo los problemas tienen diferentes alternativas y consecuencias, lo importante es llevar a cabo acciones necesarias para resolverlos.
De acuerdo a lo expuesto, paso a considerar el día a día de mis actividades: abro mi ventana para recibir el sol y ver mi colorido jardín, luego realizo las tareas propias del hogar. En horas de la tarde me conecto por Zoom para trabajar con los talleres para Adultos Mayores que dicta la Universidad de Mar del Plata Facultad de Psicología. “Envejecimiento positivo” “Los adultos mayores en tiempos de Pandemia” “Estrategias Mindfulness para la vida cotidiana”
Los fines de semana me conecto con el Teatro Colón, en el Canal Allegro HD (503) escucho música didáctica. Reinicie la pintura artesanal, atiendo el jardín, continúo por video llamado mis clases de Yoga, con mis amigas seguimos visitándonos por WhatsApp, video llamada, correo electrónico o zoom. De la televisión miro solamente lo que me hace sentir bien y elijo películas documentales. Realizo caminatas breves al aire libre por el parque, plaza o por el barrio con el protocolo correspondiente.
Diciembre 2020:
¡Gran sorpresa sobre mi salud! Lo que se había iniciado como bronquitis, atendida por WS, por mi médico de cabecera. Al no haber mejoría, fiebre muy alta se me indica un hisopado que dio positivo covid-19.
De allí en más, mi hija se puso en contacto con quienes me tenían que asistir, fue muy difícil lograr la solución hasta que una Doctora sin ser yo paciente de ella, me consiguió ser atendida en el Centro de covid-19 del “Hospital Emilio Ferreyra”, muy eficiente fue el tratamiento indicado previa revisación, mis pulmones estaban limpios, seguía la bronquitis, después de una semana de suministrarme la medicación adecuada, permanecí en observación unos días hasta darme el alta. Mi estado de ánimo siempre fue positivo y más cuando todos los de mi entorno dieron hisopados negativos. Estoy agradecida a mi familia, especialmente a mi hija que estuvo en el campo de batalla directamente conmigo. Todos colaboraron en suministrarnos alimentos, medicamentos. No supe dónde contraje el virus, de cualquier forma, no es mi intención, me cuidé estrictamente y me tocó. Estoy totalmente recuperada y pude concluir mis proyectos durante la pandemia. Ayer finalicé el último taller por Zoom de la Universidad para Adultos Mayores de la Facultad de Psicología de Mar del Plata que auspicia PAMI.
Estoy agradecida a Dios que me acompañó en todo momento.
Paula Tavarone Pascutto, Escocia
Cuando uno está donde tiene que estar, la vida encuentra el camino
Mi nombre es Paula, tengo 44 años, ahora vivo en Escocia. Tengo una enfermedad crónica rara, incapacitante, camino con bastón, y soy inmunosuprimida, me jubilaron en noviembre del 2019, después de muchos años dando vueltas, sin diagnóstico.
Hace años soñaba vivir en Escocia, pero las cosas no se daban.
Haciendo tratamientos, entre cirugías que salieron mal y muchos dolores, los médicos dicen que ya no tienen nada que hacer, en Argentina.
Me puse a investigar, y existe un tratamiento de células madre en Alemania y Reino Unido, si bien no es una cura, me permitiría seguir caminando y frenar un poco el avance.
La opción entre UK y Alemania era clara, en UK me puedo expresar con los médicos. Además, en UK la salud es pública, en Escocia los medicamentos y tratamientos son gratis.
Consulto con los especialistas y uno me dijo que estamos lejos de esos tratamientos, pero estaba a veinte horas de Escocia. Necesitaba apurarme antes del brexit.
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