El apóstol Pablo insistió en que todos deberíamos tener la mentalidad de Cristo y adoptar una actitud de humildad y una postura de servicio (Filipenses 2,5-11). Luego citó un himno conocido por su comunidad cristiana en Filipos, en el que se celebra y adora a Jesucristo por no aferrarse a la igualdad con Dios, sino por despojarse de sí mismo, eligiendo convertirse en ser humano. Este acto de vaciamento –en griego, kénosis – no lo hizo para someter a los seres humanos a abusos, como fue el caso de algunos de los dioses de la mitología griega, quienes vinieron a la tierra para abusar de las mujeres 6. Fue para servirnos a través de su vida humilde y, finalmente, para morir por nosotros en la cruz.
Esto es lo opuesto al abuso espiritual. De hecho, este es el antídoto para el veneno del abuso espiritual, un veneno que ha debilitado, durante demasiado tiempo, el cuerpo de Cristo. En nuestro mundo post Weinstein, haríamos bien en prestar especial atención a este excelente, innovador e indispensable libro.
Jesucristo nunca parte la caña quebrada, ni apaga la mecha humeante (Isaías 42,3). Nunca es abusivo espiritualmente, y tampoco deberíamos serlo nosotros. Jesucristo trae justicia en la fidelidad (Isaías 42,3), y nosotros también deberíamos hacerlo, especialmente cuando se trata de aquellos que han sufrido abuso espiritual y por quienes nunca se ha hecho justicia. No podemos hacer menos.
John Smyth, quien murió en 2018, escapó de la justicia humana a la que pasó su vida representando, justo después de que la Fiscalía de la Corona decidiera que el caso que había armado la policía de Hampshire había superado con creces el umbral probatorio necesario y que era hora de que Smyth fuera interrogado. La justicia para los sobrevivientes de Smyth, como para tantas otras víctimas de abuso espiritual, no puede hacerse aquí en la tierra, pero podemos lograr algo más. Podemos trabajar para erradicar todas las formas de abuso dentro de la Iglesia, incluyendo el abuso espiritual. Podemos crear culturas sanas. Podemos establecer lugares seguros para que las personas más vulnerables encuentren el camino a casa en los brazos de amor del Padre.
Al embarcarnos en esa búsqueda, tendremos a Lisa Oakley y Justin Humphreys como mentores y guías preocupados. Y por eso debemos estar agradecidos.
Mark Stibbe
Escritor
1. Reportaje del Channel 4 News ( Archbishop apologises for historic abuse: the full story ). El New York Times ofrece un resumen de mi historia sobre los abusos de Smyth (Dozens Say Christian Leader Made British Boys “Bleed for Jesus”).
2. El reportaje de BBC 1 News, fue realizado por Fiona Lamdin.
3. C. S.Lewis, “The Inner Ring”. Se trata de una conferencia pronunciada en 1944,en el King’s College, Universidad de Londres.
4. Para más información, véase mi artículo sobre los “Savage Fathers” en el periódico Church of England Newspaper < www.churchnewspaper.com/52014/archives>.
5. N.E.Mark Stibbe fue ministro de la Iglesia de Inglaterra y vicario de St. Andrews, Chorleywood, por 12 años.
6. Queda mucho trabajo teológico por hacer acerca de cómo Jesús representa una alternativa a las divinidades abusivas de la religión y de la mitología antiguas, y cómo el mismo Jesús en la cruz se convierte en una víctima de abuso. En lo que respecta a las reflexiones sobre lo primero, estoy en deuda con mi amigo el Dr. Crispin Fletcher-Louis y su artículo inédito, “The Rare Word ἁρπαγμός (Philippians 2.6b): A Fresh Solution”.
Introducción
¿Por qué ahora es el momento adecuado para este libro? Hay otros en esta área (Blue, 1993; Enroth, 1994; Dupont, 2004; Johnson y VanVonderen, 2005; Davis-Weir, 2015; Diederich, 2017). Uno de esos fue coescrito por uno de los autores de este libro (Oakley y Kinmond, 2013). Si bien hay pocos textos que se basen en alguna investigación, gran parte del trabajo hasta la fecha se ha centrado en los Estados Unidos. Esas historias son importantes y, de hecho, parte de lo que hemos escrito aquí se basa en ese material.
Sin embargo, la historia británica es igualmente importante y rara vez se toma en cuenta. El libro Breaking the Silence on Spiritual Abuse se basó en una investigación en el Reino Unido (Oakley y Kinmond, 2013). Desde su publicación, muchos han pedido un libro que sea más fácil de entender. Para ser honesto, el tema clave ha sido a menudo: “¿No puedes escribir algo más barato?”. Además, es necesario considerar este tema dentro de una perspectiva cristiana. Por lo mismo, este volumen combina la investigación, la lectura, el trabajo de casos y las historias en lo que esperamos sea un libro fácil de leer, con un precio asequible.
Ambos autores contribuimos desde nuestra propia experiencia y comprensión personal y profesional y, aunque cada capítulo tuvo un autor principal, ambos aportamos a lo que ahora estás leyendo a través de un proceso de desafío mutuo y colaboración. Las citas que aparecen a lo largo de este libro son frases textuales de aquellas personas que se consideran a sí mismas víctimas de abuso espiritual, aunque sus nombres reales fueron cambiados. Estas citas se usan para destacar un punto o proporcionar un ejemplo de la experiencia vivida, y se recogieron a través de tres piezas clave de la investigación. En primer lugar, el doctorado de Lisa sobre el abuso espiritual en la fe cristiana en el Reino Unido 7, que recogió historias detalladas de abuso espiritual de individuos de diversas denominaciones cristianas (las citas tomadas de este estudio se indican con la abreviatura LO) . En segundo lugar, una encuesta sobre la experiencia de la Iglesia 8que se llevó a cabo entre 2012 y 2013, en la que 525 personas respondieron a preguntas relacionadas con las características clave del abuso espiritual (las citas tomadas de este estudio se indican con la sigla O&K ). Finalmente, el material recopilado a partir de una investigación más reciente sobre este tema 9, llevada a cabo por Lisa y Justin en 2017: en esta encuesta, 1.531 personas respondieron preguntas específicas sobre el abuso espiritual, de las cuales 1.002 indicaron haber tenido la experiencia personalmente (las citas tomadas de este estudio se indican con la sigla O&H ). Por lo tanto, el libro tiene una clara base probatoria, pero está escrito de una manera que debería permitir un fácil acceso para entender los hallazgos y las implicaciones de nuestra investigación.
Vivimos en una época en la que se han descubierto muchas historias de abusos. El escándalo que rodea al productor de cine de Hollywood Harvey Weinstein ha llevado a un creciente reconocimiento del abuso como una experiencia a menudo oculta, algo más común de lo que se solía reconocer. Somos parte de un tiempo en que se presta cada vez más atención a la coacción y el control. En 2013, la definición británica de violencia y abuso doméstico cambió para incluir el control coercitivo como una forma de abuso y un factor en esta experiencia. Hasta la fecha, esto se refiere a los que están –o han estado– en una relación íntima o en una relación familiar entre sí. Sin embargo, muestra que se está comenzando a reconocer que la coacción y el control son dañinos, y que necesitamos saber más sobre ellos. Si bien muchas de las historias compartidas son externas al contexto de la fe cristiana, a medida que se cuentan más historias, existe una comprensión cada vez mayor de que el control coercitivo ocurre en estos contextos.
Por lo tanto, es oportuno e importante pensar en esta cuestión ahora. La Iglesia a menudo se encuentra en la posición de tener que responder a las acusaciones de abuso y, por lo tanto, con frecuencia es vista como reactiva, respondiendo a los testimonios a medida que aparecen. Nuestra esperanza es que este libro sea, al menos en parte, proactivo, que exponga los temas y nos ayude a pensar en ellos, para que la Iglesia pueda estar a la vanguardia en enfrentar el control coercitivo y ayudar a otros a hacerlo.
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