Fotografía de Raquel Castro
Alberto Chimal
(Toluca, 1970) es un escritor que se ha dedicado principalmente al cuento y la novela, así como a la narrativa experimental. También es un destacado profesor y divulgador de la escritura creativa. Uno de sus intereses principales es la imaginación fantástica: un modo peculiarmente latinoamericano, distinto del “género” fantástico como se entiende en los países de habla inglesa, y que él ha utilizado en novelas y cuentos que han recibido diversos reconocimientos (Premio Bellas Artes de Cuento San Luis Potosí por el libro Éstos son los días (2004); el Premio de Literatura Estado de México (2012) por su trayectoria; el Premio Bellas Artes de Narrativa “Colima” para obra publicada por Manda fuego (2013) y el Premio de la Fundación Cuatrogatos, que reconoce lo mejor de la literatura infantil en castellano, por su libro La Distante (2018). Asimismo, el libro álbum La madre y la muerte/La partida , con un cuento de Chimal y otro del argentino Alberto Laiseca, fue seleccionado en 2016 para el catálogo White Ravens. Su segunda novela: La torre y el jardín , fue finalista en 2013 del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos. Desde 1993, Chimal imparte cursos y talleres literarios. Es maestro en Literatura Comparada por la Universidad Nacional Autónoma de México. Textos suyos se han traducido al inglés, francés, italiano, alemán, húngaro, farsi, hebreo, mixe, zapoteco, mixteco y esperanto.
La saga
del Viajero
del Tiempo
La saga
del Viajero
del Tiempo
Alberto Chimal
Ilustraciones de Sólin Sekkur
Universidad Nacional Autónoma de México
México 2020
Catalogación en la publicación UNAM. Dirección General de Bibliotecas
Nombres: Chimal, Alberto, 1970- , autor.
Título: La saga del Viajero del Tiempo / Alberto Chimal.
Descripción: Primera edición. | México : Universidad Nacional Autónoma de México, 2020. | Serie: Hilo de Aracne
Identificadores: LIBRUNAM 2086582 | ISBN 978-607-30-3560-6.
Clasificación: LCC PQ7298.13.H448.S34 2020 | DDC 862—dc23
Primera edición: 2 de octubre de 2020
2020 © d.r. universidad nacional autónoma de méxico
Ciudad Universitaria, alcaldía Coyoacán, 04510, Ciudad de México
Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial
ISBN: 978-607-30-3072-4 (colección)
ISBN: 978-607-30-3560-6
Esta edición y sus características son propiedad de la unam.
Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio, sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
Hecho en México
Índice
I. El Viajero del Tiempo
¿Pero quién es el Viajero del Tiempo?
El segundo preciso
Más información sobre el Viajero del Tiempo
¡No, no! un poco de seriedad. ¿Qué pasa aquí?
II. El gato del viajero del tiempo
Entretanto
Oigan, si no van a aclarar quién es el Viajero del Tiempo, ¡al menos nos podrían explicar cómo inició todo esto!
¿Es en serio?
Prefijos fantásticos
¿Ahora hablamos de gatos? Entonces que se cuente el origen del gato, ¿no?
A ver, pues, va el origen del gato del Viajero del Tiempo
¡Hey! ¡Ustedes!, ¿están ahí? ¿Les gustó?
¿Oigan?
III. La familia del viajero del tiempo
¿Sabes qué, gato?
Me da la impresión de que quienes estaban acá no eran del comité
¿Podría haber sido… el Biagero del Tienpo?
Bueno, si no era él, ni era el comité, entonces… ¿quién era?
¿Podría haber sido la familia del Viajero del Tiempo?
¿O podrían haber sido quienes leen estas palabras?
Si eran ustedes quienes estaban preguntando, naturalmente, es una pena
Miau
a Raquel, mientras caminamos por la eternidad, que es como nuestra casa (incluyendo los gatos y los libros amontonados)
El Viajero del Tiempo (pues tal será el apelativo adecuado para hablar de él) estaba contándonos un asunto especialmente enigmático. Sus ojos grises brillaban y centelleaban, y su rostro, por lo general pálido, estaba encendido y resplandeciente. El fuego de la chimenea ardía con fuerza y la suave luminosidad de las luces incandescentes bajo las tulipas de plata se reflejaba en las burbujas que centelleaban y desaparecían en nuestras copas. Los sillones, que eran invenciones suyas, nos abrazaban y nos acariciaban, en vez de limitarse a servirnos de asiento, y flotaba en el ambiente esa atmósfera gratificante de la sobremesa nocturna, cuando las ideas surgen libre e ingeniosamente, sin poner barreras a la imaginación. Y entonces nos lo contó como diré, haciendo hincapié en los puntos indecisos con su huesudo dedo índice, mientras nosotros seguíamos sentados y admirábamos de manera perezosa la vehemencia con que hablaba de su nueva locura —eso era lo que pensábamos— y su fecunda inventiva.
h. g. wells
La máquina del tiempo (1895)
buenos días, buenas tardes, buenas noches, como dice el Viajero del Tiempo cuando su máquina se pone temperamental y no le pregunta a dónde (o cuándo) quiere irse.
En el lugar y tiempo en que aparece, toda la gente lo mira con desconcierto, parpadea, y cuando oye las palabras tal vez parpadea de nuevo si no le entiende (el Viajero del Tiempo no sabe todos los idiomas de todas las épocas).
Y tal vez el Viajero del Tiempo se arrepiente de haber llegado allí y desaparece, y da la impresión de haberse ido en otro parpadeo, en el instante en que nadie lo veía.
¿Pero quién es el Viajero del Tiempo?
El Viajero del Tiempo extiende la mano y atrapa la primera gota de la lluvia. Todas las demás impiden que el mundo se entere de la hazaña.
•
El Viajero del Tiempo soñaba un flashforward: en él se despertaba, viajaba hacia atrás en el tiempo, se dormía y soñaba un flashforward.
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Un pasaporte del Viajero del Tiempo lo acredita como ciudadano de un país que todavía no existe y nadie, nadie recordará cuando desaparezca.
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El Viajero del Tiempo usa una máquina propulsada por horas perdidas, ignoradas, malgastadas. Se alegra: tendrá energía para siempre.
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